Hugo Cravero

Desde finales de 1975 hasta mediados de 1978 en una primera etapa (y en una posible segunda etapa EN 1979) en Eva Perón (ex Córdoba) 1535 de nuestra ciudad funcionó el centro clandestino de detención de personas llamado "La Calamita". En el lugar más de una centena de militantes populares fueron detenidos en sus mayorías aún hoy desaparecidos. También se estima que en la finca hubo diez nacimientos todavía sin paradero. La Calamita integra la lista de los 350 centros clandestinos de detención de ciudadanos que funcionaron en nuestra provincia y que estaban la órbita del Segundo Cuerpo del ejército a cargo hasta el 77 de Leopoldo Fortunato Galtieri y después por Genaro Díaz Bessone.
En 1984 la Comisión Nacional de desaparición de personas (CONADEP) que había comenzado a funcionar a días de asumir el ex presidente Raúl Alfonsín, visitó Baigorria para iniciar las investigaciones de la finca "La Calamita". Fue la CONADEP la que aseveró los hechos en el lugar y lo sumó al informe con el cual se llevó adelante al año siguiente el histórico "Juicio a la junta" que condenara a toda la cúpula militar que ejerció el poder ejecutivo del pa ís desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983 por crímenes de lesa humanidad.
El informe de la CONADEP se inicia con el legajo 6692 con la desaparición de Héctor Pedro Retamar, militante del "Movimiento Villero" de extracción peronista que fue secuestrado el 21 de mayo de 1977. En tal legajo se menciona a la "quinta operacional de Granadero Baigorria" denominada La Calamita. A su vez en 1987 el ex agente de inteligencia militar Germán Bueno aportó mayores datos sobre el lugar.
Por ésta quinta, se presume que más de cien personas detenidas fueron trasladadas. Muchos de los militantes eran detenidos por el servicio de inteligencia de la Policía Provincial o del Segundo Cuerpo de Ejercito y luego eran "juzgados por un tribunal de guerra".
También se estima diez nacimientos en clandestinidad de jóvenes aún con identidades fraguadas. Uno de los supuestos partos en La Calamita fue el de Isabel Carlucci, hermana del ex intendente de Capitán Bermúdez Gerardo Carlucci, quien fue secuestrada en la ciudad vecina el 10 de agosto de 1976 embarazada. Según relatos Isabel fue vista con vida en La Calamita.
Otra de las personas que se cree que estuvo detenido en La Calamita fue Rubén "Tito" Messies militante del partido comunista responsable de la distribución de la prensa de su organización política.
El lugar sirvió para destrabar la columna norte de Montoneros, detener a militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y reunir a los delegados de las fábricas del Cordón Industrial.
Entre los integrantes de la Policía Provincial que pasaron por La Calamita están:
Walter Pagano (alias "Sergio Paz", "Wenceslao" o "Sergio ll").
Rodolfo Isach, comisario que pasó por la seccional 24 de Baigorria en la década del 90 y que se encuentra procesado por enriquecimiento ilícito.
Eduardo "Tucu" Constanzo quien el 14 de febrero pasado (ver nota a parte) confesó haber enterrado a un militante de apellido Remo en el campo mismo de La Calamita. Constanzo fue durante 9 años asesor del ex Senador nacional Luis Rubeo. Detenido.
Otro represor ex militar fue Juan Daniel Amelong, alias "Teniente Daniel". Fue abogado en los tribunales sin que nadie le objete el título. Hoy está detenido.

Un poco de historia antes de entrar a la historia

La Calamita fue antes de ser un centro de detención ilegal de personas un lugar que formó parte vital de aquel pequeño pueblo en formación llamado Paganini.
Nacía el siglo XX y Paganini era apenas un Comuna que hacía muy poco tiempo se había independizado del pueblo de Alberdi (pueblo que luego se sumaría a la ciudad de Rosario).
En la década del 20 un inmigrante español llamado Juan Sala era dueño de todo lo que hoy es barrio Martín Fierro e Industrial. Desde la autopista hasta las vías del "Ferrocarril Mitre" y desde las calles Eva Perón y Silvestre Begnis, Sala sembraba árboles frutales, olivares, flores y vides en el amplio campo. El casco central de la finca era la actual construcción de La Calamita. Según relatos recolectados por éste periodista en la parte más alta de La Calamita había una campana que anunciaba a los trabajadores esparcidos por el campo que era la hora de almorzar o de salir de las tareas del día. Esa zona fue usada de mangrullo por los represores para tener una visión total del lugar.
La vida social del pueblo pasaba por lo que se conocía como el campo del "Gallego" Sala. En la década del 30´ Sala tuvo el más alto auge político-empresarial. Sus campos eran altamente rentables. Con una población de 1500 habitantes Sala tenía empleado algo más de 150 obreros que pertenecían a la ciudad. A su vez fue Jefe Comunal en varias ocasiones. Desde 1928 hasta 1934.
Al "Gallego" se lo puede recordar por varias obras que hoy se sostienen y fueron logros de sus gobiernos de aquella Sociedad de Fomento. Algunas de sus obras fueron: la construcción de la Iglesia San Pedro, el inicio de la edificación de la Escuela 127 y la realización del actual edificio comunal.
A finales de esa década de gloria Sala vende parte de sus campos para que se realice la vía alta, lo que partió en dos su terrenos. Alejado de la política y quebrado emocionalmente por la muerte de su único hijo en un accidente de transito Sala se recluye y muere a principio de los 40.
A mediados de esa década sus deudos venden la parte de los campos que le quedaban (desde la vía alta hasta la autopista, desde Eva Perón hasta Silvestre Begnis) a un italiano llamado Ángel Calamita, quien volvió hacer productivos los viñedos, creando una bebida conocida como "Hidro miel Pontón". Calamita llenó de laburantes el campo y su nombre era muy nombrado en Paganini. El 27 de octubre de 1969 Calamita vende a la firma Raúl Benzadón SACI, firma propietaria de la extinta tienda "La Buena Vista". En la actualidad la finca de 10 hectáreas, más el casco de la estancia, y galpones traseros parcialmente derrumbados siguen perteneciendo a la familia Benzadón.

El mundial 78 y La Calamita

La Calamita, después de la ida del italiano que lleva su nombre, se convirtió en un "criadero de gallinas". En 1975 Osvaldo "Tito" Rodenas y Natalio Wainstein, dirigentes de Rosario Central alquilan el predio y se lo ceden al Segundo Cuerpo del Ejército. El contacto que éstos dirigentes tenían con el coronel Juvenal Pozzi, más las concesiones de ellos a la cúpula militar hizo que el equipo de arroyito lograra ser sede del mundial 78.