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Argentina: La lucha contin�a

Dos modelos (no tan distintos): No cuenten con nuestro voto

Frente Dario Santillan

Falta poco para la elecci�n definitiva en la Capital Federal, pero apenas �sta termine seguir� el circo electoralero con las nacionales de octubre. Con matices seg�n cu�les sean los candidatos de la oposici�n y seg�n la realidad electoral en cada provincia, el gobierno insistir� en presentarse, a nivel nacional, como expresi�n de "un nuevo pa�s que dej� atr�s a la d�cada del 90". Los resultados de la primera vuelta en la Capital definieron un escenario que el presidente Kirchner siempre anhel�: �l como expresi�n de la "centroizquierda", enfrentado a una fuerza de centroderecha. En la visi�n kirchnerista, "los buenos contra los malos". Entonces, argumentan desde el poder, dirigi�ndose a las organizaciones populares: "no apoyar a Kirchner es hacerle el juego a la derecha"; "a la izquierda del kirchnerismo no hay nada"; "hay que cerrar filas contra Macri" (o despu�s, dir�n, contra el que venga).

Sabemos lo que expresa la derecha en nuestro pa�s: un modelo de concentraci�n de la riqueza en pocas manos, desprecio por la soberan�a y los recursos naturales, vinculaci�n con lo peor del pasado reciente de entrega del pa�s, exclusi�n, explotaci�n y represi�n para el pueblo. Lo sabemos por experiencia propia: las organizaciones de base que integramos el Frente Dar�o Santill�n surgimos en gran medida en los barrios, lugares de trabajo y de estudio, enfrentando las pol�ticas neoliberales, sufrimos por ello la represi�n y pagamos nuestra decisi�n de enfrentar las consecuencias de "los 90" con la vida de nuestros compa�eros�

Todo esto expresa "la derecha", nos dicen. En cambio, el gobierno nacional, nos dicen�

Paremos un segundo. No dejemos que nos digan, pensemos nosotros qu� expres� hasta ahora el gobierno nacional para las ansias de justicia e igualdad del pueblo:

Si la derecha propone la concentraci�n de las riquezas en pocas manos, en cambio, el "progresismo" de Kirchner� en estos cuatro a�os garantiz� la continuidad de un modelo de acumulaci�n donde multinacionales y empresarios especuladores siguen siendo los principales beneficiarios, aportando al Estado un super�vit fiscal y reservas r�cord que no se destinan a mejorar la situaci�n de los trabajadores y los excluidos�

Mientras la derecha s�lo busca sacar ganancias de la explotaci�n de los recursos naturales, en cambio, el "progresismo" kirchnerista� sostiene su "recuperaci�n" econ�mica en base al boom de la soja que empuja la frontera agropecuaria en contra de los peque�os productores que siguen perdiendo sus parcelas, deteriora la tierra con los cultivos transg�nicos y herbicidas; y mantiene los privilegios de las petroleras permitiendo que se enriquezcan en base al saqueo de un recurso no renovable�

La derecha que expresa Macri arrastra sus vinculaciones con lo peor de la d�cada de los 90, cierto. En cambio, el kirchnerismo� lo tiene de candidato a Filmus, funcionario del menemista Grosso hasta 1992, y asesor de la ministra menemista Susana Decibe en el per�odo de mayor ofensiva contra la educaci�n p�blica; y como jefe de Filmus, al cavallista Alberto Fern�ndez. El "progresismo" kirchnerista lleva de candidato-estrella a uno de los mejores pichones de Menem, Daniel Scioli; dar� lugar en sus boletas a Quindimil, Otaceh�, Soria, y, por si faltaba m�s, en Salta el Frente Para la Victoria va en alianza con el procesista Partido Renovador Salte�o. Tal vez nada de esto extra�e si lo buscamos al propio Kirchner en la d�cada del 90: lo vamos a encontrar como un prolijo gobernador neoliberal, privatizador y desentendido de los "derechos humanos" que compr� como discurso despu�s del 2001� O yendo un poco m�s atr�s a�n, donde nos vamos a encontrar con un Kirchner dedicado a enriquecerse con negocios personales durante la dictadura, m�s cerca de alg�n milico sure�o que de un pa�uelo blanco.

