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Argentina: La lucha contin�a

EL DEBATE DE LA DISTRIBUCI�N:

LOS DICHOS DEL PRESIDENTE.

LA RECIENTE MEDICION OFICIAL DE LA DISTRIBUCION FUNCIONAL.

NUESTRAS ESTIMACIONES DE LA PARTICIPACION DE LOS INGRESOS DE LOS SECTORES POPULARES.

LA DISTRIBUCION EN LA CUPULA ECONOMICA

LA COMPARACION HISTORICA

LOS PROBLEMAS DE LOS INDICADORES TRADICIONALES DE DESIGUALDAD.

EQUIPO DE TRABAJO

CLAUDIO LOZANO

ANA RAMERI

TOM�S RAFFO

CORDINADOR: CLAUDIO LOZANO

MAYO 2007

SINTESIS Y CONCLUSIONES

No hay dudas de que el contenido distributivo del actual proceso de crecimiento econ�mico reviste tal importancia que es uno, sino el central, elemento fundante de posiciones que legitiman el actual rumbo econ�mico, as� como de aquellas que pretendemos modificarlo. No es casualidad la proliferaci�n de materiales acad�micos que pretenden demostrar la bonanza que en materia social se desprende del actual dispositivo de pol�ticas econ�micas y que por ende abogan por el mantenimiento del esquema econ�mico. Sin ir m�s lejos, el propio presidente Kirchner en m�s de una ocasi�n (al momento de inaugurar el per�odo legislativo o en variadas presentaciones p�blicas) ha se�alado que la fuerte recuperaci�n del empleo y los salarios ha llevado la participaci�n de los asalariados en el PBI del 34,3% (inicio de su mandato) en el 2003 al 38,5% a fines del 2005 (que seg�n sus propios dichos llegar�a al 41,1% en el 2006). Un nivel de participaci�n que, siempre siguiendo los dichos del presidente, est�n pr�ximos a alcanzar el 50% que se obtuviera en s�lo 2 momentos hist�ricos: durante el peronismo inaugural y en 1973 previo al inicio de la Dictadura Militar.

Como siempre sucede, lo no dicho a veces resulta ser m�s elocuente que el propio discurso que pretende sostenerse. En este sentido, lo que la afirmaci�n presidencial pretende no ver son dos aspectos no menores:

La comparaci�n de la serie de distribuci�n funcional del per�odo 1993 � 2005 que el presidente utiliza no es directamente comparable con la serie hist�rica (1950 � 1973) porque son dos estimaciones con metodolog�as distintas. Tanto es as� que el propio organismo estatal (La Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales) que elabor� las dos series comunica en su informe de prensa lo incomparable de las mismas.

El otro elemento no menor que la afirmaci�n presidencial se cuida de ocultar es que, comparando al interior de la serie 1993 -2005, es decir en base a una misma metodolog�a, la participaci�n de los asalariados en el PBI durante el 2005 (38,6%) es a�n inferior a la del 2001 (42,1%).

Dada la importancia que reviste la problem�tica de la distribuci�n y habiendo orientado nuestros posicionamientos en base a la evaluaci�n de la misma, es que presentamos el siguiente material, que puede sintetizarse en los siguientes puntos:

NUESTRA ESTIMACION DE LA PARTICIPACION DE LOS SECTORES POPULARES EN LA RIQUEZA PRODUCIDA.

Medido a precios corrientes y considerando la situaci�n final de cada a�o (el 4to trimestre) se observa un empeoramiento distributivo del 2006 respecto al 2001. En efecto la participaci�n de la masa de ingresos de los ocupados urbanos (asalariados registrados y no, cuentapropistas y planes de empleo) al 4to trimestre del 2006 (�ltimo dato disponible) es del 23,5%, cuando en el 2001 se ubicaba en el 25,4%. La ca�da en la participaci�n es del orden del 7,3%.

De igual modo, si consideramos la masa de ingresos del conjunto de los sectores populares (es decir considerando a los ocupados urbanos y rurales, fondos administrados por las AFJPs y masa de jubilaciones y pensiones) la participaci�n dentro del PBI es del 28,2% en el 4to trimestre del 2006, cuando en el 2001 alcanz� el 32,5%. La ca�da en la participaci�n es del orden del 13,1%.

En t�rminos de tendencia puede decirse que la ca�da de la participaci�n se debe a la profunda debacle del a�o 2002. Iniciado el actual proceso de crecimiento econ�mico que por casi 4 a�os consecutivos ha transitado la econom�a a una tasa del orden del 9% anual, la apropiaci�n de los sectores populares de la riqueza generada se recompuso en el a�o 2003 y a partir de ah� se mantuvo en torno a esta participaci�n alcanzada. En efecto, durante el 2003 la participaci�n de los sectores populares dentro del PBI creci� un 13,5%, cay� un 2% en el 2004 y se increment� un 4,7% durante el 2005 y un 5,4% durante el 2006.

LA PRESENTACION REALIZADA POR EL MINISTERIO DE ECONOMIA

Recientemente la Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales (DNCN) ha presentado la estimaci�n oficial sobre distribuci�n funcional del ingreso para el per�odo 1993 � 2005. De la informaci�n presentada puede concluirse:

Respecto del 2001, la situaci�n del 2005 revela una ca�da del 8,3% en la participaci�n de los trabajadores (38,6% vs 42,1%), una reducci�n del 13,6% del ingreso mixto (14% vs 16,2%) y un aumento del excedente bruto de explotaci�n del 13,4% (47,4% vs 41,8%).

Respecto del promedio de la convertibilidad, la participaci�n de los asalariados del 2005 representa una ca�da del 4% (38,6% vs 40,2%); una ca�da del 20,1% del ingreso mixto (14,0% vs 17,5%) y un crecimiento del excedente bruto de explotaci�n del 12,2% (47,4% vs 42,2%).

EL AJUSTE DE NUESTRA SERIE: COINCIDENCIAS CON LA ESTIMACION OFICIAL.

Cuatro son las diferencias centrales entre la medici�n oficial realizada por la Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales (DNCN) y la que hemos venido desarrollado en nuestro Instituto. Estas diferencias son:

La valuaci�n del PBI utilizado. La DNCN utiliza la valuaci�n a precios corrientes b�sicos (es decir descontando el efecto del sistema tributario) y nosotros utilizamos la valuaci�n a precios corrientes (que incorpora el efecto del sistema tributario en el PBI).

El momento de valuaci�n del PBI y de la serie de ingresos de los ocupados. La DNCN utiliza el promedio anual y nosotros la situaci�n a finales de cada a�o (el 4to trimestre). La comparaci�n con el promedio anual tiene como inconveniente que se compara el punto medio de un a�o respecto de otro, lo que supone que la distancia que separa ambos puntos medios incorpora per�odos de un a�o y del otro (la comparaci�n entre el promedio del 2005 y el promedio del 2006 est� analizado la diferencia que existe entre dos puntos separados por el 2do semestre del 2005 y el 1er semestre del 2006). Nosotros hemos privilegiado la comparaci�n con el �ltimo trimestre de cada a�o porque supone la evoluci�n acumulada del a�o en cuesti�n (la comparaci�n del 4to trimestre del 2006 con el 4to trimestre del 2005 explica la diferencia existe entre dos puntos separados por per�odos que corresponden integramente al 2006).

La exclusiva consideraci�n de la metodolog�a oficial de la participaci�n de la masa salarial. Nuestra estimaci�n considera tanto la masa salarial, como la masa de ingresos de los trabajadores por cuenta propia, y la de los desocupados que perciben un plan de empleo, as� como los fondos administrados por las AFJPs y la masa de jubilaciones y pensiones.

Diferencias en la medici�n de la masa salarial. La DNCN utiliza la base del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) que es corregida por informaci�n de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), mientras que nosotros s�lo consideramos la informaci�n de la EPH.

Las tres primeras diferencias metodol�gicas pueden homogeneizar, no as� la cuarta (en el pr�ximo ac�pite daremos las razones). Si ajustamos nuestra serie seg�n los par�metros de la DNCN (es decir considerando la valuaci�n a precios b�sicos, utilizando el promedio anual y teniendo en cuenta solamente a los asalariados) no hay cambio sustantivo en el dato central de la distribuci�n post � convertibilidad: ambas estimaciones comparten el hecho de que la situaci�n del 2005 refleja un empeoramiento distributivo con respecto al �ltimo a�o de la convertibilidad. En efecto para el caso de los asalariados (registrados y no registrados y ocupados rurales) la participaci�n del 2005 refleja una ca�da del 7,9% en nuestra estimaci�n (del 24,3% al 22,4%) y para el caso de la estimaci�n oficial la ca�da es mayor: del 8,3% al pasar de una participaci�n del 42,1% en el 20001 al 38,6% en el 2005.

Respecto a nuestra estimaci�n de la participaci�n de la masa de ingresos de los ocupados (masa salarial m�s masa de ingresos de los cuentapropistas) se observa una ca�da del 8,7% (del 29,5% al 27%). Y considerando nuestra estimaci�n de la participaci�n de la masa de ingresos del conjunto de los sectores populares (masa salarial, m�s masa de ingresos de los cuentapropistas, m�s ingresos administrados por las AFJPs, m�s masa de jubilaciones y pensiones) el 2005 refleja una ca�da del 11% respecto al 2001 (del 35,8% al 31,6%).

Tambi�n comparten ambas estimaciones, que el peor momento distributivo ocurri� en el 2002. Para nuestra estimaci�n, en ese momento tanto los asalariados, como el conjunto de ocupados y los sectores populares retrocedieron en torno al 20% respecto al 2001; mientras que para la estimaci�n oficial, el retroceso de la participaci�n de los asalariados fue algo menor (del 17,6%). La �nica diferencia es el momento de repunte de la participaci�n. Para nosotros es en el 2003, mientras que para la medici�n oficial es el 2005.

Lo que si es una diferencia significativa entre ambas mediciones es el nivel que alcanza la participaci�n en cada una de ellas. En efecto, para el 2005 la medici�n oficial tiene una diferencia de 16,2 puntos de participaci�n respecto de los asalariados (38,6% en la medici�n oficial y 22,4% en nuestra estimaci�n). Es una diferencia del orden del 72,4% en el nivel de participaci�n de la masa salarial.

LAS DIFERENCIAS QUE PERSISTEN EN LAS DOS METODOLOGIAS

La raz�n de la diferencia entre la masa salarial de los registrados en una y otra medici�n radica en la diferente metodolog�a y fuente de informaci�n usadas. En nuestro caso hemos trabajado con los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC; por su parte, la Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales trabaja con la base de datos del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), que es corregida con informaci�n de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la que a su vez tambi�n es corregida por la propia base del SIJP.

Adem�s de ser criticable el ajuste de la base del SIJP por la EPH que fue corregida con la propia base SIJP, el procedimiento estad�stico descripto es pasible de otra no menor critica metodol�gica: Al corregirse el universo de los registrados (base SIJP) en base a una muestra global del mercado laboral (EPH) se alteran las relaciones entre registrados y no registrados (cantidad de asalariados, evoluci�n y masa salarial) presentes en la muestra. Este no ser�a un problema si la estimaci�n oficial hiciera supuestos que permitan mantener esas relaciones, o si tuviera otra fuente respecto a los no registrados. Sin embargo, la metodolog�a oficial calcula las variables de los asalariados no registrados en base a la EPH. De esta manera las proporciones existentes entre asalariados registrados y no registrados se modifican sin que exista ning�n justificativo metodol�gico que avale dicha modificaci�n. Aclaramos que este justificativo no puede existir por la sencilla raz�n que la �nica muestra global del mercado de trabajo es la EPH. No existe otra encuesta sobre los no registrados que permita alterar las relaciones entre estos y los registrados que se capta en la EPH.

La diferencia de metodolog�a arroja una diferencia siempre mayor para la serie oficial que tiende a crecer a lo largo de la serie. Para el 2001 la cantidad de puestos de trabajo difer�a en 948.933 asalariados, mientras que para el 2005 asciende a 1.313.432 asalariados. De igual modo, la diferencia del salario promedio asciende a $215,1 en el 2001 y crece a $329,8 en el 2005. De este modo la diferencia de la masa salarial formal pasa de $24.807,1 (en el 2001) millones a $46.605,4 millones (en el 2005).

En este ac�pite se presentan las diferencias de la metodolog�a oficial con la que hemos realizado en base a la EPH y con la que resulta de la propia base SIJP sin modificar.

