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Latinoamérica

Treinta años después, el obrero que fue desaparecido recibió ayer digna sepultura

La República

Miles de uruguayos, emocionados y conmovidos, despidieron ayer al primer muerto de la dictadura que se encontraba desaparecido, en una jornada histórica, que tuvo momentos de honda congoja y de sentido recuerdo para aquellos que cayeron en defensa de la democracia y la libertad. Las calles por las cuales transitó el cortejo fúnebre recogieron el aplauso y el respetuoso silencio a la vez, con el que una multitudinaria columna humana testimonió su emocionado saludo a Ubagesner Chaves Sosa.
Miles de ciudadanos desfilaron desde las primeras horas de la mañana de ayer frente al ataúd de Ubagesner Cháves Sosa, ubicado en el acceso de entrada al Paraninfo de la Universidad de la República.
En el hall de ingreso de la alta casa de estudios, se exhibía una foto de Ubagesner en una pantalla gigante, con un mensaje de su puño y letra dirigido a su madre el 27 de junio de 1970, paradójicamente tres años exactos antes del golpe de Estado.
En esas pocas líneas escritas sobre la foto, Chaves Sosa expresaba: "Para que tengas un recuerdo de tu compañero de todos los momentos, por más borrascoso que sea el camino que debemos recorrer como compañeros y camaradas de lucha; no será tan valeroso este recuerdo como el que tengamos de las experiencias recibidas en la lucha por las transformaciones de esta sociedad".
Mientras tanto, ciudadanos de todas las edades desfilaban frente al ataúd para rendir su homenaje. Desde los más jóvenes, que ni siquiera habían nacido cuando tuvieron lugar los momentos de lucha previos a la dictadura, y también los más veteranos. Viejos dirigentes sindicales, ministros, legisladores, dirigentes políticos y gremiales.
Todos quisieron estar presentes para rendir su homenaje y saludar a Isidora Musco y Valentina Chaves, la viuda y la hija del militante, cuyos restos fueron hallados el 29 de noviembre de 2005, en una Chacra de Pando, señalada por la Fuerza Aérea uruguaya como el lugar de enterramiento clandestino también de José Arpino Vega, ambos ultimados en la base aérea de Boiso Lanza en 1976.
Varias autoridades nacionales, departamentales (estaban presentes los intendentes de Montevideo, Canelones y Maldonado), políticos mayoritariamente de izquierda, representantes sindicales y dirigentes sociales y barriales, acudieron al velatorio.
Junto al ataúd se encontraban depositadas dos coronas de flores, una del PIT-CNT y otra de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), con la inscripción: "Homenaje al compañero Chaves Sosa y en su nombre a todos los mártires caídos en lucha por la democracia y las libertades".
Por momentos se formaron largas colas de ciudadanos, mientras afuera más y más gente procuraba ingresar. Adentro, se sucedían los abrazos y las emociones, por ejemplo, cuando llegó la militante por los derechos humanos, Luisa Cuesta, quien se confundió en un largo abrazo con la viuda y la hija de Chaves Sosa.
Poco después de la hora 10, una guardia de honor se instaló junto al féretro, alternando a militantes de la juventud comunista, legisladores y dirigentes del PCU, así como a representantes del PIT-CNT.
Afuera, a pesar de la lluvia que comenzaba a caer cada vez más copiosamente, se avanzaba en la instalación de un escenario en la esquina de la Avenida 18 de Julio y Tristán Narvaja, donde al mediodía tuvo lugar la parte oratoria, con un fondo con fotos de desaparecidos, entre las que se destacaba la imagen de Ubagesner Chaves Sosa. En el fondo del escenario, una leyenda: "Entre los desaparecidos no hay inocentes, todos fueron culpables de querer un mundo mejor".
Pasado el mediodía, ante miles de presentes y de los familiares de los detenidos-desparecidos, hablaron su hija Valentina, el escritor Eduardo Galeano, Luisa Cuesta, la esposa de Chaves, Isidora Musco, en tanto el cantautor Daniel Viglietti interpretó tres temas de su repertorio.
