Argentina: La lucha contin�a
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Monumento a las victimas del 16 de junio de 1955
Otro ejercicio de "monumentalizaci�n" de los derechos humanos
Kirchner y Duhalde junto a los familiares
Prensa de Frente
Bolet�n quincenal N�42
Siempre igual a s� mismo, N�stor Kirchner dio otra vuelta de tuerca a su
pol�tica de "monumentalizaci�n" de los derechos humanos. Despu�s de sus cruces
verbales con militares retirados c�mplices del terrorismo de Estado, despu�s de
la conversi�n en feriado del 24 de marzo y del intento de copamiento de la
movilizaci�n popular, ahora impulsa la construcci�n de un monumento de homenaje
a las v�ctimas del bombardeo a la Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955,
proleg�meno inmediato de la revoluci�n fusiladora de tres meses m�s tarde. La "monumentalizaci�n"
no alcanza, claro, para reinstalar los derechos de quienes est�n sometidos a la
miseria y la exclusi�n, para los reprimidos y procesados por luchar o para
quienes exigen justicia plena por los cr�menes cometidos por fuerzas del Estado
en los �ltimos a�os.
El jueves pasado, en la Casa Rosada, Kirchner recibi� a Liliana Bacalja, hija de
uno de los muertos por el bombardeo de los aviadores navales que intentaban
terminar con la vida y el gobierno de Per�n, quien le mostr� el proyecto de
monumento de la artista pl�stica Nora Patrich. Junto con el secretario de
Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, Kirchner se comprometi� a impulsar la
realizaci�n del monumento sobre el costado de la Plaza de Mayo que da a la calle
Hip�lito Irigoyen, all� donde el bombardeo result� m�s feroz.
Nadie puede cuestionar seriamente la justicia de un homenaje a las 372 v�ctimas
fatales registradas de ese ataque asesino. El problema es que el anuncio sucedi�
en muy pocos d�as las crecientes versiones seg�n las cuales el ministerio del
Interior habr�a decidido impedir este 26 de junio el corte del Puente Pueyrred�n
cuando se cumplan cuatro a�os de la Masacre de Avellaneda en la que el dise�o
represivo del gobierno de Eduardo Alberto Duhalde asesin� a Dar�o Santill�n y
Maximiliano Kosteki. Ser�a el primer a�o en el que se impida a los familiares,
organizaciones sociales y miles de trabajadores desocupados, ocupados y
estudiantes recordar a Dar�o y a Maxi y exigir justicia.
Y mientras el presidente habla de otro monumento, los detenidos en Las Heras
siguen en las mismas condiciones, los m�s de 5 mil procesados por protagonizar
distintas expresiones de la protesta social tienen todav�a sobre su cabeza la
amenaza de la c�rcel y la Justicia contin�a haciendo la vista gorda sobre
cientos de casos de gatillo f�cil policial.
Ni hablar de la continuidad de una pol�tica econ�mica que mantiene a cerca de la
mitad de la poblaci�n bajo el nivel de pobreza, que pone un corset a los
aumentos salariales y que pacta el cajoneo incluso de las m�s tibias reformas a
las leyes laborales precarizadoras para mantener las superganancias de los
grandes grupos empresarios.
Con una buena cuota de cinismo, habr� quienes digan que con esta pol�tica de
derechos humanos a Kirchner le va bien. Pero la memoria popular es bastante m�s
que el recurso de encerrarla en hitos monumentales para fortalecer proyectos
electorales.
Fuente: lafogata.org