Perla Franco
Diario Claridad

Encabezados por una enorme bandera de Puerto Rico y una pancarta que leía Puerto Rico se respeta, ¡Fuera el FBI!, millares de puertorriqueños marcharon el pasado domingo desde el cruce de las avenidas Roosevelt y Muñoz Rivera hasta el edificio que alberga las oficinas de la agencia represiva y el tribunal de Estados Unidos en Puerto Rico, para mostrar su repudio a la presencia federal en la Isla.
La organización que convocó a la marcha, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), hizo claro que el llamado buscaba la convergencia de todas los puertorriqueños que estuvieran indignados ante los atropellos realizados por el FBI y que después del asesinato de Filiberto Ojeda Ríos en septiembre pasado, se intensificaron a principios de febrero con allanamientos a varias residencias y el ataque a miembros de la prensa a quienes les rociaron gas pimienta y agredieron durante uno de los allanamientos federales.
³Lo importante es que la ciudadanía vaya tomando conciencia de que a nosotros nos conviene salir de los federales², declaró a la prensa el copresidente del MINH, Julio Muriente, al momento de comenzar la marcha.
³Esto es un asunto del pueblo puertorriqueño en general, no sólo de los independentistas², recalcó.
Entre amplios sectores va cobrando fuerza la necesidad de no colaboración con un Gran Jurado Federal que intente citar a puertorriqueños a declarar, en lo que a todas luces es otra ofensiva del FBI contra quienes luchan por la independencia. Así lo enfatizó el también copresidente del MINH, el Dr.
Héctor Pesquera.
La marcha, que se extendió cerca de medio kilómetro, llegó a las inmediaciones del tribunal federal en la calle Chardón. Allí se dirigieron a los presentes Sonia Cepeda, del MINH, quien hizo lectura de la declaración de la actividad; Lilliana Laboy, quien habló a nombre de los allanados por el FBI Norberto Cintrón Fiallo, William Mohler, Vilma Vélez, y José Morales, además de ella; Silverio Pérez, quien dio un mensaje a nombre de un amplio grupo de artistas que endosaron la actividad; José Rivera, asambleísta boricua en Nueva York y quien hace un par de años cumplió 40 días de cárcel por actos de desobediencia civil en la lucha por sacar a la Marina de Guerra de Estados Unidos de Vieques; Elma Beatriz Rosado Barbosa, compañera de Ojeda Ríos y Pesquera, quien tuvo a cargo el mensaje principal.
Desde la actividad se envió un mensaje de saludo y solidaridad a los luchadores por la independencia de Puerto Rico Jorge Farinacci García y Lolita Lebrón, que han sufrido quebrantos de salud en las pasadas semanas.
Fuertes aplausos llevaron un mensaje de admiración a ambos luchadores.
En la declaración leída por Cepeda, ésta detalló la intensificación de las acciones del FBI contra los puertorriqueños que luchan legítimamente por la independencia de Puerto Rico y estableció que al igual que expresa un poema de Juan Antonio Corretjer, ³nosotros también hemos sepultado al dios del miedo², en abierta referencia a que las acciones del FBI no detendrán la lucha de la liberación de Puerto Rico.
Laboy, por su parte, se hizo eco de las palabras que han declarado diversos dirigentes independentistas tras los allanamientos, al decir con certeza que ³ningún independentista jamás atentará contra otro puertorriqueño². Esto, en referencia a que durante los allanamientos el FBI ejecutó lo que se conoce como una ³expedición de caza² en busca de algo que probara supuestos actos terroristas que se desarrollarían en la Isla contra propiedad privada y pública. En los allanamientos los federales confiscaron computadoras, libros, discos compactos, discos de computadoras, afiches y una colección completa de CLARIDAD. ³Los terroristas son los que atacan a los periodistas y después se atreven a decir que fueron los periodistas lo que causaron que los atacaran², declaró Laboy, dueña de la residencia ubicada en el Condominio De Diego 444, en Río Piedras, durante cuyo allanamiento se produjo el ataque a los periodistas donde se les lanzó gas pimienta y se les agredió con empujones y golpes. Laboy exhortó a la unidad en la acción como la mejor arma contra la presencia del FBI en la Isla. Añadió, además, que ³nuestra respuesta será la no colaboración con Fiscales ni con el Gran Jurado², concluyó.
Pérez, quien habló en representación de la clase artística, recalcó lo que al menos sobre cincuenta artistas plasmaron en un mensaje en el cual se exige justicia, a raíz de las ³abusivas e innecesarias intervenciones del FBI² y en contra de la violencia ejercida por esa agencia federal contra el pueblo de Puerto Rico.
Cuando consumió su turno al Concejal Rivera, resumió su mensaje con la frase ³lo difícil se echa un tiempito porque lo imposible ya lo logramos, que fue sacar a la marina de Guerra de Estados Unidos de Vieques². Propuso además que, en medio de la discusión sobre la solución del estatus colonial de Puerto Rico, ³se condicione la realización de cualquier plebiscito o asamblea de estatus a la salida del FBI de Puerto Rico².