LA DISTRIBUCION AL INTERIOR DE LA CUPULA

El contenido distributivo al interior de las firmas l�deres es m�s regresivo que el que revela la estimaci�n oficial de la DNCN. La participaci�n de la masa salarial total de la c�pula econ�mica representa apenas el 19,6% del valor agregado en el 2004. Esta participaci�n es la menor de todo el per�odo 1993 � 2004. Inclusive el per�odo 2001 � 2004 presenta una ca�da sistem�tica en todos los a�os de la participaci�n de los asalariados de la c�pula en el valor agregado producido. Claro que la ca�da principal ocurre en el 2002, donde la participaci�n de los asalariados retrocede un 41,2% (p�rdida de 14,4 puntos). En el 2003 la ca�da en la participaci�n es de 2,9% (0,6 puntos) y en el 2004 la p�rdida es de 1,5% (de 0,3 puntos).

La l�gica econ�mica de la c�pula empresaria, los agentes m�s din�micos y que a su vez imprimen sus rasgos en el conjunto de la econom�a, asocia a la expansi�n de los niveles de ventas a una tendencia permanente de regresividad distributiva. Cada a�o termina, excepto en contadas excepciones, con una pauta distributiva de mayor regresividad que el anterior.

LA COMPARACION HISTORICA.

Sabido es que hasta la reciente publicaci�n oficial, la Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales, hab�a estimado la serie de la distribuci�n funcional desde 1950 hasta 1973. En la serie hist�rica, el mejor a�o para los trabajadores fue el de 1954 donde su participaci�n alcanz� el 50,8% del producto de ese a�o. En el a�o 1955 la participaci�n cae ubic�ndose en 47,7% del producto. Ca�da que persistir� hasta el a�o 1957 donde la participaci�n se ubica en el 43,8%. A partir de ah� la participaci�n de los trabajadores tendr� per�odos expansivos y contractivos que promediaran para el per�odo 1958 � 1973 una participaci�n del 42,5% de los trabajadores. Para 1973 la participaci�n asciende al 46,9% que supone el mejor a�o para los trabajadores desde 1954.

Como lo detalla el propio informe de prensa de la DNCN sobre la estimaci�n del per�odo 1993 - 2005, las principales diferencias entre la metodolog�a hist�rica y la recientemente utilizada radica en dos aspectos:

La diferencia de la valuaci�n del valor agregado. Mientras en la metodolog�a hist�rica se realiza a costo de factores en la actualidad se utiliza a precios b�sicos.

La inclusi�n de la econom�a informal en las mediciones del valor agregado actual, mientras que en la medici�n hist�rica no estaba suficientemente contemplado.

Los elementos expuestos tornan en incompatibles la comparaci�n directa de la serie 1993 � 2005 con la serie hist�rica. Mal que le pese al presidente, no se puede comparar linealmente estas dos series.

Sin embargo, si la preocupaci�n presidencial reside en comparar la Argentina del 2006 con la Argentina previo a 1976 existen otra serie de indicadores que s� son directamente comparables, pues han mantenido en lo esencial el mismo criterio metodol�gico.

El primer dato que deber�a ubicarse es el sendero de crecimiento de la econom�a en estos 30 a�os. Al respecto, el PBI por habitante del 2005 es apenas un 10,9% superior al de 1974. Es decir que en 32 a�os la econom�a creci� a una tasa de apenas el 0,3% anual. Se trata de una econom�a estancada, m�s all� del fuerte proceso de crecimiento econ�mico que desde mediados del 2002 presenta la actual coyuntura. En el marco de esta econom�a estancada se opera un brutal proceso de involuci�n social caracterizado por:

La tasa de empleo es pr�cticamente equivalente a la de 1974. Se trata de un estancamiento absoluto de la capacidad de generaci�n de empleo.

El crecimiento de la PEA (tasa de actividad) supera el crecimiento del PBI por habitante. En efecto mientras el PBI por habitante creci� al 10,9% en todo el per�odo, la PEA lo hizo al 12,6%.

El mayor crecimiento de la PEA conjuntamente con el estancamiento del empleo determin� un salto del 196% en la tasa de desocupaci�n. Pas� del 5,4% al 14,8% (sin computar como ocupados a los que perciben planes de empleo).

El deterioro del cuadro ocupacional se completa con el crecimiento del 133,3% en la tasa de subocupaci�n.

De esta manera la subutilizaci�n laboral pas� de representar el 10,4% de la PEA en 1974 al 27,4% en el 2005, lo que supone un crecimiento del 163,5%.

El deterioro ocupacional tuvo un impacto directo en las condiciones de vida. La tasa de pobreza creci� m�s del 500%. Pas� de representar el 5,8% al 33,8%.

La brecha de ingresos que separa al 10% m�s rico del 10% m�s pobre creci� un 125%. Pas� de ser 12,3 veces en 1974 a 27,7 en el 2005.

LOS PROBLEMAS DE LOS INDICADORES DE DESIGUALDAD VIGENTES.

Esta �ltima brecha (la diferencia de ingresos entre el 10% m�s rico y el 10% m�s pobre) es el resultado de la EPH tal cual la presenta el INDEC. Si se sigue los criterios de ajuste de la citada encuesta considerando los problemas de subdeclaraci�n de los estratos m�s altos se obtiene una distribuci�n del ingreso a�n m�s inequitativa que la expuesta. En efecto, la brecha de ingresos entre el 10% m�s rico y el 10% m�s pobre en lugar de ser de 27,7 veces ser�a de 36,7 veces. Por su parte la distancia entre el 20% m�s rico y el 40% m�s pobre, en lugar de ser de 4,2 veces ser�a de 5,1 veces

El otro elemento que no puede dejar de se�alarse cuando se trata de analizar la distribuci�n del ingreso es el profundo cuadro de desigualdad y heterogeneidad al interior de los propios trabajadores. Mientras el salario promedio de los registrados es de $1.463, el 61,1% de los mismos perciben un salario promedio de hasta $1.200. Estos 2.972.603 asalariados formales representan apenas el 30,6% de la masa salarial registrada. En el extremo opuesto, apenas el 11,9% de los asalariados registrados representan el 32,5% de la masa salarial formal. Se trata de 542.595 asalariados que seg�n los registros del SIJP perciben un salario por arriba de los $3.300. Se trata del universo de trabajadores "vip" que conviven en el marco de una argentina cada vez m�s desigual.

Los elementos expuestos son claros en se�alar los l�mites que presentan los dos indicadores que tradicionalmente se ha utilizado para medir la distribuci�n del ingreso.

Por el lado de la distribuci�n personal del ingreso, el l�mite se encuentra en la importancia de la subdeclaraci�n de ingresos de los estratos mas acomodados de la sociedad que subestima la real diferencia de ingresos el estrato m�s rico y el m�s pobre.

Por el lado de la distribuci�n funcional, el l�mite se presenta al considerar dentro de la masa salarial a los denominados trabajadores "vips", dentro de los cuales se incluyen los ejecutivos de las principales firmas, que presentan un elevado nivel de ingreso comparado con el salario promedio del conjunto. Problema este que sobreestima el peso de la masa salarial real en el conjunto de la econom�a.

A nuestro criterio, comprometerse con construir un pa�s m�s justo en el reparto de los ingresos exige, entre otras cosas, la construcci�n de un indicador (o varios) de desigualdad que sea capaz de presentar una aproximaci�n m�s realista que la que hoy presentan los indicadores tradicionales. Se trata de pensar la construcci�n de un indicador que tenga en cuenta la subdeclaraci�n de ingresos de los sectores de mayores rentas as� como la depuraci�n en la masa salarial del peso de los asalariados "vips" (muchos de los cuales pertenecen al directorio de las grandes firmas). A tal fin, desde nuestro Instituto consideramos que dos buenos indicadores de desigualdad que resuelven en parte los problemas descriptos son:

La participaci�n de los ingresos de los sectores populares en el PBI, y

La correcci�n de la subestimaci�n de ingresos de los estratos altos en la denominada "distribuci�n personal".

En los puntos anteriores hemos presentado el nivel y la evoluci�n de estos dos indicadores para la Argentina reciente.

Queremos finalizar este material con una reflexi�n final. M�s all� de las lagunas que los indicadores tradicionales de desigualdad presentan, queda claro que la Argentina actual presenta un complejo cuadro de situaci�n donde el proceso de crecimiento econ�mico se asienta en un profundo problema de desigualdad en la distribuci�n del ingreso. Desigualdad que convive con un cuadro de involuci�n social respecto al que exist�a en la Argentina del pleno empleo previo a la oleada neoliberal inaugurada por la Dictadura Militar del 76. A este cuadro general se agrega la heterogeneidad al interior de los propios trabajadores fundada en la l�gica econ�mica vigente y convalidada y reproducida por las pol�ticas p�blicas de intervenci�n exclusivamente en el mercado de trabajo formal (salario m�nimo y convenios colectivos). Este dispositivo de desigualdad garantiza que al interior de la c�pula la regresividad alcanza niveles records cada a�o, mientras en el conjunto de la econom�a se mantiene inalterada la pauta regresiva. Dicho de otro modo, la conformaci�n del estrecho universo de asalariados vips y la regulaci�n del mercado formal es el bajo precio que la sociedad y la pol�tica p�blica hace pagar a las Grandes Firmas que apropian cada vez m�s un porci�n creciente de la riqueza generada. No parece ser esta la v�a para construir una Argentina Igualitaria.

NUESTRA ESTIMACION DE LA PARTICIPACION DE LOS SECTORES POPULARES EN LA RIQUEZA PRODUCIDA.

Desde hace ya varios a�os, nuestro Instituto viene realizando una estimaci�n sobre el porcentaje de apropiaci�n de los sectores populares en la riqueza generada cada a�o. Este indicador mide el porcentaje que representa la masa de ingresos del conjunto de los sectores populares en relaci�n PBI que se genera cada a�o. Nuestras estimaciones toman como punto de partida la situaci�n a finales del 2001 y llegan hasta el 4to trimestre del 2006 (�ltimo per�odo para el cual se cuenta con la informaci�n estad�stica que permite realizar la citada estimaci�n).

En nuestra estimaci�n consideramos como masa de ingresos de los sectores populares al conjunto de ingresos que perciben la totalidad de asalariados (tanto registrados como los ilegales y clandestinos), conjuntamente con la totalidad de ingresos de los trabajadores por cuenta propia, as� como los ingresos de los desocupados que perciben un plan de empleo, la masa de ingreso de los trabajadores rurales, a los fondos de los asalariados registrados administrados por las AFJPs (descontando la comisi�n que las aseguradoras les cobra) y a la masa de ingreso que perciben los jubilados y pensionados.

En el Cuadro N� 1 presentamos la masa de ingresos de la fuerza laboral ocupada urbana (es decir compuesta por los trabajadores por cuenta propia, los asalariados registrados y los no registrados) para el per�odo 2001 � 2006. Hemos considerado la situaci�n a finales de cada a�o. Dado el cambio de la metodolog�a de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), para los a�os 2001 y 2002 la fuente utilizada corresponde a la onda octubre de la EPH puntual y del 2003 en adelante corresponde al relevamiento del 4to trimestre de la EPH continua.

Cuadro N� 1: Masa de ingresos de los ocupados sin patrones (por categor�a ocupacional). Total anual. Pesos corrientes. 2001 � 4to trimestre 2006

Oct-01

11.858.336.963

52.063.516.716

41.018.569.344

11.044.947.372

63.921.853.679

Oct-02

11.233.457.168

50.912.182.033

39.055.947.406

11.856.234.627

62.145.639.201

4to Tri 2003

15.554.333.028

69.693.867.402

51.836.354.898

17.857.512.504

85.248.200.431

4to Tri 2004

18.237.241.093

80.249.656.526

59.979.311.337

20.270.345.189

98.486.897.619

4to Tri 2005

22.256.905.016

106.089.596.957

82.422.395.580

23.667.201.377

128.346.501.973

4to Tri 2006

26.726.711.069

138.792.115.523

110.517.642.152

28.274.473.371

165.518.826.592

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC

En el cuadro N� 2 presentamos la masa de ingresos del conjunto de los sectores populares para el per�odo 2001 � 2006. Esta masa de ingresos est� constituida por la masa de ingresos del conjunto de los ocupados sin patrones (los asalariados registrados, lo no registrados y los trabajadores por cuenta propia), la masa de ingresos de los trabajadores rurales, los fondos de los aportantes que administran las AFJPs y la totalidad pagos de jubilaciones y pensiones que realiza el Estado.

