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Latinoamérica

TGP: ¿DP quiere legalizar la coima?

Herbert Mujica Rojas
Señal de Alerta

Leo que la DP propone que TGP, Transportadora del Gas Peruano, la empresa del insolente Ricardo Markous, esa que acostumbra "construir" gasoductos que fallan con mucha frecuencia, pague la auditoría que investigue y escrute al mínimo detalle lo ocurrido en Camisea. ¿No sabe la señorita Beatriz Merino que esto significa, en criollísimo castellano, una forma de legalizar la coima para que los resultados sean benignos o poco cuestionadores de la entidad sufragante, es decir, TGP? ¿Inocente o está extendiendo una salida galana al sistema que tiene que cubrirse ante la flagrante, escandalosa y terrible estafa que está demostrando ser el gasoducto que viene desde los campos gasíferos de Camisea?

A no pocos asombra que la reacción oficial peruana ante los exabruptos matonescos, de faite vulgar y ramplón de que ha hecho gala Ricardo Markous, porteñísimo argentino y pésimo embajador del país hermano, haya sido tan pobre, casi inexistente, poco varonil, vasalla, aberrantemente indigna. Markous cree que está en Buenos Aires y ejerce su patanería con estilo inconfundible de embustero como lo hace, también, ese otro pillo que es Norberto Benito, gerente general de Pluspetrol que le echa la culpa de todos los infortunios del gasoducto a la zona sísmica. ¿Faltan pantalones en el Congreso, en el gabinete, en los partidos políticos? ¿Dónde carajo están las ONGs que dicen custodiar los derechos humanos? ¡Hay que ser muy descastados y huérfanos de raza para comportarse como lo están haciendo todas estas instituciones!

La DP Merino hace saber de su "preocupación" con respecto a las fallas del gasoducto. ¡No señorita, a nadie le interesan sus cavilaciones! Su expresión correcta, contundente, inequívoca debió ser de ¡condena tajante e irreversible, solicitando, en el acto, una auditoría a cargo de organismos independientes e imposibles de ser coimeados por el dinero de TGP o de Pluspetrol! Hay que investigar la conducta tan extraña de quien fue nominada por un Congreso agonizante y repudiado, como Defensora del Pueblo. ¡Esta era la oportunidad para DEFENDER al pueblo! ¿Y qué ha hecho la susodicha?: ¡extender la posibilidad que una coima de TGP tienda un manto de impunidad a su crimen en el gasoducto!

El Congreso, es decir el establo del cual hasta el caballo de Calígula se avergonzaría de ser parte, como refirió el maestro Manuel González Prada, conformó una comisión para que en 45 días evacúe algún informe. No condenó las expresiones de Ricardo Markous, no le exigió disculpas ni le demandó pedir perdón al pueblo peruano por las malcriadeces que pronunció con altanería de quien se sabe protegido en los altos niveles (la hermandad de los criminales es manifiesta), sino que, también, el Parlamento, "expresó su preocupación". ¡Qué disparate! ¿Una sola pregunta a estos legiferantes? ¿También les faltan pantalones para poner las cosas en su sitio?

El flautista polaco, que también es norteamericano, PPK, Pedro Pablo Kuczynski, se las picó a Estados Unidos y se zurró en la Comisión congresal. ¿Qué iba a decir diferente de lo que ya dijo días antes cuando hablaba de sabotajes y monsergas que la propia TGP ha desmentido? Los dos grandes fraudes que continuó o extendió la administración Toledo, Camisea y la concesión a LAP, Lima Airport Partners, del Aeropuerto Jorge Chávez, tienen que ver, directa o indirectamente, con PPK. ¡No sería la primera vez que este vendepatria militante está en el fango de los negociados y en la corruptela de favoritismos a las empresas transnacionales! Muchas veces hemos contado cómo PPK debió huir del Perú en la maletera de un auto por haber pagado a la IPC, International Petroleum Company, dineros no autorizados por el régimen militar en 1968-9.

¿Qué está ocurriendo en Perú que demuestra una neumática de silencio más bien oprobiosa y sólo existente en castrados mentales o esclavos modernos que agachan la cabeza y sólo la levantan para recibir la pitanza, la sinecura o la dádiva de los poderosos?

Hay no pocas explicaciones o tentativas de análisis. Ciertamente, sí se puede decir que la DP Beatriz Merino aún actúa como si continuara siendo funcionaria internacional, proclive a no levantar la sagrada e indeclinable defensa del pueblo y sus intereses y, en cambio, propone la legalización de una coima como sería, indudablemente, que TGP pague una "auditoría" que sólo constituiría una burla al Perú. ¿O alguien imagina que TGP sufragaría un informe en contra de su fraudulento gasoducto?

El Congreso es una rémora vergonzosa que no representa a nadie. Ni al espíritu levantisco del Perú ancestral, ni a la historia, ni a nada. Mal podría, este Parlamento, aprobar acuerdos de envergadura estatal como cualquier TLC con Estados Unidos o con Chile. Casi la totalidad de legiferantes están cubiertos de la deshonra y la cobardía por razón de sus actos de increíble ¡e inaceptable! pusilanimidad.

Los contratos de estabilidad jurídica no son más que tapaderas para no pagar lo justo y de los cuales se benefician, particularmente, empresas transnacionales que tienen en nuestros pagos testaferros nativos sumamente delincuentes a quienes el sistema no engrilleta ni mete a la cárcel porque tienen bufetes enteros de abogánsteres a su servicio y están cubiertos de maraña legal y legalista.

Los partidos políticos, clubes electorales, más propiamente dichos, declinan bobamente, una oportunidad extraordinaria para manifestar su repudio y demandar acciones legales y políticas contra empresas de muy dudosa reputación. Amén que la sola comprobación de las fallas del gasoducto de Camisea ameritan una investigación al milímetro. ¿También están todos amordazados o comprados? ¡No lo creo!

Las ONGs de derechos humanos consideran que no es un buen negocio proteger los derechos de nuestros compatricios del interior y ni siquiera se toman la molestia de interesarse enérgicamente por ellos, por la contaminación criminal producida o por el daño al proyecto de vida de poblaciones enteras que son también peruanas. Hay derecho a preguntarse ¿hasta cuándo va a durar esta clase de actitudes fraudulentas?

Pretender que TGP pague la auditoría sobre las fallas en el gasoducto de su construcción es una estupidez más o menos notable. ¿Cuál es la regla de oro de la globalización?: ¡Quién tiene el oro -o el pago- impone la regla!

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!        

Fuente: lafogata.org