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Argentina: La lucha continúa

Patria sojera o campesinos

Ana Sofía Quintana / Martín Flores 
Latitud barrilete

La economía regional del noroeste de Córdoba se ha caracterizado tradicionalmente por la cría de cabras y la fabricación de queso.
Durante largos años los pobladores orientados a la ganadería extensiva caprina, han utilizado los enormes y deshabitados eriales de algarrobo para la pastura de las cabras.
En general, complementaban su actividad con la producción de leña y carbón, dulces o arrope de algarroba, leche y queso de cabra.

Sin embargo, las transformaciones económicas ocurridas en el país durante los últimos años han motorizado el avance de la frontera agrícola de los grandes terratenientes. Pese a que las tierras locales exhiben un bajo nivel de rentabilidad para cultivo, los grandes latifundistas continúan su drástica expansión.

La sojización del país, que rebasa las fronteras de la coherencia y se derrama por los campos inundándolo todo, ha llegado ya hasta las postergadas zonas, fuera del área de riego, del noroeste de Córdoba. La siembra de soja en campos antes destinados a la ganadería vacuna, ha expulsado el ganado hacia tierras antes despreciadas.

Y a los empresarios del campo no les gusta la gente del campo. No quieren vecinos estos nuevos vecinos recién llegados. A pesar de que no utilizan el monte de algarrobo, cercan sus campos o matan a las cabras que consiguen entrar para pastar. Y sin donde obtener alimento necesario, as chivas pierden peso y se debiltan, enferman y mueren.

Muchos productores han cedido a las presiones y a los desalojos silenciosos. Y en tan desesperante situación han vendido todo por poco dinero para ir a engrosar los suburbios de las ciudades cercanas. En otros casos,

los desalojos no han sido nada silenciosos y los campesinos han sido expulsados a fuerza de topadora y policía, abogados y jueces al servicio de quien más paga. Códigos de leyes, estatutos, constituciones, universidades, aulas magnas, diplomas, cátedras y profesores, libros de tapa dura, la historia entera del derecho para nada. Instituciones de telgopor, moral de plastilina, país de utilería. Los mercenarios al servicio del dinero. Nada más. Mire usted a esos hombres de portafolio, los que matan mientras desayunan. Los chacales mostrando los dientes en favor de quienes todo lo tienen, arremetiendo una y otra vez contra quienes trabajan la tierra con sus propias manos.

Sin embargo, la gran mayoría de pobladores rurales ejercitan cotidianamente su porfiada resistencia en la tierra donde nacieron. Y así, de a dos, de a cinco, de a diez, van conformando un tejido, una red que los agrupa. Como las palabras, toman sentido cuando se juntan. Y así van cobrando cuerpo y color, vida y aliento.

Ante este panorama, los campesinos se movilizan e intentan resistir mejorando su producción y diversificando canales de comercialización. La Asociación de Productores del Noroeste de Córdoba (Apenoc) y las cooperativas de La Batea y Serrezuela, junto a INTA Cruz del Eje, vienen trabajando para llevar adelante un proyecto de mejoramiento y comercialización de leche caprina.

El proyecto regional caprino del Inta trabaja con los productores para mejorar la extracción de leche mediante la cruza de cabras con razas de mayor rendimiento.

-Este programa tiene el objetivo principal de mejorar el desarrollo regional. Se trabaja con grupos de economía de subsistencia, con productores muy alejados a los centros poblados, en zonas sin riego, a los que se les acerca tecnología que se adapte a las posibilidades de la región y que mejore la calidad de la producción -cuenta Rubén Rodríguez, técnico veterinario a cargo del proyecto-.

-Pero también está relacionado al proyecto Minifundio Caprino, que tiene mucha más implicancia social, en el cual se trabaja no sólo el tema tecnológico sino también el asociativismo, la organización.

-Además, un objetivo de nuestro centro es conservar la diversidad productiva de la región en todos los aspectos.

La raza Saanen, entregada a los productores, duplica y hasta triplica la producción de leche de las cabras criollas.

Setenta productores del departamento de Cruz del Eje, Ischilín y Punilla integran el proyecto. A ellos se les entregó aproximadamente 40 cabras. En el lapso de seis años, deben devolver 3 cabras por cada una de las entregadas, las cuales a su vez serán redistribuidas a otras cuarenta familias aún más alejadas de la ciudad, con menores capacidades de ahorro y con economías mucho más básicas.

El objetivo de este proyecto es además el fortalecimiento de los sistemas socio productivos locales para mejorar la seguridad alimentaria, el agregado de valor y la diversificación, lo que en definitiva apunta al desarrollo territorial.

La idea es instrumentar planes que tiendan a desarrollar las economías regionales. Sumar esfuerzos y trabajar cooperativamente es la forma de resistir al avance del campo sin campesinos.

Si los campesinos no tienen lugar en el campo, ¿pues dónde lo tienen?

Fuente: lafogata.org