Cuadro N� 3: Masa de ingresos de los sectores populares (ocupados sin patrones, ocupados rurales, aportes en las AFJPs y Masa de Jubilaciones y Pensiones). Total anual. Pesos corrientes. 2001 � 4to trimestre 2006.

Oct-01

63.921.853.679

3.554.825.281

2.631.449.348

11.817.406.102

81.925.534.410

Oct-02

62.145.639.201

3.140.249.474

1.160.922.111

11.887.701.914

78.334.512.700

4to Tri 2003

85.248.200.431

3.699.624.686

1.767.355.484

13.511.158.040

104.226.338.641

4to Tri 2004

98.486.897.619

3.940.055.003

2.445.459.631

15.650.091.885

120.522.504.138

4to Tri 2005

128.346.501.973

4.668.853.667

3.079.102.977

17.635.895.926

153.730.354.543

4to Tri 2006

165.518.826.592

5.728.567.232

4.068.904.508

23.310.207.783

198.626.506.115

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001

En el cuadro N� 3 presentamos la masa de ingresos de los ocupados y del conjunto de los sectores populares en proporci�n del PBI de cada a�o. Puede observarse que la situaci�n en materia distributiva al 4to trimestre del 2006 refleja un empeoramiento respecto al 2001. La participaci�n de los ingresos de los ocupados pasa del 25,4% al 23,5%, lo que supone una ca�da del 7,3% en la participaci�n. De igual modo la participaci�n de los ingresos del conjunto de los sectores populares pasa de representar el 32,5% en el 2001 al 28,2% en el 2006, lo que supone una ca�da del 13,1% en dicha participaci�n.

Cuadro N� 3: Participaci�n de la Masa de ingresos de los sectores populares ( ocupados sin patrones y total de ingresos de los sectores populares) en el PBI corriente. Total anual. Pesos corrientes y %. 2001 � 4to trimestre 2006.

Oct-01

252.063

63.921.853.679

25,4%

81.925.534.410

32,5%

Oct-02

340.249

62.145.639.201

18,3%

78.334.512.700

23,0%

4to Tri 2003

399.270

85.248.200.431

21,4%

104.226.338.641

26,1%

4to Tri 2004

471.464

98.486.897.619

20,9%

120.522.504.138

25,6%

4to Tri 2005

574.351

128.346.501.973

22,3%

153.730.354.543

26,8%

4to Tri 2006

703.182

165.518.826.592

23,5%

198.626.506.115

28,2%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001

En t�rminos de tendencia puede decirse que la ca�da de la participaci�n se debe a la profunda debacle del a�o 2002. Iniciado el actual proceso de crecimiento econ�mico que por casi 4 a�os consecutivos ha transitado la econom�a a una tasa del orden del 9% anual, la apropiaci�n de los sectores populares de la riqueza generada se recompuso en el a�o 2003 y a partir de ah� se mantuvo en torno a esta participaci�n alcanzada. En efecto, durante el 2003 la participaci�n de los sectores populares dentro del PBI creci� un 13,5%, cay� un 2% en el 2004 y se increment� un 4,7% durante el 2005 y un 5,4% durante el 2006.

La reciente presentaci�n de la Cuenta de Generaci�n de Ingresos por parte de la Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales (DNCN) que estima la distribuci�n funcional del ingreso para el per�odo 1993 � 2005, nos exige realizar una serie de consideraciones sobre esta medici�n.

LA PRESENTACION REALIZADA POR EL MINISTERIO DE ECONOMIA

Ha sido toda una novedad, en t�rminos estad�sticos, que la Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales del Ministerio de Econom�a, presentara a finales del 2006, la serie de distribuci�n funcional de la Argentina correspondiente al per�odo 1993 � 2005.

La novedad no es menor. Se trata de un indicador que hab�a sido confinado a la oscuridad por parte del sistema estad�stico nacional. La propia Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales es la unidad estad�stica que hist�ricamente tuvo a su cargo la estimaci�n de este indicador, tarea que cumpli� durante el per�odo 1950 � 1973. Reci�n a finales del 2006 la citada Direcci�n present� una estimaci�n oficial de la distribuci�n funcional para el per�odo 1993 � 2005.

Sin dudas la distribuci�n funcional del ingreso es un indicador central a la hora de juzgar el tipo de sociedad en la que vivimos. Sint�ticamente el indicador mide el porcentaje de apropiaci�n de la riqueza producida entre trabajadores y patrones.

Para medir la participaci�n de los trabajadores en el valor agregado de la econom�a, la metodolog�a estima la masa salarial bruta (contiene tanto el sueldo de bolsillo como los aportes y contribuciones a la seguridad social, as� como la imputaci�n de las asignaciones familiares). Este masa salarial bruta se denomina Remuneraci�n al Trabajo Asalariado (RTA).

Para medir el porcentaje de apropiaci�n de los patrones la metodolog�a oficial distingue dos tipos de ingresos:

el excedente bruto de explotaci�n: que es la ganancia de las empresas que est�n constituidas como sociedad, y

el ingreso mixto: que son los ingresos de las empresas no constituidas como sociedades. En este grupo se integran las empresas principalmente las empresas familiares y los trabajadores por cuenta propia.

En el cuadro N� 4 presentamos la serie de la distribuci�n funcional presentada recientemente.

Cuadro 4: GENERACION DEL INGRESO (*) TOTAL DE LA ECONOMIA. en millones de pesos a precios corrientes

A�os

VAB a precios corrientes b�sicos

Participaci�n de la RTA en el VABpb

Participaci�n del IMB en el VABpb (**)

Participacipaci�n del EEB en el VABpb (**)

1993

100,0%

44,7%

21,6%

33,7%

1994

100,0%

41,2%

19,6%

39,2%

1995

100,0%

40,0%

18,2%

41,8%

1996

100,0%

37,5%

16,8%

45,6%

1997

100,0%

37,1%

16,1%

46,7%

1998

100,0%

38,3%

16,2%

45,5%

1999

100,0%

40,7%

16,6%

42,7%

2000

100,0%

40,5%

16,4%

43,1%

2001

100,0%

42,1%

16,2%

41,8%

2002

100,0%

34,6%

13,4%

51,9%

2003

100,0%

34,3%

13,5%

52,3%

2004

100,0%

36,1%

13,8%

50,1%

2005

100,0%

38,6%

14,0%

47,4%


Fuente: Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales

(*) Estimaciones Preliminares

(**) Incluye otros impuestos a la producci�n

 

Los datos oficiales indican que para el 2005, la participaci�n de los trabajadores (RTA) en el valor agregado global de la econom�a asciende al 38,6%. Por su parte, el excedente bruto de explotaci�n que apropian los patrones asciende al 47,4%. La categor�a del ingreso mixto representa el 14% del valor agregado bruto.

En t�rminos de tendencia la situaci�n del 2005 refleja:

Un aumento de la participaci�n de los trabajadores desde el 2004. El crecimiento de la participaci�n de los asalariados fue del 5,2% en el 2004 y del 6,9% en el 2005. Por el contrario, el excedente bruto de explotaci�n se redujo un 4,2% en el 2004 y un 5,4% en el 2005. Para el caso de los ingresos mixtos, estos crecieron un 2,2% en el 2004 y un 1,4% en el 2005.

Respecto del 2001, la situaci�n del 2005 revela una ca�da del 8,3% en la participaci�n de los trabajadores, una reducci�n del 13,6% del ingreso mixto y un aumento del excedente bruto de explotaci�n del 13,4%.

Respecto del promedio de la convertibilidad, la participaci�n de los asalariados del 2005 representa una ca�da del 4% (38,6% vs 40,2%); una ca�da del 20,1% del ingreso mixto (14,0% vs 17,5%) y un crecimiento del excedente bruto de explotaci�n del 12,2% (47,4% vs 42,2%).

En el Gr�fico N� 1 presentamos la tendencia de la distribuci�n funcional de la Argentina para el per�odo 1993 � 2006.

Gr�fico N� 1: Distribuci�n funcional del Ingreso. 1993 � 2006.

Fuente: Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

EL AJUSTE DE NUESTRA SERIE: COINCIDENCIAS CON LA ESTIMACION OFICIAL.

Para hacer comparable nuestra estimaci�n con la realizada por la Direcci�n de Cuentas Nacionales, se requieren varios pasos, a saber:

Transformar el PBI a precios corrientes de mercado en Valor Agregado Bruto a precios corrientes b�sicos. La Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales descuenta al valor del PBI, los impuestos tradicionales sobre los productos (IVA e importaciones) y "otros impuestos sobre los productos" (los impuestos espec�ficos, ingresos brutos y las retenciones a las exportaciones. Para el caso de los a�os 2001 � 2005, la serie del Valor Agregado a precios b�sicos, estimados por la citada direcci�n se presenta en el cuadro N� 5.

Cuadro N�5: PBI a precios de mercado, VAB a precios de productor y b�sico. En millones de pesos corrientes. 2001 � 2005.

Variables / A�os

2001

2002

2003

2004

2005

PIB a precios corrientes de mercado

268.697

312.580

375.909

447.643

531.939

(-) Impuestos sobre los productos ( IVA e Impuestos sobre las importaciones)

17.808

17.776

24.310

35.337

42.153

(=) VAB a precios corrientes de productor

250.889

294.804

351.599

412.306

489.786

(-) Otros impuestos sobre los productos (especificos, Ingresos brutos y exportaciones)

13.677

22.048

30.993

37.499

45.019

(=) VAB a precios corrientes b�sicos

237.211

272.756

320.606

374.808

444.767

Fuente: Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

Transformar los ingresos de los sectores populares del �ltimo per�odo de captaci�n en el promedio anual del a�o. En el cuadro N� 6 presentamos la masa de ingresos de los sectores populares, discriminado por categor�a, para el promedio anual del per�odo 2001 � 2005.

Cuadro N� 6: Masa de ingreso de los sectores populares, seg�n categor�as. Promedio anual. En pesos corrientes. 2001 � 2005.

2001

12.326,2

42.232,6

11.872,1

3.554,8

2.631,4

11.817,4

84.434,6

2002

10.677,2

38.730,6

10.633,0

3.140,2

1.160,9

11.887,7

76.229,6

2003

13.924,7

47.715,0

15.781,3

3.699,6

1.767,4

12.409,2

95.297,2

2004

16.930,7

57.541,4

18.421,8

3.940,1

2.445,5

15.896,8

115.176,3

2005

20.307,5

72.689,4

22.199,4

4.668,9

3.079,1

17.813,1

140.757,4

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001.

Con estas dos correcciones metodol�gicas, podemos presentar la informaci�n de la masa de ingresos seg�n los criterios llevados a cabo por la DNCN. En este sentido en el cuadro N� 7 presentamos el porcentaje que representa dentro del valor agregado bruto la masa salarial (incorpora asalariados registrados, no registrados y ocupadores rurales), la masa de ingresos del conjunto de ocupados (incorpora a la masa salarial, la masa de ingresos de los cuenta propistas) y la masa de ingresos del conjunto de los sectores populares (masa de ingresos de los ocupados m�s ingresos administrados por las AFJPs y masa de jubilaciones y pensiones). Tambi�n se presenta en el mismo cuadro la estimaci�n oficial de la participaci�n de los asalariados.

Cuadro N� 7: Estimaci�n propia de la participaci�n de la masa salarial, de la masa de ingresos del conjunto de ocupados y de los sectores populares el Valor Agregado Bruto. Estimaci�n oficial de la participaci�n del trabajo asalariado en el Valor Agregado Bruto. 2001 � 2005.

