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Argentina: La lucha contin�a

Otra vez sobre Horacio Gonz�lez y el gobierno de Kirchner
Una postal de decadencia

Juan Dal Maso

La columna de opini�n publicada en P�gina 12 por Horacio Gonz�lez el pasado 25 de Mayo, es una digna pieza intelectual de la era kirchnerista. Quiz�s hasta se transforme en un resto pampeano, que mirar�n sorprendidas las pr�ximas generaciones, como un notable documento de decadencia intelectual.
En efecto, desde Lugones dictando las conferencias de El Payador al gabinete ministerial o Astrada aleccionando a la Marina con su Sociolog�a de la guerra y filosof�a de la paz, la figura del intelectual portador de saberes que los gobernantes necesitan pero no poseen, fue puesta en crisis por la llamada "traici�n Frondizi" primero, luego por la radicalizaci�n de los �70 y finalmente, dictadura y derrota mediante, mut� a la figura de dudosos "think tanks" de consejeros y escritores de discursos edulcorados (El grupo Esmeralda con Alfons�n, Sarlo con Fern�ndez Meijide) y lisos y llanos alcahuetes.
Horacio Gonz�lez se debate, desde que asumi� Kirchner, entre estas �ltimas figuras de dudoso buen gusto. Hace cuatro a�os que Gonz�lez, con notoria Lealtad, le pide a Kirchner que haga cosas que �ste no tiene inter�s en hacer: ahora ampliar la "diferencia" con el pasado reciente argentino que supondr�a su gesti�n. Para esto, nuestro ilustre director de la Biblioteca Nacional recurre a toda clase de eufemismos para dibujar un Kirchner acorde a sus fantas�as.
Para hablar "en criollo", la "diferencia" de Gonz�lez quiere decir que Kirchner es distinto de los que gobernaron antes. Tan distinto que es nuestro pasaporte a un futuro de reparaciones. Un argumento insuficiente por no demostrado para utilizarlo de premisa para la adulaci�n, pero que en la imaginaci�n de Gonz�lez adquiere ribetes de una �pica desgarbada y teratol�gica.
Por ejemplo: "Parec�a venir de un destierro, aunque hab�a hecho largamente una pol�tica en provincias, problem�tico pago chico en el cual no mostr� los arranques que pronto exhibir�a." Indudablemente es m�s recomendable a los fines apolog�ticos decir que Kirchner "parec�a venir de un destierro" que decir efectivamente de d�nde ven�a: Por ejemplo de ser un activo operador, junto con Manzano, para que las provincias productoras de hidrocarburos presionaran en pro de la privatizaci�n de YPF, de pagarle 161 pesos de b�sico a los maestros o un poco m�s de 50 pesos a los municipales durante 17 a�os. Ser�a bueno que, adem�s de embelesarse con el ojo cerrado del presidente, Gonz�lez leyera los diarios, si es posible con los dos ojos abiertos...
Pero nuestro adulador oficial prosigue "Esa diferencia se not�, desde luego, en el campo de los derechos humanos, como si lo esencial de lo que hubiera que hacer surgiera de una reparaci�n largo tiempo postergada y que ahora era posible mentar. El Presidente cuid� esa diferencia, que era una diferencia basada en una exigente interpretaci�n de la historia argentina, que llevaba tambi�n a autocontener la represi�n policial, m�nima novedad que esp�ritus exquisitos pudieron desde�ar pero que marca un viraje necesario en el pa�s de la Semana Tr�gica, de la represi�n en las tinieblas o del sangriento diciembre del 2001".
Esa "diferencia en el campo de los DDHH" muy notoria en lo discursivo, se demostr� muy poco "diferente" a la hora de dar respuesta al reclamo de aparici�n con vida de Jorge Julio L�pez. Las denuncias realizadas por los organismos nucleados en Justicia Ya! son m�s que elocuentes. Entre otras situaciones escandalosas, la polic�a se bas� para "buscar" a L�pez, en las declaraciones de un hombre que dijo conocer a una adivina que de noche se transforma en �guila y volando desde Per� vio a Julio L�pez en una estancia. El gobierno no desconoce estos y otros hechos aberrantes del desempe�o policial en la causa, pero nada hace para que sea "diferente" �O ser� que Gonz�lez basa su valoraci�n del gobierno en informes dados por la misma se�ora que vuela por las noches? Sobre gustos...
Por su parte, la "diferencia que llevaba a autocontener la represi�n policial" no result� ser tal a la hora de llenar de gendarmes la localidad de Las Heras o las escuelas de Santa Cruz, o de acusar a los docentes santacruce�os de que se "autoagred�an" �O ser� que en el mundo imaginario de los kirchneristas donde hay "autocontenci�n" policial, los manifestantes se reprimen solos? La propia actitud represiva en Santa Cruz habilit� la represi�n de Sobisch en Neuqu�n. Pero estos son detalles demasiado prosaicos para el po�tico Gonz�lez.
La "diferencia" resiste todo: las alianzas con la llamada "vieja pol�tica", el rol funcional a EEUU respecto de los pedidos de captura de funcionarios iran�es, la curiosa "redistribuci�n de la riqueza" a favor de las petroleras y el lobby sojero, el caso Skanska con De Vido omnipresente, entre otras cosas.
Por eso nuestro adulador concluye llamando al gobierno a apelar al pueblo, queriendo en realidad llamar al pueblo a apoyar al gobierno: "Aquella inaugural diferencia, Presidente, es necesario mantenerla y ampliarla. Pero a esa diferencia que se mantiene es necesario reponerla con nuevos y efectivos llamados. A las palabras justas, sobran los que est�n dispuestos a escucharlas para ampliar la diferencia en la tarea colectiva".
Esta curiosa �pica de bolsillo, en la cual el gobierno y los trabajadores y el pueblo estar�amos hermanados por una dudosa "tarea colectiva" no puede sorprender a nadie. Un importante sector de la intelectualidad argentina ha hecho del transformismo un estilo de vida, de forma tal que las actitudes simiescas otrora propias de la intelectualidad de cu�o "gorila" se han extendido a los nuevos cortesanos intelectuales del kirchnerismo.
De esta forma, Gonz�lez ha sumado un nuevo personaje a los cl�sicos actos recordatorios del 25 de Mayo. Ese personaje es el adulador gubernamental bizarro, que a decir verdad ya forma parte de la tradici�n nacional, casi al mismo nivel que la improvisada, pero no menos �til y por todos nosotros aprovechada, costumbre de atar con alambre.
Lo distintivo es que, llevando hasta el absurdo la idea de Marx de que a la tragedia sucede la farsa, los aduladores vienen cada vez con contenidos m�s ins�litos a medida que pasan los gobiernos y que ciertos intelectuales se van poniendo grandes.     

Fuente: lafogata.org

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