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Medio Oriente - Asia - Africa

Hamas, ¿adiós a las armas?

 Paco Peña
El Siglo

El mundo occidental enmudeció durante algunas horas esperando el resultado oficial entregado por las autoridades palestinas. Obedeciendo quién sabe a quién, en el curso de las primeras horas del día 26 de enero, radios, TV y periódicos del llamado « mundo libre » avanzaron sibilinamente la idea que la disputa por los 132 escaños de la Asamblea legislativa palestina, era muy reñida entre el Fatah y el Hamas.

Pero el triunfo del Hamas (Movimiento de la Resistencia Islámica) fue inapelable. A muchos les ha sorprendido que un movimiento que sólo tiene diecisiete años de existencia haya podido vencer al Fatah, la organización del presidente Arafat.

Una mirada más acuciosa sobre los últimos acontecimientos políticos de ese país, debería haberlos puesto sobre aviso. En efecto, en las últimas elecciones municipales de diciembre de 2004, el Hamas ya había demostrado su fuerza no sólo en la franja de Gaza, sino también en numerosas comunas de Cisjordania, feudo hasta entonces del Fatah.

Hamas fue la principal fuerza política que animó la segunda Intifada (2000) y su brazo armado, Ezzedín Al Qassam, se impuso sobre todo en Gaza, como el más eficiente grupo de resistencia a las tropas de ocupación israelíes.

Influenciado por el movimiento islámico de los Hermanos Musulmanes -fundado éste en Egipto en 1928 por Hassan Al Banna- el Hamas tuvo como líder durante años a Cheik Yassin, paralítico y ciego, asesinado en su silla de ruedas por el ejército israelí en 2004. Su máximo dirigente, Khaled Mechaal, está exiliado en Damasco y varios otros cuadros, como Is mael Haniye, que encabezó las listas de Hamas en las recientes elecciones, sobreviven en una peligrosa clandestinidad, toda vez que el estado sionista aplica contra Hamas su política de asesinatos preventivos.

Hamas es el acrónimo de Movimiento de la Resistencia Islámica, fundado durante la primera Intifada en los años ochenta. Tel Aviv creyó ver ahí la ocasión ideal para dividir a los palestinos y permitió al comienzo el desarrollo de esta organización.

Hamas propugna la creación de un estado palestino musulmán y el término de la colonización israelí sobre el conjunto de la Palestina histórica, esto es, desde el Jordán al Mediterráneo. No pertenece a la OLP y hasta ahora había contestado su legitimidad, negán dose a participar en las primeras elecciones legislativas de 1996, donde el Fatah obtuvo la mayoría de los 88 escaños y se opuso al igual que otros partidos al proceso de paz iniciado en Oslo en 1993. Sus redes de ayuda caritativa en el ámbito social, de la salud y de la educación, le han valido una gran popularidad entre la población. Por otra parte, su intransigencia frente al ocupante israelí y las acciones realizadas por su brazo armado le confirieron igualmente un gran prestigio.

La estupefacción del « mundo libre » va a parejas con la preocupación por el futuro de esa región. Las declaraciones de los dirigentes de Estados Unidos e Israel, en el sentido que no aceptarán que Hamas represente a los pal estinos, traduce una curiosa concepción de la democracia.

Una de las razones esgrimidas por EEUU para llevar a cabo su « guerra infinita contra el terrorismo » -y que Israel, su simbiótico aliado lleva a cabo por su parte en Palestina- era, dijo Bush, crear las condiciones para el establecimiento de la « democracia»….¡como en Iraq ! Esto es, una fuerza de ocupación aborrecida por la población y con títeres obsecuentes como gobernantes instalados por las mismas.