A�os

Masa salarial

Masa de Ingresos de los Ocupados

Masa de Ingresos de los Sectores Populares

Remuneraci�n al trabajo asalariado / Valor Agregado Bruto (oficial)

2001

24,3%

29,5%

35,6%

42,1%

2002

19,2%

23,2%

27,9%

34,6%

2003

21,0%

25,3%

29,7%

34,3%

2004

21,3%

25,8%

30,7%

36,1%

2005

22,4%

27,0%

31,6%

38,6%

Evoluciones anuales y acumulada

2001 - 2002

-20,8%

-21,5%

-21,5%

-17,8%

2002 - 2003

8,9%

9,2%

6,4%

-0,9%

2003 - 2004

1,7%

2,1%

3,4%

5,2%

2004 - 2005

5,0%

4,3%

3,0%

6,9%

2001 - 2005

-7,9%

-8,7%

-11,1%

-8,3%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales

Puede observarse, que m�s all� de la diferencia en la magnitud de las participaciones e independientemente de la categor�a utilizada, las dos estimaciones comparten el hecho de que la situaci�n del 2005 refleja un empeoramiento distributivo con respecto al �ltimo a�o de la convertibilidad. En efecto para el caso de los asalariados (registrados y no registrados y ocupados rurales) la participaci�n del 2005 refleja una ca�da del 7,9% en nuestra estimaci�n (del 24,3% al 22,4%) y para el caso de la estimaci�n oficial la ca�da es mayor: del 8,3% al pasar de una participaci�n del 42,1% en el 20001 al 38,6% en el 2005.

Respecto a nuestra estimaci�n de la participaci�n de la masa de ingresos de los ocupados (masa salarial m�s masa de ingresos de los cuentapropistas) se observa una ca�da del 8,7% (del 29,5% al 27%). Y considerando nuestra estimaci�n de la participaci�n de la masa de ingresos del conjunto de los sectores populares (masa salarial, m�s masa de ingresos de los cuentapropistas, m�s ingresos administrados por las AFJPs, m�s masa de jubilaciones y pensiones) el 2005 refleja una ca�da del 11% respecto al 2001 (del 35,8% al 31,6%).

Tambi�n comparten ambas estimaciones, que el peor momento distributivo ocurri� en el 2002. Para nuestra estimaci�n, en ese momento tanto los asalariados, como el conjunto de ocupados y los sectores populares retrocedieron en torno al 20% respecto al 2001; mientras que para la estimaci�n oficial, el retroceso de la participaci�n de los asalariados fue algo menor (del 17,6%).

La �nica diferencia en materia de tendencia tiene que ver con el momento de repunte de la participaci�n. En nuestra estimaci�n el repunte se da n�tidamente en el 2003 (crecimiento del 8,9% en la participaci�n de los asalariados, del 9,2% en la de los ocupados y del 6,4% en el conjunto de los sectores populares). A partir de ese a�o el crecimiento de la participaci�n tiende a disminuir. Considerando el conjunto de los sectores populares en el 2004 la participaci�n creci� al 3,4% y 3% en el 2005. Para el conjunto de ocupados y para los asalariados, el incremento de la participaci�n es mayor en el 2005 (del 5% para los asalariados y del 4,3% para los ocupados) respecto al 2004 (del 1,7% para los asalariados y del 2,1% para los ocupados) pero inferior al 2003 (del 8,9% para los asalariados y del 9,2% para los ocupados).

En cambio para la estimaci�n oficial, durante el 2003 se registra una leve ca�da (del 0,9%) de la participaci�n de los asalariados. A partir de ese a�o la participaci�n de los asalariados tiende a crecer. Creci� un 5,2% en el 2004 y un 6,9% en el 2005.

En el Gr�fico N� 2 presentamos la evoluci�n de ambas mediciones.

Gr�fico N� 2: Participaci�n de los asalariados (medici�n oficial) y de los sectores populares (medici�n propia) en el Valor Agregado Bruto a precios b�sicos. 2001 � 2005.

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

Queda claro, que m�s all� del momento de repunte de la participaci�n en las dos metodolog�as, ambas comparten el hecho no menor de que a pesar de los 4 a�os de crecimiento econ�mico, la participaci�n de la masa salarial, de los ocupados o del conjunto de los sectores populares est� por debajo del 2001.

Sin embargo, lo que si es una diferencia significativa entre ambas mediciones es el nivel que alcanza la participaci�n en cada una de ellas. En efecto, para el 2005 la medici�n oficial tiene una diferencia de 16,2 puntos de participaci�n respecto de los asalariados (38,6% en la medici�n oficial y 22,4% en nuestra estimaci�n). Es una diferencia del orden del 72,4% en el nivel de participaci�n.

Si consideramos la participaci�n del conjunto de ocupados (del 27%) la diferencia es de 11,6 puntos y si consideramos la participaci�n del conjunto de los sectores populares (del 31,6%) la diferencia es de 7 puntos en la participaci�n.

En la comprensi�n de esta diferencia, dedicamos el an�lisis del siguiente punto.

LAS DIFERENCIAS QUE PERSISTEN EN LAS DOS METODOLOGIAS

En el punto anterior hemos se�alado que la principal diferencias de las dos metodolog�as remite a la magnitud que en uno y otro caso asumen la remuneraci�n al trabajo asalariado y la masa de ingresos de los sectores populares.

En el cuadro N� 8 se presenta la informaci�n utilizada por la Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales para estimar la masa salarial de la econom�a. Esta masa salarial est� compuesta por la remuneraci�n de los asalariados registrados (que a su vez incorpora los sueldos y salarios declarados conjuntamente con las contribuciones a la seguridad social) y la remuneraci�n a los asalariados no registrados.

Cuadro N� 8: Masa salarial considerada para el c�lculo de la distribuci�n funcional. En millones de pesos corrientes. 2001 � 2005.

Variables a precios corrientes

2001

2002

2003

2004

2005

Remuneraci�n asalariados registrados

83.994

80.620

93.075

115.053

148.147

Sueldos y salarios declarados

67.040

63.973

75.271

92.534

119.295

Contribuciones

16.954

16.646

17.804

22.519

28.852

Contribuciones efectivas

14.410

13.761

15.672

20.202

25.883

Contribuciones imputadas

2.544

2.885

2.132

2.317

2.969

Remuneraci�n asalariados no registrados

15.776

13.873

16.759

20.300

23.513

Remuneraci�n al trabajo asalariado (Masa salarial)

99.769

94.493

109.833

135.354

171.661

Fuente: Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

En el cuadro N� 9 presentamos nuevamente la masa de ingresos de los sectores populares reordenada de acuerdo a la presentaci�n realizada por la estimaci�n oficial de manera de encontrar la diferencia de magnitud entre las dos estimaciones.

A tal fin agrupamos dentro de la remuneraci�n de los asalariados registrados, la suma de la masa salarial de los registrados y las contribuciones, que fueron el resultante de integrar bajo este concepto los fondos de los aportantes que las AFJPs y la masa de ingresos que perciben los jubilados y pensionados.

El resto de las categor�as se han mantenido como las hemos presentado: la masa de ingreso de los asalariados no registrados, la masa de ingresos de los ocupados rurales (que no hemos podido discriminar entre los que aportan y no a un sistema de seguridad social) y la masa de ingresos de los trabajadores por cuenta propia.

Cuadro N� 9: Masa de ingresos de los sectores populares. En millones de pesos corrientes. 2001 � 2005.

A�os

2001

2002

2003

2004

2005

Remuneraci�n asalariados registrados

56.681,5

51.779,2

61.891,5

75.883,7

93.581,6

Asalariado Registrado

42.232,6

38.730,6

47.715,0

57.541,4

72.689,4

Contribuciones

14.448,8

13.048,6

14.176,6

18.342,3

20.892,2

Ingresos en las AFJP's de trabajadores aportantes

2.631,4

1.160,9

1.767,4

2.445,5

3.079,1

Jubilaciones y Pensiones

11.817,4

11.887,7

12.409,2

15.896,8

17.813,1

Asalariado No Registrado

11.872,1

10.633,0

15.781,3

18.421,8

22.199,4

ocupados rurales (s/ patrones)

3.554,8

3.140,2

3.699,6

3.940,1

4.668,9

Cuenta Propia

12.326,2

10.677,2

13.924,7

16.930,7

20.307,5

Total

84.434,6

76.229,6

95.297,2

115.176,3

140.757,4

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

En el cuadro N� 10 presentamos la diferencia de magnitud entre las dos estimaciones. En t�rminos globales la magnitud de la diferencia asciende a $15.334,4 millones al inicio de la serie (2001) y se incrementa a m�s del doble ($30.903,6 millones) al final (2005).

La principal diferencia radica en la estimaci�n de ingresos de los asalariados registrados. Para el caso de los sueldos y salarios declarados, la diferencia asciende a $24.807,4 al inicio de la serie y finaliza en $46.605,6 millones al final del per�odo. Esta diferencia de magnitud representa m�s de 1,5 veces la diferencia global de las dos series.

En un segundo lugar en orden de importancia a explicar la diferencia de magnitudes de la serie se encuentra la masa de ingresos englobada dentro del concepto de "contribuciones". Esta diferencia no es sustantiva al inicio de la serie ($2.505,2 millones), pero si se adquiere relevancia al final del per�odo ($7.959,8 millones). Supone un incremento de mas de 3 veces el valor inicial de la diferencia.

Para el caso de los asalariados no registrados, la diferencia de ingresos no es sustantiva. ES de $3.903,9 millones al inicio de la serie y se reduce al 70% al final de per�odo ($1.313,6 millones).

En las dos categor�as restantes, ocupados rurales y trabajadores por cuenta propia, hemos decidido no englobarlo dentro de las categor�as usadas por la Direcci�n de Cuentas Nacionales, ya sea porque no hemos podido diferenciar el componente registrado de los ocupados rurales o porque directamente no son considerados dentro de la remuneraci�n al trabajo asalariado por parte de la estimaci�n oficial (para el caso de los trabajadores por cuenta propia). De esta manera, estas dos masas de ingresos que hemos considerado en nuestra estimaci�n funcionan como diferencias de magnitudes que contrarrestan las diferencias que a favor de la estimaci�n oficial arrojan la remuneraci�n de los asalariados formales.

Cuadro N� 10: Diferencia de ingresos entre las dos mediciones. En millones de pesos corrientes. 2001 � 2005.

A�os

2001

2002

2003

2004

2005

Remuneraci�n asalariados registrados

27.312,5

28.840,8

31.183,5

39.169,3

54.565,4

Asalariado Registrado

24.807,4

25.242,4

27.556,0

34.992,6

46.605,6

Contribuciones

2.505,2

3.597,4

3.627,4

4.176,7

7.959,8

Asalariado No Registrado

3.903,9

3.240,0

977,7

1.878,2

1.313,6

ocupados rurales (s/ patrones)

-3.554,8

-3.140,2

-3.699,6

-3.940,1

-4.668,9

Cuenta Propia

-12.326,2

-10.677,2

-13.924,7

-16.930,7

-20.307,5

Total

15.334,4

18.263,4

14.535,8

20.177,7

30.903,6

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

La raz�n de la diferencia entre la masa salarial de los registrados en una y otra medici�n radica en la diferente metodolog�a y fuente de informaci�n usadas. En nuestro caso hemos trabajado con los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares tal como es publicada por el INDEC. De ella extraemos la cantidad de asalariados formales urbanos y el ingreso promedio declarado. Con estos dos datos calculamos la masa salarial de los formales considerando 13 pagos mensuales (es decir incluyendo el aguinaldo).

La Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales trabaja con la base de datos del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), que es corregida con informaci�n de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la que a su vez tambi�n es corregida por los t�cnicos de la citada direcci�n.

En primer lugar corrigieron la Encuesta Permanente de Hogares en 3 "fallas" de la misma:

La no respuesta a la variable de ingresos por parte de los encuestados: la correcci�n hecha consiste en imputarle un ingreso equivalente al que percibe un encuestado con similares caracter�sticas de puesto de trabajo y calificaci�n laboral.

La sudeclaraci�n de ingresos que realizan los encuestados: Se calcula a partir de la diferencia de gastos realizadas por unidades familiares donde el perceptor principal es un patr�n o cuentapropistas y las realizadas por hogares cuyo perceptor principal es un asalariado. Se supone que el asalariado no subdeclara ingreso y los patrones y cuentapropistas s�. Cuando los gastos de los hogares sobrepasan los ingresos obtenidos se aplica una correcci�n de ingresos. Para este ajuste de la EPH se recurre a los datos de la Encuesta de Hogares de 1996 / 97.

La no respuesta a la encuesta: Es para el caso de los encuestados que decidieron no responder a ninguna pregunta de la EPH. La propia metodolog�a de la EPH corrige este problema al asignarle a los que no responde un ingreso similar de los hogares con similares caracter�sticas que responde. Para la Direcci�n de Cuentas Nacionales esta correcci�n no alcanza porque suponen que los ingresos de los que no responden son superiores al de los que si lo hacen. Para corregir esta "falla" se considera la distribuci�n del ingreso de los asalariados formales por percentiles (grupos homog�neos de 1% cada uno) de la base del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) y la que resulta de los asalariados formales captados por la EPH. Como la distribuci�n del ingreso difieren en los �ltimos percentiles a favor de la base del SIJP, la Direcci�n de Cuentas Nacionales, incrementa el ingreso de los ocupados de los �ltimos 10 percentiles de la EPH.