Por otra parte, la derecha es garant�a de explotaci�n para los trabajadores y marginaci�n para las mayor�as humildes. En cambio, desde que asumi� Kirchner� la distribuci�n del ingreso, lejos de revertirse, contin�a su tendencia desigual donde a cada lucha salarial el gobierno le fija un "techo" negociado con los empresarios y los "gordos" de la CGT, para que la curva ascendente de ganancias empresariales no se opaque por culpa de los reclamos de los trabajadores� Y si alguno se sale de la receta, como el a�o pasado los trabajadores del Hospital Garraham, los ministros "progresistas" hablar�n de "terrorismo laboral" o de "delincuentes", como fueron denominados los maestros santacruce�os cuando la sangre de Fuentealba estaba reci�n derramada�

Pero ojo, porque la derecha cuando se ve amenazada por la movilizaci�n popular apela a la represi�n, ya sabemos� El kirchnerismo, en cambio� sabe que est� lejos todav�a de sentirse amenazado por la bronca popular, y entonces elige dosificar la represi�n para que se note menos. Pero a�n sin explosi�n social, qu� diferencia puede encontrar el vecino que en busca de una vivienda digna protagoniz� alguna de las distintas ocupaciones de tierras reprimidas recientemente, o los trabajadores del Casino flotante apaleados frente al Ministerio de Trabajo, o los docentes santacruce�os que se encontraron rodeados por Gendarmes en una provincia que el gobierno nacional militariz� para amenazar a los trabajadores�

Entonces, en estas elecciones, �est�n en juego dos modelos? De ser as�, se trata de dos modelos muy parecidos: el kirchnerismo quiere presentarse como una opci�n "progresista" que domestica con algunas concesiones a los sectores populares, para disputarle a la derecha la representaci�n de la "gobernabilidad" capitalista que seguir� garantizando los privilegios de las clases dominantes y la subordinaci�n del pueblo.

Los sectores populares y la izquierda, sin proyecto pol�tico de cara al conjunto de la sociedad

Si bien es notorio el retroceso del 2001 a hoy, el lugar de la movilizaci�n sigue siendo ocupado por los sectores populares organizados que mantenemos una posici�n cr�tica con el actual gobierno, y la izquierda en general. Tanto los conflictos reivindicativos de los trabajadores, estudiantes, desocupados o vecinos, como los grandes hechos pol�ticos que ata�en a los intereses populares (desaparici�n de Julio L�pez, 24 de marzo, 1� de mayo) siguen encontrando el mayor protagonismo en la movilizaci�n de las organizaciones populares y de izquierda.

Si alg�n dato queda para agregar a la caracterizaci�n del kirchnerismo que hacemos m�s arriba, es la capacidad que tuvo en estos a�os para desactivar la movilizaci�n de las organizaciones que se sumaron a su proyecto; con sus dirigentes enredados en distintas funciones del Estado, estas organizaciones perdieron la capacidad de reclamar por medio de la movilizaci�n los intereses de los sectores que representan.

Pero esta presencia en las luchas sociales y las denuncias contra la impunidad y las injusticias que mantenemos los distintos sectores populares y de izquierda, no se proyecta como alternativa pol�tica y queda instalada de cara al conjunto de la sociedad la falsa disyuntiva entre "dos modelos" que describimos m�s arriba.

Desde el Frente Popular Dar�o Santill�n sentimos esta falencia como propia. No creemos que el electoralismo y las viejas pr�cticas de los partidos de izquierda sean la soluci�n, sino parte del problema. Somos una organizaci�n joven y parte de un proyecto en formaci�n, sin m�s recursos que los que surgen de nuestras organizaciones de base y de nuestro trabajo militante. Pero esto no nos conforma: aspiramos a ser parte de un proyecto anticapitalista y antiimperialista de transformaci�n social, en sinton�a con los procesos de cambio que en otras partes del continente vienen protagonizando diversas organizaciones populares en Venezuela, Bolivia, Brasil, M�xico�

Por eso, si bien desconfiamos de los atajos electorales en una etapa como la actual, donde las organizaciones que luchamos por un cambio social no tenemos la fuerza suficiente como para encarnar una propuesta de cambio de cara al conjunto de la sociedad, estamos profundizando un camino de construcci�n de confianzas con organizaciones hermanas, como las que confluimos en el Encuentro Militante. De la madurez que los distintos sectores populares organizados demostremos para avanzar en la tan pronunciada y poco practicada "unidad", depender� que el futuro cercano nos encuentre en mejores condiciones de expresar una alternativa popular para la transformaci�n social.  

Fuente: lafogata.org

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