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Medio Oriente - Asia - Africa

Norcorea ingresa en club at�mico
Termina monopolio nuclear de las grandes potencias

Lisandro Otero
Rebeli�n

La detonaci�n de una bomba at�mica por la Rep�blica Popular de Corea ha concluido el per�odo hist�rico del monopolio nuclear de las grandes potencias. Ahora sucede el p�nico de los grandes y la alegr�a de los peque�os. El Consejo de Seguridad de la ONU fue llamado a una sesi�n de urgencia. La intenci�n es amedrentar a los norcoreanos con sanciones que incluyan desde la supresi�n de los env�os de petr�leo hasta un renovado y acrecentado embargo econ�mico. La importancia pol�tica de este paso reside en que a partir de ahora el poder�o nuclear no puede usarse como un arma de contenci�n, represalias o chantaje diplom�tico contra los pa�ses subdesarrollados.

En 1994, el ex presidente Jimmy Carter visit� Pyongyang y Kim Il-sung le propuso una reuni�n entre los l�deres de ambos pa�ses, norte y sur de Corea, pero al mes siguiente el l�der norcoreano muri� de un ataque cardiaco y los preparativos se cancelaron. Antes a�n, en 1972, ambos pa�ses emitieron un comunicado en el que respaldaban la posibilidad de unirse de manera pac�fica y escalonada. La divisi�n de la pen�nsula coreana se debe a las luchas en las guerras antijaponesas, el norte se hab�a distinguido m�s en la resistencia. En 1948 qued� oficialmente constituida la Rep�blica Popular Democr�tica de Corea, con su Jefe de estado, Kim Il Sung.

En octubre de 2002 la Secretaria de Relaciones Exteriores, Madeleine Albright visit� Pyongyang para preparar una visita del presidente Clinton, que finalmente no se produjo por presi�n del partido Republicano. En 1994 se hab�a logrado un acuerdo entre Norcorea y Estados Unidos mediante el cual se congelar�a el programa con plutonio de los coreanos y a cambio recibir�a de los norteamericanos dos centrales nucleares de agua ligera, que no son aptas para desarrollar armamento. Desde que Bush lleg� al poder ha dado pasos para demoler los acuerdos con los norcoreanos, mientras trata de levantar nuevas barreras mediante maniobras diplom�ticas viciadas.

Han transcurrido m�s de cincuenta a�os desde la guerra que entre 1950 y 1953 caus� la muerte de 34 mil norteamericanos, un mill�n de coreanos y un cuarto de mill�n de chinos. Truman pidi� y obtuvo el apoyo de Naciones Unidas para efectuar una guerra con un ej�rcito intermediario, dirigido por generales yanquis pero con banderas internacionales. El general McArthur subvalor� a China y la consider� menos preparada b�licamente de lo que realmente estaba. Esa suma de errores condujo a aqu�l ba�o sangriento. McArthur quiso invadir China, atac�ndola con proyectiles nucleares, a lo cual Truman se neg� y su manifiesta indisciplina provoc� la destituci�n del general.

Actualmente ocho pa�ses cuentan con armamento at�mico: Estados Unidos, Rusia, China, Gran Breta�a, Francia y de manera extraoficial India, Pakist�n e Israel. Desde la explosi�n del seis de agosto de 1945, en Hiroshima, se han producido dos mil explosiones at�micas pero ninguna ha causado tanto alboroto como la de Norcorea. Actualmente existen veintinueve mil cabezas at�micas y el 96 % de ellas se hallan en Estados Unidos y Rusia. Norcorea ya demostr� poseer cohetes de largo alcance, llamados Taepodong, que han sobrevolado por encima de Jap�n. O sea que posee, adicionalmente, los medios de enviar sus bombas at�micas a destinos lejanos.

A�n se discute la procedencia del acto de barbarie cometido en Hiroshima y Nagasaki que algunos disfrazaron como una necesidad militar. El presidente Harry Truman, quien tom� la decisi�n final aconsejado por el Estado Mayor del Pent�gono aleg�, entonces, que con esa demostraci�n de fuerza se evitaba el asalto final contra las islas japonesas para culminar el conflicto armado en el Pac�fico. Los analistas de la Casa Blanca dijeron entonces que con esas 200 mil vidas japonesas se hab�a ahorrado un mill�n de vidas norteamericanas, que es lo que habr�a costado la invasi�n a Jap�n. Son muchos los que difieren de ese estimado. Jap�n estaba pr�cticamente derrotado. Alemania, su socio en el eje geopol�tico, hab�a capitulado. Las Filipinas, Iwo Jima y Okinawa hab�an ca�do bajo control norteamericano, Tok�o estaba siendo bombardeado, la flota imperial hab�a sido destrozada en la batalla de Midway y resultaba poco menos que inoperante. Era cuesti�n de tiempo la rendici�n del Mikado. Hiroshima ha quedado como el s�mbolo de la bestialidad militarista de la estupidez sin sentido, de la demencia destructiva que se apodera de los gobernantes ofuscados por la obsesi�n triunfalista. Hiroshima es el s�mbolo del mayor acto terrorista jam�s cometido en la historia humana.
Nos hallamos en el umbral de un giro hist�rico en las relaciones internacionales, un acto de rebeld�a de un pa�s peque�o que usa sus recursos para erigir una cortina de defensa ante un imperio agresivo, abusador y prepotente. Norcorea merece el respeto y el apoyo de los pa�ses subdesarrollados, excoloniales, preteridos y explotados. La posesi�n de la bomba at�mica por Israel no provoc� ning�n acto de protesta ni reuni�n alguna del Consejo de Seguridad, pese a que desde all� se amenaza a todos los pa�ses del Oriente Medio. No hay que dejarse confundir con los chillidos de alarma contra Norcorea de las potencias que desean preservar su privilegiado control de la fuerza nuclear.

gotli2002@yahoo.com 

Fuente: lafogata.org

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