Con esta EPH ajustada para cada onda, se calcula el salario promedio de los no registrados y de los ocupados no asalariados (cuentapropistas y patrones que conforman el ingreso mixto). Es decir esta correcci�n es la que explica la diferencia de ingresos de los asalariados no registrados.

Para el caso de los registrados, se toman los datos de la base del SIJP ajustando la subdeclaraci�n de la misma por los datos de la EPH corregida (que en su proceso de correcci�n tambi�n particip� la propia base del SIJP que en este momento se corrige). La correcci�n parte de comparar el ingreso promedio por sector de actividad de las dos fuentes. Como en algunos sectores se capta diferencia de ingresos favorables a la EPH, la estimaci�n oficial, corrige esta diferencia (si se mantiene cierta estabilidad en el tiempo) asignando un coeficiente que incrementa el ingreso de estos sectores en la base del SIJP.

Adem�s de ser criticable el ajuste de la base del SIJP por la EPH que fue corregida con la propia base SIJP, el procedimiento estad�stico descripto es pasible de otra no menor critica metodol�gica: Al corregirse el universo de los registrados (base SIJP) en base a una muestra global del mercado laboral (EPH) se alteran las relaciones entre registrados y no registrados (cantidad de asalariados, evoluci�n y masa salarial) presentes en la muestra. Este no ser�a un problema si la estimaci�n oficial hiciera supuestos que permitan mantener esas relaciones, o si tuviera otra fuente respecto a los no registrados. Sin embargo, la metodolog�a oficial calcula las variables de los asalariados no registrados en base a la EPH. De esta manera las proporciones existentes entre asalariados registrados y no registrados se modifican sin que exista ning�n justificativo metodol�gico que avale dicha modificaci�n. Aclaramos que este justificativo no puede existir por la sencilla raz�n que la �nica muestra global del mercado de trabajo es la EPH. No existe otra encuesta sobre los no registrados que permita alterar las relaciones entre estos y los registrados que se capta en la EPH.

A continuaci�n presentamos los datos desagregados utilizados por la DNCN. Como hemos se�alado, el citado organismo trabaja con los datos de salarios corregidos de la base SIJP. Estos datos salariales son multiplicados por la cantidad de puestos de trabajo declarados al SIJP. Los datos suministrados la citada Direcci�n par la estimaci�n de la remuneraci�n al trabajo asalariado corresponden a la cantidad de puestos de trabajo y la masa salarial total. Por inferencia puede calcularse el salario promedio impl�cito. Ver cuadro N� 11.

Cuadro N� 11: Remuneraci�n al trabajo asalariado formal, puestos de trabajo declarados y salario promedio. Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones. 2001 � 2005-

A�os

Remuneraci�n al trabajo asalariado formal

Puestos de Trabajo

Sueldo promedio.

2001

67.039,7

6.083.139

847,7

2002

63.973,5

5.670.024

867,9

2003

75.270,8

5.916.267

978,7

2004

92.534,1

6.408.384

1.110,7

2005

119.294,8

6.988.994

1.313,0

Fuente: Elaboraci�n propia en base a Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

En el cuadro N� 12 presentamos los mismos conceptos que hemos estimados en nuestra medici�n.

Cuadro N� 12: Masa salarial formal, asalariados formales y salario promedio. Encuesta Permanente de Hogares. 2001 � 2005-

A�os

Remuneraci�n al trabajo asalariado formal

Puestos de Trabajo

Sueldo promedio.

2001

42.232,6

5.134.206

632,6

2002

38.730,6

4.841.898

615,3

2003

47.715,0

5.017.377

730,8

2004

57.541,4

5.274.069

839,2

2005

72.689,4

5.675.562

983,2

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC.

En el cuadro N� 13 se presenta la diferencia de magnitudes de los conceptos relativos al trabajo asalariado formal de las dos estimaciones. Puede observarse que la diferencia tiende a crecer. A inicios de la serie la cantidad de puestos de trabajo difer�a en 948.933 asalariados, mientras que al final de la serie asciende a 1.313.432 asalariados. De igual modo, la diferencia del salario promedio asciende a $215,1 en el 2001 y crece a $329,8 en el 2005. De este modo la diferencia de la masa salarial formal pasa de $24.807,1 millones a $46.605,4 millones.

Cuadro N� 13: Diferencia en los conceptos relativos al trabajo asalariado formal. 2001 � 2005.

A�os

Remuneraci�n al trabajo asalariado formal

Puestos de Trabajo

Sueldo promedio.

2001

24.807,1

948.933,0

215,1

2002

25.242,9

828.126,0

252,6

2003

27.555,8

898.890,0

247,9

2004

34.992,7

1.134.315,0

271,5

2005

46.605,4

1.313.432,0

329,8

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

En el cuadro N� 14 se presenta la diferencia en porcentaje de cada una de los componentes de la masa salarial formal. En la estimaci�n oficial el sueldo promedio mantiene una diferencia entorno al 33% constante en toda la serie (excepto para el a�o 2002). En cambio, la diferencia en la cantidad de puestos de trabajo crece, del 18,5% en el 2001 al 23,1% en el 2005. Estas dos diferencias explican que la diferencia de la estimaci�n respecto a la nuestra ascienda del 58,7% en el 2001 al 64,1% en el 2005.

Cuadro N� 14: Diferencia en porcentaje de los conceptos relativos al trabajo asalariado formal. 2001 � 2005.

A�os

Remuneraci�n al trabajo asalariado formal

Puestos de Trabajo

Sueldo promedio.

2001

58,7%

18,5%

34,0%

2002

65,2%

17,1%

41,1%

2003

57,8%

17,9%

33,9%

2004

60,8%

21,5%

32,4%

2005

64,1%

23,1%

33,5%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

Hemos explicado que la diferencia en cuanto a los salarios de los formales radica en la distinta fuente de informaci�n utilizada (EPH en nuestro caso y SIJP en la estimaci�n oficial). Sin embargo, lo que llama poderosamente la atenci�n es la diferencia que existe entre la cantidad de asalariados formales que presenta la estimaci�n oficial en base al SIJP y, ya no nuestra estimaci�n, sino con la propia informaci�n provista por la Administraci�n Nacional de Seguridad Social (ANSES) que elabora la propia base SIJP.

En efecto, tal como cuenta en el Anuario Estad�stico de la Rep�blica Argentina 2006, en su p�gina 278 y 279 (en el capitulo de Seguridad Social), se informa la cantidad de asalariados formales declarados al SIJP a junio de cada a�o. En el cuadro N� 15 se presenta la cantidad de asalariados formales tenidos en cuenta por la Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales (DNCN) y el SIJP, as� como las diferencias existentes.

Cuadro N� 15: Asalariados registrados declarados al SIJP seg�n la DNCN y el propio SIJP. 2001 � 2005.

A�os

DNCN

SIJP

Diferencia en cantidad

Diferencia en %

2001

6.083.139

3.811.641

2.271.498

59,6%

2002

5.670.024

3.533.159

2.136.865

60,5%

2003

5.916.267

3.636.773

2.279.494

62,7%

2004

6.408.384

3.643.645

2.764.739

75,9%

2005

6.988.994

4.571.389

2.417.605

52,9%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales y Anuario Estad�stico de la Rep�blica Argentina 2006.

Como se observa del cuadro, la estimaci�n oficial de la DNCN excede la cantidad de puestos asalariados formales declarados en el SIJP en m�s de 2 millones de asalariados, para cualquier per�odo de la serie. El 2001 la DNCN computa un 59,6% m�s de asalariados formales que el que presenta el SIJP (2.271.498 asalariados m�s). Esta diferencia crece hasta alcanzar el 75,9% en el 2004. Durante el 2005 la diferencia es del 52,9%, lo que supone, de parte de la DNCN de un c�mputo de 2.417.605 asalariados formales superiores a los registrados por la propia base del SIJP.

La informaci�n proporcionada por la base del SIJP en el Anuario Estad�stico permite distribuir la cantidad de asalariados registrados por intervalos remuneraci�n. Esta informaci�n la presentamos en el cuadro N� 16.

Cuadro N� 16: Asalariados formales seg�n intervalos de remuneraci�n. 2001 � 2005.

Intervalos de remuneraci�n

2001

2002

2003

2004

2005

0,00

300,00

540.720

419.978

493.486

226.624

236.964

300,01

500,00

953.501

678.338

796.544

394.603

351.105

500,01

700,00

598.776

456.583

526.150

695.739

610.243

700,01

900,00

405.718

336.699

375.327

502.069

800.281

900,01

1.100,00

296.360

265.279

277.676

331.658

459.999

1.100,01

1.300,00

205.568

206.827

205.788

243.504

334.011

1.300,01

1.500,00

150.887

160.551

156.822

188.274

266.124

1.500,01

1.700,00

110.373

127.825

120.228

140.957

206.667

1.700,01

1.900,00

84.772

104.552

95.764

109.829

168.228

1.900,01

2.100,00

67.534

81.504

78.025

88.003

138.113

2.100,01

2.400,00

75.489

92.177

91.155

99.649

164.819

2.400,01

2.700,00

56.724

76.732

69.664

75.408

121.893

2.700,01

3.000,00

43.135

68.922

53.869

60.077

94.696

3.000,01

3.300,00

32.415

55.298

41.782

46.915

75.651

mas de

3.300,00

189.669

401.894

254.493

440.336

542.595

Total

3.811.641

3.533.159

3.636.773

3.643.645

4.571.389

Fuente: Anuario Estad�stico de la Rep�blica Argentina 2006.

Con la informaci�n del cuadro anterior puede estimarse la masa salarial de los formales del SIJP. Para tal fin se considero el salario promedio de cada intervalo (para el �ltimo intervalo se consider� un salario promedio de $4.000). En el cuadro N�17 se presenta esta estimaci�n.

Cuadro N� 17: Estimaci�n de la masa salarial de los registrados seg�n salario promedio de intervalo. En millones de pesos corrientes. 2001 � 2005.

Salario Promedio

2001

2002

2003

2004

2005

150,00

1.054,4

819,0

962,3

441,9

462,1

400,01

4.958,3

3.527,4

4.142,1

2.052,0

1.825,8

600,01

4.670,5

3.561,4

4.104,0

5.426,8

4.759,9

800,01

4.219,5

3.501,7

3.903,4

5.221,6

8.323,0

1.000,01

3.852,7

3.448,6

3.609,8

4.311,6

5.980,0

1.200,01

3.206,9

3.226,5

3.210,3

3.798,7

5.210,6

1.400,01

2.746,2

2.922,0

2.854,2

3.426,6

4.843,5

1.600,01

2.295,8

2.658,8

2.500,8

2.931,9

4.298,7

1.800,01

1.983,7

2.446,5

2.240,9

2.570,0

3.936,5

2.000,01

1.755,9

2.119,1

2.028,7

2.288,1

3.590,9

2.250,01

2.208,1

2.696,2

2.666,3

2.914,7

4.821,0

2.550,01

1.880,4

2.543,7

2.309,4

2.499,8

4.040,8

2.850,01

1.598,2

2.553,6

1.995,8

2.225,9

3.508,5

3.150,01

1.327,4

2.264,5

1.711,0

1.921,2

3.097,9

4.000,00

9.862,8

20.898,5

13.233,6

22.897,5

28.214,9

Total

47.620,5

59.187,4

51.472,5

64.928,1

86.914,1

Fuente: Elaboraci�n propia en base a Anuario Estad�stico de la Rep�blica Argentina 2006.

En el cuadro N� 18 se presenta la masa salarial formal seg�n la estimaci�n oficial (DNCN), la nuestra (IDEF) y la del SIJP.

Puede observarse que nuestra estimaci�n es inferior a la del SIJP en $5.387, 9 millones en el 2001. Esta diferencia se incrementa a -$14.224,7 millones en el 2005.

En cambio, la estimaci�n oficial de la DNCN es superior en $19.419,2 millones en el 2001 a la del SIJP. Diferencia que alcanza los $32.380,7 millones en el 2005.

