VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Argentina: La lucha continúa

Granovsky metio la pata y quiere echarle la culpa a los trabajadores

En una maniobra perversa Martín Granovsky quiere responsabilizar a los trabajadores de Télam por una declaración que un cable emitido desde el piso donde funciona el directorio le adjudica al presidente Néstor Kirchner. Los trabajadores de la Agencia repudiamos esa acusación maquiavélica y exigimos un peritaje independiente sobre los equipos de Télam para que se determine fehacientemente quién es el responsable de la gafe periodística.
Los delegados Alicia Gallizzi y Orlando Romero rechazaron en conferencia de prensa
las acusaciones de Martín Granovsky y exigieron un peritaje independiente para
determinar quién es el verdadero responsable de perpetrar este absurdo error periodístico
 
La Ley de Murphy es inexorable, y esta vez la ejecutó el presidente de Télam, Martín Granovsky. La tremenda gafe consistió en adjudicarle al presidente Néstor Kirchner declaraciones vinculadas al conflicto que Argentina mantiene con Uruguay por las papeleras de Fray Bentos. Ese cable fue anulado a la hora y media. Hasta ahí todo era un error periodístico, pero pocas horas más tarde un tercer cable fue emitido para instalar que se trató de un sabotaje vinculado con el paro que desde hace 30 días mantenemos los trabajadores de Télam.
Compañeros del área técnica de la Agencia determinaron que tanto el cable con la información atribuída a Kirchner como el posterior anulándolo, fueron emitidos desde una misma computadora instalada en el 8° piso de Télam, donde Granovsky instaló una redacción paralela para romper el paro que llevamos adelante en reclamo de la reincorporación de dos compañeros injustamente despedidos. El tercer cable, que pretende culpar a los trabajadores de un sabotaje inexistente fue emitido desde otra terminal, también instalada en el piso donde tiene sus oficinas el directorio.
Se pueden tejer muchas hipótesis, pero ninguna podrá ser corroborada hasta que no se realice un peritaje independiente, para el que proponemos a técnicos de la Universidad de Buenos Aires o de la Universidad Tecnológica Nacional. Sabemos quién miente, porque lo hemos aprendido arduamente durante la gestión Granovsky, y no le tenemos miedo a la verdad.
Una hipótesis sería que la enviada especial de Télam a cubrir el viaje presidencial -una periodista sin experiencia ni profesional ni gremial que aceptó romper el paro a cambio de varias categorías- haya enviado información sin avisar que se trataba de un off de record, y que el jefe de redacción, Jorge García, haya emitido irresponsablemente el cable sin chequearlo. Ambos firman el despacho.
Se trataría de una irresponsabilidad mayúscula, pero no nos extraña ni por la calidad periodística demostrada por García ni por el hecho de que desde que se inició el paro el principal sustento del lamentable servicio que ofrece Télam a sus abonados es la copia deliberada y fraudulenta de materiales de otros portales periodísticos.
Otra hipótesis sería que García recibió una información envenenada y la reprodujo intentando congraciarse con el funcionario informante. Esto se incribiría en una interna de poder dentro de la Casa Rosada que no conocemos ni nos compete, pero una vez más depositaría la responsabilidad en García, el hombre de Granovsky en la redacción.
En cualquier caso, la acusación que Granovsky descarga sobre los trabajadores de Télam es inaceptable y se inscribe en los intentos que viene haciendo desde hace tiempo para judicializar la legítima protesta gremial que llevamos adelantes desde que despidió a nuestros compañeros Hernán Pereyra y Jorge Azar.
La historia del sabotaje la comenzó a tejer Granovsky el viernes de la semana pasada, cuando radicó una denuncia ante el juzgado federal a cargo de Ariel Lijo y pidió un allanamiento en la Agencia para constatar un presunto sabotaje en las computadoras del Departamento de Informática y Comunicaciones Técnicas de Télam. La acusación era tan endeble que el magistrado desestimó el primer pedido de allanamiento del fiscal Carlos Cearras, y luego, ante la insistencia del representante del Ministerio Público, decidió enviar a tres peritos policiales para realizar una inspección ocular.
Sobre la base de este planteo prácticamente desestimado por el juez Lijo el presidente de Télam intenta edificar una nueva mentira. "La Agencia TELAM formuló esta misma semana una denuncia penal por otras acciones en el sistema informático tendientes a evitar el suministro normal de noticias e informaciones", dice un párrafo de ese despacho.
"TELAM aclara a los usuarios que el sistema de controles ha
cambiado y fue reforzado y que los cables de la agencia continúan
manteniendo el nivel de profesionalidad y confiabilidad habitual", agrega con un nivel de autocrítica clavado en el cero.
  "La Justicia Federal ya está investigando las causas y los
responsables por la desprogramación deliberada de parte de los
sistemas informáticos", concluye el despacho, que sólo lleva por firma la palabra Télam.
De esta forma perversa y amañada Martín Granovsky intenta revertir en su favor una escándalo periodístico que pone en jaque su carrera política recién estrenada. Confiamos en que ni en el Gobierno ni en la Justicia se de cabida a estas maniobras desesperadas por tapar un error y solucionar por el absurdo más injusto un conflicto que se tiene que resolver por la vía de la negociación gremial.
Nadie más que nosotros quiere que Télam funcione correctamente y vuelva a producir un servicio periodístico y administrativo digno y útil para el país.
 
EL TERCER ABRAZO NACIONAL A TELAM FUE MULTITUDINARIO
 
El Tercer Abrazo Nacional a Télam que realizmos ayer al mediodía estaba destinado a ser la noticia central de este Diario del Conflicto, pero la realidad que nos impone Martín Granovsky nos obligó a dejar el mutitudinario y emotivo acto en segundo plano.
Una vez más, dirigentes de todas las corrientes políticas y sociales, artistas, compañeros de otras redacciones y público en general nos acompaño en el grito de "Télam es del Estado y no se vende" y "queremos la reincoporación de Hernán Pereyra y Jorge Azar".
Elisa Carrió, Néstor Pitrola, la Asamblea Barrial de San Telmo, Carlos Raimundi, representantes de Mauricio Macri, Fernando Melillo, Raúl Castels, la Lista Naranja de Prensa, la actriz Leonor Manso, Eduardo Macalause, Nito Artaza, obreros de la construcción, representantes de la Federación Universitaria Argentina y una cantidad de músicos y artistas fueron algunos de los que pasaron por el la vereda de Bolivar 531 para traer su respaldo.
 
PRENSA.
MARCELO CENA
CELIA CARABAJAL
154 415 8283
4339-0383/0384

Fuente: lafogata.org