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Medio Oriente - Asia - Africa

M�s algod�n, menos ganancias

Mientras los algodoneros estadounidenses recibieron unos 1.000 millones de d�lares en 2004/05. En ese mismo periodo, los productores de �frica subsahariana perdieron 450 millones de d�lares

Brahima Ouedraogo
IPS

El a�o pasado cosech� 47 toneladas de algod�n. Este a�o cosechar� 50 toneladas, pero ganar� menos", dijo el agricultor Fran�ois Tani, de la regi�n de Koumbia, en el occidente de Burkina Faso.

Tani aument� a 28 hect�reas sus tierras cultivables, pero ni aun as� tiene esperanzas de que una mayor cosecha se traduzca en mayores ingresos. S�lo espera que una mejor producci�n le permita no perder tanto dinero.

Hace dos a�os, el precio del kilogramo de algod�n sin procesar ascend�a a 42 centavos de d�lar. Para 2005 cay� a 35 centavos, y este a�o Tani deber� conformarse con obtener 33 centavos por kilogramo.

M�s de seis millones de personas dependen, directa o indirectamente, del comercio de algod�n en Burkina Faso. Por lo tanto, la ca�da sostenida de sus ingresos tiene graves consecuencias para este pa�s.

La situaci�n se repite en toda �frica occidental. Los agricultores de Mali obtuvieron este a�o 34 centavos por kilogramo de algod�n, y los de Benin, Chad y Costa de Marfil, poco menos de 33 centavos. Unos 20 millones de personas viven de este producto en �frica subsahariana.

La mayor responsabilidad es atribuida a Estados Unidos, en especial a los subsidios que otorga a 25.000 agricultores de ese pa�s.

"La producci�n de algod�n no es rentable para los estadounidenses. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional ya hubieran parado la producci�n si esa situaci�n se diera en �frica", dijo a IPS Fran�ois Traor�, presidente de la Asociaci�n Africana de Productores de Algod�n Africanos.

"Pero ellos son fuertes y ricos, por lo tanto pueden seguir produciendo algod�n", aunque no sea competitivo de no mediar los subsidios, a�adi� Traor�.

Algunos algodoneros ten�an esperanzas de que la Ronda de Desarrollo de Doha de negociaciones multilaterales enmarcadas en la Organizaci�n Mundial del Comercio (OMC) trajera cierto alivio.

La Ronda de Doha, lanzada en la conferencia ministerial de la OMC celebrada en 2001 en la capital de Qatar, ten�a como objeto asegurar a los pa�ses en desarrollo una participaci�n m�s justa en el mercado internacional, en parte terminando con los subsidios agr�colas.

Pero el fracaso de las negociaciones del mes pasado en Ginebra presagia un futuro sombr�o para los algodoneros como Tani. Las deliberaciones de la Ronda de Doha fue suspendida por tiempo indeterminado.

La situaci�n puede empeorar cuando el a�o pr�ximo se modifique la ley agr�cola de Estados Unidos. Los subsidios se rigen por esa norma, cuyo contenido se discute cada cinco a�os.

Todo parece indicar que ante la falta de nuevos acuerdos en la OMC, los cuales deber�an incorporarse a la ley, los congresistas estadounidenses no se inclinar�n en disponer recortes de subsidios que les ocasionar�an p�rdida de votos, con las elecciones parlamentarias de noviembre y las presidenciales de 2008 en el horizonte.

Pero a principios de este a�o, el �rgano de apelaci�n de la OMC confirm� --en respuesta a una demanda formulada por Brasil en 2005-- una disposici�n anterior seg�n la cual algunos de los subsidios, que benefician a los algodoneros estadounidenses, eran ilegales, en el marco de los acuerdos ya aprobados por este organismo.

La C�mara de Representantes de Estados Unidos respondi� aprobando la eliminaci�n progresiva, a partir de este mes, de 10 por ciento de los subsidios que ese pa�s paga, anualmente, a sus algodoneros.

Pero las consecuencias de la deformaci�n, ya existente, del mercado ser� dif�cil de eliminar.

Seg�n la organizaci�n humanitaria Oxfam Internacional, con sede en Londres, los algodoneros estadounidenses recibieron unos 1.000 millones de d�lares en 2004 y 2005. En ese mismo periodo, los productores de �frica subsahariana perdieron 450 millones de d�lares.

A la larga, la disminuci�n de los ingresos procedentes del algod�n podr�a repercutir en la calidad de la cosecha africana.

El gobierno de Burkina Faso mantuvo el precio de los 50 kilogramos de fertilizante qu�mico en unos 25 d�lares, que para muchos algodoneros sigue siendo excesivo. Por lo tanto, utilizan dos sacos de abono por hect�rea, en vez de los cuatro necesarios. Otros recurrieron a productos org�nicos.

Cambiar de cultivo no parece ser la soluci�n.

"No encontramos nada para reemplazar el algod�n. De lo contrario, ya lo hubi�ramos hecho. Lo intentamos con s�samo y con cereales, pero no funcion�. Como muchos productores comenzaron a cultivar cereales, su precio tambi�n cay�", dijo a IPS Lamoussa Ouattara, un algodonero de la occidental provincia de Leraba.

"No s� cu�nto tiempo m�s podremos aguantar si nada cambia", advirti� Ouattara 

Fuente: lafogata.org

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