Cuadro N� 19: Masa salarial formal seg�n estimaci�n oficial (DNCN), propia (IDEF) y SIJP. En millones de pesos corrientes. 2001 - 2005

A�os

DNCN

IDEF

SIJP

DNCN - SIJP

IDEF - SIJP

2001

67.039,7

42.232,6

47.620,5

19.419,2

-5.387,9

2002

63.973,5

38.730,6

59.187,4

4.786,1

-20.456,8

2003

75.270,8

47.715,0

51.472,5

23.798,3

-3.757,5

2004

92.534,1

57.541,4

64.928,1

27.606,0

-7.386,7

2005

119.294,8

72.689,4

86.914,1

32.380,7

-14.224,7

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001, Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales y Anuario Estad�stico de la Rep�blica Argentina 2006.

Por �ltimo en el c�mputo de las contribuciones patronales a la seguridad social, la estimaci�n oficial la divide en dos categor�as:

Contribuciones sociales efectivas a cargo del empleador: para el caso del sector privado se tom� en cuenta las al�cuotas vigentes en cada per�odo seg�n sector de actividad y zona geogr�fica, tambi�n los casos especiales de contrataci�n y las cuotas a las ART. En este rubro se incluyen las contribuciones al R�gimen Previsional P�blico, al INSSJP (Pami), al R�gimen de Asignaciones Familiares, al Fondo Nacional de Empleo, al R�gimen de Obras Sociales y al Anssal.

Contribuciones sociales imputadas a cargo del empleador: Se estima las indemnizaciones pagadas a cargo del empleador, los pagos por accidentes de trabajo y el pago de asignaciones familiares del sector p�blico (por no estar dentro del R�gimen de Asignaciones Familiares.

En el cuadro N� 20 se presenta la estimaci�n de las contribuciones calculadas por la DNCN y se las compara con la efectivamente recaudada por la AFIP en el per�odo de an�lisis. Surge con claridad que la estimaci�n de la DNCN sobreestima el monto de contribuciones patronales respecto a la respectivamente obtenida por el �rgano recaudador. En efecto al inicio de la serie, la sobreestimaci�n que resulta de la estimaci�n de la DNCN asciende a $10.944,8 millones (es decir 182,1% superior a lo efectivamente recaudado). Para el a�o 2005 la sobreestimaci�n asciende a $16.104,9 millones (es decir 126,3% superior a la efectivamente recaudada).

Cuadro N� 20: Contribuciones patronales seg�n la estimaci�n de la DNCN (efectivas e imputadas) y seg�n la recaudaci�n de la AFIP. En millones de pesos corrientes. 2001 � 2005.

A�os

Contribuciones Efectivas

Contribuciones imputadas

Total Contribuciones

Contribuciones recaudadas

Diferencia en $

Diferencia en %

2001

14.410,0

2.544,0

16.954,0

6.009,2

10.944,8

182,1%

2002

13.761,0

2.885,0

16.646,0

6.369,1

10.276,9

161,4%

2003

15.672,0

2.132,0

17.804,0

7.529,1

10.274,9

136,5%

2004

20.202,0

2.317,0

22.519,0

9.892,3

12.626,7

127,6%

2005

25.883,0

2.969,0

28.852,0

12.747,1

16.104,9

126,3%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales y AFIP.

Las evidencias mostradas en materia de masa salarial de los formales y contribuciones patronales no parecen validar la estimaci�n oficial ni inhabilitar nuestra medici�n. No parece razonable incorporar las estimaciones de remuneraci�n al trabajo asalariado formal ni el de las contribuciones patronales realizadas por la estimaci�n de la DNCN. S� podr�amos incorporar a nuestra estimaci�n la masa salarial formal que resulta de los registros del SIJP en lugar de la que surge de la EPH. De esta manera el cuadro de ingresos de los sectores populares ascender�a a $154.982,1 millones para el 2005. Ver cuadro N� 21.

Cuadro N� 21: Masa de ingreso de los sectores populares. En millones de pesos corrientes. 2001 � 2005.

A�o

2001

2002

2003

2004

2005

Cuenta Propia

12.326,2

10.677,2

13.924,7

16.930,7

20.307,5

Asalariados Totales

59.492,6

69.820,4

67.253,8

83.349,9

109.113,5

Asalariado Registrado(SIJP)

47.620,5

59.187,4

51.472,5

64.928,1

86.914,1

Asalariado No Registrado

11.872,1

10.633,0

15.781,3

18.421,8

22.199,4

ocupados rurales (s/ patrones)

3.554,8

3.140,2

3.699,6

3.940,1

4.668,9

Total de ocupados

75.373,6

83.637,8

84.878,1

104.220,7

134.089,9

Ingresos en las AFJP's de aportantes

2.631,4

1.160,9

1.767,4

2.445,5

3.079,1

Jubilaciones y Pensiones

11.817,4

11.887,7

12.409,2

15.896,8

17.813,1

Total de Ingresos populares

89.822,4

96.686,4

99.054,7

122.563,0

154.982,1

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Anuario Estad�stico de la Rep�blica Argentina 2006.

En el cuadro N� 22 presentamos la masa de ingresos de los sectores populares, considerando como masa salarial formal la que resulta de la base del SIJP, en porcentaje del valor agregado bruto.

Los datos del cuadro indican que la participaci�n del total de los sectores populares pas� de representar el 37,9% en el 2001 al 34,8% en el 2005, lo que supone una ca�da del 8% en la participaci�n. Dentro de los ocupados, la �nica categor�a que logro recuperar el porcentaje del 2001 es la de los asalariados registrado (aunque mantiene una participaci�n de apenas el 5%). Los asalariados registrados formales mantienen una ca�da en su participaci�n del 2,3%, mientras que la ca�da para los trabajadores por cuenta propia asciende al 12,1% y para los ocupados rurales es del 30%. Ver cuadro

Cuadro N� 22: Masa de ingreso de los sectores populares en porcentaje del Valor Agregado Bruto. 2001 � 2005.

A�o

2001

2002

2003

2004

2005

2005 / 2001

Cuenta Propia

5,2%

3,9%

4,3%

4,5%

4,6%

-12,1%

Asalariados Totales

25,1%

25,6%

21,0%

22,2%

24,5%

-2,2%

Asalariado Registrado(SIJP)

20,1%

21,7%

16,1%

17,3%

19,5%

-2,7%

Asalariado No Registrado

5,0%

3,9%

4,9%

4,9%

5,0%

-0,3%

ocupados rurales (s/ patrones)

1,5%

1,2%

1,2%

1,1%

1,0%

-30,0%

Total de ocupados

31,8%

30,7%

26,5%

27,8%

30,1%

-5,1%

Ingresos en las AFJP's de aportantes

1,1%

0,4%

0,6%

0,7%

0,7%

-37,6%

Jubilaciones y Pensiones

5,0%

4,4%

3,9%

4,2%

4,0%

-19,6%

Total de Ingresos populares

37,9%

35,4%

30,9%

32,7%

34,8%

-8,0%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Anuario Estad�stico de la Rep�blica Argentina 2006.

Sin embargo, la introducci�n de la informaci�n del SIJP cambia la tendencia de la participaci�n de los sectores populares en el per�odo 2001 � 2005. En lugar de ser el a�o 2002 el de mayor ca�da en la participaci�n, es el 2003 donde se verifica tal situaci�n (a�o que en nuestra estimaci�n anterior era el de mayor repunte de la participaci�n de los sectores populares). En efecto, tal como muestra el cuadro N� 23, mientras en el 2002 la participaci�n de los sectores populares se reduce un 6,4%, en el 2003 la ca�da asciende al 12,8%. Esta situaci�n se explica por la introducci�n de la fuente SIJP a nuestra estimaci�n. As�, durante en el 2002, donde todas las categor�as de los sectores populares presentan el mayor porcentaje de ca�da en todo el per�odo, los asalariados formales tiene uno de sus mejores a�os: crece su participaci�n en 8,1%. Por el contrario, en el 2003, donde todas las restantes categor�as (excepto las jubilaciones y pensiones) presenta el mayor porcentaje de recomposici�n de su participaci�n, los asalariados formales experimentan su peor a�o: tienen una ca�da del 26% en su participaci�n.

Cuadro N� 23: Evoluci�n anual de la masa de ingreso de los sectores populares en porcentaje del Valor Agregado Bruto. 2001 � 2005.

A�o

2002 / 2001

2003 / 2002

2004 / 2003

2005 / 2004

Cuenta Propia

-24,7%

11,0%

4,0%

1,1%

Asalariados Totales

2,1%

-18,1%

6,0%

10,3%

Asalariado Registrado(SIJP)

8,1%

-26,0%

7,9%

12,8%

Asalariado No Registrado

-22,1%

26,3%

-0,1%

1,6%

ocupados rurales (s/ patrones)

-23,2%

0,2%

-8,9%

-0,1%

Total de ocupados

-3,5%

-13,7%

5,0%

8,4%

Ingresos en las AFJP's de aportantes

-61,6%

29,5%

18,4%

6,1%

Jubilaciones y Pensiones

-12,5%

-11,2%

9,6%

-5,6%

Total de Ingresos populares

-6,4%

-12,8%

5,8%

6,6%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a EPH � INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Anuario Estad�stico de la Rep�blica Argentina 2006.

Resta analizar la compatibilidad de la medici�n oficial con lo que resulta de la serie con la correspondiente a las Grandes Empresas y la que surge de la comparaci�n hist�rica.

LA DISTRIBUCION AL INTERIOR DE LA CUPULA

La Direcci�n Nacional de Grandes Empresas presenta la informaci�n econ�mica de las 500 empresas de mayor valor agregado del pa�s para el per�odo 1993 � 2004. En el cuadro N� 24 se presenta los datos de salarios, contribuciones e indemnizaciones por despido que componen la masa salarial del universo de las 500 firmas mas importantes del pa�s y se la compara con el valor agregado bruto correspondiente.

Los datos son elocuentes en se�alar que la participaci�n de la masa salarial total de la c�pula econ�mica representa apenas el 19,6% del valor agregado en el 2004. Esta participaci�n es la menor de todo el per�odo 1993 � 2004. Inclusive el per�odo 2001 � 2004 presenta una ca�da sistem�tica en todos los a�os de la participaci�n de los asalariados de la c�pula en el valor agregado producido. Claro que la ca�da principal ocurre en el 2002, donde la participaci�n de los asalariados retrocede un 41,2% (p�rdida de 14,4 puntos). En el 2003 la ca�da en la participaci�n es de 2,9% (0,6 puntos) y en el 2004 la p�rdida es de 1,5% (de 0,3 puntos).

Cuadro N� 24: Participaci�n de la masa salarial (salarios, contribuciones e indemnizaciones por despido) en el valor agregado bruto de las 500 empresas m�s grandes. 1993 � 2004.

A�os

Salarios

Contribuciones

Indemnizaciones por despido (2)

Masa salarial

Valor agregado bruto

Masa salarial / Valor Agregado Bruto

1993

10.655,3

3.450,1

1.170,1

15.275,5

30.522,9

50,0%

1994

11.169,4

3.058,3

811,1

15.038,8

34.133,2

44,1%

1995

11.083,4

2.914,1

737,4

14.734,9

35.178,1

41,9%

1996

11.129,3

2.550,9

825,1

14.505,3

37.830,4

38,3%

1997

11.461,1

2.532,9

917,1

14.911,1

41.503,2

35,9%

1998

12.037,3

2.547,5

812,1

15.396,9

42.635,9

36,1%

1999

12.144,1

2.391,4

957,3

15.492,8

41.743,7

37,1%

2000

12.039,2

2.256,7

784,7

15.080,6

44.572,5

33,8%

2001

11.603,1

2.135,0

801,8

14.539,9

41.675,8

34,9%

2002

11.805,8

2.267,1

936,0

15.008,9

73.178,5

20,5%

2003

13.763,3

2.670,9

736,6

17.170,8

86.305,2

19,9%

2004

16.240,7

3.245,4

630,3

20.116,4

102.721,4

19,6%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a Encuesta Nacional de Grandes Empresas (ENGE) del INDEC.

Lo llamativo de la serie de distribuci�n funcional en la c�pula es el elevado porcentaje en que parte la serie en el a�o 1993 (50%). Sin embargo, lo importante en t�rminos de tendencia es advertir que a partir de dicho a�o, la participaci�n de los asalariados cae sistem�ticamente hasta ubicarse en el 34,9% en el 2001. La etapa post � devaluaci�n, supone un deterioro mayor de la participaci�n al ubicarse en apenas el 19,6% del valor agregado.

