VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

 

"Ence, Botnia, CTI Móvil, FMI, Haití y Unitas solo más de lo mismo"

Mensaje de la 36

Se ha vuelto demasiado común que muchos de los dirigentes progresistas más connotados en el gobierno, aprovechen los enormes espacios de la televisión y los medios de prensa que la burguesía les ofrece gratuitamente, para referirse más que a la gestión de gobernar, a aspectos políticos e ideológicos del momento.

El Doctor Gustavo Salles comentaba que en cambio, cuando le había preguntado por el Tratado de Inversiones con los Estados Unidos a dos estudiantes universitarios avanzados en Economía, ambos le habían respondido lo mismo "¿qué tratado?".

Lamentablemente en esta época ni los partidos políticos de izquierda ni los sindicatos -aún menos todavía los escasos Comités de Base del Frente Amplio- tienen entre sus tareas y objetivos, la instrucción, el conocimiento y la información a sus militantes.

Esta situación de ignorancia y desinformación generalizada, favorece a los sectores de la derecha y a los progresistas de centro acomodados en el gobierno.

Para los trabajadores y sectores populares la lucha de clases, cada vez más limitada y contenida por las grandes mayorías oficialistas, el único aprendizaje posible puede surgir de la práctica pero alejada de la teoría revolucionaria.

De esta manera ni a los trabajadores ni a los estudiantes le alcanzará la vida para lograr acumular el conocimiento necesario para alcanzar los objetivos en menos plazo y con menos costos y sacrificios.

Mientras tanto los sectores populares y de trabajadores son expuestos continuamente al engaño de los demás y al suyo propio.

Lo importante en la vida es contribuir en la medida de las posibilidades de cada cual a resolver los problemas que se presentan en cada etapa. Aún conociendo nuestras propias limitaciones y el impacto de nuestra pobre campana de madera, debemos intentar echar algo de luz ante las afirmaciones de ciertos dirigentes políticos que más que confundidos actúan a conciencia de que abusan de la buena fe de las personas sencillas del pueblo.

Hemos escuchado cosas como que el imperialismo y el FMI cambiaron.

Que Cuba va hacia el ALCA y que Venezuela ya está en el ALCA.

Que debemos ubicarnos en uno u otro polo económico de los que se han formado en el mundo.

De la existencia de varios y nuevos imperialismos mundiales.

En fin los economistas, políticos e ideólogos capitalistas prefieren no hablar de imperialismo y hacen referencia a las economías de mercado, a los países desarrollados o industrializados, al grupo de los ocho, a las naciones ricas, pero evitan hablar del imperialismo.

Pero el imperialismo sigue existiendo y en este tiempo histórico de la humanidad el capitalismo norteamericano hace mucho tiempo que se transformó en el imperialismo norteamericano.

Lenin dedicó especial atención a este fenómeno que se debió a que la economía y la política norteamericana se reflejaron del modo más completo los rasgos que caracterizan al capitalismo monopolista.

Tras estudiar estos nuevos fenómenos Lenin creó la teoría del imperialismo descubrió la Ley del desarrollo económico y político desigual del capitalismo en la época del imperialismo.

El fue quien llegó a la conclusión de que el imperialismo es la fase superior del desarrollo del capitalismo, la cual se diferencia cualitativamente de la fase anterior. Definió los siguientes rasgos fundamentales del imperialismo.

"Primero, la concentración de la producción y del capital llega hasta un grado tan elevado de desarrollo, que crea monopolios, los cuales desempeñan un papel decisivo en la vida económica".

"Segundo, la fusión del capital bancario con el industrial y la creación, en el terreno de este "capital financiero" de la oligarquía financiera".

"Tercero, la exportación de capitales, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere una importancia particularmente grande.

"Cuarto, se forman asociaciones internacionales monopolistas de capitalistas, las cuales se reparten el mundo y

"Quinto, ha terminado el reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes".

El primer rasgo revela las causas del surgimiento de los monopolios y el papel de éstos desempeñan en la economía. La aparición del monopolio, a consecuencia de la concentración de la producción, fue evaluada por Lenin como ley general y fundamental de la nueva fase de desarrollo del capitalismo. La conclusión de que a la libre competencia le sustituye el monopolio fue un importante descubrimiento científico. Justamente en él se basa la deducción de Lenin de que el capitalismo pasa a su fase superior y última, por su esencia económica, el imperialismo es la fase monopolista del capitalismo.

