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Latinoamérica

En respuesta a Eleuterio
La autocrítica perdió por goleada

Fernando Silva Ansuas
Rodelu

Termino de leer por enésima vez la nota "El espectáculo de la izquierda latinoamericana, vergonzoso", publicada con tono de "comentario al pasar pues no tenía otra cosa que hacer" en la República de antes de ayer y firmado por un Senador de la República.
Los años y cierta lucidez restante, me obligan antes de cerrarme en conclusiones falaces, a revisar si mi comprensión permanece siendo correcta y mi lectura aún es inteligente.
La verdad no me lo puedo creer y coincido con una palabrita destilada en esa nota: "Vergonzoso".
Vergonzoso y algo más diría, increíble, delirante, absurdo, fuera de la realidad. Se me ocurre solamente la frase del titulo ya que la incapacidad de auto cuestionarse en nada, campea en todo el texto y se expande y salpica cual desvergüenza ajena.
La primera cosa que le diré al Sr. Senador es que lo he votado para que me represente en un programa de gobierno que no cumple, ni él ni los restantes integrantes de este conjunto de dirigentes, lo voté solo para que cumpla con ese mandato y no para que hable en plural y por nosotros de sus dudas, estimaciones, presunciones y puntos de vista expresados con los que no coincido en absoluto.
Es este Senador y no "nosotros" (en plural) quién cree que: "...el espectáculo que la izquierda latinoamericana le está brindando al mundo es triste y muy ordinario. Ordinariazo". Lo dice con énfasis porqué quizás no pueda darse cuenta que está hablando de algo que le es propio.
En psicología se denomina "proyección" esa capacidad de ver en los otros las dificultades propias, en términos más populares el viejo refrán de "el ladrón cree que todos son de su misma condición." lo ejemplifica y explica con claridad.
Entonces generaliza en "la izquierda latinoamericana" y no puede mirar ni hablar de "su" lugar en la izquierda, del lugar de "este gobierno" en ninguna izquierda posible que sea genuflexa frente al imperialismo". Lo que hace es negar la propia realidad, proyectarla y endilgársela a los demás desde un lugar crítico y soberbio con aires de suficiencia. Pobre por no decir mediocre.
En segundo lugar esa versión casi fachista de los hurgadores de basura que luego intenta reivindicar como digna, no solo está de mas sino que también apunta a eludir la responsabilidad que le cabe como gobernante. La vida de un hurgador no es una vida digna, digna es su lucha diaria y la paciencia, digna fue su esperanza como indigna es la espera a la que los gobernantes los someten. El día de la asunción del gobierno, todos recordamos como un carrito con hurgadores se coló después de los milicos en el desfile, fue la presencia simbólica de una clase que, como apunta el Senador ".Somos masivamente culpables de haber expatriado a la exclusión de la infravida a decenas y centenares de miles de compatriotas."
Lo que el Senador saltea y omite al socializar la culpa, es que esos "hurgadores habitantes de la infravida" votaron al FA esperando y creyendo en el cambio prometido y que hoy sigan sin el cambio, es absoluta y única responsabilidad de los gobernantes, el Senador inclusive.
En tercer lugar se equivoca nuevamente cuando afirma cual sociólogo experto después de sesudo estudio que: ".quienes todavía comemos normalmente unas tres o cuatro veces por día, es que de alma, lo que se dice de alma, nos hemos ido yendo a vivir en el asentamiento espiritual y a comer de los tachos de la basura moral."
Corre por cuenta del Sr. Senador su afirmación o confesión, no es el caso de los que vivimos de nuestro trabajo y no a expensas del engaño a los votantes a los que se les promete algo hasta el momento del triunfo y luego se le da lo contrario.
Creo y coincido que la descripción que hace de si mismo y no en plural, es justa y no exagera en nada. Tal vez, como dice, sea ".a lo mejor es la pena por el pecado cometido.", allá él con su conciencia y remordimientos si los tiene. Cuando reflexiona que: ".La izquierda fue, es, y será, más allá de las discrepancias que con ella se tengan, una cosa muy respetable. Digna."
Me pregunto inmediatamente de cual de las izquierdas que conocemos habla. Me surgen inevitablemente nombres, la izquierda del Che?; la de Sendic?, la de Fidel?;la de Zelmar?; la de Chávez?; la de Allende?; la de Evo?; la de Lula?; la de Mao?; la de Stalin, Marx o Lenin?; la de los médicos cubanos que le salvaron solidariamente la vida en el 85?; la izquierda de Debray, la de amodio perez?; la de él mismo?
No hay una respuesta única y totalizante Sr. Senador, sino que hay muchas mas, miles de respuestas posibles unidas a los nombres significativos en blanco y negro de la izquierda mundial. Generalizar este concepto es banal y de un simplismo reduccionista delirante que asombra en un Senador con tal militancia. Claro que esta aseveración sirve como introducción a una invitación también general e innominada según dice: ".Invito, como quien dice en la hora de autocrítica urgente y necesaria, a rememorar y de paso valorar qué es lo que esa izquierda a la que pertenezco ha venido haciendo en materia de política regional e internacional desde que conquistó o se encontró con colosales triunfos electorales en unos cuantos Palacios de Gobierno a lo largo y ancho de esta dolida América Latina."
Y bueno, seguramente mas de uno acepte la invitación a cambio que prometa el respeto que no muestra hasta ahora por la disidencia con su punto de vista. Que ejercite la tolerancia para el pensamiento distinto de izquierda y se baje de esa estatua que se auto erigió de "LA VERDAD REVELADA" desde donde se permite pontificar sobre cualquier tema.
