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Argentina: La lucha contin�a

El retorno de la patria financiera y la patria patotera

Daniel Cadab�n

Redrado y su alerta a los banqueros            

Lentamente, los cambios en las condiciones econ�micas se hacen sentir en nuestro pa�s.
El proceso inflacionario, reconocido ahora como un "fen�meno preocupante" por las propias autoridades del Banco Central, generaliza sus consecuencias y golpea de frente a los trabajadores asalariados y a los sectores medios de la sociedad.
Ya lo anunciamos desde esta columna, el fin del cr�dito, marcado por la bancarrota internacional, le se�ala un l�mite a las pol�ticas oficiales destinadas a incentivar el consumo. "Sin cr�dito barato, que sirva para convencer a la clase media de las bondades que el capitalismo ofrece para la obtenci�n de un celular de �ltima generaci�n y con las perspectivas inmediatas de fuerte incremento de tarifas, tasas e impuestos a futuro, el kirchnerismo se debate en medio de guatemala y guatepeor" (El fantasma de la bolsa recorre la Argentina).
El reconocimiento por parte de Mart�n Redrado de que la inflaci�n est� instalada y que ha llegado para quedarse; no deber�a ser una novedad para nadie. El proceso inflacionario es contundente sobre los bolsillos populares y cualquier ama de casa sabe de los incrementos de precios, sin necesidad de que las autoridades del Central la alerten sobre el fen�meno.
De todas formas, la "preocupaci�n" de Redrado no atiende a los sectores que compran papas o tomates en las verduler�as de los barrios, sino que est� dirigida a aquellos que est�n llamados a hacer negocios en el pa�s.
Ver "preocupado" al titular del Central logr� lo que se consideraba imposible hasta hace unos pocos d�as, que los papeles de la deuda argentina indexados por CER subieran casi en forma inmediata. Los tenedores de bonos comprendieron que detr�s de las palabras de Redrado se abre una nueva ronda de negocios especulativos.
El aliento del titular del Banco Central inflam� a sus patrones de Euromoney, pero no menos, que las palabras de la candidata Cristina Kirchner quien considera que "hacer negocios y ganar buen dinero no es pecado". Recordemos que la candidata, devenida en calvinista, tiene a Mart�n Redrado como posible nuevo ministro de econom�a. Naturalmente que esto ser� as� s�lo si la UIA est� dispuesta a largar la manija del superministerio.

�Se acab� el cr�dito?            

Pese a las voces que se empe�an en disociar a la Argentina de la crisis internacional, los cambios que se vienen produciendo no hacen m�s que demostrar que asistimos a un momento gr�vido de convulsiones.
Los cambios asociados a las corridas financieras y la implementaci�n de "corralitos" a escala universal, colocan un l�mite a las condiciones del mercado del cr�dito, que ya se est� haciendo sentir en nuestro pa�s a partir del mayor costo en las cuotas para la adquisici�n de bienes y en los nuevos contratos de financiamiento a tasas variables.
De conjunto esta situaci�n plantea resultados explosivos en los pr�ximos meses.
En primer lugar, porque la falta de financiamiento barato a corto, mediano y largo plazo implicar� una desaceleraci�n del consumo, cuyas consecuencias impactar�n directamente sobre la visi�n de bonanza que acompa�a a unos pocos sectores medios.
En segundo lugar, todos aquellos que tomaron cr�ditos a tasa variable, ya sufren las consecuencias de los aumentos en las cuotas, las que han empezado una corrida solapada detr�s de la inflaci�n real y no de la indikada por el Indec. Estas nuevas v�ctimas, los m�s optimistas entre los consumidores, ser�n sin duda los principales estafados en su ilusi�n de progreso bajo el gobierno kirchnerista.
En tercer lugar, nos encontramos con todo un sector de asalariados que haciendo un inmenso esfuerzo han logrado acceder a cr�ditos hipotecarios para su primer vivienda a tasas relativamente bajas. En este caso ser� la inflaci�n, sobre sus sueldos congelados, la que har� que las cuotas adquieran un car�cter impagable. "El ajuste, que comenz� -como es tradicional- en los cr�ditos a mayor plazo (por caso, los hipotecarios), ya se extendi� a los personales, prendarios y el leasing y comienza a llegar a los descubiertos en cuenta corriente y la financiaci�n de consumos con tarjetas de cr�dito" (La Naci�n)            

La regeneraci�n de la patria financiera va acompa�ada por la regeneraci�n de la patria patotera.

