Argentina: La lucha continúa

La lucha docente es nuestra lucha

El miércoles 4 de Abril de 2007 en la provincia de Neuquén fue asesinado Carlos Fuentealba en una represión policial contra los docentes que luchaban por un salario digno. Este es el hecho que reflejan los diarios; veamos que es lo que no nos cuentan.
La represión en Neuquén no es un hecho aislado, sino que se produjo también en otras provincias. La política represiva fue escalando en importancia con el correr de la lucha docente. A la represión en Salta le siguió la militarización de las escuelas en Santa Cruz (Provincia K), y a ésta el fusilamiento de un compañero en Neuquén.
En estas 3 provincias la represión fue ejercida por fuerzas policiales o militares que responden a los gobiernos provinciales o al gobierno nacional. La "cadena de mandos" hace que la decisión de reprimir no pueda ser tomada por las propias fuerzas: no hay represión sin una orden directa de las autoridades provinciales o nacionales a las que responden.
¿Por qué los gobiernos deciden enfrentar los reclamos salariales con la represión en un año electoral?
Comencemos por sus estrategias frente a la lucha. El gobierno nacional trató de fragmentar la lucha docente negociando por separado en cada provincia. Esta política fue avalada por la conducción nacional de la CTERA, que prefirió pactar por separado en el caso de la provincia de Buenos Aires. Vale recordar que el Secretario General de la CTA y CTERA, Hugo Yasky, conduce al mismo tiempo CTERA Buenos Aires.
De esta manera, buscó aislar el conflicto en las provincias, apostando al desgaste de los gremios con el objetivo de disciplinarlos, buscando que acepten el techo salarial que el gobierno trato de establecer.
Este disciplinamiento es una necesidad del gobierno en momento en que la CGT se debate entre aceptar este techo salarial o no hacerlo. El éxito de los docentes neuquinos en su lucha fortalecería esta última posición.
Ahora bien, ¿por qué el gobierno necesita frenar el contagio de la lucha docente a otras ramas de la economía?
En los últimos años, la acumulación capitalista se desarrolla en la Argentina sobre la base del aumento de la productividad y de la caída del salario real (es decir que el aumento de salario es menor que el aumento de la inflación), mientras la devaluación del peso permite a los empresarios volcar crecientemente la producción al mercado externo.
Esta forma de desarrollo permite aumentar la ganancia empresarial. Pero el aumento de salarios por sobre la inflación tiende a reducir esta ganancia acrecentada.
Por otra, parte la concesión de aumentos a los trabajadores del Estado tiende a reducir el superávit fiscal, que el Estado obtiene como parte de la ganancia empresarial acrecentada, y que el gobierno destina rigurosamente al pago de la deuda externa, a subsidiar a las empresas capitalistas y a financiar las compras del Estado a las mismas. Empresas y gobierno necesitan limitar los aumentos salariales al nivel de la inflación, allí donde los trabajadores pueden luchar por aumento de salarios.

¿Cómo responder a la política represiva?
30.000 almas en la plaza (según los diarios) y más…

El lunes 9 se realizó la mayor acción de resistencia contra la represión a las luchas salariales de los últimos años, y por lo tanto, una demostración de fuerza por la recuperación de las condiciones de vida arrebatadas a la clase trabajadora.
Los estudiantes, que en general somos trabajadores y calificamos nuestra fuerza de trabajo, fuimos parte de esta resistencia.
La situación hace necesaria que sigamos organizándonos y sigamos participando en la lucha social. El paro de los docentes universitarios del 11 y 12 de abril es una instancia más de esta lucha y expresa los reclamos como la renta de los ad-honorem, aumento salarial y la defensa de la educación pública.

l       Apoyemos el paro, con clases públicas, discusión en los cursos, y toda acción que unifique a docentes y estudiantes.
l        Hagamos de la Asamblea un órgano de participación, discusión y decisión de los estudiantes.           

Fuente: lafogata.org