Las diferencias entre las dos series puede advertirse al constatar que:

A 1993, la participaci�n de los asalariados representa el 50% en la c�pula y el 44,7% en el total de la econom�a.

Para 1998, la participaci�n de los asalariados desciende al 36,1% en la c�pula y al 38,1% en el total de la econom�a. La ca�da en la c�pula es del 27,8%, mientras que en el total de la econom�a es del 14,8%.

Al 2004, la participaci�n en la c�pula desciende al 19,6% mientras que en el total de la econom�a se ubica en el 36,1%. Es decir, que mientras en la c�pula, la participaci�n desciende un 45,7% en el total de la econom�a la ca�da es de apenas el 5,2%.

En el cuadro N� 25 se presenta la participaci�n de masa salarial en el valor agregado bruto de la c�pula y del total de la econom�a para el per�odo 1993 -2004.

Cuadro N� 25: Participaci�n de la masa salarial dentro del valor agregado bruto. C�pula y total econom�a. En % y base 100 = 1993. 1993 � 2004.

C�pula

Total Econom�a

En %

1993 = 100

En %

1993 = 100

1993

50,0%

100,0

44,7%

100,0

1994

44,1%

88,0

41,2%

92,2

1995

41,9%

83,7

40,0%

89,5

1996

38,3%

76,6

37,5%

83,9

1997

35,9%

71,8

37,1%

83,0

1998

36,1%

72,2

38,3%

85,7

1999

37,1%

74,2

40,7%

91,1

2000

33,8%

67,6

40,5%

90,6

2001

34,9%

69,7

42,1%

94,2

2002

20,5%

41,0

34,6%

77,4

2003

19,9%

39,8

34,3%

76,7

2004

19,6%

39,1

36,1%

80,8

Fuente: Elaboraci�n propia en base a Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales y Encuesta Nacional de Grandes Empresas (ENGE) del INDEC.

En el gr�fico N� 3 presentamos, haciendo base 100 en 1993, la participaci�n de la masa salarial para la c�pula y el total de la econom�a. Este gr�fico permite observar una importante diferencia entre las dos tendencias: En primer lugar, la ca�da del per�odo 1993 � 1997 es mucho m�s pronunciada en la c�pula que en total de la econom�a. Del mismo modo, la recuperaci�n posterior hasta el a�o 1999 es m�s pronunciada en el total de la econom�a que en la c�pula. La crisis de la convertibilidad refleja un empeoramiento distributivo al 2001 en la c�pula que no se observa en el total de la econom�a. Finalmente la ca�da en el 2002 es mucho m�s abrupta en la c�pula que en el total de la econom�a, momento a partir del cual, en el total de la econom�a se observa una recuperaci�n de la participaci�n (que la emparenta con la de 1998), mientras que en la c�pula persiste, aunque m�s lentamente, la ca�da en la participaci�n (el 2004 es el peor a�o de la serie).

Surge con claridad de lo expuesto que la l�gica de la c�pula empresaria, los agentes m�s din�micos y que a su vez imprimen sus rasgos en el conjunto de la econom�a, asocia a su desarrollo una tendencia permanente de regresividad distributiva. Cada a�o termina, excepto en contadas excepciones, con una pauta distributiva de mayor regresividad que el anterior.

Las evidencias presentadas por la estimaci�n oficial para el conjunto de la econom�a revela un comportamiento algo distinto. No hay dudas de la mayor regresividad de la distribuci�n, en el sentido de que el 2005 refleja un ca�da respecto al 2001 y una m�s leve respecto a 1998, sin embargo hay momentos de recomposici�n de la participaci�n de los asalariados. Es decir, para el conjunto de la econom�a, la crisis (en este caso la del 2002) supone una pauta distributiva de mayor regresividad respecto a la etapa anterior.

Grafico N� 3: Participaci�n de los asalariados en el valor agregado bruto. C�pula y total econom�a. 1993 =100. 1993 � 2004.

Fuente: Elaboraci�n propia en base a Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales y Encuesta Nacional de Grandes Empresas (ENGE) del INDEC.

LA COMPARACION HISTORICA.

Sabido es que hasta la reciente publicaci�n oficial, la Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales, hab�a estimado la serie de la distribuci�n funcional desde 1950 hasta 1973. Esta serie la presentamos en el cuadro N� 26.

Como se observa del cuadro, el mejor a�o para los trabajadores fue el de 1954 donde su participaci�n alcanz� el 50,8% del producto de ese a�o. En el a�o 1955 la participaci�n cae ubic�ndose en 47,7% del producto. Ca�da que persistir� hasta el a�o 1957 donde la participaci�n se ubica en el 43,8%. A partir de ah� la participaci�n de los trabajadores tendr� per�odos expansivos y contractivos que promediaran para el per�odo 1958 � 1973 una participaci�n del 42,5% de los trabajadores. Para 1973 la participaci�n asciende al 46,9% que supone el mejor a�o para los trabajadores desde 1954.

Cuadro N� 26: Distribuci�n Funcional del Ingreso. Serie hist�rica. 1950 �1973.

Remuneraci�n

excedente

producto bruto

de los

bruto de

interno al costo

asalariados

explotaci�n

de factores

1950

49,7%

50,3%

100,0%

1951

47,4%

52,6%

100,0%

1952

49,8%

50,2%

100,0%

1953

49,7%

50,3%

100,0%

1954

50,8%

49,2%

100,0%

1955

47,7%

52,3%

100,0%

1956

45,3%

54,7%

100,0%

1957

43,8%

56,2%

100,0%

1958

44,4%

55,6%

100,0%

1959

37,7%

62,3%

100,0%

1960

38,0%

62,0%

100,0%

1961

40,8%

59,2%

100,0%

1962

39,8%

60,2%

100,0%

1963

38,8%

61,2%

100,0%

1964

38,7%

61,3%

100,0%

1965

40,6%

59,4%

100,0%

1966

43,8%

56,2%

100,0%

1967

45,5%

54,5%

100,0%

1968

44,9%

55,1%

100,0%

1969

44,7%

55,3%

100,0%

1970

45,8%

54,2%

100,0%

1971

46,5%

53,5%

100,0%

1972

42,7%

57,3%

100,0%

1973

46,9%

53,1%

100,0%

Fuente: Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

Como lo detalla el propio informe de prensa de la Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales sobre la estimaci�n del per�odo 1993 - 2005, las principales diferencias entre la metodolog�a hist�rica y la recientemente utilizada radica en dos aspectos:

La diferencia de la valuaci�n del valor agregado. Mientras en la metodolog�a hist�rica se realiza a costo de factores en la actualidad se utiliza a precios b�sicos.

La inclusi�n de la econom�a informal en las mediciones del valor agregado actual, mientras que en la medici�n hist�rica no estaba suficientemente contemplado.

Los elementos expuestos tornan en incompatibles la comparaci�n directa de la serie 1993 � 2005 con la serie hist�rica. Mal que le pese al presidente, no se puede comparar linealmente estas dos series.

La primera diferencia supone que la medici�n actual (a precios b�sicos) compara la masa salarial con el valor agregado valuado a los precios que lo percibe los productores. Es decir excluyendo todo tipo de impuestos (netos de subsidios). En la estimaci�n hist�rica (a costo de factores) el valor agregado se mide a los precios de salida de f�brica (es decir excluye los margenes de comercio y los fletes realizados por terceros).

La diferencia sustantiva entre una medici�n y otra, es que en la nueva estimaci�n se descuenta del PBI, adem�s del IVA y el impuesto a las importaciones, otros impuestos espec�ficos que recaen sobre los productos (como los ingresos brutos y las retenciones a las exportaciones).

Para tratar de compatibilizar criterios de estimaci�n, puede corregirse la estimaci�n del per�odo 1993 � 2004 teniendo en cuenta el valor agregado a precios de productor (es decir descontando al PBI s�lo el IVA y el impuesto a las importaciones). El procedimiento inverso es igualmente v�lido (tratar de estimar la serie hist�rica a precios b�sicos) pero la ausencia de informaci�n del per�odo nos impide realizar dicho c�lculo.

En el cuadro N� 27 presentamos la readecuaci�n de la serie oficial de distribuci�n funcional del per�odo 1993 � 2005 en base a comparar la masa salarial con el Valor Agregado Bruto a precios de productor. As� medido, la participaci�n de los asalariados desciende respecto a la medici�n a precios b�sicos. De esta manera la participaci�n de los asalariados al 2005 es del 35% en lugar del 38,6%.

En cuanto a la tendencia, se mantiene igual en lo relativo a la ca�da respecto al 2001 pero distinto en relaci�n con 1998. En efecto mientras comparando con el 2001 no hay diferencias, en la presentaci�n oficial la participaci�n pasa del 42,1% al 38,6% (ca�da del 8,2%) en la readecuaci�n hecha en base a la medici�n a precios de productor, pasa del 39,8% al 35% (es decir una ca�da del 11,9%, mayor a la estimaci�n oficial).

En cambio en relaci�n con 1998, la estimaci�n oficial muestra una participaci�n de los asalariados levemente superior (del 38,3% en 1998 al 38,6% en el 2005), mientras la readecuaci�n de la serie a precios de productor muestra una ca�da del 4,1% (de 38,8% en 1998 a 35% en el 2005).

Cuadro N� 27: Readecuaci�n de la serie oficial de distribuci�n funcional considerando el valor agregado bruto a precios de productor. 1993 � 2005.

A�os

VAB a precios corrientes b�sicos

(+) Otros impuestos sobre los productos (espec�ficos, Ingresos brutos y exportaciones)

(=) VAB a precios corrientes de productor

Remuneraci�n al trabajo asalariado

Remuneraci�n al trabajo asalariado / VAB a precios corrientes de productor

1993

208.284,7

9.513,2

217.797,9

93.099,0

42,7%

1994

227.142,6

10.163,4

237.306,0

93.557,6

39,4%

1995

229.091,4

9.520,8

238.612,2

91.573,5

38,4%

1996

240.923,0

10.176,6

251.099,6

90.376,1

36,0%

1997

257.445,3

12.112,7

269.558,0

95.547,4

35,4%

1998

262.838,2

12.511,4

275.349,6

100.656,8

36,6%

1999

250.418,8

12.055,5

262.474,2

101.934,5

38,8%

2000

251.166,0

12.053,0

263.218,9

101.707,5

38,6%

2001

237.211,3

13.677,2

250.888,5

99.769,5

39,8%

2002

272.756,4

22.048,1

294.804,5

94.493,0

32,1%

2003

320.605,9

30.993,2

351.599,1

109.833,3

31,2%

2004

374.807,9

37.498,5

412.306,4

135.353,6

32,8%

2005

444.767,3

45.018,9

489.786,1

171.660,5

35,0%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

Salvada esta diferencia en la metodolog�a surge que la comparaci�n hist�rica indica:

En 1993, la participaci�n de los asalariados supone una p�rdida de 4,1 puntos. Pasa del 46,9% en 1973 al 42,7% en 1993.

Considerando la situaci�n al 2005, los asalariados pierden 11,9 puntos en la participaci�n (pasan del 46,9% al 35%), lo que supone una ca�da porcentual del 25,4%.

En el gr�fico N� 4 se presenta la serie de distribuci�n funcional hist�rica y la recientemente publicada por DNCN ajustada a la medici�n a precios del productor del valor agregado.

Gr�fico N� 4: Participaci�n de la masa salarial en el valor agregado a precios de productor. . Serie hist�rica y ajuste de la serie 1993 � 2005. 1950 � 2005.

Fuente: Elaboraci�n propia en base a Direcci�n Nacional de Cuentas Nacionales.

Respecto a la segunda diferencia, la no contemplaci�n de la econom�a informal en el valor agregado de la serie hist�rica, no se puede corregir por falta de informaci�n. No parece ser un ajuste que invalide la comparaci�n con 1973, toda vez que en aquel momento la informalidad y legalidad laboral era pr�cticamente irrelevante en el contexto de pleno empleo de la econom�a de entonces. Suponer lo contrario equivale a asumir que la participaci�n de los asalariados en el valor agregado presentaba un menor nivel que el que presenta la serie hist�rica para 1973. Este menor nivel en la participaci�n supondr�a a su vez que la perdida de los asalariados ser�a menor en el 2005 y pr�cticamente inexistente en 1993.

