Argentina: La lucha contin�a
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Bauen: Dar la pelea hasta el final
Luisina C.
Anred
Los trabajadores del hotel autogestionado trabajan en la concreci�n de un
proyecto de ley nacional para empresas recuperadas. Mientras tanto, siguen dando
su batalla en la legislatura y ya consiguieron que el Ejecutivo presente un
proyecto correctivo para anular la devoluci�n a los titulares dominiales. En
esta nota, hacemos un poco de historia.
A pesar de que Telerman no vet� el proyecto de ley que dictamina una comisi�n
legislativa para acordar las condiciones de restituci�n del hotel a sus due�os
legales, los trabajadores lograron que el Gobierno de la Ciudad redactase un
proyecto de ley correctivo que anule la cl�usula m�s controvertida: la
negociaci�n de la devoluci�n. Adem�s nacionalizar�n el reclamo junto a otras
cooperativas mediante la presentaci�n un proyecto de ley nacional para todas las
empresas recuperadas.
Las m�ltiples movilizaciones y actividades que pusieron al BAUEN en la calle,
sumado a la denuncia de los trabajadores de que los due�os legales no pueden
certificar tener los t�tulos de propiedad y que la ley aprobada de restituci�n
pasa por alto la causa judicial, fueron motores para que el poder ejecutivo de
la Ciudad presentara el 31 de enero pasado un proyecto de ley correctivo en la
legislatura porte�a. El mismo comenzar�a a tratarse cuando se reestablezcan las
sesiones ordinarias.
El 7 de diciembre pasado, a las 2 de la madrugada, la legislatura aprob� la ley
1914 de devoluci�n del BAUEN a los propietarios legales, el grupo Iurcovich, en
medio de un esc�ndalo en el que doce trabajadores fueron brutalmente golpeados
por orden del vicepresidente del recinto. El proyecto de ley presentado por el
diputado macrista Mario Morando en el que cita a las partes a una mesa de
negociaci�n a 120 d�as para "entregar los bienes a sus titulares, libres de
ocupantes" apunta a liquidar la autogesti�n de los trabajadores para
incorporarlos bajo relaci�n de dependencia con los mismos empresarios que
iniciaron un proceso de vaciamiento y lo cerraron en 2001 dejando a m�s de 200
familias en la calle. Adem�s, desconoce el car�cter de bien social que adquiri�
la cooperativa desde su gestaci�n por su pol�tica de gesti�n solidaria y los
logros en su gesti�n colectiva.
En declaraciones, los trabajadores expresaron que la concreci�n del proyecto
carece de validez jur�dica hasta tanto no se resuelva a qui�n pertenece el
inmueble, a causa del cr�dito hipotecario que el grupo contrajo con el ex Banco
Nacional de Desarrollo (BANADE), hoy absorbido por el Banco Naci�n. Tambi�n
aseguraron que es una estafa que los legisladores avalen la desintegraci�n de la
labor autogestiva, cuyos resultados est�n a la vista, y planteen restituir la
comercializaci�n del Bauen a empresarios que se encargaron de su cierre por una
pol�tica de vaciamiento progresivo que dej� en la calle a cientos de
trabajadores y a�n carga sobre sus espaldas deudas con organismos estatales.
La ley 1914, conocida como ley Morando, consiste en una mesa conformada por
siete diputados de los distintos bloques, para mediar durante 120 d�as la forma
de devoluci�n del hotel. Tambi�n instiga a los propietarios a contratar a la
totalidad de los asociados de la cooperativa. Sin embargo, los trabajadores
indignados relataron a Anred, que la historia de la familia Iurcovich, durante
los 18 a�os de gesti�n, fue cambiar reiteradas veces de raz�n social para
hacerles perder los derechos adquiridos, lo que los exentaba de pagos
impositivos y laborales. "La din�mica de renuncia-recontrataci�n es una
herramienta que puede valerse BAUEN SACIC S.A para despedirnos encubiertamente,
en caso de que se concrete la ley de devoluci�n" explica Graciela y cuenta
que los obligaban a renunciar para ser recontratados por la nueva firma. "Nos
oponemos a cualquier resoluci�n por m�s fuerza de ley que tenga a aceptar
cualquier tipo de convenio que implique desintegrar la autogesti�n",
vocifer� Fabio Resino, dirigente del BAUEN.