Al analizar la concentración de la producción en los Estados Unidos Lenin demostró que en una fase determinada, en que a dos o tres compañías, o como máximo a cinco, les corresponde más de la mitad de la producción industrial en las ramas fundamentales surge inevitablemente el monopolio.

La concentración de la producción de la cual surgen los monopolios, es un gigantesco paso en la socialización de la producción y en el crecimiento de la producción del trabajo. La producción se hace cada vez más social, pero las empresas continúan siendo propiedad privada de un reducido número de individuos o de grupos capitalistas, los cuales están interesados únicamente en obtener la máxima ganancia.

Toda la población se ve obligada a pagar un desmesurado tributo a los monopolistas, quienes imponen los precios en el mercado. El yugo de unos cuantos monopolistas se tornan insoportable. La contradicción entre el carácter social de la producción y la forma privada capitalista de apropiación de los resultados de la producción se ahonda cada vez más.

Lenin resumió así el nuevo papel de los bancos en la fase monopolista del capitalismo: "Al llevar una cuenta corriente para varios capitalistas, el banco realiza, al parecer, una operación puramente técnica únicamente auxiliar. Pero cuando esta operación crece hasta alcanzar proporciones gigantescas, resulta que un puñado de monopolistas subordinan las operaciones comerciales e industriales de toda la sociedad capitalista, colocándose en condiciones por medio de sus relaciones bancarias de las cuentas corrientes y otras operaciones financieras. Primero de conocer con exactitud la situación de los distintos capitalistas. Después controlarlos, ejercer influencia sobre ellos mediante la ampliación o la restricción del crédito. Facilitándolo o dificultándolo y finalmente decidir enteramente su destino, determinar su rentabilidad, privarles de capital o permitirles acrecentarlo rápidamente y en proporciones inmensas.

El entrelazamiento de los intereses de los monopolistas industriales y el engarce de los capitales de estos, conduce al surgimiento de un nuevo tipo de capital el financiero.

El dominio del capital financiero es uno de los rasgos fundamentales de la fase monopolista del capitalismo.

El capital financiero se concentra en manos de un pequeño grupo de magnates. Este grupo denominado oligarquía financiera o lo que significa gobierno de unos pocos ocupa las posiciones dominantes en la economía de los países capitalistas.

En los países imperialistas y en especial en los Estados Unidos se formaron grandes complejos militares uniones de los monopolios militares con el aparato gubernamental y con los reaccionarios grupos militaristas. Los complejos militar, industrial les utilizan con amplitud la "Unión personal" para elaborar y aplicar una agresiva política exterior. Tal política y tal unión proporcionan fabulosas ganancias, muy por encima de las que obtienen los monopolios en las industrias civiles, a los grupos financieros oligárquicos dedicados a la industria de la guerra.

El tercer rasgo del imperialismo la exportación de capital, la preponderancia de ésta sobre la exportación de mercancías. Supone el dominio establecido por un reducido número de Estados Imperialistas en todo el mundo capitalista. A fin de obtener la máxima ganancia, los monopolistas exportan capital monetario que han acumulado en grandes cantidades. El monopolio que exporta capital funda o bien filiales suyas o bien empresas mixtas con la participación de capital nacional y de capital extranjero. También se exporta capital en forma de préstamos a empresarios o a Gobiernos de otros Estados.

Según la expresión de Lenin la exportación de capitales es parasitismo elevado al cuadrado, por cuando el capital no se utiliza con fines productivos en el país de origen y una vez exportado sobre todo a países subdesarrollados, sirve para explotar a éstos y entorpece el desarrollo independiente.

Los estados imperialistas particularmente los Estados Unidos prestan "ayuda" a otros países capitalistas y emergentes. Sin embargo el otorgamiento de "ayuda desinteresada" lo condicionan siempre a la concesión por los países receptores de franquicias para las actividades de sus monopolios en estos países.