El acto se abrió con "Adagio a mi país", la emblemática canción de Alfredo Zitarrosa, para después continuar con la parte oratoria. Tras hablar Eduardo Galeano lo hizo Luisa Cuesta. "Estamos dando los primeros pasos (...) de un camino de liberación de la memoria", dijo Galeano, que fustigó el "fatalismo" que "nos obliga a pensar que la realidad no puede ser cambiada", pero "la realidad es un desafío" que "abre espacios de libertad y no nos encierra en la jaula de la fatalidad".
Cuesta: "Nos han mentido" Con sentida palabras, la dirigente de la organización de Familiares Detenidos-Desaparecidos Luis Cuesta se preguntó "por qué a 30 años de lo que nos pasó teníamos que hacerle este homenaje a Ubagesner", y se respondió: "Todos lo sabemos y lo sabemos bien, porque hemos tenido una ley inmoral, como la ley de impunidad votada en el gobierno de Sanguinetti, que prohibió el derecho por la pretensión punitiva del Estado, de negarnos la justicia.
La justicia por la cual teníamos derecho. Nos han tenido 30 años diciendo mentiras tras mentiras. Nos han mentido los militares, nos ha mentido la policía, nos han mentido los políticos, y nos siguen mintiendo", dijo.
"Sólo quería un mundo mejor" Entre llanto y lágrimas y con palabras entrecortadas por la emoción, la viuda dijo: "Cuando me llevaron a Ubagesner me dijeron que él era un asesino. Yo dije "Si nunca mató a nadie, sólo quería un mundo mejor para todos".
"En nuestras idas al Boisso Lanza, un cabo me dijo: 'Este tipo estaba dispuesto a dar la vida por la causa'".
"Nos sentimos orgullosos de Ubagesner Chaves, y de todos nuestros queridos desaparecidos.
Este pequeño y rico país, que nos da esta hermosa gente, que es símbolo de vida, es símbolo de sacrificio. Este momento, creo que es un momento más duro que en el 71".
"Porque nuestro querido país se ha ido a pique. Y entre todos, con toda nuestra duda, y con todo nuestro corazón, lo tenemos que levantar, para que siga siendo nuestro. Les agradezco infinitamente, y hasta la victoria siempre".
"Sigo exigiendo justicia" En tanto, la hija de Ubagesner expresó: "Hoy el pecho duele demasiado. Esos huesitos que hoy llevamos a enterrar fueron en un tiempo una persona hermosa. Trato de recordarte dentro la vida, y no desde esta muerte. Deseo correr, abrazarme a tu cuerpo para protegerte de tanta desolación, de tanta y tanta soledad. No siento paz. Sigue presente la angustia con miedo, la tristeza, la ausencia. Sigue presente el tiempo en que íbamos, una y otras vez al Boiso Lanza, buscándote. Los plantones, la espera para que alguien se dignara atendernos. Me recuerdo corriendo por el pasillo de mi casa. Una niña eufórica, ansiosa, era mi cumpleaños y vos, viejo, ibas a venir. Y después, no recordar más nada. Dicen que te secuestraron ese día cuando venías a casa con el regalo de mi cumpleaños. Ahora me dicen: 'Tu viejo era maravilloso', y trato desesperadamente de sentirlo. De sentir tu amor, de sentir tu entrega. Y trato de sentir tu amor de padre. Dicen que me bañabas, me abrazabas. Trato de sentir. Te recupero un poco cuando estoy cerca de quienes fueron tus compañeros. Y siento un orgullo, y no sé si te podré alcanzar. Estos restos tuyos me dicen que vos, viejo, estás muerto. Estos restos son los restos de una persona que fue torturada, tienen las marcas.
