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Latinoamérica

Petrolatifundistas impulsarán secesión de Santa Cruz y otras regiones en Bolivia a través del "Sí"*


José Steinsleger
La Jornada
          
              
PETRÓLEO
Petrolatifundistas impulsarán secesión de Santa Cruz y otras regiones en Bolivia a través del "Sí"*
                
Resumen: los grandes intereses económicos impulsan la autonomía, cuando les conviene para asegurarse el dominio de las regiones ricas de Bolivia. Esto ha sido siempre así, en la historia de Bolivia y de América Latina.

                  Hace unos años, la reaparición de tendencias separatistas en Ecuador hizo que un dirigente indígena dijese: " Los oligarcas de Guayaquil son los primeros que nos mandaron al diablo cuando pedimos autonomía, y ahora son los primeros en plantearlas para ellos".

                  ¿Qué fuerzas criollas fomentaron el separatismo de Texas (1835), acabaron con las Provincias Unidas de América Central (1838), se declararon "súbditos" de la reina Victoria de Inglaterra en Yucatán (1849), solicitaron el protectorado de Francia en Ecuador (1859), impulsaron la "independencia" de Panamá (1903) o propusieron formar la República del Soconusco al tirano de Guatemala Manuel Estrada Cabrera (1913)? ¿Qué linaje de "demócratas" promueven hoy la "autonomía" de la provincia ecuatoriana de Manabí (donde una base militar del Pentágono opera como factor de "desarrollo") y en la República Bolivariana de Venezuela abogan por la "independencia" del Estado de Zulia?

                  En carta a Bernardo de Monteagudo, secretario del Libertador José de San Martín, Bolívar comenta un proyecto de sometimiento a Inglaterra, impulsado por la oligarquía de Buenos Aires y " el viento pampero que ocupa el cerebro de don Bernardino " (en alusión al argentino Rivadavia): "... Luego que Inglaterra se ponga a la cabeza de esta Liga seremos sus humildes servidores, porque, formando una vez el pacto con el fuerte, ya es eterna la obligación del débil. Todo bien considerado, tendremos tutores en la juventud, amos en la madurez y en la vejez seremos libertos ..." (5 de agosto de 1823).

                  ¿El proyecto del ALCA merece comentario distinto? Tras ser proclamada la Confederación de los Andes (Lima, 1826), que debía reunir en un solo haz a la gran Colombia, Perú y Bolivia, el Libertador dejó en la presidencia interina del Perú al mestizo boliviano Andrés de Santa Cruz y se devolvió a Bogotá para conjurar "la pérfida ingratitud" de Francisco de Paula Santander (vocero de tenderos y cafetaleros) y otros generales reacios a los hábitos democráticos de los pueblos liberados en las guerras de independencia.

                  Durante la efímera Confederación peruano-boliviana (1837-39), Santa Cruz trató de impulsar la integración subregional. Sin embargo, su propia pertenencia a la casta clásica de la dominación racial, la feroz oligarquía de Perú y las intrigas de pequeños o grandes caudillos, como el chileno Agustín Gamarra y el argentino Juan Manuel de Rosas, hicieron que en la Bolivia naciente también abortase el ideal bolivariano.

                  La vocación entreguista del nuevo eje económico que pasaba por Valparaíso y Buenos Aires (sobre el viejo centro Charcas-Potosí) hizo de Bolivia un país empobrecido, aislado y mordido por sus vecinos. Si en el norte de la subregión andina Ecuador siempre vivió al borde de la desintegración nacional, en el sur Bolivia la vivió de modo descarnado: Chile le arrebató la provincia de Antofagasta, dejándola sin mar (guerra del Pacífico, 1879-83); Brasil ocupó parte de su territorio amazónico (guerra del Acre, 1901-03) y Paraguay extensas regiones del suroeste, ricas en petróleo (guerra del Chaco, 1932-35).