Otro rasgo importante de la exportación de capitales es la creciente exportación de capitales por parte de organizaciones internacionales de las potencias imperialistas entre las que figuran el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, la Asociación Internacional de desarrollo y la Cooperación Financiera Internacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Resulta significativo que una gran parte de los capitales de estas organizaciones sea norteamericana. Al conceder préstamos, tales organizaciones tienen como finalidad además de asegurarse sus interese comerciales fortalecer el dominio del capital en los países subdesarrollados.

Estos países pobres pierden una parte considerable de su renta nacional, que en parte emigra hacia el extranjero en forma de ganancias de los monopolios imperialistas.

La lucha de las asociaciones internacionales de monopolistas por los mercados de venta de mercancías, por las fuentes de materias primas y por la obtención de la ganancia máxima les induce a concertar acuerdos recíprocos para repartirse el mercado mundial. El reparto económico del mundo entre las alianzas internacionales de monopolistas deviene rasgo fundamental del capitalismo.

A diferencia de los monopolios internacionales que a comienzos de siglo surgían fundamentalmente sobre la base del amalgamiento de capitales de diverso origen nacional, en la época actual han obtenido mayor difusión los monopolios transnacionales.

Cada uno de éstos tiene filiales en veinte o más países.

Entre los monopolios transnacionales más grandes se hallan los gigantescos monopolios norteamericanos de las industrias petroleras, automovilística, electrónica y otras los cuales han constituido una vasta red de empresas en otros países.

Una peculiaridad destacada de la expansión de los monopolios fueron los acuerdos para el reparto de los mercados del mundiales entre los estados imperialistas. Se crean alianzas monopolistas a nivel de Estados. La decisión arbitraria de las transnacionales de cerrar filiales suyas en tal o cual país aumenta el desempleo y desorganiza la economía. Dichos monopolios practican con profusión el soborno e infringen la legislación económica y la laboral. Sus actividades agravan las contradicciones sociales e incrementan la explotación de los trabajadores.

Las actividades de los monopolios transnacionales provocan en los países subdesarrollados consecuencias muy graves. Aumentan la dependencia económica y técnica de éstos respecto al capital extranjero, se mantiene un atraso económico, se intensifica la explotación de los trabajadores, se reducen las posibilidades de un saldo positivo y se ahonda el abismo económico y técnico entre los mismos y los países desarrollados.

Entre las causas de los grandes virajes históricos de los políticos progresistas se debe tener en cuenta que los monopolios transnacionales como CTI Móvil, Aguas de Suez, Dirox, Ambeb, Ence, Botnia, etc, desempeñan un papel muy reaccionario en la elaboración de la política interna de los gobiernos.

Estos monopolios transnacionales son los iniciadores de la ofensiva contra los derechos sociales y políticos de los trabajadores, apoyan e inspiran las acciones agresivas de sus gobiernos en el ámbito internacional como el envío de tropas uruguayas a la ocupación de Haití.

Para los dirigentes políticos progresistas que acostumbran culpar a la izquierda por los fracasos de los gobiernos progresistas. Conviene recordar las manifestaciones palmarias en las actividades de los monopolios transnacionales norteamericanos, los cuales organizaron el derrocamiento de gobiernos democráticos, como lo hicieron en Chile en 1973.

El reparto económico del mundo entre los monopolios multinacionales está relacionado con el reparto territorial del mundo entre las potencias imperialistas y con la lucha de estas por un nuevo reparto.

Una vez finalizado el reparto del mundo se formó el sistema colonial, uno de los pilares principales del imperialismo. Elevadas ganancias monopolistas, materias primas baratas, mano de obra y carne de cañón, todo esto proporcionaban las colonias al imperialismo.

Después de haberse realizado el reparto territorial del mundo entre las grandes potencias, obtener nuevas colonias y esferas de influencia, era posible únicamente arrebatándolas a otra potencia colonial. Va intensificándose la lucha de los Estados imperialistas por un nuevo reparto de las posesiones coloniales. El desarrollo desigual, a saltos, del capitalismo en la época del imperialismo modificó la correlación de fuerzas entre las potencias imperialistas.

Algunos países, habiendo adelantado en su desarrollo a sus competidores, exigían el reparto del mundo ya repartido, en consonancia con la importancia que ellos tenían. Tal fue la causa de la Primera y la Segunda Guerras Mundiales y de toda una serie de guerras locales.