Estos restos que nos entregan después de 30 años son el testimonio contundente de terrorismo de Estado. La historia no terminó. Tus restos son el testimonio de tu secuestro, de los tormentos a los que fuiste sometido, del ocultamiento por más de 30 años. Es imposible no olvidar. Son el testimonio de una consecuente política contra la memoria. Tus restos acusan a tus secuestradores, asesinos y sus cómplices. Desde el pacto del Club Naval, hasta hoy, cómplices. Este homenaje es un abrazo, viejo, de quienes te conocimos y quisimos. Y también de quienes no haberte conocido nunca, respetaron, quisieron tu lucha, la tuya y la de tantos hombres y mujeres persiguiendo el mismo sueño. Por estar del lado de la vida, les quitaron la vida. He vivido desde mi niñez esta tristeza de no tenerte. Esta tiniebla de tu muerte violenta. Este miedo que desató tu desaparición. He vivido esperando recuperarte, esperando justicia. Y sigo esperando, y sigo exigiendo justicia".
Tras el acto, los restos del obrero metalúrgico fueron retirados del Paraninfo de la Universidad en el féretro que fue llevado por su esposa, hija, y dirigentes de la central obrera, hasta la carroza fúnebre que los conduciría hasta el Cementerio del Buceo.
El recorrido se hizo lento. Cientos y cientos se fueron incorporando a medida que el cortejo pasaba por las calles previamente convenidas para que éste transitara por las mismas. Así fue que 18 de Julio, Bulevar Artigas y la avenida Rivera, se vieron desbordadas por una verdadera marea humana, que tiraba a su paso flores sobre el féretro, enarbolaban banderas uruguayas, de distintos sindicatos y del Partido Comunista.
Gente de distintas edades, aplaudía u observaba en silencio el paso del cortejo que tardó dos horas en llegar al cementerio. Unas diez cuadras antes del arribo, el féretro fue retirado de la carroza fúnebre y llevado en andas hasta el lugar, donde sería ubicado, el nicho Nº 524.
Finalmente, una multitud inundó el Cementerio del Buceo apenas pasadas las 17.00 horas, luego de caminar varios kilómetros.
En el lugar, en un acto simple, donde reinó el silencio y el llanto, y no hubo discursos, su hija Valentina y su esposa Isadora Musco le dieron el último adiós y el féretro, rodeado de flores rojas, fue depositado en su tumba.
Aplausos y silencios A su vez, en el exterior de la misma, le fue colocada una corona de flores, algunas fotografías, un sin fin de rosas rojas y una placa que dice: "Ubagesner Chaves Sosa. Naciste un 15 de febrero de 1938. Te desaparecieron un 28 de mayo de 1976. Ahora . . . 30 años después nos entregan tus restos.
Vos padre, esposo, compañero, siempre estás en nuestro corazón. Isadora Musco - Valentina Chaves".
A continuación, en forma espontánea, estalló un aplauso cerrado de la multitud, acompañado de cánticos con consignas comunistas, tras lo cual se entonó el Himno Nacional. A la salida del cementerio, Isadora Musco, colmada de emoción dijo a LA REPUBLICA: "Estoy muy floja, quiero ser valiente, pero estoy aflojando ahora", mientras la multitud comenzaba a disiparse lentamente.
"Anular la ley de impunidad" El senador del Frente Amplio y líder del Nuevo Espacio, Rafael Michelini, anunció ayer que iniciará gestiones para derogar la Ley de Caducidad.
Sobre este tema, el senador Rafael Michelini recordó: "Yo lo he dicho más de una vez, creo que la Ley de Caducidad, en algún momento, hay que anularla".
Sin embargo, Michelini señaló que para promover la derogación de la mencionada ley "se necesita un respaldo popular bien importante porque es como el tema de los Derechos Humanos, hay que avanzar para no retroceder".
Michelini no descartó que para derogar la Ley de Caducidad se deba realizar "un plebiscito o cualquier otra circunstancia que implique que hay una modificación del estado social de nuestro país con respecto a esa ley".
La idea de Michelini es que la población deje bien en claro que los uruguayos sienten vergüenza de esa ley.
En tanto, el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Comunista de Uruguay (PCU), expresó su postura favorable a la "Verdad y Justicia" y de "anular la ley de impunidad", al valorar especialmente el acto de velatorio y sepelio de Ubagesner Chaves Sosa.          

Fuente: lafogata.org