El jueves 22, una multitudinaria asamblea interfacultades resolvió la toma total de la sede neuquina de la Universidad Nacional del Comahue en el marco de un plan de lucha por la democratización de la unidad académica.

Desde el pasado 16 de mayo se impulsan medidas de fuerza, que comenzaron por impedir el normal desarrollo de las tareas en áreas administrativas, hasta lanzar, desde el pasado miércoles 21, la toma total de cuatro dependencias (Humanidades, Trabajo Social, Económicas y Ciencias de la Educación) y los decanatos de las facultades de Ingeniería y Derecho y Ciencias Sociales.
Las medidas escalonadas que se desarrollan desde hace más de un mes, y que concluyen con la toma total de las sedes neuquinas, vienen poniendo en tela de juicio el funcionamiento de los órganos de gobierno de la UNCO, y por ende en las diferentes delegaciones de la universidad nacional.
Estas son acciones que crecen y buscan consolidarse en las diferentes y numerosas asambleas de las distintas facultades y en las asambleas interfacultades que se han venido realizando de manera sistemática.
A un mes de impedir la Asamblea Universitaria que tenía como único fin proclamar rector, aunque no contaba con temario alguno, los estudiantes rechazaron la elección "fraudulenta" del Ingeniero Daniel Boccanera, ex decano de la facultad de Ingeniería. Éste fue electo en una reunión realizada entre un reducido número de asambleístas, quienes a su vez, no fueron electos por las correspondientes asambleas de claustro. Los estudiantes exigen el desconocimiento de Boccanera como rector.

El conflicto

Esta situación crítica en la que se ve involucrada hoy la Universidad Nacional del Comahue no es nueva. Los estudiantes señalan que este escenario es producto de "la falta de discusión política universitaria de los sectores que recurren a la justicia para legitimar un cargo usurpado". De esta manera se está violando el estatuto y, particularmente, la autonomía universitaria.
Para que el nuevo Consejo Superior sea conformado, en primer lugar deben reunirse las asambleas por claustro (docentes, graduados y estudiantes, no docentes eligen consejeros superiores en forma directa). Cada claustro elige sus representantes para el Consejo Directivo de cada facultad (Consejeros Directivos). Los Consejeros Superiores son designados por los Consejeros Directivos de todas las Facultades. El Consejo Superior proporcionalmente se divide en: nueve Decanos de cada Facultad que pueden votar, cinco profesores, cinco graduados, cinco estudiantes y cinco no docentes.
La Asamblea Universitaria, a su vez, es el máximo órgano de gobierno de la Universidad y está compuesta por la totalidad de los consejeros Directivos, los Consejeros Superiores y los Decanos. Ellos son los encargados de elegir el nuevo rector y de modificar el estatuto Universitario.
Al no conformarse tres de las Asambleas por claustro para elegir Consejeros Superiores, la Asamblea Universitaria no se constituyó como tal. Esto implica que el "auto proclamado" rector Boccanera, no puede ser reconocido, además de que las Facultades de Economía, Derecho y Humanidades no tienen hasta hoy decano elegido. Todo esto hace que no sea real la conformación de la asamblea Universitaria.

Los antecedentes

En el 2003, los sectores opositores, concretamente el sector de los estudiantes, creyó oportuno llamar a una nueva Asamblea Universitaria para discutir exclusivamente la democratización de la universidad. El sector oficialista, en ese momento representado por el sector de Ana Pechén (Movimiento Popular Neuquino), accedió con la aparente predisposición a discutir la reforma de los estatutos y la democratización de la universidad. Se presentaron los diferentes proyectos que se habían redactado; entre ellos el propuesto por el claustro estudiantil, que es el que hoy siguen defendiendo y que consiste en:
 claustro único docente, que implica que el sector de docentes y graduados auxiliares docentes deben unirse y conformar un solo claustro
 aumento de representación estudiantil
 reafirmación del cogobierno universitario
 democratización de todos los ámbitos de decisión.
A pesar de que estos proyectos fueron presentados, no se discutieron porque el oficialismo consideró que por no ser afines a su propuesta debían ser modificados en su totalidad. Lo que en realidad se estaba haciendo era desviar el eje de la discusión, reafirmando que las nuevas autoridades universitarias no estaban dispuestas a iniciar un verdadero proceso de democratización de la Universidad.
Por este motivo, los estudiantes, mediante asamblea, decidieron impedir la Asamblea Universitaria que se estaba llevando a cabo y que trataba de imponer autoritariamente un proyecto que nada tenía que ver con sus reclamos así como impulsaba claramente la mayoría docente en todos los órganos de cogobierno.
En un comunicado difundido por los estudiantes se señala que: "En la Asamblea Universitaria del 2002, hubo un intento de realizar una reforma política. En ella se llevaría a cabo la elección de rector, como debe hacerse cada cuatro años, previamente a la discusión de la reforma de los estatutos de nuestra Universidad. Los ejes sobre los cuales debía transcurrir la discusión acerca de la reforma fueron dos: elección directa de autoridades y claustro único docente. Luego de que la Asamblea eligiera como rector a la Dra. Ana Pechen de D'Angelo, la discusión sobre la reforma de los estatutos (por donde debía pasar el proceso de democratización) pasó a cuarto intermedio, lo que dejó al descubierto que las nuevas autoridades no tenían la intención de democratizar la universidad. Cabe destacar que los tres candidatos de aquel entonces fueron Carlos Calderón, actual vicerrector, Daniel Boccanera y Ana Pechén, que, insólitamente, son los sectores que actualmente se unen e impulsan a Boccanera como rector".