Lenin deduce que la política del imperialismo que emana de las bases cardinales de su economía, es una política de preparativos y desencadenamiento de guerras mundiales por un nuevo reparto del mundo ya repartido, ha sido confirmada plenamente por la posterior historia económica y política del imperialismo.

Después de la segunda Guerra Mundial, la lucha de liberación nacional de los pueblos oprimidos y dependientes dio lugar a la desintegración de los imperios coloniales y luego el hundimiento del sistema colonial del imperialismo y la eliminación del reparto territorial del mundo entre las grandes potencias.

Sin embargo, la lucha entre los Estados imperialistas por un nuevo reparto del mundo no cesa y continúa por otros métodos -como en Haití- además del tradicional de la guerra -como en Afganistán e Irak-.

El imperialismo es agresivo por su naturaleza. Lo muestra también la historia del imperialismo norteamericano.

Después de Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos que disponían de un gran potencial industrial y de recursos humanos intactos y poseían durante un periodo el monopolio de las armas nucleares, tomaron como base de su política la idea del reforzamiento del sistema capitalista mundial.

En los años 1946 y 1947 alegando la amenaza exterior los militaristas más reaccionarios norteamericanos exhortaron abiertamente a desatar una "guerra preventiva" contra la ex Unión Soviética con empleo de armas nucleares.

En 1946 los medios gobernantes de los Estados Unidos proclamaron la "línea dura" con respecto a la ex URSS transformándola después den la "guerra fría" contra los ex países socialistas.

En 1950 los Estados Unidos se entrometieron en los asuntos internos del pueblo coreano iniciaron una intervención en la que encubriéndose con el rótulo de "tropas de la ONU" tomaron también parte otros países, algo similar de lo que ocurre con Haití.

En 1954 el gobierno norteamericano organizó la intervención armada de mercenarios en Guatemala. En 1961 el imperialismo norteamericano llevó a cabo el desembarco de contrarrevolucionarios en Cuba, en Playa Girón, que terminó en rotundo fracaso.

La política estadounidense con respecto a Cuba condujo en 1962 a la llamada crisis del caribe, que creó la amenaza de un conflicto bélico entres los Estados Unidos y la ex URSS.

En 1964 los Estados Unidos comenzaron una agresiva guerra imperialista contra el pueblo vietnamita. En 1965 emprendieron la intervención armada contra la República Dominicana.

En 1958 tropas norteamericanas desembarcaron en el Líbano. En 1983 fuerzas armadas estadounidenses volvieron a desembarcar en el Líbano y buques de guerra norteamericanos sometieron a bárbaros cañoneos la población civil.

Después vino el bloqueo a Cuba que subsiste hasta hoy, provocaciones y actos de terrorismo contra el pueblo cubano y su presidente Fidel Castro. Apoyaron sin tapujos al régimen reaccionario de El Salvador. Agresiones contra Nicaragua e invasión militar a Granada.

Muchas de estas acciones gloriosas embellecen la historia nacional de los Estados Unidos de una lista que han seguido aumentando con Afganistán, Irak.

Lenin definió el lugar histórico del imperialismo. El imperialismo es la fase superior del desarrollo del capitalismo.

"El imperialismo es una fase histórica especial del capitalismo que tiene tres peculiaridades es capitalismo monopolista, capitalismo parasitario o en descomposición, y es capitalismo agonizante."

Estas peculiaridades del imperialismo atestiguan que han madurado por completo las premisas materiales para la liberación y tanto se agravan las contradicciones del capitalismo que los cambios profundos se plantean hoy en todo el continente Latinoamericano como una tarea práctica de la lucha revolucionaria de los trabajadores, campesinos y los indígenas.

En la actualidad la manifestación más viva de la descomposición del capitalismo es el aumento de los -ya de por sí altos- gastos improductivos en la militarización de la economía. La escalada de armamentos que los países más grandes del imperialismo particularmente en los estados Unidos ha adquirido una escala insólita.

Solamente el Plan Colombia por el cual el gobierno reaccionario del presidente Uribe lleva la guerra adelante contra la insurgencia en su país ha significado un gasto de mil trescientos millones de dólares. Y la intervención armada en Irak cuya ocupación se estima en un gasto superior a los dos millones de dólares diarios.