La manoseada democracia «a la norteamericana » parecería no aplicarse a Palestina. Ehud Olmert, presidente interino que reemplaza a Sharon, lo ha dicho sin ambages : « Israel no puede aceptar que en su forma actual Hamas sea parte de l gobierno palestino ». En el mismo sentido abundó Bush. Olmert en un gesto "democrático" anunció como represalia por la victoria de Hamas, la congelación de 50 millones de dólares, impuestos y tasas recaudados por Israel y propiedad de la Autoridad Palestina, que como no dispone de puertos ni de aeropuertos ni aduanas, no puede recolectarlos. Los aeropuertos o puertos que existían en Gaza, construidos con fondos de la UE, fueron arrasados por los tanques y buldózers israelíes enviados por Sharon a inicios de la segunda Intifada.

La Unión Europea junto a Rusia la ONU y EEUU, conforma el « Cuarteto » encargado de aplicar el nunca aplicado plan de paz. La obstinación israelí y la activa connivencia y apoyo norteamericanos, acusaron durante años al presidente Arafat de ser un « un obstáculo para la paz », pero ahora se verán en duros aprietos. En efecto, ¿Cómo conciliar el manido discurso sobre las virtudes democráticas del "mundo libre" y el respeto a la expresión de los ciudadanos palestinos en las urnas ?

Tanto EEUU como la UE contribuyen con 234 y 612 millones de dólares respectivamente a engrosar las esmirriadas arcas palestinas, lo que permite el funcionamiento de la infraestructura de este embrión de estado, siempre aplazado y jamás acabado. Países árabes también contribuyen con casi 300 millones de dólares.

La UE ha esgrimido la amenaza del cese de esta contribución para lograr que el Hamas

adopte una actitud más moderada. Poco importa lo que el pueblo soberano haya expresado claramente en las urnas. Fuentes norteamericanas señalan sin embargo que la UE no puede ir muy lejos, puesto que si se corta la ayuda financiera, Irán ocupará el lugar dejado por los europeos.

La lección mayor de las legislativas palestinas es que su resultado consagra el fracaso de la política llevada a cabo, no sólo por la Autoridad Palestina, sino por europeos, israelíes y norteamericanos.

En efecto, luego de más de diez años de proceso de Oslo, diez años de engaños, tergiversaciones, amenazas, retrocesos, represión, asesinatos, colonización, bombardeos y estigmatización de los combatientes palestinos, la paciencia de éstos pareciera haber sido colmada y tal vez quisieran ver concretizados los frutos de tantos años de sacrificios y concesiones otorgados al ocupante por el Fatah.

Como era de esperarse, ya comienzan a aparecer fisuras en la UE. Blair y Berlusconi, los obedientes soldaditos de Bush, querrían que la UE adoptara una actitud más dura frente al Hamas y señalan que desde septiembre de 2003 la UE ya lo había incluido en la lista de « organizaciones terroristas », razón por la cual la ayuda económica europea debería cesar. Francia subraya que la suspensión de la ayuda europea perjudicaría sobre todo a la población palestina. La reunión de los ministros de RREE de la UE en Bruselas, seguramente seguirá la opción francesa, esto es privilegiar el pragmatismo, el gradualismo y esperar que el contacto con la realidad del poder estatal, haga más « razonables » a los dirigentes de Hamas.

Pero éste, por boca del máximo dirigente de la franja de Gaza, Mahmud Zahar, ha declarado que no reconocerían « a la entidad sionista, aunque no excluimos una tregua de larga duración ».

La Canciller alemana Angela Merkel, en visita a Israel, se ha apresurado a declarar que « Hamas debe adherir al proceso de paz y reconocer el derecho a la existencia del estado de Israel ». Plantear desde el comienzo esta cuestión y no « darle tiempo al tiempo » como algunos israelíes lo han expresado y esperar una evolución progresiva de Hamas, es encaminarse voluntariamente o no a un callejón sin salida.