Pese a que el Estado es el acreedor mayoritario, la ley contiene una cl�usula en
la que el mismo se hace cargo de pagar, por un a�o, los salarios de los
trabajadores mientras el hotel es cerrado para reparaciones. Sin embargo, la
cooperativa habilit� el 80 por ciento de las instalaciones y para ello
invirtieron cerca de un mill�n de pesos mientras que la ley promulgada solo les
reconoce 150 mil pesos.
De la misma manera, la parcialidad de tal ley se retrotrae a la d�cada del 90 al
decretar condonar a los "due�os" los cinco millones de pesos de deuda en
concepto de ABL que contrajeron con la Municipalidad. Ambas cl�usulas son
denunciadas por los trabajadores como una estafa a la sociedad.
Entre sus condicionamientos figura la obligaci�n de las partes a sentarse a
negociar, y en caso de que alguna parte incumpla la imposici�n, pierde su
derecho y queda supeditada a lo redactado en la ley.
Punto a punto: Una ley que avala una gesti�n de vaciamiento
La ley Morando, viola el proceso judicial en el que se encuentra la familia
Iurcovich, titulares de BAUEN SACIC S.A.
En 1978 el hotel
fue construido con un cr�dito millonario del BANADE para satisfacer la demanda
tur�stica internacional que arribar�a al mundial de f�tbol. Con las ganancias
del Bauen, el grupo construy� Bauen Suite (cito en Av Corrientes y Callao) y
Bauen Buzios, caba�as ubicadas en Brasil. No obstante el cr�dito nunca fue
pagado y al presente los Iurcovich no pueden acreditar tener los t�tulos de
propiedad porque se presume que hipotecaron la construcci�n para solicitar el
cr�dito bancario.
En 1997 la
administraci�n del hotel pas� a manos del grupo Solari S.A de capitales chilenos
a trav�s de un convenio fraguado de alquiler con posibilidad a compra. Sin
embargo, Solari S.A quebr� en 2001 por su gesti�n deficiente y durante un a�o el
Bauen sigui� funcionando por orden judicial, bajo supervisi�n de la sindicatura
con el poco plantel que fue quedando por la oleada progresiva de despidos sin
pago de salarios y aguinaldos adeudados. Finalmente, en 2001 la "Justicia" lo
clausur� y permaneci� totalmente cerrado y abandonado sin inter�s alguno de
reabrirlo.
Durante un a�o el "esplendor" de otra �poca pas� a ser un paisaje muerto de la
Av. Callao. Solo volvi� a lucirse en forma genuina cuando 32 ex empleados que
a�n peleaban por sus salarios, lo ocuparon en 2003 y se conformaron en
cooperativa. Sin resquemores, los trabajadores ingresaron el 21 de marzo por una
puerta trasera y se encontraron con el abandono, la entrada principal tapiada,
las habitaciones clausuradas, gran parte de los bienes durables precintados y
todo el interior lleno de polvareda.
Desde aquel momento, reflejados en su propia situaci�n, plantearon hacer del
Bauen un hotel que albergue solidaridades. Inmediatamente el juez les otorg� la
custodia del inmueble y dictamin� la posesi�n precaria a los Iurcovich -figura
legal que inhibe la venta o alquiler del inmueble. "Ten�amos que estar
simplemente ocupando las instalaciones sin tener ni siquiera dinero para comer.
Ped�amos plata en los sem�foros con las alcanc�as", manifest� Santiago
Miranda. A partir de la decisi�n del Juez, los Iurcovich pidieron la restituci�n
del BAUEN ampar�ndose en que el hotel les pertenec�a porque la venta con Solari
no termin� de efectuarse.
El magistrado dictamin� que la familia deb�a reintegrar a Solari el monto de la
primera y �nica cuota de cuatro millones de pesos que alcanz� a pagar tal grupo.
Pero ese monto tampoco fue reembolsado.
