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Argentina: La lucha contin�a


No sirven los m�todos chapuceros de "lo atamos con alambre se�or"

La liberaci�n de Luis Gerez produjo una ola de alivio en el pa�s. Pero los secuestradores andan sueltos todav�a y la pol�tica del presidente en la materia no sirve para prevenir esos delitos, como si optara por el "lo atamos con alambre" tan argentino.

Emilio Mar�n

Alguna vez se sabr� si existi� alguna negociaci�n entre el gobierno y la banda fascista que ten�a a Gerez para que �sta dejara en libertad a su presa minutos despu�s de que el presidente terminara de leer su discurso por cadena nacional. La secuencia de discurso-liberaci�n sirvi� magn�ficamente la escena para que el gobierno se atribuyera en exclusividad el m�rito de aquella liberaci�n. La f�bula dir� que Kirchner us� varias veces la expresi�n "Estado de derecho" y los parapoliciales y paramilitares se ablandaron de coraz�n o bien se arrugaron hasta las tripas y dejaron ir al ex testigo contra Luis Patti.
Ese final qued� entonces rodeado de esa sospecha. Pero de lo que no debe dudarse es que el secuestro existi� y que no fue mera m�mica. Tampoco puede creerse que el grupo secuestrador sea un invento gubernamental o de los medios o de la familia Gerez. Que en la Argentina hay grupos organizados de ultraderecha dispuestos a secuestrar, torturar y hasta asesinar a testigos de los juicios contra los ex represores, es una realidad perturbadora pero real.
Entre otras dolorosas pruebas, all� est� Julio L�pez, que lleva m�s de cien d�as sin aparecer, confirmando que los neonazis locales no son fantasmas del pasado. Son polic�as o ex polic�as, militares o ex militares de carne y hueso y con mentalidad cavern�cola pues reivindican el modelo videlista inaugurado en 1976. En todo caso se conformar�an m�s m�dicamente con una amnist�a para sus pr�ceres.
El alba�il que pod�a ser el desaparecido n� 30.002 volvi� de la pesadilla y podr� hoy o ma�ana prender el fuego para hacer el asado con sus amigos que qued� trunco el 27 de diciembre. Por fin un final feliz de una historia desgraciada.
Pero ser�a suicida creer que de aqu� en adelante la panacea antisecuestros es la receta oficial: un discurso K y a cobrar. Ojal� fuera as� de f�cil e indoloro el contrarrestar a los amigos enfierrados de Miguel Etchecolatz y Patti que a�n conservan posiciones dentro del aparato represivo estatal.
Si la democracia se duerme en los laureles, si se cree un cuento rosa basado en este lindo ep�logo del viernes, entonces los enemigos de la democracia volver�n a golpear. Y pueden hacerlo sin repetir el esquema puesto en escena con los secuestros de L�pez y Gerez. La pr�xima vez pueden atentar con bombas o hacer cualquier otra cosa que su perversa imaginaci�n les aconseje. Ya saben que el jefe del PEN les ha rechazado la inaudita pretensi�n de una amnist�a, que es su objetivo central de la etapa. �Qu� har�n de nuevo para conseguirlo?

La Corte

Si bien este tribunal no tiene la naturaleza menemista del que presid�a Julio Nazareno, que a�n no se haya hecho de tiempo para resolver sobre la inconstitucionalidad de los indultos de 1989 y 1990 ilustra sus limitaciones. La Corte no puede sustraerse al reto presidencial a la justicia toda, estampado en el discurso de anteayer. "Parte del problema que estamos atravesando es la lentitud de la justicia", critic� el patag�nico.
El tribunal que desde el mes pr�ximo presidir� Ricardo Lorenzetti dio se�ales de vida mediante un fallo sobre otro tema, de naturaleza distinta a los derechos humanos. �Siempre ser� prioritario el movimiento financiero por sobre esos valores? El mi�rcoles resolvi� que la pesificaci�n de enero de 2002 estaba justificada y orden� a un banco devolver a un cliente su dep�sito a valor 1,40 peso por d�lar, m�s el CER y un inter�s anual del 4 por ciento.
Se estima que de este modo el demandante podr� obtener, en pesos, un reintegro equivalente al precio actual del d�lar. Esto implica el cierre de unas 50.000 causas, que como la que motiv� la sentencia, hab�an sido motorizadas por ahorristas que no aceptaron el pago en bonos ni la reprogramaci�n de sus dep�sitos. Los que no emprendieron la v�a judicial no se beneficiar�n de esta resoluci�n, si es que se acepta que recuperar tres pesos por d�lar, luego de cuatro a�os y sin percibir el lucro cesante, puede ser catalogada de "beneficio".
Algunos especialistas especulaban si los bancos requerir�n compensaci�n al gobierno por las diferencias que pagaron antes a sus depositantes, cuando el billete verde cotizaba a cuatro pesos. En principio concluyeron que no lo har�n pero todo lo que tenga que ver con los reclamos del capital financiero local y trasnacional aconseja prudencia antes de emitir un juicio definitivo.
No ser�a de extra�ar que los titulares de los bancos pongan cara de buenos hasta que pase este momento en que est�n bajo el escrutinio de los medios, y luego vayan en fila india a pedir esa compensaci�n. Ser�a una injusticia teniendo en cuenta que pisaron los ahorros de la gente, fugaron 16.000 millones de d�lares al exterior y recibieron del Estado �con Eduardo Duhalde y Kirchner- otros 27.000 millones de d�lares aduciendo la pesificaci�n asim�trica.

