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Argentina: La lucha contin�a

Segundas partes nunca fueron buenas...

Prof. Juan Carlos S�nchez

1. Una elecci�n cuestionable

Las numerosas irregularidades que se han detectado en numerosas mesas del Gran Buenos Aires y del interior del pa�s han te�ido de oscuro el resultado de las elecciones del 28 de octubre. Pero tambi�n brillaba la memoria de aquellas elecciones de 1995, que permitieron la reelecci�n de Carlos Menem luego de la reforma constitucional del a�o anterior aunque con notorios episodios cuya relevancia no fue tenida en cuenta por los multimedios, al igual que en este acto eleccionario, pero con una importancia may�scula.

Esta oscuridad matizada con la aparici�n de los desaparecidos en los padrones que, sin dudas, es justo y deber�a legislarse al respecto mediante una modificaci�n al C�digo Electoral Nacional; con el voto de los fallecidos, con el faltante de boletas opositoras al injusticialismo actual, como las de Elisa Carri� y de Pino Solanas, junto con el resto de las listas presentadas por los partidos de izquierda; con la ejecuci�n de una notificaci�n que no lleg� a las autoridades de mesa que deb�an desempe�arse en los comicios, para buscar su ausencia con la finalidad de ocupar aquellas mesas complicadas con militantes partidarios aunque tambi�n ello oblig� al desempe�o de funcionarios judiciales, como ocurri� en la Ciudad de Buenos Aires y con las cl�sicas travesuras electorales, sumadas a un desparpajo inusitado como aconteci� en Lomas de Zamora.

Si ya existe una crisis de legitimidad en forma sustantiva, ahora nos encontramos con un principio de crisis de legalidad en la faz arquitect�nica que corroe los cimientos de la d�bil democracia en la cual estamos inmersos. El fantasma del 2001 sigue en pi�. Los elevados incumplimientos estatales que afectan a los empleados del sector p�blico, incluyendo a los docentes, a los jubilados, a las personas con discapacidad y a los pueblos originarios, sumados a la inacci�n en materia social y sanitaria, vienen contribuyendo al desdibujamiento de la clase pol�tica que solamente atina a preservar sus privilegios en desmedro de los verdaderos intereses populares y en apoyo a la oligarqu�a local vinculada al Imperio. A esto se suma un acto electoral con ribetes que han sido ocultados y que ha tenido una particular caracter�stica: el festejo anticipado y continuado desde las 19.00 horas de aquel domingo de octubre...

�C�mo estaban tan seguros de la victoria?. Es la pregunta del mill�n, pero puede ser respondida con seguridad: estaban en las manos del Frente para la Victoria (fraudulenta) todos los resortes electorales, desde las viejas pr�cticas que dec�an, en el a�o 2003, que iban a combatir al manejo de los mecanismos de designaci�n de las autoridades de mesa y del escrutinio provisorio. �Puede ocurrir que el 70% de las autoridades de mesa no pudieron ser notificados? �Alguien di� una explicaci�n fundamentada sobre ello?. Dos preguntas que nos llevan a pensar en la intencionalidad de controlar sensiblemente las mesas electorales, al punto tal que bastantes electores fueron presionados sutilmente si encontraban el faltante de la boleta a la cual iban a sufragar, por parte de las autoridades impuestas por la ausencia de las que deb�an concurrir a cumplir con la carga p�blica. Por otro lado, tambi�n contin�an las viejas pr�cticas con respecto a los pueblos originarios, tal como ocurri� en Formosa, suprimiendo su identidad desde su nacimiento y encerr�ndolos hasta el momento de la votaci�n, con la finalidad de asegurarse los votos necesarios para perpetuarse en el poder.

Sin dudas, fue una elecci�n sumamente cuestionable con respecto a los mecanismos implementados y a la perpetuaci�n de viejos y nuevos vicios electorales que contribuir� a acrecentar ambas crisis. Y al igual que en 1995, cuando la segunda parte kirchnerista avance, luego de la asunci�n del 10 de diciembre, muchos ciudadanos dir�n yo no la vot�...

