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Argentina: La lucha continúa

No fue una tragedia, es el verdadero rostro del capitalismo

Ante el incendio de la textil clandestina de Caballito, se alzaron voces acusatorias que apuntan a las mafias, a policías corruptos, a empresarios inescrupulosos. Las mismas voces que olvidan el papel ausente y nefasto de la Asociación Obrera Textil, también olvidan que en los medios de comunicación que hoy encabezan la campaña de denuncia, también hay trabajadores en negro y en prestigiosos multimedios hace años que se impide la elección de comisiones internas. La hipocresía progre denuncia una parte de la realidad y usa esa denuncia para ocultar prolijamente la esencia misma del sistema que cada día aumenta el uso mano de obra devaluada. Cerca del 49 % de los asalariados del planeta percibe salarios del orden de los 2 dls/día, según un informe de la OIT. Para los trabajadores la única alternativa es recurrir a su hermandad de clase y saltando las barreras artificiales que imponen los orígenes nacionales, presentar una lucha unificada tanto en Argentina como en Bolivia, Paraguay, Chile, Perú, y demás países de América Latina, contra los modernos esclavistas.

Carlos Antón
Agencia Rodolfo Walsh

No fue una tragedia. Es la esencia misma del sistema lo que se expresó el 30 de marzo, en el incendio de la textil clandestina de Caballito, en la que murieron seis personas, cuatro de ellas menores.

En los últimos días han despertado voces horrorizadas para cuestionar al capitalismo salvaje que propicia situaciones como el trabajo semi-esclavo de los obreros y obreras bolivianos en nuestro país.

El incendio aparece como un accidente, producto de empresarios inescrupulosos, sin embargo, lo que tenemos ante nuestros ojos es el capitalismo en su más pura esencia. La realidad más palpable y menos publicitada de la economía capitalista, su tendencia a la utilización cada vez en mayor escala de mano de obra devaluada,.

Según informe anual de la Organización Internacional del Trabajo un porcentaje de la mano de obra mundial, que se acerca al 49 %, percibe salarios de los 2 dls/día, lo cual demuestra que el sistema productivo más avanzado de la humanidad utiliza mano de obra semi esclava en una proporción creciente.

Medios e hipocresía

El entramado catalogado por la gran prensa como mafioso, es una muestra más de la connivencia de estructuras para-estatales, empresarias y de las fuerzas de seguridad (policía y gendarmería) para hiper explotar a los trabajadores. Un entramado que es aceptado, estimulado y protegido por el Estado, aunque lo nieguen.

¿Cuál es la diferencia entre nuestro país y otros del planeta? ¿qué nos diferencia de Indonesia donde Nike explota niños para fabricar su ropa y calzado deportivo? O ¿de las maquilas en México o en Haití? ¿qué nos diferencia de EEUU, donde la férrea vigilancia en la frontera con México se relaja cuando los agricultores yanquis necesitan mano de obra barata para recoger las cosechas? ¿qué nos diferencia de Francia que masacra y expulsa a los inmigrantes musulmanes a los que condenó por generaciones a realizar los trabajos peor remunerados en ese país?

Los multimedios de comunicación llenan páginas y horas de transmisión, sobre la explotación a los trabajadores bolivianos, sin embargo muchos de ellos, como el Grupo Clarín, impiden que sus trabajadores se organicen sindicalmente, los despiden ante cualquier conato de reclamo, sea salarial o de mejora en las condiciones laborales y los mantienen con contratos que enmascaran al trabajo en negro. Son los mismos multimedios que imprimen costosas publicidades doble página de marcas de ropa, fabricadas en talleres clandestinos.

Las autoridades argentinas

El Jorge Telerman, jefe de gobierno de la ciudad, a pocas horas de la tragedia dijo: "Hay que terminar con las redes mafiosas que reclutan gente desesperada, que no tienen la más mínima consideración con los niños. Realizaremos un combate frontal contra estas mafias hasta su eliminación total". Telerman no puede argüir ahora, desconocimiento de la realidad de esta ciudad ya que en la anterior gestión de Anibal Ibarra fue secretario de Desarrollo Social y de Cultura de la ciudad y en esta última fue su vice jefe.

