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Argentina: La lucha contin�a

Pascual Pich�n, perseguido pol�tico mapuche.

"No voy a cambiar mi condici�n de luchador social ni mi sue�o para el pueblo mapuche por una decisi�n judicial".

ANRed entrevist� a Pascual Pich�n Collonao, luchador mapuche, quien se encuentra en Argentina tramitando un pedido de Refugio Pol�tico. El Estado argentino debe expedirse antes del 6 de mayo.

Por ANRed - A (redaccion@anred.org)

La Justicia chilena determin� que Pascual Pich�n Collonao, 23 a�os, debe estar preso por "amenaza de incendio terrorista". Cada vez son m�s los mapuche acusados o encarcelados en Chile por la aplicaci�n de la ley antiterrorista de Pinochet. La lucha mapuche se enfrenta en Chile, por un lado, al poder de un "estado racista" que no reconoce la diversidad cultural preexistente. Por otro, a una econom�a chilena que desde la d�cada del 70 comenz� el despojo de las comunidades mapuche a favor del cultivo de pinos por parte de empresas forestales latifundistas. La misma perspectiva de monocultivo que afronta toda la regi�n de Am�rica Latina.

"A los 15 ya empec� a trabajar pol�ticamente en el secundario y a partir de una reivindicaci�n muy fuerte de la identidad. Se trataba de ayudar a los otros chicos que ven�an avergonzados de su origen mapuche. Esa fue mi militancia. Cuando termin� el secundario me metieron preso". Hoy con 23 a�os Pascual Pich�n intenta seguir adelante y forzar los rumbos judiciales. Aqu� su testimonio:

�Hace cinco meses que hicimos la petici�n de Refugio Pol�tico, precisamente el 6 de diciembre de 2005 me dan los papeles para circular. A partir de ah� la situaci�n ha sido de estar legal en Argentina. Y tengo hasta el 6 de mayo para que el Estado argentino me d� el Refugio Pol�tico o no, es decir si reconocen que en Chile se me impide un juicio justo y que soy junto a otros mapuche objeto de una persecuci�n pol�tica. El Comit� de Elegibilidad para el Estatuto de los Refugiados (CEPARE) tiene un tiempo de seis meses. Ha ocupado todo este tiempo en recopilar informaci�n que nosotros les damos y la que ellos encuentran para determinar si es un caso pol�tico o no�.

El proceso judicial en Chile

�El caso parte del 2002, cuando nos acusan a mi y a mi hermano de incendiar un cami�n. Nos meten presos un a�o, todo lo que dur� el juicio. Nos condenan a cinco a�os. En la sentencia nos dan los cinco a�os bajo libertad vigilada, pero con el condicionante de que para gozar el beneficio ten�amos que pagar una indemnizaci�n al chofer, por da�os psicol�gicos. Entonces ten�amos que pagar algo as� como 10 mil d�lares. Pero esto es ilegal, porque Chile ratific� el Pacto de San Jos� de Costa Rica, por el cual ninguna persona puede estar presa por deudas. Lo que hay es una voluntad de llevarnos a la c�rcel, y tambi�n hay una discriminaci�n econ�mica, por ser pobre te vas a la c�rcel. Son las contradicciones de la justicia chilena�.

Juan Agust�n Figueroa, el que nos acusa, fue ministro de la cartera de Agricultura durante el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994). Su imagen p�blica la logr� gracias a su condici�n de presidente de la Fundaci�n Neruda. �l es propietario de muchas empresas y es miembro del �rgano que designa los jueces. Este tipo tuvo mucha influencia para que Chile no ratifique el convenio 169*, �l se opuso. Figueroa es quien nos mete presos. �l sabe que tiene tierras usurpadas. Y se adelant� a los hechos porque ve�a una amenaza en que las comunidades reivindiquen ese territorio. Cuando Figueroa empieza a explotar las plantaciones de pino en su propiedad se incendia un cami�n en un camino p�blico que une la ciudad con su predio. De eso nos acusan a nosotros. En realidad es un autoatentado que realiza �l para incriminarnos y adelantarse a los reclamos�.

�Durante el tiempo de la apelaci�n estuvimos en libertad y esas semanas nosotros decidimos no presentarnos y pasar a la clandestinidad. Estuvimos un tiempo juntos con mi hermano y despu�s cada uno tuvo que seguir su camino, porque hab�a mucha persecuci�n, policial y parapolicial. Yo decid� cruzarme y mi hermano decidi� quedarse por una cuesti�n familiar. A �l finalmente lo detuvieron. Yo decid� pedir el refugio. Ahora mi hermano est� detenido en la c�rcel de Traigu�n junto a mi pap�, que est� por otra causa�.

�En otras de las tierras lindantes a mi comunidad est� la forestal Mininco, de 3000 hect�reas. Es propiedad de un tal Angelini. Este hombre tiene muchas propiedades. Incluso en Argentina tiene la papelera Arauco. Este se�or fue ministro de Pinochet�.

Asociaci�n il�cita y Forestales

�A todos los presos mapuche nos crean una nueva causa en conjunto. Acusan a todos los presos y a otros m�s que les hicieron seguimiento de "asociaci�n il�cita terrorista", y en particular acusaron a una organizaci�n, la CAM, Coordinadora Arauco-Malleco, la organizaci�n m�s radical en su planteo. Esta organizaci�n fue la impulsora de la nueva forma de lucha que es la "recuperaci�n productiva". En la VIII y IX Regi�n se da la mayor concentraci�n de comunidades mapuche y es donde tambi�n se radicaron las empresas forestales�.

