VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Argentina: La lucha continúa

Día mundial contra el trabajo infantil
En Tucumán hay más de 4 mil chicos que son explotados en el trabajo

Primera fuente

Unos 3.000 chicos de entre 6 y 17 años son sometidos a trabajar en actividades rurales mientras que el resto a tareas urbanas. Un informe del Ministerio de Trabajo de la Nación admite que en Tucumán faltan controles y sanciones por parte de entidades del Estado. Aseguran que la Argentina es el país de América latina donde el trabajo infantil ha crecido de forma más alarmante, al aumentar seis veces en los últimos años. En el marco del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, hoy a las 10.30 en la Casa de Gobierno se lanzó oficialmente una campaña nacional para combatir este flagelo.

El panorama es lamentable. En Tucumán hay más de 4.000 chicos de entre 6 y 17 años que son explotados laboralmente, según datos oficiales. El 80 por ciento de ellos, es decir unos 3.000 menores de edad, es sometido a actividades rurales mientras que el resto a trabajos urbanos, motivos por los cuales un 65 por ciento del total no asiste o deja de concurrir a las escuelas.

Los relevamientos esporádicos y controles laborales reflejan que desde el 2005 a la fecha los menores son ocupados en la actividad ladrillera (todo el año) y en las zafras de frutilla (septiembre), de papa (octubre) y la del citrus (otoño y parte del invierno). La cantidad de chicos explotados aumenta si se tiene en cuenta a los chicos lustrabotas, cartoneros y vendedores en la vía pública, que no son incluidos en los datos oficiales bajo el argumento de que no tienen una relación con una patronal. En estos casos, generalmente se trata de chicos sometidos por parte de padres u otros adultos.

Un relevamiento realizado por el Ministerio de Trabajo de la Nación en febrero pasado a través de la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (Eanna) reflejó que en Tucumán las estrategias utilizadas para erradicar, proteger y controlar el trabajo infantil son tareas difíciles.

'Los actores no toman posiciones claramente definidas (organismos de control)', especifica el informe al mismo tiempo que alerta que hay una cierta aceptación de determinadas ocupaciones, sobre todo aquellas que involucran el acompañamiento de los padres en actividades rurales, de cartoneo, cirujeo, que son denominadas como 'estrategias de supervivencia' o 'lógicas de acción' de las familias, o bien se les adjudica componentes positivos en cuanto a la formación de una 'cultura del trabajo'.

También se encendió luz roja acerca del rol del Estado. 'Faltan controles y sanciones por parte de entidades del Estado. Se enfatiza en la inadecuación de las estructuras y desempeños de los establecimientos educativos (saturados, estallados, sobrepasados) para la retención de los chicos que trabajan, especialmente para los que lo hacen o viven en situación de calle', remarca el informe elaborado para Tucumán.

En esta observación de especialistas sociales, se destaca que la legislación sobre el trabajo infantil es conocida sólo por los organismos gubernamentales que son delegaciones o tienen dependencia funcional con los Ministerios o Secretarías de Trabajo, así como por parte de las organizaciones sindicales contactadas. Pero resalta el desconocimiento en general por parte del resto, asociado a la ausencia de datos estadísticos sobre el trabajo infantil y sus manifestaciones que obstaculizan una comprensión más sistemática de este fenómeno.

En la Argentina el trabajo infantil creció en forma alarmante

En tanto, otro informe a nivel nacional sostiene que la el diagnóstico de la Argentina es 'lamentable', ya que es el país de América latina donde el trabajo infantil ha crecido de forma más alarmante, al aumentar seis veces en pocos años, como consecuencia de la crisis económica, según el informe del Ministerio de Trabajo de la Nación que abarca distintas áreas geográficas del país. La encuesta reveló también que el 6,5 por ciento de los niños de entre 5 y 13 años cumplen alguna tarea y que trabaja el 20,1 por ciento de los adolescentes de entre 14 y 17 años. En las ciudades, los chicos se desempeñan como cartoneros, vendedores de flores, malabaristas callejeros, mendigos, cirujas o explotados sexuales, y están más expuestos al contacto con drogas de todo tipo y su consumo.

En este marco se creó el Convenio Nº 138 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificado por la Ley Nacional Nº 24.650, que establece que todo miembro (país) para el cual esté en vigor se compromete a seguir una política nacional que asegure la prohibición efectiva del trabajo de los niños. Por ello se creó la comisión de seguimiento bajo el decreto Nº 719/00, del 25 de agosto de 2000, en el ámbito del Ministerio de Trabajo Empleo y Formación de Recursos Humanos. El decreto Nº 719/00 establece que el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, ejercerá la presidencia de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil.

Desde 2002, cada 12 de Junio se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, y este año desde la OIT se decidió dedicarlo a la lucha por la Erradicación del Trabajo Infantil en la Agricultura. Esto se debe a que a nivel mundial existen más de 132 millones de niños y niñas de 5 a 14 años que dedican sus vidas al trabajo y aproximadamente el 70 por ciento pertenece al sector rural. Es decir, que más de 90 millones de niños en todo el mundo se dedican a trabajar en el sector agrícola. Esta situación se agrava aún más cuando se toma conciencia de que la agricultura es uno de los tres sectores laborales más peligrosos, junto a la minería y a la construcción, en lo que hace a muertes, lesiones y enfermedades relacionadas con la actividad.

A partir de un informe revelador que data de 2002 acerca de un crecimiento exponencial en la cantidad de menores explotados, las autoridades de la OIT determinaron que cada 12 de junio se conmemore la lucha contra la explotación infantil enfocando diferentes características de este flagelo.    

Fuente: lafogata.org