La administración Telerman necesitó –igual que su predecesor- muertos en la puerta de su despacho para actuar

En pocos días la actual administración ha hecho inspecciones y clausurado alrededor de 30 locales en 54 controles realizados en distintos barrios de la Ciudad. En los procedimientos fueron encontrados más de 300 bolivianos que eran reducidos a condiciones de esclavitud. El ministro de Producción porteña, Enrique Rodríguez. "Se han encontrado muchas familias que viven en condiciones infrahumanas. La mayoría estaba alojada en cuartos de dos por dos metros y dormía junto a las máquinas de coser".

. En cuanto al ministro de Interior Aníbal Fernández, dijo que está "en alerta máxima" ante las versiones de que agentes de la Policía Federal son coimeados para permitir el funcionamiento de los talleres clandestinos. O es hipócrita o es estúpido. Por ambas razones debería renunciar a su cargo.

Si la muerte de 4 trabajadores y 2 niños, no fuera lo que desató el sálvese quien pueda entre los funcionarios hay declaraciones que podrían ser hasta cómicas. Enrique Rodríguez, afirmó como el resultado de un análisis realizado por su área en las últimas 72 horas se constató que en la ciudad, hay unos 4000 bolivianos que son reducidos a esclavitud en por lo menos 1600 talleres y fábricas situados en distintos barrios de la Capital. Además, otros 11.000 inmigrantes de ese país trabajan en negro o tienen una condición laboral que no está clara ante las leyes.

La pregunta es ¿si en 72 horas consiguieron todos esos datos, que hicieron desde que asumieron?.

El 13 de junio de 2005, Carlos Sapere era jefe de Migraciones y alertó a sus superiores mediante un memorándum la existencia de irregularidades en los talleres textiles de la ciudad, además del contrabando de ciudadanos bolivianos indocumentados. "Yo no tenía ningún inspector a cargo y debía controlar 400 talleres clandestinos en la ciudad" declaró en estos días el ex funcionario.

El ministro de Interior, Aníbal Fernández le restó importancia a las denuncias de Sapere y dijo: "No sé quién es este señor, no lo conozco", dijo Fernández, mientras aseguró que no era un funcionario "importante" de Migraciones.

Por su parte la secretaría de Derechos Humanos de la Nación parece que el fuego en la textil la hizo despertar de su siesta. Su titular Eduardo Luis Duhalde, presentó ayer una denuncia penal contra los "responsables" y "beneficiarios" de la organización que favorece la "reducción a servidumbre" de ciudadanos bolivianos.

Al mismo tiempo según Duhalde: "La idea es que estos inmigrantes conozcan sus derechos. Que no sean engañados por redes de trabajo ilegal. Por eso, primero vamos a realizar una especie de censo para saber cuantos bolivianos hay en el país. Luego llevaremos adelante una campaña de difusión".

El papel de los sindicatos

La esencia de las patronales es la hiperexplotación a cualquier precio. Pedirle a un capitalista que se apiade de un obrero, que lo explote menos, es un contrasentido. Todas las mejoras que han conquistado los asalariados han sido arrancadas con duras luchas. A lo largo de los años fueron los sindicatos en donde los asalariados se unieron para poner barreras a la explotación.

Amarga es la experiencia de los textiles en nuestro país representados por la Asociación Obrera Textil, (integrada, dentro de la CGT, al sector más reaccionario de la central). Desde el infausto, jueves muchos se han expresado públicamente tratando de lavar culpas. Pero no hubo un solo comunicado de la AOT, denunciando la situación. La burocracia de la AOT tiene un largo historial de traiciones a las luchas del movimiento obrero y los textiles en particular, no extraña que ahora se llame a silencio.

Por su parte la actual dirección de la CGT está enfrascada en las discusiones salariales. Condicionada por las bases de trabajadores que no aguantan la inflación y en lograr un papel de mayor relevancia en el gobierno, la dirección cegetista, que encabeza Hugo Moyano ha olvidado la defensa del conjunto de los asalariados y jamás han movido un dedo para acabar con la degradación a la que son sometidos los obreros y obreras textiles en estos talleres.

Por su parte la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), conformada básicamente por trabajadores estatales, y con un avanzado proceso de fragmentación interna, parece poco puede hacer para incidir en la situación de los obreros y obreras textiles. Más allá de declaraciones de repudio y el apoyo que le dan a la Agrupación Desde Abajo, conformada por unos 200 residentes bolivianos, más no ha hecho.

