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        Argentina: La lucha continúa | 
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Taragüí, sponsor oficial del olvido 
Cómo leer a Patoruzito 
El Establecimiento Las Marías, empresa que apoya 
económicamente la película sobre el indiecito tehuelche, enfrenta en Corrientes 
un juicio por la desaparición de un dirigente rural durante la última dictadura. 
Sospechan que en el cementerio privado de su propietario, Adolfo Navajas Artaza, 
se sepultaron cuerpos NN. 
Carlos del Frade
El Eslabón
La nueva versión de la película de dibujos animados en 
torno a Patoruzito trae una serie de anunciantes entre los que se destaca la 
yerba "Taragüí", el más conocido de los productos que elabora el Establecimiento 
Las Marías. El estreno del filme coincide con la presentación que se hizo en la 
justicia federal correntina en torno a la responsabilidad de los propietarios de 
la industria con respecto a la desaparición de un dirigente rural que trabajaba 
en los campos de Virasoro. De a poco, comienzan a aparecer testimonios 
contundentes sobre la responsabilidad de los grandes empresarios en lo que fue 
el terrorismo de Estado en cada una de las provincias argentinas. Valgan estas 
líneas como contraste de aquello que se le quiere vender a las chicas y chicos 
del país.
La publicidad. "Taragüí y Patoruzito, dos clásicos argentinos juntos otra vez", 
anuncian los portales que saludan la publicidad de la yerba en la segunda 
película que recrea las aventuras del supuesto indiecito tehuelche.
"Acompañando la visita del pequeño cacique tehuelche a la gran ciudad, Yerba 
Mate Taragüí, tan nacional y clásica como la historieta, estará presente en las 
escenas donde Patoruzito comparte unos mates con sus compañeros de aventuras. 
Como el mate, el personaje creado por Dante Quinterno es parte de nuestra 
identidad y además defiende valores como la libertad, la justicia, la tierra y 
la familia, comunes a Taragüí desde sus inicios", sigue diciendo la página que 
celebra la historia del Establecimiento Las Marías y su aparición en la película 
estrenada con motivo de las vacaciones de invierno de 2006.
Taragüí incluirá "la imagen de Patoruzito en todos los paquetes de yerba mate y 
mate cocido de la marca, y también lanzará una edición limitada de latas con 
diseño de colección".
Remarca que "para los más chicos, mate cocido Taragüí presentará una edición 
especial con tazas y álbumes de Patoruzito y una promo para jugar con las 
figuritas que están al dorso de los paquetes y ganar tazas, reproductores de DVD 
y viajes a Establecimiento Las Marías".
"Que Patoruzito nos vuelva a elegir y que Taragüí vuelva a elegir a Patoruzito 
es algo que sucede naturalmente dado que el indiecito es un personaje que reúne 
las mismas características de nuestro producto: argentino, honesto, generoso y 
noble", indicó Rodrigo Gándara, gerente de Yerba Mate Taragüí del 
Establecimiento Las Marías. 
Hoy, la yerba Taragüí es "la yerba mate líder del mercado argentino y la más 
tradicional de las marcas de Establecimiento Las Marías, empresa con más de 80 
años de trayectoria en el cultivo y elaboración de yerba mate", finaliza la nota 
de difusión que explica el por qué de la síntesis de la empresa radicada en 
Corrientes y Misiones con la imagen del indiecito.
Toda una declaración de valores, tal como se puede leer en el anverso de cada 
paquete de la yerba que se encuentra en las góndolas de los supermercados. En el 
producto tradicional se encuentra una serie de puntos entre los que se destacan 
"la defensa del medio ambiente" y "los derechos humanos".
Y en el portal del establecimiento que aparece en la red, se puede leer que han 
logrado el reconocimiento llamado Forest Stewardship Council (FSC), "distinción 
otorgada en actividad forestal por la certificadora SGS Qualifor que avala la 
calidad y origen de los productos obtenidos de las 10 mil hectáreas de bosques 
de Las Marías". También "garantiza que durante su producción fueron respetadas 
las condiciones sociales y el cuidado ambiental que exigen los mercados más 
desarrollados".
