Reclaman continuidad para un programa educativo frente a la casa rosada

Educadores nucleados en la Organización no Gubernamental Alma Mater Indoamericana (AMI) comenzaron hoy su noveno día de huelga de hambre en Plaza de Mayo reclamando al Ministerio de Educación de la Nación que salde sus deudas con la ONG -surgidas de dos convenios incumplidos por las autoridades educativas- y que replantee el concepto y la metodología de la alfabetización para los sectores más pobres de la sociedad.  
Representantes de la ONG mantuvieron ayer una reunión con el ministro Daniel Filmus en la sede de la cartera educativa pero no llegaron a ningún acuerdo. Por ese motivo, los educadores continúan realizando un ayuno por tiempo indeterminado. 
Asimismo, las ayunantes Karina Gonzalez y Mari Alonso, quienes ayer fueron internadas en el Hospital Argerich ante un fuerte cuadro de deshidratación, fueron dadas de alta y regresaron a Plaza de Mayo para continuar ayunando junto a sus compañeros. 
Ante las denuncias hechas públicas por el Ministerio, la directora ejectuvia de AMI, Karina Gonzalez, sostuvo: "si realmente somos estafadores, que lo denuncien ante la Justicia" y solicitó a los miembros de la Cámara de Diputados de la Nación "que analicen qué hizo la cartera educativa con los fondos del Programa Nacional de Alfabetización". 
Gonzalez agregó que le parece "increíble" que "el ministro manifieste que a su madre le duele ver los carteles ofensivos hacia él mientras que a nosotros nos duele estar hace 9 días aquí, pasando frío y hambre y que no sea considerada la educación de los pobres". 
Los ayunantes sostienen que el Ministerio de Educación está especulando con la salud de los alfabetizadores y en ese sentido hicieron responsables a las autoridades educativas por cualquier problema de salud que puedan tener los educadores populares.

Es sorprendente que una metodología como la de AMI, que está siendo observada desde diversos países del extranjero como ejemplo para reproducir y seguir en países en desarrollo sea casi criminalizada por el Ministerio de Educación argentino.

AMI es una ONG que nunca ha tenido problemas en la rendición de cuentas de las subvenciones recibidas de organismos internacionales, que son exhaustivas y piden documentación muy concreta y avalada, en tiempo y forma -como por ejemplo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo Uno por Ciento para el Desarrollo de Naciones Unidas.

Los alfabetizadores siguen pasando hambre, reclamando sensibilidad y educación para el desarrollo, además de la plata que les deben.

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