                  Ahora llegó el turno de Santa Cruz. Con cerca de 2 millones de habitantes, limítrofe con Brasil y Paraguay y poco más extensa que Alemania (82 millones de habitantes), la economía de Bolivia depende de la ubérrima y próspera Santa Cruz: recursos agrícola-ganaderos, industria forestal avanzada, oro, gas y petróleo, a más de guardar en sus entrañas uno de los yacimientos de hierro más importantes del mundo: el Mutún.

                  Santa Cruz es un bocado suculento para los intereses económicos de Estados Unidos liderados por el Instituto de las Américas, en cuyo directorio figura el ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Losada (derrocado por una rebelión popular en octubre de 2003), junto a representantes de Enron, British Petroleum, Shell y Maratón Oil. Sánchez de Losada también integra el American Council (que preside David Rockefeller), junto con delegados del Chase Manhatan Bank, el City Group y grupos económicos de la oligarquía chilena.

                  Al escribir sobre Santander, el venezolano Rufino Blanco Fombona (1874-1944) observó: "Quería a Cundinamarca, su patria chica, como Páez quería al Apure, como Nariño quería al Oriente. Estos mediocres localistas fueron, andando con el tiempo, los nacionalicidas de la gran patria que nos legó Bolívar. Ellos querían patrias del tamaño de su ambición: patrias microscópicas" .

                  En Santa Cruz se montó una campaña para hacerle creer a los bolivianos y al mundo que el pueblo cruceño está con el Comité Cívico, asegura una reciente organización social conformada por 56 instituciones. Según sus líderes, quienes comandan las acciones autonomistas son empresarios latifundistas ligados al poder petrolero que pretenden hacer de la capital oriental su feudo.

                  Benigno Vargas, miembro de la Coordinadora de la Unidad Nacional de Defensa de la Democracia, dijo que los partidos políticos tradicionales y los empresarios latifundistas, entre ellos Rubén Costas, Branko Marinkovic y Zvonko Matkovic, se unieron para encabezar el actual movimiento. Aseguró que detrás de esos empresarios están las empresas petroleras.

                  Según Vargas, algunos periodistas de medios de comunicación incitan a la violencia. "Estos periodistas hacen una red que liga a los terratenientes y a las petroleras, por eso muestran todo lo que hace el Comité Cívico de Santa Cruz" .

                  Miembros de la unión juvenil cruceñista y de la nación camba tomaron las instalaciones del INRA, la oficina que se encarga de regular la dotación de tierras. Los manifestantes desalojaron a los empleados y a las personas que realizaban sus trámites y se instalaron en los ambientes de la entidad. Con esta ya son seis las instituciones públicas tomadas por el movimiento cívico que exige autonomía.

                  Vargas piensa que los universitarios y jóvenes que ocupan oficinas públicas son hijos de la misma élite cruceña. Es por eso que los campesinos, colonizadores y las juntas vecinales desconocen la campaña armada por pequeños grupos que quieren apoderarse del departamento.

                  Luis Fernando Vinchenti, miembro de la Coordinadora , informó que en la víspera 56 instituciones de la Santa Cruz popular se reunieron porque no se sienten representados por el Comité Cívico Cruceñista y los "petrolatifundistas" que llevan adelante acciones que sólo representan los intereses de las empresas transnacionales y de los latifundistas.

                  "Vamos a desarrollar una marcha - ante el cabildo abierto - con el propósito de emitir el mensaje de la mayoría de Santa Cruz que no se siente representada. Queremos imponer una nueva forma de resolver los conflictos a través del diálogo, la concertación y el respeto a la Constitución Política del Estado. También queremos defender el SI en la Asamblea Constituyente ", dijo.

                  El propósito de la Oligarquía Boliviana , vende patria y pro-yanki es obtener la Autonomía a través del SI como un primer apronte. Luego se plantearán el federalismo. Avanzando en su estrategia, no tardarán en exhibir su tendencia separatista. La razón es muy simple: la riqueza gasífera que se acumula en esa región -más en Tarija que en Santa Cruz-, es codiciada por las empresas transnacionales que actualmente detentan su propiedad; para mantener ese poder, están dispuestas a provocar incluso la división del país. No sería la primera vez que ocurre en América Latina, como efecto de los apetitos empresariales antinacionalistas.

Fuente: lafogata.org