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Argentina: La lucha continúa

La posición del gobierno argentino
Nadie canta por el Líbano

 

Alejandro Casaubon
www.rodolfowalsh.org

En 1994 concurrí al Obelisco de Buenos Aires a cubrir el primer acto en repudio por la barbarie desatada en la calle Pasteur, con la voladura de la AMIA, junto a miles de personas que llenaban el lugar.

No se sabía entonces que el mismísimo poder iba a encubrir cómplicemente semejante atentado terrorista durante tantos años. Era inimaginable que el Poder Ejecutivo no mueva un dedo mientras la SIDE no sabía nada pese a tener el presupuesto más alto de su historia y el Poder Judicial no hizo más que desviar la investigación hacia callejones sin salida. Ya había volado la Embajada de Israel por un supuesto coche bomba aunque muchos peritos hablaron de un arsenal oculto en el subsuelo porque la huella de la explosión mostraba un cráter y no un impacto frontal.

Se intuía que ambos atentados estaban relacionados a la arrastrada posición menemista de ir a la guerra contra Irak, en la Guerra del Golfo de 1991 junto a Bush padre. Luego cobró fuerza la idea de que respondía a algún "vuelto" de aportes árabes para la campaña de 1989. Más tarde, se calculó un manejo político mucho más enredado, en que la CIA (que tampoco sabe nada) actuó junto a los servicios locales, para que luego el gobierno de Estados Unidos pueda justificar la presencia de una red terrorista en la Triple Frontera, donde hoy "consiguieron" instalar una base para sus marines.
¿Cuál sería la verdad del trasfondo intelectual? Una de estas especulaciones, ninguna, ¿las tres?

Ese día, en el Obelisco, no se cantó el himno nacional. Se cantó el himno israelí, pese a que las víctimas eran argentinas.
Ayer se reclamaba por todos los medios por la ausencia del presidente Kirchner, como una falta de respeto a la comunidad judía, mientras este se encontraba en Paraguay negociando el futuro energético del país.

(JPEG) Nadie le pidió a Israel, cuyo himno tronó en el Obelisco hace 12 años, que cese sus actividades como Estado Terrorista, bombardeando indiscriminadamente al Líbano. En Occidente, la imagen impuesta en el inconsciente, de un terrorista, es inevitablemente un hombre de barba, con cara de malo, un pañuelo árabe, que lo hace más malo, y un credo que lo hace malísimo. Los terroristas no usan kippá.

Pero el Mossad tampoco usa kippa mientras amparado por el Estado de Israel, tortura a los palestinos para "obtener información", bajo la "Doctrina Patti", aún cuando hace apenas unos años, Israel tuvo que sacar, al menos de las formas, el amparo de la tortura. Israel fue el único Estado que constitucionalmente legalizaba el secuestro y la tortura.

Israel se adelantó a Bush junior con los ataques preventivos y las muertes colaterales. Ilegalmente cruzaron la frontera miles de veces persiguiendo a terroristas buscados, para aniquilarlos con un misil...que dejaba otras decenas de muertos civiles. Ni hablar que esas incursiones, eran ilegales bajo las normas internacionales inventadas por Occidente.

Hace seis años, el Estado inventado en la posguerra de Israel se retiró del Líbano. El entonces embajador de Israel en Argentina justificaba la ocupación de territorios como estrategia defensiva. Esto sería lo mismo que Argentina invada al Uruguay por las papeleras porque son un peligro, aunque aquí está la certeza que las plantas de Fray Bentos contaminarán al Río Uruguay.

O que Argentina emprenda una guerra preventiva contra Chile por su carrera armamentista, asistida por Estados Unidos y Gran Bretaña, que desestabiliza estratégicamente a la región. Al menos esa es la excusa de Estados Unidos y la ONU para actuar contra el resto del mundo, Venezuela incluida, mientras Israel es una potencia nuclear mayor que Corea del Norte y además, tiene una política de desestabilización perpetua de Oriente Medio.

Desde hace días que el Estado (terrorista) de Israel, de buenas a primeras bombardea al Líbano. La ONU no dio un ultimátum, a instancias de Estados Unidos, como ocurriera tras la ocupación de Kuwait a fines de 1990 por parte de Irak (aunque Kuwait es un invento británico y el reclamo es igual que el argentino sobre las Malvinas).

Israel cruza la frontera del Líbano con tanques y demás transportes blindados, sus barcos rociaron plomos sobre una playa de veraneantes (civiles, lo que es un detalle), las tropas cruzan la frontera impunemente masacrando a civiles apoyados por una fuerza aérea que no tiene oposición.

Hace dos días, más de cien aviones del Estado de Israel incursionaron sobre el espacio aéreo del Líbano arrojando sus bombas coordinadamente a la misma hora. Murieron más de 650 civiles. Hasta el día de hoy, los aviones caza israelíes atacan los camiones que cargan como ganado a los libaneses que pretenden alejarse de las ciudades por el terror a la guerra declarada unilateralmente y sin aviso por el Estado de Israel.

La ONU juega al TEG para hacer que hace que decide. Estados Unidos, el gendarme del mundo, mira con complicidad. Gaza fue ocupada nuevamente y Beirut, luego de recuperarse de su devastación, está hoy nuevamente devastada por decisión del Estado de Israel.

Y en el Obelisco, nadie marcha pidiendo justicia por la agresión contra el Líbano.

Fuente: lafogata.org