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Argentina: La lucha continúa

22 de agosto- Trelew 1972-2006
" liberarse para liberar"

Daniel Gamboa

   Las fechas son marcas en el tiempo. Señales para no extraviar el rumbo. Indicadores de presencia y significación de lo histórico en lo  actual. Interpelación del hoy por el ayer.
    Con esta marca, enfrentamos el 22 de agosto, agregando con dolor un cuatro al tres. Ya son 34 años. Como desde aquel momento hasta hoy afrontamos la necesidad de decir presente para que el olvido no se constituya en el viento mortal que desde Trelew, borre los últimos vestigios de la impunidad por aquella masacre.
    Pero el tiempo recorrido hace que ese requerimiento primario no pueda centrare en el simple recuerdo. Ya no es posible que el 22 de agosto sea simple nostalgia, pérdida y dolor por los caídos. El desafió es no dejar subir al escenario de la vida, la rutina del recuerdo. El objetivo es no cosificar y dar por agotado un proceso de lucha, simplemente por que hemos comprendido  que se trata de una guerra prolongada, y que las busquedas de ayer lo siguen siendo hoy.
     No podemos, no debemos, limitarnos al acto conmemorativo, a la liturgia de pronunciar los nombres de las víctimas y expectorar un profundo "presente". Existen hoy, de modo apremiante las tareas de liberación que ya se planteaban en agosto de 1972. Liberarse para liberar fue la premisa de entonces y la primaria necesidad de nuestro tiempo. Liberarse para ser artífices y soldados del cambio social, convencidos que la revolución es la única vía posible de acceso a la humanización de la existencia, y que esta se produce  a través del hombre, para lo cual  el hombre a su vez tiene que forjar día a día su espíritu revolucionario.
     Es hora de agregar a la necesaria conmemoración, nuestra cuota consciente de lucha. Esta tarea exige hacer de nosotros hombres solidarios, entregados y unidos a los que como nosotros sufren las injusticias de esta sociedad de clases. Es tiempo para que en lucha germine la vanguardia,  que organice políticamente la construcciòn del Poder Obrero,
       Los caìdos en Trelew encontraron la muerte de manos de r quienes vistiendo uniforme militar evidenciaron que el Estado de la burguesía, es un producto de la violencia histórica que ejercen los dueños de los medios de producción sobre quienes no tienen otro recurso para sobreivir que vender su fuerza de trabajo. El enemigo es el  Estado. La democracia parlamentaria con la que hoy se viste, no es un orden superador de las contradicciones de clase de aquella dictadura que se llevo la vida de nuestros compañeros, sino una situación histórico política, que testimonia el intento de los gobernantes de turno por defender los intereses de la burguesía explotadora bajo consenso y hegemonía cultural

   Ese objetivo y labor de liberación entendida como proceso social, importa hoy, no  solamente ruptura con los lazos de dependencia económica que nos oprimen como pueblo, sino también agotamiento y destrucción de las relaciones sociales capitalistas que nos determinan en cuanto sujetos, terminando con la alineación que da contenido a esos vínculos.
El capitalismo supone un sistema de trabajo y producción que viola y enajena la naturaleza humana convirtiendo al hombre en un sujeto extraño a si mismo .Liberarse para liberar, es la búsqueda del socialismo.  Es la  proletarización de nuestros pensamientos y hàbitos. Es andar firmemente el camino necesario para la construcción de una nueva sociedad, que suponga la posibilidad de arrancar al hombre de su deshumanización creciente.
No hay alternativa  a la opciòn necesaria de centrarse en el hombre nuevo, para escapar de las trampas que la vieja sociedad coloca en el  camino. El individuo es hoy el factor fundamental para la construcción de ese nuevo orden social basado en la colectivización de la propiedad de los medios de producción.
       Liberarse para liberar era la razón que impulso el plan de fuga de los presos políticos del penal de Rawson el 15 de agosto de 1972. Seis lograron su propósito, días después, el 22 de agosto, 19 compañeros indefensos fueron  fusilados, siendo victimas de la violencia institucionalizada, en manos de los organismos represivos  del Estado. Liberarse para liberar es la premisa de vida para quienes no queremos seguir siendo objeto de explotación y opresión, para quienes imaginamos la salida de la barbarie burguesa y la posibilidad de la humanización de las relaciones en un orden social justo.

Fuente: lafogata.org