2. Lo que viene

El segundo mandato de Carlos Menem signific� el inicio de su decadencia pol�tica y ello debemos tenerlo en cuenta ante esta cuasi reelecci�n en clave femenina. A pesar de una oposici�n atomizada, en la cual Elisa Carri� ha repuntado y se consolid� como l�der opositora junto con el electo Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Ing. Mauricio Macri, la actual coyuntura socioecon�mica preanuncia el regreso del ajuste permanente y del control, aunque nunca se pudo evadir en la realidad, del Fondo Monetario Internacional.

Se viene un incremento sensible en las tarifas de los servicios p�blicos que afectar� a los sectores medios de la burgues�a, pero que tambi�n golpear� en los sectores populares pues ello dar� impulso al proceso inflacionario, en forma significativa, arrasando con las mejoras salariales obtenidas por quienes todav�a tienen el privilegio de trabajar en una Argentina donde el trabajo pas� de ser un derecho a ser un lujo o bien, un mendigar en las autopistas del empleo en negro.

La oligarqu�a volver� a exigir que se respeten sus privilegios y que se incrementen sus beneficios en detrimento de las grandes mayor�as sumergidas. El pacto social que propondr� la presidenta electa tendr� el condimento de asegurar el control social a trav�s de los sindicalistas corruptos que todos conocemos como tambi�n mediante la aplicaci�n de la Ley Antiterrorista sancionada por el Congreso Nacional. Sin dudas, nos encontramos ante un escenario en el que se ver� el recrudecimiento de la criminalizaci�n de la protesta social, lo cual comenzar� a advertirse durante la futura gesti�n macrista en la Ciudad de Buenos Aires.

Mientras tanto, con una oposici�n disgregada, incluyendo a una izquierda en el laberinto, como bien definiera Gustavo Robles, se vuelve a cumplir el principio maquiav�lico del 'divide y reinar�s' sumado a una concentraci�n de poder dada por la mayor�a absoluta del oficialismo en ambas c�maras del Congreso Nacional, lo cual permitir� un ejercicio discrecional del poder destinado a profundizar el modelo neoliberal impuesto por la dictadura militar y continuado en esta endeble democracia.

3. Las alternativas

Ante un panorama tan desolador como aterrador, se impone la construcci�n de un proyecto pol�tico que permita derribar el muro neoliberal. Resulta interesante lo que realiza Pino Solanas con su Proyecto Sur, que ha constitu�do la gran aparici�n en el escenario pol�tico a pesar de su escasa difusi�n. Sin embargo, las necesidades pasan por la unificaci�n de una fuerza de izquierda que sea capaz de ambicionar el poder con la finalidad de enfrentar al gigante que sigue derramando hambre y sangre por toda la Argentina, al igual que en el resto de Latinoam�rica.

Si bien se vienen articulando esfuerzos en varios sectores populares, todav�a no se encuentra el necesario l�der convocante para la mayor�a de los que hoy se encuentran dispersos, que siguen luchando a brazo partido pero en soledad absoluta. Y ello resulta imprescindible para la aglutinaci�n de las masas trabajadoras. El ego�smo dirigencial viene conspirando contra la articulaci�n de esfuerzos, pero son los militantes populares quienes deben exigir la construcci�n de una alternativa superadora que permita enfrentar al actual estado de cosas.

Muchos dir�n que es imposible luchar contra el justicialismo (o injusticialismo, seg�n se vea), pero es hora de intentarlo. Si no buscamos el camino hacia una oposici�n cohesionada con una verdadera vocaci�n de poder, que aglutine a la diversidad de expresiones pol�ticas partidarias de la izquierda, es probable que el Frente para la Victoria se constituya en un PRI como en M�xico. Pero ello es responsabilidad de todas y de todos los que transitamos el campo popular, a�n en las diferencias, para que podamos encontrar el camino hacia una Argentina con plena igualdad de oportunidades y con una verdadera justicia social que, hoy, est� ausente del discurso y de la pr�ctica oficial.    

Fuente: lafogata.org

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