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Argentina: La lucha continúa

Empresas recuperadas

ANTER – TMO

En Rosario, una nueva empresa recuperada: el ex taller Diper. Nueve trabajadores de un taller de chapa y pintura de la zona oeste de Rosario formaron una cooperativa y recuperaron la actividad de la empresa. Una apuesta fuerte al cooperativismo.

El taller Diper era una SRL que había cerrado sus puertas en noviembre del año pasado. Con treinta años de presencia en calle Montevideo 5362, una cartera de clientes y una fuerte inserción en el barrio, ahora funciona en manos de la cooperativa 10 de Septiembre, en cuya conformación se cruzan las historias de un grupo de ex empleados y de familiares de uno de los ex dueños entre los que se cuenta Rubén Salvatierra, un dirigente del cooperativismo local que impulsa la recuperación definitiva de la empresa y su inserción en el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas y la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA). José Abelli y Fabio Resino, presidente y vicepresidente de la Federación, estuvieron en el taller y expresaron su total respaldo a Salvatierra y el resto de los trabajadores de la 10 de Septiembre, que a su vez manifestaron su voluntad de continuar con el proceso de recuperación de la empresa y de sumarse a FACTA.

Según lo relatado por Salvatierra, el taller Diper cerró sus puertas en noviembre pasado acosado por una importante deuda impositiva. A la vez, se dio que uno de los dos dueños, Arturo Pedernera, sufrió un grave problema de salud, en cuyo marco adoptó una decisión que transmitió a sus allegados, entre los que se cuenta Salvatierra, su yerno: 'el taller es lo único que tengo. Quiero que siga adelante como cooperativa'.

Que a Pedernera se le haya ocurrido esa idea no es casual. En su casa había funcionado un jardín de infantes de Alas para Crecer, una cooperativa impulsada por su yerno que hoy cuenta con tres establecimientos de educación inicial en la ciudad y participa del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. De allí es que Salvatierra supo de los casos de recuperación de empresas por parte de los trabajadores y empezó a barajar, junto con familiares y empleados, que ese era el mejor futuro para Diper. 'Lo que nos terminó de convencer a todos fue una charla que tuvimos con la gente de (la recuperada rosarina) La Cabaña. Ellos vinieron al taller, nos contaron de su experiencia. Y la energía que nos metieron fue impresionante. Nos pusieron las pilas', recordó.

Así fue que en enero el taller reabrió sus puertas y retomó la actividad. Y el 30 de abril se fundó la cooperativa a la que pusieron de nombre la fecha de nacimiento de Pedernera, que falleciera en marzo, y cuya esposa, Dora Ciullo, fue elegida presidenta de la organización.

Ahora, en la 10 de Septiembre están abocados, con el respaldo de FACTA, a sostener el trabajo y a buscar alternativas ante la situación de deuda con el fisco que afronta la SRL. También deben encontrar una salida respecto del otro de los propietarios de la firma, que según contó Salvatierra expresó su intención de vender el taller. 'Nosotros estamos dispuestos a comprar, pero hay que ver qué pasa con todas las deudas que quedaron, que son de impuestos municipales y provinciales y con la Afip', explicó el integrante de la nueva cooperativa. 'Es una picardía cerrar esto. Acá hay varias familias que dependen de este trabajo y además queremos formar a jóvenes en este oficio, porque hay pocos', añadió.

A la vez, Salvatierra se mostró muy entusiasmado con la inserción en FACTA y el trabajo conjunto con los trabajadores que ya tienen un camino transitado en la autogestión. 'Es el cooperativismo del siglo XXI', dijo, tal vez exagerando. O tal vez no.

Más de la historia. Rubén Salvatierra recordó cómo se llegó al momento en que el propio Pedernera, uno de los socios y a la vez su suegro, aprobó la idea de armar una cooperativa: 'Pedernera descubre el año pasado que tiene una enfermedad terminal y ya a mediados de noviembre sufre una recaída fuerte. El quería que el taller siga, porque pasó treinta años de su vida acá. Pero resulta que su socio ya no quiere continuar. Entonces finalmente cierra el taller. Las hijas lo ven muy mal y ahí es cuando me convocan a mí. El me dice que quiere que el taller continúe que le gustaría que sus nietos puedan trabajar en el taller. Yo le digo que lo único que se hacer es cooperativismo. Y él me dice: si, esto sólo puede funcionar como cooperativa. Ahí iniciamos la cooperativa y hoy uno de sus nietos la integra como aprendiz'.

La experiencia previa. En la diversidad de historias acerca de cómo nacen las empresas recuperadas, muchas veces aparece entre los trabajadores, uno con alguna práctica en organización sindical, o de participación en alguna experiencia similar, que sirve como antecedentes a la hora de emprender un proyecto como empresa social. Este es el caso de Rubén Salvatierra, que venía de una larga trayectoria en trabajo cooperativo. 'Alas para Crecer' es la principal actividad que desarrolló Salvatierra en el campo del cooperativismo. 'Nosotros venimos de una experiencia cooperativa en el terreno de la educación', explicó Salvatierra y agregó: 'Comenzamos con una cooperativa de trabajo que se llamó Alas para Crecer hace catorce años, donde la principal actividad fue el desarrollo de un jardín de infantes. En la actualidad mantenemos tres jardines en distintos puntos de la ciudad, con la misma lógica de trabajo solidario entre los que componen el emprendimiento y al mismo tiempo solidario con la comunidad'.

Para los integrantes del taller la solidaridad no es sólo un código que se comparte entre los que integran el proyecto. Es una definición consensuada por todos, el trabajar con crédito para los trabajadores que necesitan arreglar su auto y no tienen un sueldo que se los permita. Por eso, según contó Salvatierra 'cuando llega al taller un laburante, con un sueldo que no le alcanza para pagar el arreglo, nosotros mismos le tramitamos un crédito en el Banco Creedicoop, ya que tenemos un convenio con esa institución y estamos habilitados para hacerlo'.Otras voces.

Luciano Verna es uno de los más jóvenes del taller. Está haciendo su primer experiencia de este tipo, tanto cooperativa como de trabajo en el taller. Para eso 'tenemos buenos maestros' reconoció y señaló que 'por un lado está a quien trae una larga experiencia en cooperativismo y por otro quien la tienen en el trabajo de taller mecánico'.

Luciano consideró que 'este trabajo implica una doble responsabilidad, porque son treinta años tiene un prestigio' y agregó: 'Por eso tenemos un doble compromiso, por un lado con la historia del taller; y por otro lado entre los compañeros, para que trabajando hombro con hombro salga adelante. Acá estamos aprendiendo continuamente, capacitándonos, en lo que es un trabajo, en lo que es una cooperativa y un taller mecánico. Y fundamentalmente lo que es una empresa social solidaria con la comunidad'.

Fuente: lafogata.org