Alfredo Vera
Quito

El gobierno Bush abandonó el multilateralismo del ALCA (Asociación de Libre Comercio de las Américas) y desató una verdadera avalancha para imponer el bilateralismo de los llamados T.L.C. (Tratados de Libre Comercio, con cada país del Continente), con una premisa básica impuesta en las "negociaciones": el APERTURISMO como sustento de los tratados, es decir, abrir las fronteras para el LIBRE COMERCIO de norte a sur, de arriba para abajo, de ricos a pobres, de superdesarrollados a subdesarrollados, de la tecnología de punta a la punta de un cuerno, de las transnacionales a la empresita de medio pelo.

El Jueves 16 se gestó un taller informativo de la Comisión Ecuatoriana negociadora del TLC a la que asistimos invitados el Bloque Legislativo y la Comisión Política Nacional del Partido Izquierda Democrática y pudimos hacer varias preguntas y comentarios lo que nos permite encarar un análisis sucinto de lo que consideramos una verdadera amenaza para el Ecuador.

Es de esos fenómenos geopolíticos con los que nos irá mal de todas maneras, si firmamos porque consagramos mediante tratado obligatorio la pérdida de nuestra soberanía y si no firmamos el país será objeto de una verdadera guerra desestabilizadora de nuestra economía.

La Comisión Negociadora nació en el régimen del dictócrata vasallo de Bush y ya podemos colegir con qué mentalidad se iniciaron las conversaciones por mandato del gobernante de turno. La Comisión se ha reconfigurado, pero de las preguntas y respuestas que se hicieron, el espíritu predominante es fatalista, porque si bien hay la intención de diferir la firma, hasta ver si se puede doblegar algunas de las imposiciones imperiales, como que existe la decisión de finalmente firmarlo, allanándose a otras imposiciones que parece que ni se discuten.

Los temas VISIBLES de controversia se ubican en asuntos como los subsidios agrícolas que Estados Unidos da a sus productores, destruyendo todo principio de competitividad, no habiendo respuesta de lo que va a suceder con productos como arroz, maíz, soya, que van a ser arrasados por la invasión a costos de suicidio para el millón de campesinos ecuatorianos que dependen de su comercialización; otro de los temas es el de la propiedad intelectual al que no le encuentran solución.

Algunos de ellos dicen que deberíamos subsidiar a los productores ecuatorianos, cuando no tenemos ni para darles mediana educación, incipiente salud, salario de supervivencia ¿con qué vamos a subsidiar su producción con los niveles de pobreza crítica, miseria, que predominan en el país?.

Hay temas INVISIBLES que los negociadores aceptan existen, pero no informan cómo vamos a preservar nuestra soberanía. Lo más grave es que estaremos IMPOSIBILITADOS de RENEGOCIAR la deuda externa (como lo hicieron Argentina o Brasil) a la que tendremos que SERVIR incondicionalmente.

¿Y nuestra soberanía? Mal, por desgracia.-