El kirchnerismo ha asumido su propio fracaso y lo demuestra en la alianza con los sectores, que hasta ayer acusaba de ser la "mafia de la pol�tica.
Las listas, que el Frente para la Victoria presenta en Provincia de Buenos Aires, son un reflejo de como la impotencia de la "nueva pol�tica" termina por anudarse con los intendentes "c�mplices con el delito".
La visi�n de un pa�s sacudido por luchas en contra de los incrementos de los precios y tarifas, no es ajena al armado "estrat�gico" del presidente.
Kirchner, teme que Santa cruz se generalice y los �nicos m�todos que concibe en esta etapa de retirada son: la extorsi�n; la amenaza, mediante la movilizaci�n de las patotas y como ha quedado claro en los �ltimos hechos que se sucedieron en su provincia: la represi�n.
La audaz intervenci�n de los trabajadores en la nueva situaci�n pol�tica; la casi nula influencia que el kirchnerismo pudo desarrollar en estos a�os, entre las capas m�s avanzadas del movimiento obrero y la perspectiva de una crisis econ�mica inminente, de dimensiones inciertas, ha hecho que el kirchnerismo se mueva sobre seguro.
�Qui�nes pueden demostrar mayor fidelidad a la defensa de las instituciones de "la nueva pol�tica" que los viejos bur�cratas y punteros, que siguen adelante con sus negocios m�s all� de las peroratas que el ping�ino haya lanzado en contra de ellos en una que otra oportunidad?            

El cuadro de crisis econ�mica y social coloc� al kirchnerismo frente a una disyuntiva feroz; o convert�a la provincia en un gran San Vicente, con el riesgo de verse atrapado en medio de la balacera, o llegaba a un acuerdo con lo m�s graneado de la patota pejotista -viejos sabedores de fraudes necesarios y de contenci�n a punta de pistola o a golpe de cadena de los reclamos sociales- soltando la mano de tanto "progre" que le dio de comer por estos a�os.
La lealtad del presidente para con sus aliados de la "izquierda revolucionaria" es una escuela de ternura fraternal: ah� los vemos a los Ceballos y otros tantos reclamando por el amor no correspondido. Mientras los Quindimil, Ishi, Pereyra, Fern�ndez, Othaceh� y Curto bailan al son de la nueva "marcha progresista".            

De la concertaci�n al pacto y del pacto a la concentraci�n            

Pero no es f�cil, ni para el kirchnerismo, ni para ning�n otro, sustentar un proyecto sobre la base del rejunte y del acuerdo en el campo de los negociados intocables de los intendentes.
La democracia es generosa en el reparto de cargos; pero, como siempre pasa la demanda supera a la oferta y algunos otros sectores han quedado lastimados en medio de esta disputa. Por un lado, el oficialismo tuvo que recurrir al premio consuelo de listas colectoras que se colgaran a la candidatura de Cristina en algunos municipios, para que su "gran movimiento hist�rico" no se evapore en el aire. Por el otro la claudicaci�n a la formaci�n de un movimiento pol�tico diferente a las viejas estructuras pejotistas, lanz� al ruedo al "padrino" Duhalde, que intentar� cobrar derechos de autor por el uso de todo su aparato.
La concertaci�n social que Cristina pens� con patrones y bur�cratas sindicales tampoco dej� contentos a todos los sectores.
En primer lugar; el gobierno ha rebajado en un 50% el costo indemnizatorio, con el argumento de que los �ndices de desocupaci�n no superan un d�gito, cumpliendo de esta manera con un viejo reclamo patronal: terminar con la doble indemnizaci�n. Pero esto no ha tenido una contraprestaci�n del todo aceptable para los gordos de la CGT que reclamaron m�s lugares en la lista de diputados para sus hombres. Moyano, apenas esboz� una cr�tica a esta confecci�n electoral, la que fue r�pidamente tapada con un suculento subsidio para sus empresas; pero, esto reabri� una crisis interburocr�tica que amenaza con partir la central de los gordos.
En segundo lugar, la disputa entre camarillas hace que el pacto social aborte antes de nacer.
El acuerdo consiste en descargar la crisis sobre los trabajadores y la poblaci�n en general, pero la codicia que acompa�a a todos los involucrados, en medio de un gobierno que hace agua, amenaza con colocar m�s factores de crisis que de soluciones posibles.
La concertaci�n cristinista, para ser posible, debe solucionar primero el enfrentamiento entre camarillas y sectores econ�micos que se disputan el bot�n del super�vit. S�lo si Cristina logra la concentraci�n del poder la concertaci�n ser�a posible y por los indicadores de la presente crisis y el grado de descomposici�n que arrastra el gobierno de su marido, est� bien lejos de lograrlo.
Queda dicho octubre para el kirchnerismo, no esta a la vuelta de la esquina.       

Fuente: lafogata.org

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