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El presidente electo de Bolivia, Evo Morales, dejó sin culpa ni pena a la petrolera hispano – argentina Repsol, acusada con pruebas documentadas por la Aduana nacional por el delito de contrabando de hidrocarburos junto al consorcio de Enron - Shell.

En declaraciones reportadas desde Madrid por Europa Press, Morales dijo esta mañana que Repsol YPF, que controla la cuarta parte de las reservas de gas y petróleo del país andino, no está entre los "bandidos" a los que ha venido denunciando en los últimos días, a pesar que reiteró contradictoriamente que aplicará "mano dura" a las empresas que no paguen sus impuestos, contrabandeen hidrocarburos e incumplan las leyes bolivianas.

Morales hizo estas declaraciones en el último acto de su visita a España, celebrado esta mañana en la sede del Real Instituto Elcano, donde se reunió por espacio de una hora con un nutrido grupo de periodistas líderes de opinión, representantes de empresas y algunos ministerios y los directivos e investigadores de la Fundación.

En todas sus intervenciones durante su visita a España, Morales ha querido transmitir un mensaje de tranquilidad a las empresas españolas con intereses en Bolivia. El nuevo presidente dio seguridades de que no confiscará ni expropiará a las transnacionales, por lo que aplicará sólo una "nacionalización simbólica", y que consiste en otorgar la propiedad de los hidrocarburos primero al Estado boliviano cuando estén en el subsuelo y después a las empresas petroleras cuando los hidrocarburos emerjan a la superficie hasta que sean comercializados en el mercado interno y externo.

Música para los oídos especialmente para la petrolera hispano argentina, acusada en Bolivia por autoridades competentes por el delito de contrabando.

CONTRABANDO

Una de las empresas controladas por Repsol, como es la petrolera Andina, ha cometido un fragante delito de contrabando de gas natural al exportar ilegalmente a dos empresas petroleras "fantasmas" Southern Cone Gas y Transborder Gas Services, organizadas fraudulentamente por el consorcio Enron – Shell, según la denuncia de la Aduana Nacional de Bolivia.

Según consta en la investigación de la Gerencia de Fiscalización de Aduana presentada al Ministerio Público, la filial de la Repsol incurrió en el delito de contrabando de gas natural a Cuiabá por un valor 14 millones de dólares, pues no presentó las pólizas de exportación exigidas ni realizó los trámites aduaneros por las exportaciones a Cuiabá entre noviembre de 2001 y noviembre de 2002.

El caso fue remitido el 7 de mayo al fiscal de Materia José Centenario Cardozo, quien solicitó a los fiscalizadores de la Aduana que se presenten para declarar y brindar información.

EMPRESAS FANTASMAS

La Aduana inició una auditoría sobre la exportación de gas a Cuiabá a solicitud de la Superintendencia General del Sistema de Regulación Sectorial (Sirese).

En la instructiva, el ente regulador daba cuenta de la existencia de una venta y reventa de gas con destino a Cuiabá por parte de dos empresas "fantasmas" (SCG y TBS), que no tenían registro alguno en Fundempresa.

En principio, la Superintendencia General preguntó a Andina por su cliente TBS; sin embargo, la filial de Repsol informó que no tenía ningún contrato suscrito con esa petrolera.
Andina informó que el gas para Cuiabá era comprado por Southern Cone Gas. Como ni TBS ni Southern Cone Gas están registradas en Fundempresa, las autoridades de la Aduana sostienen que ambas firmas no pueden exportar, como aseguró Andina.

Otro hecho que preocupa a la Aduana consiste en que Southern Cone Gas haya pagado "de oficio" 50 millones de bolivianos al Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) por la comercialización de gas natural que se exporta a Cuiabá.

Los ejecutivos aduaneros solicitaron una explicación a Impuestos sobre por qué aceptó el pago de una empresa "fantasma". A principios de la segunda gestión fiscal de 2003 (entre julio y agosto) Southern Cone Gas pagó al SIN los 50 millones de bolivianos, pero como no tenía Registro Único de Contribuyente (RUC) apeló a uno prestado para hacer efectivo el pago de los tributos.

DELITO FRAGANTE

Según denunció hace poco el ex diputado de la nacionalista Conciencia de Patria, Andrés Soliz Rada, ahora miembro de la cúpula dirigente del partido de Morales en el tema de hidrocarburos, los delitos de Repsol, Enron y Shell eran evidentes y estaban probados. "La Enron y la Shell, que conforman Transredes, han organizado dos filiales fantasmas: La Souther Cone Gas (SCG) y Transborder Gas Servuce (TGS), las que han contrabandeado gas, suministrado por Andina (Repsol) a Cuibá (Brasil)".


"El hecho fue tan flagrante que SCG y TGS se apersonaron al Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) a pagar tributos por valor de 50 millones de bolivianos. Allí se les hizo notar que no tenían Registro Único de Contribuyentes (RUC), pese a que se presentaron como subsidiarias de las grandes empresas", señaló Soliz, que mañana viaja a Argentina a negociar en nombre de Morales.

En una nota enviada a Econoticias, el ex parlamentario de Conciencia de Patria (Condepa), mencionó que "El artículo 40 de la Ley de Hidrocarburos dice que las compañías que transportan hidrocarburos no pueden comercializarlo. Este es el precepto jurídico vulnerado por Enron y Shell, en tanto que el contrabando de Andina (Repsol) es también flagrante", aseguró en una nota enviada y publicada por Econoticiasbolivia en mayo del 2004.

CAMBIO DE RUMBO

Los delitos de contrabando y otras irregularidades no han sido sancionadas por el Estado y han quedado en la impunidad durante los gobiernos neoliberales de Carlos Mesa y del actual presidente Eduardo Rodríguez y, si se toma en cuenta lo declarado por Morales en España, se mantendrán así por mucho más tiempo.

El nuevo presidente de Bolivia no sólo ha liberado de pena y culpa a Repsol, sino que también ha hecho público su deseo para que esta empresa aumente sus inversiones en el país. Según reporta Europa Press, Morales se mostró "convencido" de que es importante tanto la inversión pública como la privada extranjera, y anunció el deseo de que Repsol-YPF invierta en la industrialización de Bolivia. Por ello, miembros de su Gobierno y de la compañía española discutirán a partir de ahora los aspectos técnicos de dicha inversión".