La Triple A

La detenci�n en Espa�a del ex subcomisario Rodolfo Almir�n, que supo comandar los escuadrones de la muerte de la Acci�n Anticomunista Argentina, debe ser vista como una noticia positiva. La captura se produjo luego que el juez Norberto Oyarbide declarara cr�menes de lesa humanidad los cr�menes cometidos por esa organizaci�n en el preludio del golpe de Estado. Almir�n ten�a pedido de captura en esa causa, pero la niebla de la impunidad lo hab�a velado en los �ltimos veinte a�os.
Se estima que Oyarbide pedir� la extradici�n del detenido, quien de movida tendr�a que enfrentar acusaciones por los asesinatos del ex diputado Rodolfo Ortega Pe�a, el ex vicegobernador de C�rdoba Atilio L�pez, el ex laboralista Alfredo Curutchet y otras v�ctimas. La Triple A mat� a unas 1.500 personas que se opon�an al curso fascistizante de Isabel Per�n y su mano derecha Jos� L�pez Rega. Como se recordar�, esa administraci�n firm� los decretos secretos que convocaron a las Fuerzas Armadas a reprimir en el conflicto interno con la teor�a y pr�ctica de "aniquilar la subversi�n".
A Kirchner le viene bien el reflotamiento de la causa AAA. Es que el debate jur�dico y pol�tico en torno a la misma va a escrachar a dirigentes del peronismo tradicional. Se sabe que Antonio Cafiero y Carlos Ruckauf, entre otros, fueron ministros de esos tiempos en que la organizaci�n regenteada por L�pez Rega mataba a militantes populares y sobre todo a los cercanos a la Juventud Peronista.
Como el patag�nico va a encarar en 2007 la campa�a presidencial, en principio con la candidatura de su esposa Cristina, y en simult�neo quiere formar un movimiento pol�tico que "regenere" al justicialismo, todos los trapos sucios que se ventilen del per�odo 1973-1976 le pueden servir para esa reconversi�n del partido fundado por Juan D. Per�n.
Paradojalmente, revivir el expediente de la Triple A puede significar tambi�n una buena oportunidad para los defensores de los militares detenidos por violar derechos humanos. Ellos quieren escudarse en que la violencia estatal ven�a de antes del 24 de marzo de 1976 y volver�n a decir que al "aniquilar la subversi�n" despu�s de esa fecha s�lo cumplieron los decretos legales del gobierno constitucional anterior.

�Tan tranquilo?

El a�o que est� a punto de comenzar se esboza como tranquilo para el gobierno desde el punto de vista de la econom�a. Incluso las consultoras m�s refractarias a su gesti�n, como las neoliberales Fiel y Exante, coinciden en que el producto bruto crecer� entre el 6,5 y el 7,5 por ciento, con una inflaci�n del 10 por ciento o levemente superior. La recaudaci�n, como se estamp� en la ley de presupuesto, prev� un super�vit abultado, similar a los 22.000 millones de pesos o m�s con que cerrar� este ejercicio.
Por supuesto, estamos en Argentina, pa�s dependiente. Y por lo tanto la administraci�n central tendr� que poner gran parte de ese super�vit fiscal y encima salir a endeudarse, para pagar los vencimientos de la deuda externa.
A�n con esos inconvenientes, el Ejecutivo cree que podr� cabalgar una econom�a tranqui, que no brinca enloquecida como cuatro o cinco a�os atr�s. Pero eso no significa que 2007 vaya a ser tranquilo.
Una se�al de esos nubarrones la dio el movimiento piquetero, que acamp� en vano en Plaza de Mayo pidiendo un aguinaldo de 75 pesos y otras reivindicaciones que el presidente no se dign� escuchar. Tanto ninguneo puede conducir en alg�n momento a "la rebeli�n de los nadie", para parafrasear a Pino Solanas.
Los trabajadores ocupados est�n anticipando que en los pr�ximos meses van a hacer sentir fuerte sus reclamos. Es obvio que Hugo Moyano, cuando manifiesta su supuesta combatividad, termina hocicando en los despachos oficiales. Pero algo de bronca debe haber en su sindicato y otros para que el pope de la CGT declare que "las paritarias son libres, sin cupos ni techos". Otros caciques gremiales han dejado trascender su solicitud salarial del 20 por ciento, que duplicar�a la inflaci�n prevista.
Ese ser� un foco de conflicto real, por m�s que esos sindicalistas no sean dignos de la confianza de sus bases y muchas veces sean la voz del Estado ante �stas.  

Fuente: lafogata.org

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