La propaganda israelí ha comenzado a destilar su veneno urbi et orbi: Hamas querría la destrucción de Israel y el estado sionista estaría en peligro. Patrañas. Se sabe que nunca Israel ha sido tan poderoso como hoy -goza de una cuantiosa ayuda militar norteamericana y del presupuesto militar más elevado de la región- y los planes de destrucción a los que se hace alusión, aparte de la retórica principista recurrente o para consumo islámico interno, no están por cierto a la orden del día. Hamas ha hecho saber por otra parte, que cumplirá los acuerdos ya existentes firmados por los gobiernos palestinos precedentes.

Es previsible que EEUU e Israel sigan manteniendo la misma obcecación que durante estos últimos años y continúen posponiendo sine die el establecimiento de un estado palestino soberano, esto es, con fronteras viables y continuas sobre la base d e los territorios bajo su tuición anteriores a 1967, con Jerusalén Este como capital, una solución justa relativa a la expulsión de los palestinos de sus tierras, y no un estado reducido a un bantustán infectado por fuerzas de ocupación y puestos de control.

Lo más grave sin embargo sería un conflicto intrapalestino. Es el sueño acariciado por Tel Aviv.

Dirigentes de Hamas han hecho saber que excluyen cualquier confrontación con el presidente Mahmud Abbas y que no se opondrán si éste entabla negociaciones con Israel.

En ese sentido el Fatah tiene una responsabilidad mayor y hoy, al rehusar el ofrecimiento de Hamas para formar un gobierno de coalición, de unidad nacional frente al enemigo, manifiesta obcecación y despecho. Tal vez en la mente de los despechados dirigentes del Fatah resuena la sentencia brechtiana : « Puesto que el pueblo no nos ha seguido, en lugar de cambiar a los diputados, cambiaremos al pueblo… »

El Hamas ha obtenido 74 diputados y el Fatah sólo consiguió elegir 45, nueve pertenecen a partidos menores y 4 son independientes, pero tres de éstos últimos, fueron elegidos con el apoyo de Hamas. Los candidatos de Hamas en Jerusalén fueron detenidos por los israelíes y no pudieron realizar sus campañas normalmente.

Un millón 340 mil electores (811 198 en Cisjordania y 529 475 en Gaza) han procedido a renovar el nuevo Consejo Legislativo palestino compuesto desde ahora por 132 diputados.

Entre los partidos que presentaron candidatos se encontraba el prestigioso dirigente del Fatah de Cisjordania, Marwan Barghuti, 46 años, preso en Israel y condenado a varias cadenas perpetuas.

El Fatah prometió demasiado tarde « poner fin al caos » y reformar las instituciones palestinas. Las críticas por falta de probidad hechas a las autoridades palestinas, pesaron en el resultado del escrutinio. Fatah preveía en su programa obrar por el fin de la ocupación sobre la totalidad de los territorios ocupa dos por Israel en 1967 y la creación de un estado palestino con Jerusalén Este como capital. Propugna además una solución « justa » al problema de los refugiados, reafirmando la decisión estratégica de encaminarse resueltamente por el sendero de la paz con Israel, pero defendiendo « el derecho de resistencia a la ocupación ».

Entre las otras listas encontramos al FPLP -fundado por el cristiano George Habache en 1967- y dirigido ahora por Ahmed Saadat, de 52 años, quien se encuentra preso en Jericó, luego del atentado que le costó la vida a un ministro israelí, ejecutado en represalia por el asesinato por parte de Israel de su predecesor, Abú Alí Mustafá. El FPLP criticó el proceso de paz de Oslo y ha manifestado su hostilidad al llamado « plan de ruta » propuesto por el « Cuarteto » al mismo tiempo que rei tera su apoyo a la Intifada.

Mustafá Barghuti, médico de 50 años, ex secretario genral del Partido del Pueblo (comunista) fue candidato a la presidencia en 2005 y encabezó la lista « Palestina Independiente ». Opositor a la Autoridad Palestina, proponía un estado palestino con Jerusalén Este como « capital eterna », el retorno de los refugiados expulsados por el ejército israelí, la destrucción del « muro de la vergüenza » edificado por Sharon y la continuación de la Intifada.

