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Latinoamérica

¿Resolverá el problema de la vivienda el plan de Evo Morales?

Jaime Duran Chuquimia (*)

El problema de la vivienda parece sencillo, en resumidas cuentas se trata dos clases de déficits: El cualitativo y el cuantitativo, el primero se refiere a la cantidad de hogares que no tienen un techo sobre sus cabezas y el cuantitativo a cuantas familias tienen viviendas que, sin embargo, no reúnen las condiciones que las hagan merecedoras de tan honroso nombre. Cierto que esta es una definición tosca del asunto, puesto que la vivienda es mucho más que cuatro paredes, pues si somos exquisitos el concepto debería abarcar al "hábitat" que implica tratar de entender el entorno, no sólo material sino espiritual que implica el bello acto de vivir en una vivienda.
Más para los propósitos de esta nota, no es necesario entrar en tales honduras, nos reúne aquí observar si el plan de la Administración Morales tiene las condiciones para resolver efectivamente el problema de la vivienda y no si el hábitat es abordado integralmente. Para empezar es bueno cuantificar la naturaleza de la cuestión, para hablar en números gruesos digamos que el cuantitativo alcanza a 200.000 unidades habitacionales y el cualitativo a 800.000 viviendas. ¿Cómo se piensa atacar esta cuestión? Y para no hacer excesivamente extenso este artículo ocupémonos únicamente del déficit cuantitativo, sobre el cualitativo el razonamiento básicamente es el mismo, sólo que, si se quiere este último es más fácil ponerlo bajo la alfombra, al fin y al cabo a quien reclama sobre las pésimas condiciones de su vivienda, se le puede decir, que más bien agradezca a Dios por tener una casa, pues hay gente que ni eso tiene.
Comencemos por la danza de los números, el Plan Nacional de Desarrollo indica que se cuenta con un fondo de $us. 30 millones, si hacemos una división simple, y sólo nos ocupamos del déficit cuantitativo, resulta que destinaremos aproximadamente $us. 150 a cada vivienda, pero, nos dirán los técnicos gubernamentales, hemos pensado construir 120.000 viviendas en cinco años y no las 200.000 que nos endilga este mañoso escritor, sin embargo, aún con el ajuste se destinarán $us. 250 por vivienda. Salvo que hayamos hecho mal los cálculos, la investigación sobre acceso a la vivienda en El Alto, auspiciada por el PIEB, estimó que se necesitan al menos $us. 3.000 por cada unidad habitacional. ¿Qué paso entonces?
Es en este punto que aparece la magia de la matemática financiera.
Esto es el poder multiplicador del dinero. El razonamiento es asombrosamente simple, supongamos que tenemos $us. 3.000 en el primer periodo y los préstamos a un sujeto deseoso de tener su vivienda, éste nos lo devuelve en un año, y lo préstamos a otro y así sucesivamente, de esta manera en cinco años habremos logrado manejar $us. 15.000, es decir hemos multiplicado por cinco nuestro capital inicial. Este tejemaneje se conoce como "fondo rotatorio" y es la manera como en los últimos 10 años el Estado ha intentado resolver el problema de la vivienda.
¿Qué es lo que lleva a creer que esto funcione?
Otra vez la simpleza del razonamiento muestra toda su potencia. En general, se parte de preguntarse ¿Dónde vive esta gente sin techo? Sin duda, algunos pernoctan bajo los puentes, otros con parientes, pero los más alquilan un lugar, por el que pagan al menos unos $us. 20. Bingo, utilizando nuevamente la calculadora veremos que a una tasa del 5%, en 25 años se pueden cubrir los $us. 3.000 más los intereses. Es decir, en vez de vivir en casa alquilada, piense en comprar la suya. Aunque parezca increíble esta fue la razón por la que se creo la mística Unidad de Fomento a la Vivienda (UFV) que permitía en esencia generar un mercado inmobiliario de créditos baratos.
El pequeño gran problema es que supone que la gente devuelve los préstamos y lo hace en los tiempos justos. Lo cual no ocurre en Bolivia, en general, dado que la modalidad más extendida en el país es la autoconstrucción, la gente considera que es obligación estatal proveerles de vivienda y por tanto, no vislumbra que sea necesario pagar los préstamos, y aunque quisiera, la inestabilidad del empleo hace que sea imposible cumplir las obligaciones, por esta razón casi todos los fondos rotarios públicos y privados han fracasado en el país, y es altamente probable que el nuevo plan fracase rotundamente, en cinco años podremos decir si esta hipótesis se cumple a cabalidad.
Para terminar vaya un dato más, se estima que para dar una solución minimamente eficaz se requerirían $us. 1.200 millones. Entre 30 y 1.200 hay una gran distancia, que es la misma que existirá entre las pretensiones de la Administración Morales y lo tacaña que será la realidad. Por lo que, al menos en el corto plazo, Usted y yo estaremos sin casa propia.
(*) El autor es Coordinador del Equipo de Investigacion del tema "El acceso a la vivienda y el desarrollo en la ciudad de El Alto" auspiciada por el Programa de Investigación Estratégica de Bolivia (PIEB).
El Alto, 7 de Julio de 2006.
para mas datos visitar la pagina web del proyecto:
www.vivienda.bo.vg 

Fuente: lafogata.org