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Argentina: La lucha continúa

20 de marzo 1975, Villa Constitución.
Una causa abierta

La represión al movimiento obrero en los 70: el activismo fabril de la UOM en Villa Constitución

Agustín Santella
ANRED

El 20 de marzo de 1975 a la madrugada, la pequeña ciudad de Villa Constitución, Santa Fé, se despertó invadida por miles de efectivos de las fuerzas represivas. Con una lista de los domicilios provista por la empresa Acindar, policiales y parapoliciales se lanzaron sobre las casas de 200 activistas obreros. El operativo se extendió a lo largo del cordón industrial del río Paraná, pasando por el barrio de SOMISA de San Nicolás y las fábricas combativas del sur de Rosario. Qué impulsó tamaño operativo represivo.

Con Isabel de Perón como presidente desde la muerte de Juan Domingo Perón el 1º de julio de 1974, el gobierno nacional denunció un 'complot de características inusuales en la Argentina'. Este complot, según el comunicado oficial, pretendía paralizar la industria, amenazando a los obreros mediante el terrorismo para no ir a trabajar. Decía: 'La gravedad de los hechos es de tal naturaleza que permiten calificarla como el comienzo de una vasta operación subversiva terrorista, puesta en marcha por una deleznable minoría nacional'. Los diarios del 21 de marzo titularon: 'Denuncian que fue desbaratado un complot destinado a paralizar la industria pesada', La Opinión, o 'Denuncian amplio plan subversivo' Mayoría.

El verdadero motivo era otro: en la Seccional Villa Constitución de la UOM había ganado la oposición a Lorenzo Miguel. Un movimiento surgido de las bases, que expresaba un activismo fabril vinculado a la izquierda, similar al que entonces representaba René Salamanca en el SMATA Córdoba.

Un año antes, los metalúrgicos de Villa Constitución ocuparon las plantas con el apoyo de todo el pueblo, en reclamo por la democratización del gremio. Desde hacía años que la seccional se encontraba intervenida primero por Vandor y luego por Miguel (los dirigentes máximos de la UOM). Pero desde 1973 dirigentes independientes se encontraban al frente de la Comisión Interna de Acindar. En febrero de 1974, el Secretariado Nacional intentó echar a Alberto Piccinini y al movimiento combativo de la fábrica. Esto provocó la movilización de todo el pueblo. La gesta quedó en la historia como 'el Villazo'. El gobierno de Perón no pudo ignorar la fuerza de esta movilización y la UOM aceptó los reclamos de democracia sindical. El 16 de marzo, el festejo popular reunió a 12 mil personas en las calles de Villa Constitución. Piccinini y la Lista Marrón se impusieron cómodamente en las elecciones de noviembre de 1974.

Los obreros mostraron una realidad muy distinta luego de la represión del 20 de marzo de 1975, qué era lo que estaba enfrente del discurso de Isabel, López Rega y Lorenzo Miguel. El saldo de la represión había sido la detención de toda la Comisión Directiva de la UOM-Villa (sólo uno se salvó de casualidad). Cuando llegó la noticia los metalúrgicos, éstos paralizaron la producción. Los obreros, en estado de asamblea permanente, ocuparon nuevamente los establecimientos y pedían su libertad.

Comenzó así una larga y dura huelga con movilización por la libertad de los presos y la devolución del sindicato. Cuando la Prefectura rodeó la fábrica, los obreros se replegaron a los barrios. Un Comité de Lucha de fábricas y barrios encauzó la enorme participación y solidaridad de toda la zona. Se inició una resistencia de dos meses donde todos aportaron al fondo de huelga y a las masivas marchas del 16 y 22 de abril en el centro de Villa, respondidas con más represión.

Pero el gobierno de Isabel y Lopez Rega, con el apoyo de la CGT, estaba decidido a terminar con el movimiento obrero combativo. Aceptando el costo político que del operativo dejó a los dirigentes de Villa presos y sin abrir el diálogo con el movimiento de los obreros. Frente a la situación sin salida, los metalúrgicos debieron volver a fábrica el 19 de mayo, sufriendo más bajas entre despidos y asesinatos. (Efectivamente el gobierno pagó el costo, cuando en la huelga general de junio y julio los trabajadores impusieran la renuncia de López Rega, el jefe de la AAA).

Desde el regreso de Perón al gobierno en 1973, comenzaron las intervenciones a gobiernos provinciales y sindicatos independientes. La represión ilegal, llevada adelante por la AAA (Alianza Anticomunista Argentina) con el visto bueno del gobierno, creció con la impunidad y el apoyo material y financiero del Estado. Como mostraron los sociólogos Juan Carlos Marín e Inés Izaguirre, el genocidio comenzó antes del golpe del 24 de marzo. Entre mayo de 1973 y marzo de 1976, la represión estatal (legal e ilegal) detuvo a 1479 personas, con 542 muertos y 97 heridos. Lo mismo sucedió en Villa Constitución. El operativo 'antisubversivo' del 20 de marzo se prolongó durante meses, detuvo cientos de personas y asesinó a decenas de militantes. Los dirigentes democráticamente elegidos de la seccional metalúrgica continuaron detenidos toda la dictadura 'bajo el PEN'. Una que vez que salieron, ganaron otra vez las elecciones en el sindicato de Villa en 1983, con más votos que antes.

En estos momentos de revisión, donde se reviven los crímenes de la AAA y los años previos a la dictadura, la de Villa es una causa abierta.

Fuente: lafogata.org