El mensaje de Rosado, la compañera de Ojeda Ríos, fue preciso y contundente: ³Yo acuso al gobierno de Estados Unidos de asesinar a Filiberto. Yo acuso al FBI de asesinato. El FBI asesinó vilmente a Filiberto², afirmó enérgicamente repetidas veces. Condenó a quienes se atrevieron a cuestionar el amor que sentía Ojeda Ríos por su patria.ofrendando hasta la vida por el ideal de la independencia. ³Quien cuestiona ese amor, cuestiona el amor mismo. Quien cuestiona el amor no vive, no siente, ni escucha², afirmó. ³El gobierno de Estados Unidos no vive, no siente, no escucha. El FBI no vive, ni siente no escucha², añadió. Rosado instó a recordar cómo el FBI había dejado morir desangrado a su compañero como un acto de barbarie mercenaria; que a su vez se ha convertido en la sangre que germina en la conciencia de los puertorriqueños. Insistió a que cada puertorriqueño se pregunte cada día ¿que hago hoy por Filiberto? Que es lo mismo que preguntarse ¿qué hago hoy por la patria? La respuesta es, dijo, continuar la lucha y el trabajo de Filiberto, sacar al FBI de la Isla y denunciar internacionalmente al FBI.
³Todos unidos por Filiberto. Todos somos Filiberto², terminó diciendo Rosado.
Finalmente, Héctor Pesquera reconoció la ³valiente posición asumida por los periodistas atacados por el FBIS porque al igual que en Vieques han sido los ojos y oídos que han despertado muchas conciencias². Parte de su mensaje fue dirigido a describir cómo lo que hasta hace unos años representaba el endiosamiento del FBI en la Isla, ahora se había convertido en la idea de que son los que subvierten el orden. Los llamó ³escuadrones de matones² que mataron a un patriota dejándolo desangrar hasta morir. Dijo que el desenmascaramiento de esa agencia federal, brazo político del Tribunal Federal y de quienes se creen que mandan en Puerto Rico, había logrado echar al piso la visión omnipotente e infalible de los federales.
³Ahora el FBI ha tenido que salir de su escondite y dar la cara ellos mismos, quedando retratados de cuerpo entero como lo que son: un organismo prepotente, abusador y violador de los más elementales derechos civiles y humanos², denunció Pesquera.
³Alguien podrá cuestionar², enfatizó, que ³si con esta marcha lograremos que el FBI se vaya de Puerto Rico. A los incrédulos les decimos que no somos ilusos, pero que no olviden que la gesta de Vieques comenzó con un primer paso: la denuncia, y luego la unidad del pueblo y la desobediencia civil² que llevó a la victoria. Pesquera anticipó que próximamente habrá otras convocatorias a manifestar el repudio al FBI frente a sus cuarteles en Aguadilla, Ponce, Fajardo y en Miramar, Santurce.
Entre las organizaciones que se unieron a la actividad estuvieron el Frente Socialista, la Coordinadora Nacional Rompiendo el Perímetro; a Logia Masónica Gran Oriente Nacional, Madres Contra la Guerra, Comité Pro Rescate y Desarrollo de Vieques, el Comité de Apoyo a Vieques, la Federación de Empleados Federales, Asociación Americana de Juristas, la Federación de Universitarios Pro Independencia, la Organización Socialista Internacional y el periódico CLARIDAD. También participaron varios ex presidentes del Colegio de Abogados, entre los que estuvo Harry Anduce y Eduardo Villanueva; reconocidos dirigentes autonomistas como Luis Vega Ramos y Néstor Duprey y los líderes sindicales Ricardo Santos, José Rodríguez Báez, Víctor Villalba y Federico Torres Montalvo. Igualmente asistió el alcalde de Hormigueros, Pedro García. Los prisioneros políticos puertorriqueños liberados en 1999 Adolfo Matos, Edwin Cortés, Dylcia Pagán, Elizam Escobar y Luis Rosa participaron de la marcha. Hubo al menos otra docena de mensajes de solidaridad de personalidades públicas entre las que se destacaron las del Ejército de Liberación y el Ejército Popular Boricua, Macheteros. Los organizadores también reconocieron públicamente la participación de muchos militantes y simpatizantes del Partido Independentista Puertorriqueño.
Los marchantes identificaron en un establecimiento comercial en las inmediaciones de la actividad a una persona, armada y con cámara, que aparentaba ser un agente encubierto, tomando fotos a los participantes. Ante el repudio de los manifestantes, éste se marchó apresuradamente del lugar y al momento de escribir este artículo se conoció que se encamina una querella en su contra ante organismos oficiales y la Comisión de Derechos Civiles, acompañada de varias fotos que pudieron tomarle los manifestantes al encubierto.