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        Argentina: La lucha continúa | 
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"La guerra había empezado cuando un hombre vino a buscar bichitos"
Juan Altamirano 
El mango de hacha
 Oscar mira hacia la cámara, esta impaciente y se lo nota un tanto nervioso. 
Me pide encarecidamente que vaya a buscar a Daniela, la organizadora del evento 
que tiene que presentarlo ante el público.
Oscar mira hacia la cámara, esta impaciente y se lo nota un tanto nervioso. 
Me pide encarecidamente que vaya a buscar a Daniela, la organizadora del evento 
que tiene que presentarlo ante el público. 
Después de ser presentado, Oscar pide el micrófono para hacer una introducción:
"Este video que van a ver, refleja un poco lo que es ser mapuche, porque mucha 
gente piensa que los mapuches nos quedamos congelados en el tiempo, que ser 
mapuche simplemente significa usar taparraos o tener plumas, lo ven como algo 
muy lejano… En este video van a poder escuchar no solamente la palabra de la 
comunidad mapuche, sino también la palabra del gobierno chileno, las forestales 
multinacionales y los terratenientes". 
El documental exhibido no deja lugar a la duda, ahí están en las palabras y en 
los hechos los mapuches del sur de Chile que luchan por su dignidad, y también 
el poder económico de una sociedad que bajo la influencia del fascismo 
pinochetista impuso el dinero y el consumo como única forma de vida. Las leyes 
de la dictadura que encubren la discriminación y la persecución de los pueblos 
originarios permanecen intactas bajo el régimen "Pseudo- Progresista" de la 
Concertación. 
Después de los aplausos, los oradores vuelven a escena. Daniela agrega: "Este 
documental fue terminado en el 2004, hoy la situación mapuche en Chile hoy es 
mucho mas grave que hace dos años. La mayoría de los mapuches que aparecen como 
clandestinos hoy están presos, nosotros estamos juntando firmas para conseguir 
asilo político en la argentina para Pascual Pichún ". 
Oscar levanta la vista y observa al público, respira, todo lo que vino después 
fue una enseñanza de vida. 
"Mi nombre es Oscar, soy Mapuche "Lasquenche", vengo de la zona de Bariloche… 
tengo 25 años y desde hace mucho vengo aportando a un proceso de lucha en "Gualmapu" 
(territorio argentino mapuche) y también en la otra parte de la cordillera (Gualamapu). 
Estamos de a poco recuperando nuestra identidad y espiritualidad, nuestra 
filosofía de vida y organización política, económica e identidades 
territoriales. La historia de los mapuches, es la historia de la resistencia 
ante las adversidades. Mapuche significa gente de la tierra y nosotros 
pertenecemos a la naturaleza, pero no somos dueña de ella. En este último tiempo 
nos hemos comprometido en la lucha, tanto en el campo como en la ciudad en la 
tarea de recuperar la cultura. Nuestra meta es realizable, porque nuestros 
antepasados pudieron vivir en armonía y equilibrio durante miles de años. 
Nosotros estamos en lucha por nuestros antepasados, tratando de comprender otro 
mundo, buscando un entendimiento mutuo. Replantearnos entre todos que mundo 
queremos, y desde esta mirada, venimos a compartir la palabra y la experiencia 
con ustedes". 
Un señor del publico le preguntó a oscar: ¿Cuál es la diferencia entre la 
problemática de los mapuches en Chile y en Argentina? 
"El estado Chileno aplica a los mapuches que resisten una ley antiterroristas. 
Hay que entender que en chile después de la denominada "Campaña de Pacificación" 
(genocidio de similar magnitud a la campaña del Desierto) el pueblo mapuche fue 
reducido a un 5 por ciento y el poco territorio que les quedo poco a poco 
comenzó a ser invadido por las multinacionales y las forestales que producen la 
celulosa para las pastas… El territorio mapuche se redujo considerablemente y a 
partir de la década del 80 los conflictos con el estado chileno se 
profundizaron, ya que las comunidades fueron creciendo y necesitaron mayor 
espacio para desarrollarse. Hoy en día muchas comunidades conviven con el asedio 
y la usurpación de las forestales. Pero una comunidad no puede vivir sin su 
tierra, sin sus recursos naturales que son elementos primordiales para asegurar 
el futuro d su gente, para sembrar y criar animales y desarrollar su 
espiritualidad, sus ceremonias, propias de su filosofía de vida. 
Cada pueblo Mapuche tiene una identidad territorial y eso le da una autonomía 
propia. No existe una cabeza de mando o una jerarquía. Hay pautas que rigen la 
convivencia entre mapuches y nuestra relación con la naturaleza. Cada comunidad 
es libre de elegir hacia donde va. Cuando se producen las invasiones y las 
conquistas se decía que éramos pueblos dispersos, que no estábamos unidos. Nunca 
pudieron entender que nuestra organización social y política es muy distinta y 
que solo puede entenderse en relación a nuestras identidades territoriales. Las 
enseñanzas de nuestros abuelos mapuches nos permiten reconstruir nuestra 
historia. 
Cuando ocupamos el consulado chileno, en Bariloche, durante 11 días, fue durante 
la huelga de hambre de 4 mapuches chilenos presos políticos. Nosotros 
denunciamos ahí, la política de un estado racista y una sociedad que pide 
permanentemente represión, influenciados por medios masivos de comunicación que 
responden a los intereses de las forestales y pasteras multinacionales. La 
discriminación y el miedo hacia los pueblos mapuches se instala en diversos 
ámbitos. En la escuela por ejemplo se enseña que ser indio es una vergüenza, ser 
flojo, borracho, algo que no es digno. Y se ha hecho muy difícil revertir esta 
situación. 
