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Argentina: La lucha continúa

El cianuro del capital

Vasco IRURZÚN

Los acontecimientos que suceden y las situaciones que nos conmueven pueden tener seguramente distintas miradas.
Creemos que una mirada desde arriba, tiene una proyección que observara que estamos asistiendo en América Latina al ascenso hacia el poder de gobiernos de centro izquierda o de izquierda, o progresistas como prefieren llamarlos algunos compañeros, sosteniendo distintos proyectos, cada uno de acuerdo a situaciones político-sociales distintas y diferentes. De esta manera entendemos que solo se alcanza a ver a los distintos partidos, derechas e izquierdas, siguiendo los carriles del estado y su desembocadura en él.
Por lo general estas miradas se terminan concentrando en las características políticas puntualmente personales, centradas diríamos en cada nuevo gobernante que asciende al cargo de presidente. Desde ahí, se leen entonces las posibilidades políticas de cada gobierno y se cargan las tintas sobre cada personaje que asciende poniendo el acento en una mirada solo vertical..
Parecería, como solo apariencia de lo superficial, que cuando más cuasi criticas son estas miradas, más acentúan en las características de cada nuevo gobernante y de aquí se lee cuan consecuente será en las políticas a aplicar o cuanto mas traidor puede llegar a ser.
Estas miradas verticales y muy puntuales en definitiva, se nos presentan sin dar mayores respuestas a una cuestión que parecería sigue en debate y cobra cada ves mas actualidad, se trata nada menos que de la cuestión del poder. Así, cada nuevo gobierno que asciende y logra instalarse luego de un proceso electoral, parecería depender en su realización, con mas consecuencias o no, de las características políticas del personaje en cuestión. Es como si llegar a la llamada primera magistratura, completa el proceso y centra en las características de cada gobernante la posibilidad de realización de un proyecto progresista, o revolucionario o no.
Se nos presentan así las cosas como demasiadas estrechas, si pensamos que hoy el poder verdadero no esta en cada gobernante sino mucho mas allá de él, del sillon, o la institución.
En una dictadura del mercado, el ascenso al Estado y el ocupar su puesto mas concentrado dirime un curso de los acontecimientos, sobre todo si observamos que el Estado, lugar de importancia, pero solo eso, no es el fundamental, sino uno importante , en el entretejido del poder del capital actualmente.
Otra mirada, si pudiésemos situarla por debajo de la línea de flotación del gran barco del poder, más subterránea diríamos, bien desde abajo, podría ofrecernos una lectura distinta.
Diríamos así que nos encontramos frente a procesos de reconstitución del poder del capital. Y que estos procesos se realizan en una situación de tensión social, de fuertes disputas, pero que están signadas por las características que le imprime a estos procesos la dirección dominante que hoy tiene el capital.
La observación se dirige a señalar que luego de las luchas sociales existentes, el pasaje hacia lo electoral, lleva al movimiento social a pasar por un umbral en el que se introduce al territorio del poder. Al llegar a la máxima representación, se traspasa otro peldaño mas en un umbral ascendente hacia un espacio más denso del que se supone es pleno de poder.
Así como el buen vino se hace en cubas de roble, el capital realiza consecuentemente sus objetivos dentro de las instituciones prefiguradas por el capital. No podría hacerlo por fuera de ellas. Y el solo ascenso al estado de los nuevos gobernantes, ya esta prefigurando, no solo el desde donde gobernara, sino también muy traccionado en el para quien en definitiva, mas allá de sus características personales.
Y esta mirada contempla el marco de tensión en el que se realiza, es decir sin dramatismos, ni visiones de derrota, se pude leer que en definitiva, ese gobernante que asume es también consecuencia de la mayor o menor tensión que el movimiento social le ha impreso a ese proceso, pero habitando un territorio prefigurado por el poder.
Convencidos que la fortaleza de un movimiento social depende de su grado de soberanía, es decir que es mas fuerte cuando mayor auto deternimación tenga, entendemos que las debilidades de un movimiento social entonces dependerán de la mayor o menor cesión de su soberanía, definitivamente de la fortaleza que tenga para no dejarse traspasar por las trampas que el poder pone en juego en el marco de la tensión social que ha generado.
Si el poder logra capturar los esfuerzos y las luchas y verticalizarlos en una representación hasta poner su horizonte en el ascenso al Estado, la cesión de la soberanía marcara su signo distintivo para el poder.
Seguramente, hay miradas que nos señalan que se está viviendo procesos de ascenso de las luchas y de los movimientos sociales, la pregunta parece caer rotunda, Ascensos hacia que y hacia donde? ¿ Y de los descensos que?
Aqui en Latinoamérica hoy, nuestra mirada se extiende en la observación de que se trata de ascensos a un estamento del poder, hacia un apéndice del poder, el curso de los acontecimientos parecería que estarán signados en muy fuerte medida, por la impronta del capital, irremediablemente, sin despreciar por ello, toda la tensión que el proceso tenga o que pueda tener.
¿Tiene entonces en este proceso continental el movimiento social la fuerza necesaria como para no ceder su soberanía ¿, es la pregunta que se nos presenta con fuerza a responder? ¿Puede el movimiento social recapturar su independencia en estos procesos que estamos viviendo?. Parecería ser la disyuntiva, solo a constatar en el devenir de cada proceso particular.
En algunos países, podemos apreciar que pese a los esfuerzos de buenas intencionalidad, por parte del movimiento social, la recomposición institucional del capital tiene mucha fuerza como para proyectarse en el tiempo de la política del mercado, más que en el de lo político.
Insistiendo en esto de mirar desde debajo de la línea de flotación del barco del poder, que valor tiene desde aquí por ejemplo, que las ganancias las realicen con mayor éxito una burguesía de San Pablo o una corporación multinacional, si la explotación es la igual o peor, si las miserias resultantes que ello generara tiene la misma intensidad. Si el resultado social de la acumulación será el mismo, y los padecimientos que peor.¿ donde esta la diferencia?
De que socialismo estamos hablando para Bolivia, del socialismo de la globalización? O estaremos en un batido de socialismo de mercado que nos resulta novedoso en su presentación, pero que conduce a la misma borrachera ya conocida con la que el poder pone en pedo a la sociedad con su populismo de mercado.
Que decadencia del pensamiento socialista entonces. Que brillante utilización por parte del poder para esconderse entre bambalinas y presentar, como centro izquierda, el mejor de los envases para contener el cianuro del capital, la cicuta neoliberal.
Que lindo es buscar otros caminos desplegando una fuerte creatividad, reinventando los espacios, con ensayos que no tienen garantías prefiguradas ni derroteros establecidos, pero decisión en la búsqueda de disputa al mercado, nos parece ser en nuestro continente lo que más novedad contiene por su carga de radicalidad. En este sentido, por ejemplo, se nos presenta como novedad, más aun que el ascenso al gobierno de tal o cual candidato, la Sexta Declaración de la Selva Locandona, La otra campaña y esa búsqueda radical al cuestionamiento institucional del capital.

Fuente: lafogata.org