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Medio Oriente - Asia - Africa

Los libaneses reviven escenas de la devastadora guerra

Gara

El aislamiento al que Israel está sometiendo al pueblo libanés ha hecho que empiecen a escasear los alimentos y el combustible. Además, los bombardeos sobre las centrales eléctricas han dejado a gran parte de la población sin luz.
La situación hace rememorar a los libaneses la larga guerra civil (1975-1990) que destrozó el país.
Pese a los mensajes tranquilizadores de las autoridades, la gente está preocupada por un posible desabastecimiento. Ya ayer se empezó a notar la escasez de combustible, así como de pan y otros productos alimentarios básicos.
En previsión de que la situación empeore, la población acudió en masa a los supermercados para proveerse de víveres. Alimentos no perecederos, como arroz, pasta, agua, zumos, eran los más demandados, puesto que los frecuentes cortes de electricidad no permiten conservar otros productos. La falta de electricidad ha obligado a muchos a desempolvar aquellos viejos generadores de gasóleo que les sacaron de más de un apuro en los años de guerra.
Ante el cruce de mensajes contradictorios, los libaneses, curtidos en situaciones de escasez, toman la opción más prudente. Así, mientras que el presidente de importadores de carburantes aseguraba que «existen cantidades suficientes de gasolina, gas y petróleo para varias semanas», el presidente del Gremio de Gasolineras no era tan optimista, y calculó que el combustible se agotará dentro de «cuatro o cinco días».
La realidad es que los libaneses tuvieron que volver a hacer largas colas en las gasolineras, que, además, empezaron a limitar la cantidad a cada cliente. Ayer no vendían más de 10 euros por persona.
«No resisto otra guerra», decía ayer entre lágrimas Nora el Sayeh, quien fue evacuada de Beirut a territorio sirio.
Muchos libaneses intentan salir de la capital, pero Israel ha destrozado carreteras, el aeropuerto y ha bloqueado el puerto. Cientos de coches, autobuses y camiones se amontonan en las aduanas. Algunos se refugiarán en Siria, en casas de familiares, con la esperanza de que la situación mejore.
Otros, como el joven Ahmed Waked, cree que la guerra es inminente y dice que no va a regresar a Líbano.
Los habitantes de Haifa (Israel) recibieron la orden del Gobierno israelí de protegerse en los búnker que tienen en el pueblo o dentro de sus casas, debido al temor de que caigan más cohetes. En Nahariya, objetivo de los ataques de Hizbula, miles de israelíes han huído, y los que quedaban se refugian en los búnker.   

Fuente: lafogata.org