Se ha acusado a los mapuches de estar formados militarmente, inclusive, 
relacionados con ETA, lamentablemente la sociedad chilena lo cree todo. Pero lo 
cierto es que los únicos asesinados fueron mapuches por obra del carabineros o 
grupos paramilitares terratenientes, como es el caso de Alex Quemún, mapuche 
asesinado por resistir a la invasión de las forestales. 
Acá en Argentina después de la reforma del 94, se reconoce en la constitución la 
pre-existencia de los pueblos originarios. Se reconocen nuestros derechos a la 
cultura y filosofía de vida. El estado tiene la obligación de entregarnos titulo 
de propiedad comunitaria y tierras aptas para poder vivir y desarrollarnos. Pero 
lamentablemente esto no esta ocurriendo en la práctica. Después de las 
dictaduras nuestros padres confiaron en la democracia, pero los gobiernos que se 
sucedieron no hicieron otra cosa que entregar el patrimonio. Los pueblos 
originarios en el sur soportan día a día el avance de los terratenientes. 
El hecho de que el estado argentino no quiera entregarnos títulos de propiedad 
comunitaria, para nosotros forma parte de una estrategia política. Porque si una 
comunidad tiene titulo de propiedad comunitaria, esa comunidad no puede 
alquilar, prestar, prestar o vender las tierras. De esa manera el territorio le 
pertenece a la comunidad hasta que esta desaparezca, pudiendo decidir sobre sus 
recursos naturales. 
La única esperanza es que los pueblos se organicen. Junto a nosotros hay grupos 
ecologistas que están generando conciencia y llamando a la resistencia". 
Desde el público vino otra pregunta para oscar, referida a la importancia que 
dentro de la cultura mapuche se le da a los ancianos y a la oralidad. 
"Los abuelos tienen todo nuestro respeto, ellos son los que nos transmiten el 
conocimiento, y ese respeto, forma parte del rescate de nuestra cultura. Ellos 
nos dicen que en el silencio también se aprende. El mapuche no solo piensa con 
la cabeza, si no también con el corazón. La fuerza de nuestra lucha también está 
en nuestros abuelos. Ellos son los primeros en levantarse para hacer las 
ceremonias espirituales. Nosotros lo mínimo que podemos hacer es acompañarlos. 
Ninguno de ellos termino la primaria, no hablan casi castellano, por lo que no 
están contaminados con el pensamiento winka. 
A través de la moralidad, nosotros vamos recuperando nuestra historia. Una 
abuela en el sur de Chubut nos contaba que la guerra (la conquista del desierto) 
había empezado cuando un hombre vino a buscar bichitos, ese señor era el Perito 
Moreno, que con la excusa de hacer un estudio de las especies del lugar, en 
realidad hizo un trabajo de inteligencia, para informar al estado argentino de 
cuales eran las comunidades y los recursos del territorio. Ya se estaba 
planificando la campaña del desierto. El estado necesitaba expandir su 
territorio tal como se lo imponía el mercado internacional. Cerca de 900 mil 
hectáreas que fueron usurpadas por terratenientes ingleses hoy pertenecen al 
empresario italiano Luciano Benneton. Gracias a la reconstrucción de la historia 
nosotros pudimos entender la cosmovisión winka, que solo valora lo material y la 
acumulación por sobre la vida humana y natural. A nosotros nos ha llevado años 
comprender la complejidad de la situación…. Nosotros somos conscientes de que 
esto no es solo un problema nuestro. Nuestra lucha no es egoísta. Nosotros 
queremos que nos reconozcan que entiendan que somos diferentes". 
Keka koffman (Madre de Plaza de Mayo) pidió la palabra para felicitar a Daniela 
y saludar a Oscar. Una señora de ascendencia afro se sumó a los agradecimientos. 
Daba la sensación de que la charla podía prologarse por muchas más horas, pero 
el auditorio debía ser desocupado en pocos minutos. Oscar termina contándonos a 
cerca de la relación que los mapuches tienen con los sueños y las razones de su 
lucha. 
"Todas las mañanas los mapuches nos levantamos y nos contamos los sueños. La 
mañana es el momento del día con mayor energía positiva y a partir de ahí los 
abuelos nos enseñan a interpretar los sueños. Para poder interpretar la 
cosmovisión mapuche hay que salirse de la cosmovisión winka. Para decirlo 
gráficamente, la cosmovisión mapuche es circular y la winka es cuadrada. Para 
entender al mapuche hay que salirse un poco de la lógica… Si nosotros permitimos 
que las multinacionales dinamiten un cerro o contaminen los ríos, también 
estamos permitiendo que se mate a nuestro pueblo. Nuestra lucha no es 
simplemente ecologista, porque ese rió que se quiere contaminar tiene vida, 
fuerza y nosotros hablamos con el. Si ese rió se contamina, se muere, se pierde 
una parte de la cultura mapuche. 
Es tiempo de escribir la nueva historia, y eso nos involucra a todos". 
El auditorio completo estalló en un aplauso, Oscar sonrió y tímidamente dijo al 
micrófono, gracias.