Pero no sólo son los textiles. Trabajadores de los países limítrofes también son hiper explotados en las obras de construcción, en el campo como peones rurales, como personal doméstico, de limpieza, maestranza y otros oficios, sin que las burocracias sindicales hagan nada por ellos.

El de la construcción, es uno de los gremios que padece mayor índice de accidentes laborales. Las pequeñas empresas –"los contratistas"- emplean mayormente obreros bolivianos y paraguayos. A menudo, igual que en el ramo textil, estos supuestos pymes son del mismo origen que sus asalariados. Los obreros, cuando no son traídos en forma clandestina de los países limítrofes, son reclutados en esquinas de la ciudad de Buenos Aires por todos conocidas –inclusive por las autoridades- para trabajar a destajo en las obras. Trabajo que realizan absolutamente en negro y que sus patrones pagan cuando quieren y como quieren, porque saben que la situación de indocumentados en la que se encuentran los trabajadores, los condiciona a aceptar ese trato.

En Bolivia

El ejemplo de cómo llega un costurero o costurera a nuestro país vale para todos los oficios.

"Básicamente, los talleristas reclutan a los ciudadanos bolivianos de dos formas: con cartelitos que se colocan en los negocios y mediante avisos clasificados que salen en los diarios locales de La Paz. En los anuncios se ofrece trabajo en la Argentina como costurero, y con buenas posibilidades de desarrollo económico", aseguró en diálogo Gustavo Vera, presidente de la cooperativa La Alameda e integrante de la UTC. Y relató: "El costurero establece un contacto con el tallerista o algún familiar y, generalmente, se les hace firmar un contrato trucho. Allí se especifica que el tallerista se hará cargo del traslado, un gasto que luego el empleado deberá reintegrar -explicó-. Como se trata de una mafia, en este circuito también participan las empresas de ómnibus, que en la terminal de La Paz, actúan como prestamistas, al ofrecer a cada trabajador boliviano entre 500 y 600 dólares para que de esta manera pueda ingresar en el país como turista."

En este circuito de sometimiento participan autoridades del consulado boliviano en Argentina. A través de la radio que financian los talleristas, FM Radio Latina -92.3 del dial -, el cónsul adjunto de Bolivia, Albaro Gonzales Quint ha incitado a la comunidad boliviana a marchar contra la cooperativa la Alameda y Unión de Trabajadores Costureros, que son los que iniciaron las denuncias por el trato de servidumbre al que se someten los ciudadanos/as bolivianos en los talleres. En noviembre, el mismo personaje, dijo que no hablaría con Gustavo Vera presidente de la cooperativa La Alameda, porque era: "argentino".

Ahora, Bolivia tienen un presidente que llega al palacio del Quemado, por el voto mayoritario de las masas bolivianas protagonistas de tres insurrecciones populares, que expulsaron a dos presidentes, lacayos del gran capital.

Evo Morales, ha prometido hasta el cansancio defender los intereses y las aspiraciones del empobrecido y flagelado pueblo de su país.

Cumplir con esa promesa también es comenzar a desarticular a la red de esclavistas que pululan en La Paz y que como los antiguos reyezuelos africanos venden a sus compatriotas como esclavos a los capitalistas extranjeros. Pero antes deberá resolver qué hacer con la embajada y el consulado boliviano en Argentina. Los trabajadores de ese país necesitan que la delegación diplomática sea la extensión del gobierno popular de Bolivia y no un "socio" más de los talleristas.

Las acciones para terminar con esas lacras, deberán tener como protagonista principal al conjunto de los trabajadores bolivianos.

De un lado y otro de las fronteras

Para los trabajadores que habitan este país, no importa su origen nacional, será la hermandad de clase, la que nos permita impulsar campañas que exijan que se resuelve en forma irrestricta todo lo referente a la legalización de los inmigrantes. Para ello el Estado Nacional, deberá articular un sistema rápido, eficaz y gratuito para todos los inmigrantes lleguen a la nuestro país

En los talleres donde se practican estas aberrantes formas de trabajo las voces de distintos sectores reclaman que sean expropiados por el gobierno y transformados en cooperativas. Este reclamo debería ser tomado por el conjunto de la clase trabajadora de nuestro país.

En los talleres habilitados, exigir el estricto cumplimiento de la legislación laboral vigente.

En los países vecinos, será necesario desarrollar en conjunto con los trabajadores, sus organizaciones de base, sociales y políticas campañas que ataquen a los esclavistas locales.     

Fuente: lafogata.org