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Latinoamérica

Rinde homenaje póstumo a Filiberto Ojeda Ríos

Perla Franco
Claridad

El pasado sábado 25 de febrero, a exactamente cuatro meses de ser asesinado por el FBI uno de los mejores hijos de esta patria, Filiberto Ojeda Ríos, se le rindió homenaje póstumo al revolucionario. Un redoble de tambores abrió el acto que en esta ocasión provino de la familia extendida del Caribe que desde la tierra de Luperón llegó a Puerto Rico en una delegación de la Comisión de Derechos Humanos de la República Dominicana. Vinieron a reconocer el legado de lucha que dejó Ojeda Ríos por la liberación de su pueblo y la trascendencia de su discurso que recorre con ahínco toda América.
La actividad, organizada por la Coordinadora Caribeña y Latinoamericana de Puerto Rico, se llevó a cabo en el salón de Conferencias de la UTIER en Santurce. En representación de Puerto Rico participaron Norberto Cintrón Fiallo, Lilliana Laboy y Federico Cintrón Fiallo, este último a cargo del mensaje de la noche. Por la República Dominicana, Pedro Arias y Perseo Sosa hicieron entrega a la compañera de Ojeda Ríos, Elma Beatriz Rosado, de un reconocimiento que leía: Comisión de Derechos Humanos, Inc. ³Juntos por la libertad² otorga el presente Reconocimiento Póstumo a: Filiberto Ojeda Ríos, por su lucha a favor de la libertad y la independencia del hermano pueblo de Puerto Rico.
El reconocimiento, explicó Arias, fue una decisión del organismo dominicano de Derechos Humanos que en su sesión anual el pasado 10 de diciembre otorgó el presente. El tema que abordó entonces la Comisión fue el de los Derechos Humanos en las colonias del Caribe, ³tema en el que Puerto Rico estuvo en primer plano².
³Hemos ambos países enfrentado los mismos imperios; el español y ahora el norteamericano², explicó Arias. ³Una historia en que los gobiernos que ha tenido la República Dominicana se han plegado a los designios de Norteamérica, y que aun no siendo colonias nuestros países de una u otra manera somos víctimas. A todos se nos violan los derechos humanos². Fue en ese seminario que los hermanos dominicanos decidieron ³reconocer al patriota boricua Filiberto Ojeda Ríos², añadió el delegado dominicano.
Por su parte, Cintrón Fiallo, de un escrito de su autoría titulado Las palabras les dan valor a las acciones, llevó el mensaje que recorrió la larga tradición solidaria entre Puerto Rico y República Dominicana desde la época de los grandes héroes de ambas patrias escenificados en Luperón, Betances, Hostos y Albizu. Mensaje que ³ha continuado y se ha manifestado durante la dictadura de Trujillo, la invasión norteamericana de abril de 1965, así como las luchas de Vieques y luchas obreras y comunitarias de ambos países². También desglosó las razones que unen a ambos pueblos que en el pasado se manifestaron claramente en la emigración de boricuas a territorio dominicano y que ahora se ve revertida.
Citando a Ojeda Ríos, Cintrón Fiallo recordó las palabras del patriota cuando definió su idea de los derechos humanos. Un mensaje que por demás resultó profético. ³No hay duda de que como puertorriqueño conciente que ama a este pueblo me siento en la obligación de luchar por mantener los principios de libertad y de justicia social y sostener, hasta donde me sea posible en mi breve existencia, unas posturas políticas revolucionarias y patrióticas que contribuyen a desarrollar una lucha recuperadora, una lucha por la salvación material y moral de nuestra patria. En fin, me siento obligado a, por lo menos, dejar la semilla para que esa lucha siga después del fin de mi existencia². Rosado y los presentes escuchaban las palabras como retumbando en la conciencia con la presencia casi palpable de Ojeda Ríos.
Rosado recibió el reconocimiento ³de los hermanos dominicanos, a nombre de todos los compañeros de Filiberto². Sus expresiones llevaron el claro mensaje de que ³Filiberto fue un revolucionario en todo el sentido de la palabra, capaz de indignarse por cualquier injusticia que sucediera en cualquier parte del mundo². Detalló que en sus conversaciones con él, le expresaba ³que quería ser la mitad de lo revolucionario que él era² en su entrega a la lucha y su amor por su país. Recordó además que para Ojeda Ríos, la hermandad entre Puerto Rico, Cuba y República Dominicana siempre fue importante. Y ese amor que tradujo Filiberto en hermandad es un amor que no se cuestiona, afirmó. Porque ³el que cuestiona el amor ni ve ni escucha².
Instó a no olvidar nunca el amor como revolucionario por el que Ojeda Ríos ofrendó lo más preciado desde la clandestinidad.
Entre las organizaciones que se solidarizaron con la actividad estuvieron la Coordinadora Rompiendo el Perímetro, el Comité Puerto Rico Pa¹lante, la Refundación Comunista, el Frente Socialista, el Comité de Trabajo de Apoyo a Vieques, Madres Contra la Guerra y el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano. Un agradecimiento especial fue dado a la UTIER por conceder las facilidades para realizar la actividad. Amenizada por el grupo Hijos de Agueybaná, un réquiem del doctor Hamid Galib y un solo de violín que interpretó Laura Cintrón con el tema Verde Luz, la actividad culminó con un solo de trompeta que interpretó la canción Preciosa.
Durante la mañana, la delegación de hermanos dominicanos, acompañada por Elma Beatriz y otros puertorriqueños, depositó una ofrenda floral ante la tumba del compañero Ojeda Ríos, en el Cementerio de Río Blanco de Naguabo.

Fuente: lafogata.org