No parece ser este el caso que presenta la comparaci�n de largo plazo de otros indicadores econ�micos. El PBI por habitante del 2005 es apenas un 10,9% superior al de 1974. Es decir que en 32 a�os la econom�a creci� a una tasa de apenas el 0,3% anual. Se trata de una econom�a estancada, m�s all� del fuerte proceso de crecimiento econ�mico que desde mediados del 2002 presenta la actual coyuntura. Ver gr�fico N� 5.

Gr�fico N� 5: PBI, poblaci�n y PBI por habitante. 1974 = base 100. 1974 - 2005

Fuente: Elaboraci�n propia en base a series del PBI base 1970, 1986 empalmadas en base a la serie 1993.

En el marco de esta econom�a estancada se opera un brutal proceso de involuci�n social. La comparaci�n de los datos b�sicos del mercado laboral del 2005 con la situaci�n de 1974 indica que:

La tasa de empleo es pr�cticamente equivalente a la de 1974. Se trata de un estancamiento absoluto de la capacidad de generaci�n de empleo.

El crecimiento de la PEA (tasa de actividad) supera el crecimiento del PBI por habitante. En efecto mientras el PBI por habitante creci� al 10,9% en todo el per�odo, la PEA lo hizo al 12,6%.

El mayor crecimiento de la PEA conjuntamente con el estancamiento del empleo determin� un salto del 196% en la tasa de desocupaci�n. Pas� del 5,4% al 14,8% (sin computar como ocupados a los que perciben planes de empleo).

El deterioro del cuadro ocupacional se completa con el crecimiento del 133,3% en la tasa de subocupaci�n.

De esta manera la subutilizaci�n laboral pas� de representar el 10,4% de la PEA en 1974 al 27,4% en el 2005, lo que supone un crecimiento del 163,5%.

El deterioro ocupacional tuvo un impacto directo en las condiciones de vida. La tasa de pobreza creci� m�s del 500%. Pas� de representar el 5,8% al 33,8%.

La brecha de ingresos que separa al 10% m�s rico del 10% m�s pobre creci� un 125%. Pas� de ser 12,3 veces en 1974 a 27,7 en el 2005.

Cuadro N� 28: Indicadores econ�micos y sociales de la Argentina. 1974 - 2005

 

1974

2005

Variaci�n

PBI por habitante

100,0

110,9

10,9%

Tasa de actividad

40,6

45,7

12,6%

Tasa de Empleo

38,6

39,0

1,0%

Tasa de desempleo

5,0

14,8

196,0%

Tasa de subocupaci�n

5,4

12,6

133,3%

Subutilizacion laboral

10,4

27,4

163,5%

Tasa de pobreza

5,5

33,8

514,5%

brecha de ingresos entre el 10% m�s rico y el 10% mas pobre

12,3

27,7

125,2%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a datos oficiales del INDEC y Cuentas Nacionales

LOS PROBLEMAS DE LOS INDICADORES DE DESIGUALDAD VIGENTES.

El �ltimo indicador dado, de distribuci�n personal del ingreso, es el que resulta de la informaci�n que provee la EPH. Seg�n un estudio realizado por t�cnicos de la DNCN, en base a la correcci�n de la EPH con los criterios expuestos en la medici�n de la distribuci�n funcional, la magnitud de la regresividad en la distribuci�n es mucho mayor que la relevada por la citada encuesta, debido a los problemas en la captaci�n de ingresos.

En efecto en el citado material se presenta una correcci�n de ingresos de la EPH a los problemas de no respuesta de la variable ingresos, a la sudeclaraci�n de la misma y a la no respuesta de la encuesta. Los resultados de esta correcci�n para octubre del 200 se presenta en el cuadro N� 29.

Cuadro N� 29: Porcentaje de correcci�n de ingresos de la EPH por decil. Octubre 2000.

Decil

% de correcci�n de ingresos

1

5,0%

2

3,0%

3

7,0%

4

4,0%

5

3,0%

6

9,0%

7

10,0%

8

10,0%

9

14,0%

10

32,0%

TOTAL

17,0%

Fuente: Felcmanm D.; Kidyba, S. y Rufo, H.

En el trabajo citado se presenta los datos de correcci�n de 3 ondas de la EPH puntual: la correspondiente a octubre de 1996, la de octubre de 1998 y la de octubre del 2000. No hay diferencias significativas en las 3 ondas: en la de 1996 el porcentaje de correcci�n fue del 18% y en la de 1998 fue del 14%.

Para estimar de manera aproximada la magnitud de la desigualdad en el reparto de ingresos del 2005 hemos utilizado el porcentaje de correcci�n de la onda m�s cercana, es decir la del a�o 2000. Este resultado lo presentamos en el cuadro N� 30.

Cuadro N� 30: Correcci�n del ingreso por decirle. Segundo semestre 2005.

N�mero de

Poblaci�n

Ingreso total

% de

Ingreso total

Porcentaje

decil

por decil

por decil

Correcci�n

por decil (miles)

Del ingreso

 

(miles)

(miles)

por decil

(corregido)

(corregido)

1

1.223

132.008

5,0%

138.688,20

1,1%

2

1.223

258.694

3,0%

267.054,28

2,2%

3

1.223

395.279

7,0%

422.681,03

3,4%

4

1.223

503.747

4,0%

524.031,04

4,3%

5

1.223

645.754

3,0%

665.116,32

5,4%

6

1.223

797.850

9,0%

869.161,64

7,1%

7

1.223

998.905

10,0%

1.099.110,10

8,9%

8

1.223

1.258.627

10,0%

1.384.313,70

11,3%

9

1.223

1.718.613

14,0%

1.958.879,10

15,9%

10

1.223

3.768.650

32,0%

4.975.457,52

40,4%

TOTAL

12.230,00

10.478.128

17,0%

12.304.492,93

100,0%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a Felcmanm D.; Kidyba, S. y Rufo, H. y EPH.

De este modo, la distribuci�n del ingreso generado ser�a a�n m�s inequitativa de la que presenta la EPH. La brecha de ingresos entre el 10% m�s rico y el 10% m�s pobre en lugar de ser de 27,7 veces ser�a de 36,7 veces. Por su parte la distancia entre el 20% m�s rico y el 40% m�s pobre, en lugar de ser de 4,2 veces ser�a de 5,1 veces. Ver cuadro N� 31

Cuadro N� 31: Distribuci�n del Ingreso por deciles. EPH oficial y EPH corregido. Segundo semestre 2005

Decil

Porcentaje del Ingreso EPH oficial

Porcentaje del Ingreso EPH corregido

1

1,3

1,1

2

2,5

2,2

3

3,8

3,4

4

4,8

4,3

Estrato bajo

12,4

11,0

5

6,2

5,4

6

7,6

7,1

7

9,5

8,9

8

12,0

11,3

Estrato medio

35,3

32,7

9

16,4

15,9

10

36,0

40,4

Estrato alto

52,4

56,3

Poblaci�n CON ingresos

100,0

100,0

brecha entre el 10% m�s rico y el 10% mas pobre

27,7

36,7

brecha entre el estrato rico y el estrato pobre

4,2

5,1

Fuente: Elaboraci�n propia en base a Felcmanm D.; Kidyba, S. y Rufo, H. y EPH.

El otro elemento que no puede dejar de se�alarse cuando se trata de analizar la distribuci�n del ingreso es el profundo cuadro de desigualdad y heterogeneidad al interior de los propios trabajadores. En efecto, tal como indica la informaci�n de la base SIJP que se presenta en el cuadro N� 32, al 2005 mientras el salario promedio de los registrados es de $1.463, el 61,1% de los mismos perciben un salario promedio de hasta $1.200. Estos 2.972.603 asalariados formales representan apenas el 30,6% de la masa salarial registrada.

En el extremo opuesto, apenas el 11,9% de los asalariados registrados representan el 32,5% de la masa salarial formal. Se trata de 542.595 asalariados que seg�n los registros del SIJP perciben por arriba de los $3.300 y que en este trabajo hemos considerado como supuesto un salario promedio de $4.000. Se trata del universo de trabajadores "vip" que conviven en el marco de una argentina cada vez m�s desigual.

Cuadro N� 32: Asalariados Registrados en el SIJP. Promedio salarial por tramos, cantidad de asalariados y masa salarial. Junio 2005.

Asalariados registrados

Masa salarial registrada

Cantidad

Est. Rel.

En millones

Est. Rel.

150,0

236.964

5,2%

462,1

0,5%

400,0

351.105

7,7%

1.825,8

2,1%

600,0

610.243

13,3%

4.759,9

5,5%

800,0

800.281

17,5%

8.323,0

9,6%

1.000,0

459.999

10,1%

5.980,0

6,9%

1.200,0

334.011

7,3%

5.210,6

6,0%

1.400,0

266.124

5,8%

4.843,5

5,6%

1.600,0

206.667

4,5%

4.298,7

4,9%

1.800,0

168.228

3,7%

3.936,5

4,5%

2.000,0

138.113

3,0%

3.590,9

4,1%

2.250,0

164.819

3,6%

4.821,0

5,5%

2.550,

121.893

2,7%

4.040,8

4,6%

2.850,0

94.696

2,1%

3.508,5

4,0%

3.150,0

75.651

1,7%

3.097,9

3,6%

4.000,0

542.595

11,9%

28.214,9

32,5%

Total (promedio de $1.463)

4.571.389

100,0%

86.914,1

100,0%

Hasta $ 1,200

2.792.603

61,1%

26.561

30,6%

Fuente: Elaboraci�n propia en base a datos del SIJP.

Los elementos expuestos son claros en se�alar los l�mites que presentan los dos indicadores que tradicionalmente se ha utilizado para medir la distribuci�n del ingreso.

Por el lado de la distribuci�n personal del ingreso el l�mite se encuentra en la importancia de la subdeclaraci�n de ingresos de los estratos mas acomodados de la sociedad.

Por el lado de la distribuci�n funcional el l�mite se presenta al considerar dentro de la masa salarial a trabajadores "vips" que presentan un elevado nivel de ingreso comparado con el salario promedio del conjunto.

A nuestro criterio, comprometerse con construir un pa�s m�s justo en el reparto de los ingresos exige, entre otras cosas, la construcci�n de un indicador (o varios) de desigualdad que sea capaz de presentar una aproximaci�n m�s realista que la que hoy presenta los indicadores tradicionales. Se trata de pensar la construcci�n de un indicador que tenga en cuenta la subdeclaraci�n de ingresos de los sectores de mayores rentas as� como la depuraci�n en la masa salarial del peso de los asalariados "vips" (muchos de los cuales pertenecen al directorio de las grandes firmas). A tal fin, desde nuestro Instituto consideramos que dos buenos indicadores de desigualdad que resuelven en parte los problemas descriptos son:

La participaci�n de los ingresos de los sectores populares en el PBI, y

La correcci�n de la subestimaci�n de ingresos de los estratos altos en la denominada "distribuci�n personal".

En los puntos anteriores hemos presentado el nivel y la evoluci�n de estos dos indicadores para la Argentina reciente.

Queremos finalizar este material con una reflexi�n final. M�s all� de las lagunas los indicadores tradicionales de desigualdad presentan, queda claro que la Argentina actual presenta un complejo cuadro de situaci�n donde el proceso de crecimiento econ�mico se asienta en un profundo problema de desigualdad en la distribuci�n del ingreso que genera. Desigualdad que convive con un cuadro de estancamiento productivo e involuci�n social respecto al que exist�a en la Argentina del pleno empleo previo a la oleada neoliberal inaugurada por la Dictadura Militar del 76. A este cuadro general se agrega la heterogeneidad al interior de los propios trabajadores fundada en la l�gica econ�mica vigente y convalidada y reproducida por las pol�ticas p�blicas de intervenci�n exclusivamente en el mercado de trabajo formal (salario m�nimo y convenios colectivos). Este dispositivo de desigualdad garantiza que al interior de la c�pula la regresividad alcanza niveles records cada a�o, mientras en el conjunto de la econom�a se mantiene inalterada la pauta regresiva. Dicho de otro modo, la conformaci�n del estrecho universo de asalariados vips y la regulaci�n del mercado formal es el bajo precio que la sociedad y la pol�tica p�blica hace pagar a las Grandes Firmas que apropian cada vez m�s un porci�n creciente de la riqueza generada. No parece ser esta la v�a para construir una Argentina Igualitaria.

Fuente: lafogata.org

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