Marabunta

El docente Carlos Alberto Fuentealba, fallecido ayer en horas de la tarde, es una nueva víctima de la brutalidad represiva de esta democracia de ricos. Asesinado ferozmente por la policía neuquina durante la represión ordenada por  el gobernador de esa provincia, Jorge Sobisch, el compañero Fuentealba se suma a la larga lista de mártires de nuestra clase trabajadora, como Víctor Choque, Aníbal Verón, Teresa Rodríguez, Carlos Almirón, Darío Santillán, Maximiliano Kosteki, entre otros, asesinados por las fuerzas represivas del estado en este período de supuesta democracia.
 
La responsabilidad política de esta muerte le corresponde a los gobiernos nacional y provinciales. El presidente Kirchner, Jorge Sobisch y el gobernador salteño Juan Carlos Romero, no podemos olvidar que también en Salta se produjo una fuerte represión, son los principales exponentes de la forma en que los gobiernos patronales responden a los legítimos reclamos de aumento salarial y mejores condiciones de trabajo por parte de los trabajadores.
 
Frente a esto, reivindicamos irrestrictamente la legitimidad de todos los métodos de lucha del pueblo trabajador para enfrentar la represión de los de arriba. En este sentido, exigimos la inmediata libertad de todos los compañeros detenidos ayer en la ciudad de Buenos Aires por repudiar activamente el asesinato del compañero docente a manos de la policía de Sobisch.
 
Profundizar la lucha
 
A nivel nacional los docentes vienen desarrollando importantes luchas en diversas provincias, que tiene en Salta, Neuquén y Santa Cruz las experiencias más ricas de las peleas en curso. 
 
El alto grado de organización y combatividad de los compañeros/as se sustenta en un ejercicio profundo de la democracia sindical y de base, donde las resoluciones de las asambleas son las determinantes. De esta forma, los reclamos sectoriales adquieren rápidamente una dimensión política indudable que pone en jaque a los gobiernos antipopulares con los que confrontan.
 
Frente a la firmeza y legitimidad del reclamo de aumento salarial que supo ganarse el apoyo popular, el gobierno nacional de Kirchner y los respectivos gobiernos provinciales respondieron con la militarización de las escuelas y a través del accionar de "grupos de tareas" en la provincia de Santa Cruz; y la represión abierta y salvaje en Salta y Neuquén. Mientras tanto, el ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, ¡sigue de campaña electoral en la ciudad de Buenos Aires!
 
También la burocracia sindical aportó a crear este escenario de represión: la CTERA desde principio de año sostuvo una política de colaboración con el gobierno que se plasmó en la firma del acuerdo Filmus-Yasky del techo salarial de $1040 y promovió el aislamiento y la entrega de todas las luchas que despertaban y se desarrollaban en las provincias. Hoy la situación se les escapó de las manos y la brutal represión los obligó a convocar a un paro nacional para el lunes 9, que debieron impulsar mucho tiempo antes y de esta forma, muy posiblemente, se hubiera evitado la terrible consecuencia de tener un compañero muerto. Que quede bien claro: por acción y omisión, la burocracia también tiene responsabilidad en este hecho trágico.
 
Desde M-IR llamamos a repudiar activamente en las calles la muerte del compañero Fuentealba e impulsar la más firme solidaridad con las luchas en curso hasta lograr su total triunfo. Tomemos la lucha en nuestras manos.
 
¡Basta de represión a los docentes en lucha!
 
¡Renuncia inmediata del gobernador Jorge Sobisch!
 
¡Fuera la Gendarmería de Santa Cruz!
 
¡Por una coordinación nacional de las luchas, independiente de los
gobiernos y de la burocracia sindical!
 
¡Por un salario mínimo igual a la canasta familiar!
 
¡Plan de lucha nacional para exigir lo que nos corresponde!
 
(06/04/07)
 
MARABUNTA
 IZQUIERDA REVOLUCIONARIA
(M-IR)