La creciente militarización es un despilfarro de fuerzas productivas una pérdida irreparable para la sociedad, de recursos y materias primas, de energía y trabajo humano. Solamente en la fabricación de medios de destrucción masivo se gastan más de mil millones de dólares al día.

La oligarquía financiera y una parte considerable de la burguesía rompe completamente los nexos directos con la producción material. Las actividades de los grupos financieros se reducen cada vez más a ampliar su dominio adquiriendo los paquetes de control de las acciones de nuevas compañías y mediante diversos chanchullos financieros.

La administración directa de las empresas pasa a manos de especialistas asalariados. Aumenta la capa de rentistas, o sea de poseedores de títulos de valor que viven de los intereses que éstos les proporcionan. Cierto sector de la burguesía monopolista forma parte de las juntas administrativas, consejos de compañías, pero se dedica únicamente a la administración general, se ocupa de que aumenten constantemente los ingresos y controla la distribución de las ganancias, cuya mayor parte va a parar a manos de los grandes accionistas.

Asimismo vemos como ahora en nuestro país con el gobierno progresista aumenta asimismo el número de personas del gobierno, de la prensa, ocupadas en atender los antojos parasitarios de los explotadores.

Crece el aparato estatal de contratos de obra, empleos para amigos, crece la policía y el ejército subordinado a los monopolios.

El parasitismo de los monopolistas propietarios de títulos de valor que viven a cuenta de los ingresos provenientes de éstos aumentan aún más a consecuencia de la exportación de capitales.

Estados enteros que exportan capitales y viven en considerable medida explotando a otros pueblos y países se convierten en Estados rentistas.

Es característico de la descomposición y el parasitismo bajo el imperialismo el que la burguesía soborna sistemáticamente a determinados grupos de la clase obrera, a la llamada aristocracia obrera.

Las posibilidades económicas para el soborno se deben a las elevadas ganancias monopolistas que se obtienen explotando y saqueando a los pueblos de los países subdesarrollados. Las empresas sobornan concediendo salarios más altos, entregando acciones gratuitamente, o con facilidades y promoviendo a los líderes del movimiento obrero a puestos lucrativos o de gobierno.

"Esta capa superior de la clase obrera constituye una parte muy reducida del proletariado y es un apoyo social de la burguesía monopolista".

La descomposición del capitalismo en la época del imperialismo se manifiesta en la reacción política. Los monopolios que dominan en la economía tienden a conquistar el poder políticos a poner a su servicio el aparato del estado burgués.

Encuben sus aportes cuantiosos para las campañas políticas bajo la apariencia de "colaboraciones desinteresadas" y con ello comprometen a los futuros gobiernos y parlamentos.

La historia del imperialismo norteamericano y la política actual de las asociaciones monopolistas estadounidenses confirman la deducción de Lenin de que la naturaleza económica del imperialismo estriba en el dominio de los monopolios y la esencia política de él radica en la reacción política en todos los campos de la vida social.

En la ciencia del marxismo y de hombres como Lenin basamos nuestro optimismo a que los cambios son alcanzables y posibles por que está llegando la hora en todo el continente.

A pesar de los ministros de Economía, el parasitismo y la descomposición del capitalismo monopolista testimonian que el capitalismo ha agotado sus posibilidades históricas. No puede resolver los problemas vitales de cada individuo ni los de la humanidad en su conjunto. Por lo tanto es necesario que el capitalismo sea sustituido por un sistema socio político de producción social.

EL PUEBLO VOTÓ POR EL CAMBIO.

EL CAMBIO NO VIENE POR EL LADO DE MAS CAPITALISMO.

MAS UNITAS, MAS TROPAS A HAITÍ, MAS CARTAS INTENCIÓN CON EL FMI, MÁS MONOPOLIOS TRANSNACIONALES, MAS PRÉSTAMOS FINANCIEROS, MAS TRANSA Y FOTOGRAFÍAS DE BRINDIS CON CHAMPAGNE , MAS PLANTAS CONTAMINANTES DE CELULOSA, MÁS EUCALIPTOS, MENOS TRABAJO, MENOS VIVIENDAS Y MENOS HOSPITALES PARA EL PUEBLO.

PORQUE ESO ES SOLAMENTE MÁS DE LO MISMO.

Fuente: lafogata.org