Otra lista fue presentada por el FDLP, -escisión del FPLP, fundado por Nayef Hawamet en 1969- y hoy representado por Abú Leila.

También se presentó la lista del FLP, organización c reada en 1977, de una escisión del FPLP-CGE, pro baasista, dirigido por Omar Chibli, pero que antaño fue dirigido por Abú Abbas, refugiado en Iraq, hecho prisionero por las tropas invasoras, murió en cautividad.

Libertad y Justicia Social concurrió a las elecciones en nombre del FLPP, Kafi y los Verdes , encabezado por Ahmed Maldaloui y Farah Subayl. El FLPP, fue fundado en 1968 por Abú Gharbieh, proviene de una escisión del Fatah.

La lista Tercera Vía, se presentó bajo la égida de dos personalidades palestinas : Salam Fayyad, funcionario del Banco Mundial y de Hanan Achrawi. Es la lista que tenía un velado apoyo occidental, Israel les permitió hacer campaña sin problemas.

Finalmente, la lista del FLA, fundado en 1969 con estrechos lazos con el Baas iraquí, encabezada por el general Salim Al Bardim, ex director de la policía palestina.

Hamas ha llamado al Fatah a la constitución de un gobierno de coalición, de unión nacional, y se puede constatar que desde hace algunos años la organización islámica no excluye un diálogo « indirecto » con Israel, y recalcan que la tregua convenida bajo petición del actual primer ministro Mahmud Abbas, ha sido violada en repetidas ocasiones por Israel, que ha asesinado a militantes y dirigentes de Hamas.

El presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas, queda por supuesto mal parado luego de esta justa electoral. En su ocasión, criticó la « intransigencia » del presidente Arafat y pretendió siendo ministro tener en sus manos el control de las fuerzas de seguridad en detrimento de Arafat. Preferido por israelíes y norteamericanos, ese ha sido tal vez su talón de Aquiles : para el pueblo palestino ocupado, un presidente palestino no puede aspirar a ser bien visto por sus enemigos.

Hamas siempre se ha referido a sus relaciones con Israel empleando la expresión de « tregua » y no tratado de paz, puesto que sigue considerando la presencia israelí en la Palestina histórica como una agresión. Habla entonces de una « tregua prolongada » y no de tratado de paz.. La organización islámica no está dispuesta a sentarse en la mesa con los ocupantes y algunos de sus portavoces han evocado la posibilidad de un « intermediario » entre éstos e Israel. En todo caso ha reafirmado que no habrá negociaciones hasta que Israel se retire de los territorios ocupados en 1967.

El discurso de Hamas es conocido y sería un error creer que en su interior no hay posiciones encontradas. Un sector, fuerte de la espectacular victoria obtenida, podría implicarlo aún más en el pr oceso político que conlleva obligatoriamente negociaciones con el enemigo. Hamas podría abandonar en parte su característica primigenia, esto es, su rasgo de organización casi exclusivamente de combate. Aunque Israel, ha dicho que no negociará con una « organización terrorista », es preciso señalar que Tel Aviv tenía el mismo discurso hasta los años noventa con respecto a la OLP. Por otro lado, como es sabido, los tratados, treguas o cese el fuego se firman entre enemigos y no entre amigos.

El problema de Hamas es cómo transformarse en poco tiempo en un partido capaz de participar con eficiencia en el juego político, en el marco de las instituciones palestinas que durante tanto tiempo consideró como ilegítimas. Es posible no obstante constatar claros indicios de un salto cualitativo. En primer lugar, su participación en las elecciones municipales de diciembre de 2004, en la s del 25 de enero y en la proposición hecha al Fatah de constituir un gobierno de « cohabitación ».

Con la espectacular victoria de Hamas, la bala, o las bombas, están por cierto en este caso en el otro campo.

Para El Siglo, Paco Peña, París, 29 de enero de 2006.

Fuente: lafogata.org