Basta entonces de epítetos descalificadores, basta de adjetivos que alguna vez estuvo orgulloso que le pusieran encima de Usted mismo y hoy los lanza como insultos hacia los que no coinciden con su pensamiento.
Y si se trata de autocrítica le pediría al Sr. Senador que repase todos y cada uno de los postulados programáticos del FA, todos y cada uno de ellos, desde sus orígenes hasta ahora y vea cuantas veces faltó a ese programa, cuantas veces le falló a los votantes que lo hemos llevado al Senado, a los militantes que fuimos juntando voto a voto desde el 71 hasta acá para que hoy apoye en su banca un culo no tan espectacular como el de la entrerriana que lo perturbó tanto.
Cuando dice: ".Dudo que haya un período histórico tan corto en el que se haya cometido casi al unísono y en masa tan gran cantidad de errores, desaciertos y desaguisados" acierta totalmente pero se equivoca cuando en vez de remitirse a la gestión del equipo gobernante trata de socializarlo en los restantes integrantes de la pobre América latina.
Esto Sr. Senador es una reflexión correcta si empezamos por casa, por la misma casa que Usted define como el lugar adecuado para que los genocidas de la dictadura sean juzgados, tratando de impedir la extradición y consagrar la impunidad que usted sabe que nuestra justicia con la complicidad de los gobernantes de turno le aseguran a sus hoy "amigos" militares (no se le ha cruzado por la mente, como sospecha al menos, que esta defensa a ultranza de sus antiguos torturadores está demasiado cerca del "síndrome de Estocolmo"?) Coincido con lo que dice en cuanto ".Fijemos la vista en el Mercosur por ejemplo: hace no muchos meses que la enorme mayoría de los votantes puso a la izquierda en su gobierno. Oportunidad magnífica. Única en la Historia. Casi inimaginable.Nadie, ni la más extrema derecha proimperial le ha hecho un favor más grande a Bush en tan poco tiempo. Nunca Bush le debió tanto a tan pocos y tan gratis. Si esto sigue así, Bush nos financia. Se hace de izquierda." Le agregaría que antes también se harían de izquierda Batlle (ya lo dijo en un reportaje), Sanguinetti, Abdala, Lacalle, Larrañaga y hasta el facho de palo y palo que coincide con varias apreciaciones suyas.
Estas aseveraciones suyas son el puente para decir olímpicamente que ".Obviamente que la responsabilidad más grande y más pesada en este gravísimo error estratégico reposa en Argentina y en Brasil. Vamos a no hacernos los chanchos rengos."
Claro que no!!Nada de chanchos rengos, solo chanchos necios en silla de ruedas con aire de ofendidos.
Y agrega impúdicamente: "La actitud para con Bolivia de todos, de absolutamente todos (salvo de Uruguay), ha sido vergonzosa." No entendí pues no recuerdo a nuestro presidente yendo a la asunción de Evo y cual fue la excusa, será porque lo apoyamos nomás y Evo sabe que estamos con él, de eso hablamos con Kofi Anan, Fox y Zapatero seguramente.
Como se ve la culpa para variar no es nuestra sino de los vecinos, esos hijos de un regimiento de putas, somos pobres víctimas, ni siquiera la culpa es de los genocidas del norte ya que también se ocupa de exculparlos: ".Los facilistas y facilongos dirán: \\\"todo es obra de la CIA\\\"..Linda excusa para sacarle el formidable traste a la jeringa.Y usarlo como cerebro.(y dale con el traste entrerriano).Le echamos la culpa al imperialismo y ya está. Tiene espaldas muy anchas... Brinda un buen servicio."
Quién Sr. Senador brinda un buen servicio?; el imperio?; la CIA?; los que acceden al poder por la izquierda con el sudor y sangre de la izquierda para sentarse en la peor de las derechas hipócritas?; usted defendiendo al pobrecito imperio?; quién brinda un buen servicio?; Usted Sr. Senador???
Pero vayamos al final que es patético; ".Vendrán los fanáticos alineamientos perfilistas para uno u otro lado dividiendo a la izquierda esté o no en algún gobierno.Vendrán, en manada, los imbéciles de siempre (que no son poca cosa) y la ganancia imperial será total porque el imperio de turno, y los imperios complementarios, manejarán entre bambalinas los hilos de uno y otro bando.En lo que nos es personal y propio, como jamás reconocimos ni reconoceremos vanguardia internacional alguna, a Dios gracias, seguiremos afiliados a la izquierda uruguaya y nada más que a la uruguaya, aunque tan sólo sea para no tenernos que hacer jamás la autocrítica de haber incurrido en servilismo ideológico."
Obvio que los ímbéciles de siempre lo excluyen al Sr. Senador y a sus correligionarios que usan el servilismo ideológico diariamente y de entrecasa para mágicamente votar al unísono y sin discrepancias lo exactamente opuesto a lo sostenido siempre.
Él sabrá que quiere decir con la "ganancia imperial", sabrá a que se refiere exactamente, debe ser cosa de senadores y diputados, ministros y presidentes y no de simples votantes, ciudadanos de a pié comunes y silvestres con dudas confusiones, sin viajes a París o a Viena.
Después de este mal chiste con firma senatorial y en lo que me es personal me queda muy claro que el Sr. Senador de autocrítica "nada de nada", o quizás sea que enfrente de su estatus de verdad revelada, la autocrítica perdió por goleada.

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El espectáculo de la izquierda latinoamericana, vergonzoso

Fernando Silva Ansuas
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Fuente: lafogata.org