�Esta inversi�n a gran escala de las forestales nace en la dictadura neoliberal de Pinochet, que es la venta de los recursos naturales a las empresas privadas. La dictadura pretende entrar a la econom�a mundial exportando productos derivados de la madera, como pasta, astilla, etc. Los capitales son mixtos, chilenos con la llegada de la inversi�n de afuera. Otra cosa que impulsa Pinochet es pasar de la propiedad comunitaria mapuche a la propiedad privada. Esto facultaba a cualquier mapuche a vender, por encima de la decisi�n de la comunidad. La gente empez� a vender porque viv�a en la pobreza, y a migrar a las ciudades. Los setentas y los ochentas fue la �poca de la migraci�n. Tambi�n pas� que los peque�os propietarios fueron absorbidos por los latifundios. As� empezaron a plantar el pino. En los noventas los �rboles ya est�n enormes y listos para la explotaci�n. Tambi�n para esta �poca las comunidades est�n a punto de desaparecer y hay un cambio dr�stico a nivel ambiental y a nivel cultural, porque cambia la identidad de un lugar. En mi comunidad, Temulemu, desapareci� el �rbol que le daba la identidad, Temu, el �rbol que le daba nombre al lugar y que predominaba. Ahora ya no existe, desapareci�. Pierde identidad la comunidad. Adem�s con la amenaza de morir por impacto ambiental, por ejemplo en el verano con las sequ�as. Se calcula que una planta de eucaliptos consume 20 litros de agua al d�a. Y en 20 a�os cu�nta agua consume. Y la democracia continua con esto, ya que la exportaci�n empieza en los 90�.

La resistencia mapuche

�El nuevo proceso de lucha mapuche nace en los 90. Ya hay una distancia con la Concertaci�n de los partidos pol�ticos para la vuelta de la democracia, porque el Consejo de Todas las Tierras a partir de ah� empieza a hablar de autonom�a, a plantearse como un pueblo mapuche con su propia pol�tica. Este sector mapuche empieza a realizar la recuperaci�n simb�lica de las tierras. Era entrar y quedarse ah� para estar, nada m�s. A partir del 95 o 96 nace una nueva organizaci�n, la CAM, que llama a las comunidades a entrar pero no de esta forma, sino de una forma que mejorara la condici�n de vida de la comunidad. Si hab�a madera, entrar a explotar estos �rboles, para mejorar las casas por ejemplo. Y si el predio lo permit�a, entrar y hacer producci�n agr�cola�.

La perspectiva de Pascual Pich�n

�Mi militancia empieza cuando mi viejo asume como Lonko. Yo ahora tengo 23 a�os. A los 15 ya empec� a trabajar pol�ticamente en el secundario y a partir de una reivindicaci�n muy fuerte de la identidad. Se trataba de ayudar a los otros chicos que ven�an avergonzados de su origen. Era un trabajo de quienes ven�amos de las comunidades rurales hacia la ciudad de Temuco. Hablar de nuestra experiencia de la recuperaci�n territorial comunitaria, un trabajo con los chicos del colegio, hablarles de la identidad mapuche y construir conciencia. Adem�s est�bamos en una organizaci�n que despu�s la condenaron a ser terrorista, la CAM, con un trabajo de recuperaci�n territorial y apoyar a quienes lo hac�an�.

�Otro trabajo que hicimos fue el de ligar el trabajo de secundarios con el de universitarios, con un proceso de recuperaci�n de espacios en la ciudad para el desarrollo de la identidad en la ciudad, como centros culturales y hogares estudiantiles. Cansados de pedir al gobierno una asistencia, los hermanos recuperaron un espacio para vivir mientras se estudia, como el primer hogar que es Las Encinas�.

�Esa fue mi militancia. Cuando termin� el secundario me metieron preso. En Chile y en Temuco est� muy fuerte el movimiento mapuche. Es el movimiento social m�s fuerte. Los que quedan resistiendo son los mapuches, al resto los mat� la dictadura. Tengo expectativa que me den el refugio y poder trabajar el tema mapuche ac�.

�Creo que tenemos que aprovechar mi caso y el de otros perseguidos pol�ticos para abrir un nuevo tiempo, que podemos afrontar esto con mucha m�s fuerza, y no s�lo entre los mapuche, porque est� naciendo una nueva relaci�n entre los movimientos sociales y eso es muy bueno. Me brinden o no el refugio pol�tico no es ning�n final para m�. Creo que es un proceso que forma parte de la vida de cualquier luchador. Cuando asumimos la condici�n de luchador social �sto est� claro. Son cosas que te hac�s la idea de pasar, y cuando la pas�s lo afront�s con conciencia y con fuerza lo que venga. Estoy en condici�n de afrontar cualquier decisi�n. Yo no voy a cambiar mi condici�n de luchador social mapuche ni mi sue�o para el pueblo mapuche por una decisi�n judicial. Creo que es un sue�o compartido con muchos hermanos que hoy est�n quiz�s en peores condiciones que yo. Mi viejo y mi hermano ahora est�n en la c�rcel, y muchos otros hermanos que est�n clandestinos a�n. Y el sue�o se va a mantener, por mucho que nos metan en la c�rcel, hasta que se haga realidad�.

Nota: * Chile es el �nico pa�s latinoamericano que no ha reconocido su condici�n multicultural y a�n no ha ratificado el Convenio 169 de la OIT, que establece derechos de los pueblos originarios sobre territorio, educaci�n, lengua, entre otros temas de importancia. El gobierno de Michelle Bachelet, faltando a su promesa electoral, retir� hace pocos d�as su apoyo a la inclusi�n de los principios del Convenio 169 en la Constituci�n de Chile.

Fuente: lafogata.org

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