Valores, certificaciones y publicidades que, en realidad, ocultan historias que 
se vinculan con los hechos más sangrientos de los últimos cuarenta años.
La denuncia. 
Dos días antes de cumplirse los treinta años del golpe de Estado más 
sangriento de la historia argentina, Jorge Catalino Pérez se sentó frente a la 
doctora Melina Perborell, en representación de la fiscalía federal de la ciudad 
de Corrientes.
Jorge es peón rural, nacido en Santo Tomé, en el interior de la provincia del 
litoral argentino.
Dijo que su papá, Neri Pérez, trabajaba desde 1968 en el establecimiento Las 
Marías, en la ciudad de Virasoro, también territorio correntino. Añadió que Neri 
era delegado de los tractoristas ante la Federación de Trabajadores Rurales de 
la República Argentina hasta que el 4 de julio de 1977 fue secuestrado de manera 
clandestina y arrancado de su domicilio particular.
Aquel día le habían dado franco, algo que llamó la atención a toda la familia.
"Horas después llegan a casa uniformados del Ejército manifestando que deben 
detener a mi papá, sin ningún tipo de explicación ni orden judicial. Desde ese 
día nunca más lo volvimos a ver", le contó Jorge a la doctora Perborell.
También le dijo que días anteriores al secuestro habían pasado uniformados y que 
revolvieron toda la casa sin encontrar nada. "Ahí nos damos cuenta que le dieron 
franco ese día en el trabajo para así poder entregarlo. Luego de seis días 
escuchamos por una emisora que transmite desde la ciudad de Paso de Los Libres 
que Neri Victoriano Pérez dejaba de existir", recordó el hijo del delegado 
rural.
Después de muchos años, Jorge pudo hablar con Adolfo Navajas Artaza, propietario 
del Establecimiento Las Marías y éste le dijo que le había perdido el rastro a 
su padre. La madre de Jorge declaró ante la comisaría de Virasoro y logró que 
reconocieran que un grupo del Ejército andaba por la zona en aquellos días del 
secuestro.
"Por comentarios de terceros sabemos que los dueños del Establecimiento Las 
Marías poseían en su momento una extensión de tierra denominada Serena cerca del 
río Aguapié" y que en torno al mismo existía un lugar llamado "Los Milagros" que 
no era de los mismos dueños. "Dicen que allí se sepultaban a los desaparecidos 
de esa época", dijo Jorge, el peón rural hijo del dirigente desaparecido.
Agregó que en el cementerio privado de los Navajas Artaza "se ha sepultado gente 
desaparecida" y que en "esa época el Ejército tenía una base en un campo 
denominado Villa Corina, a escasos siete kilómetros del pueblo de Virasoro, 
propiedad del señor Moglia, en el cual había un aeródromo".
Pérez recordó que "ahí era su base de operaciones más el Ejército que estaba 
instalado en el pueblo de Virasoro" y que "ese grupo de tareas actuaba siempre 
por la noche". Indicó que en aquellos días fueron detenidas alrededor de veinte 
personas, dos de las cuales "no volvieron nunca más". Uno de los sobrevivientes 
habló con el padre de Jorge pero no lo pudo identificar porque siempre estaba 
encapuchado.
La doctora Perborell recibió "unas actas en las cuales se deja plasmada la 
desgrabación" de un casete en la que se escucha el testimonio de Ramón Giménez 
que habla de la relación del empresario Navajas Artaza con los grupos militares 
y policiales asentados en Virasoro.
Para Hilda Pressman, integrante de la Red de Derechos Humanos de la provincia de 
Corrientes, aquella documentación prueba, según los dichos del ex integrante de 
la policía provincial, el mencionado Giménez, las órdenes que tanto las fuerzas 
de seguridad como las militares recibían del empresario en relación a los 
obreros molestos que trabajaban en sus dominios.
La causa ahora está tramitándose en la justicia federal de Paso de los Libres. 
Una causa de la que no habla ni los paquetes de yerba ni tampoco Patoruzito. 
Fuente: lafogata.org