En junio de 2004, cansados de que la justicia no les diera una respuesta,
conocieron lo que es remontar una empresa con su �nico capital: la fuerza de
trabajo. Sin subsidio de ning�n tipo, reabrieron el hotel "porque nos
est�bamos cagando de hambre", cuenta Gladis Alegre. En principio ced�an los
salones a cambio de elementos de limpieza.
El trabajo a pulm�n y el criterio solidario fueron los factores que pusieron en
marcha el hotel, que poco a poco demostr� que la autogesti�n es un camino donde
los trabajadores pueden ser constructores de sus propios destinos. Hoy pueden
recordar orgullosos que invirtieron con su propio trabajo, cerca de un mill�n de
pesos para restaurar el hotel. Sin embargo la ley "Morando" solo reconoce 150
mil pesos a reintegrar a los trabajadores en car�cter de refacciones realizadas
por la cooperativa.
Una luz, una esperanza. Ante cada ataque, el BAUEN responde con movilizaci�n
Los resultados de dos a�os de gesti�n, la lucha diaria de la cooperativa y la
visibilidad que cobr� el conflicto BAUEN, lograron que los trabajadores le
arrancaran al Jefe de Gobierno interino, Jorge Telerman la presentaci�n de un
proyecto correctivo que anule sentarse a dirimir las condiciones de devoluci�n
del BAUEN a los Iurcovich.
El mismo fue presentado junto con una carta firmada por Jorge Telerman y Ra�l
Fern�ndez, Jefe de Gabinete de la Ciudad, dirigida al vicepresidente primero del
recinto, Santiago de Estrada, en el que se esboza que la ley votada pasa por
alto el proceso judicial en el que est� involucrada la familia Iurcovich. La
decisi�n del Juzgado en lo Comercial N� 9, determin� al momento de la ocupaci�n
que la cooperativa de trabajadores fuera depositaria de la custodia y vigilancia
de los bienes muebles. Por lo que la notificaci�n detalla que: (�)"es de
destacar que no puede estipularse la devoluci�n de una propiedad que se
encuentra comprometida en autos que tramitan la justicia Nacional en lo
Comercial, ello significar�a una injerencia de un poder dentro de otro a lo que
se deber�a sumar la superposici�n jurisdiccional".
Adem�s, el Jefe de Gobierno se comprometi� a entablar di�logo con los
legisladores de los distintos bloques para avanzar en la votaci�n de dicho
proyecto, pese a que no cumpli� con el compromiso de vetar la ley.
Aunque el proyecto correctivo mantiene la decisi�n de crear una comisi�n
especial para mediar en la b�squeda de una soluci�n entre las partes, modifica
su composici�n. Suma a los siete diputados que la integraban un representante
del gobierno porte�o y otro del Ejecutivo nacional, en car�cter de titular del
pr�stamo crediticio del Banade.
Si bien mantiene la negociaci�n a 120 d�as, quita la cl�usula de atar a alguna
de las partes a conciliar la forma de restituci�n y lo conduce solamente a
arribar a una soluci�n. En caso de que alguna desista de hacerlo, la mesa
quedar�a sin efecto.
Mientras tanto, los trabajadores de la cooperativa no se quedan de brazos
cruzados y ya est�n programando junto a otras cooperativas, un proyecto de ley
nacional para todas las empresas recuperadas.
La inexistencia de una legislaci�n que ampare a las empresas recuperadas forja a
que el pasaje a la legalidad quede sujeto a la voluntad del Juzgado de turno o a
la legislatura de la jurisdicci�n, en caso de que el conflicto se dirima en
alguno de los dos poderes. Por ello, los trabajadores del Bauen apelan a buscar
una soluci�n de fondo que permita crear un marco legislativo que resguarde y
proteja al conjunto de los trabajadores que se embarcan en la decisi�n de
remontar una empresa vaciada.
Recuperar criterios solidarios o recuperar la maximizaci�n de la ganancia
Las empresas recuperadas significan m�s que nada la reacci�n de los trabajadores
para mantenerse dentro del sistema productivo y evitar caer en situaci�n de
desocupado estructural. El proceso de recuperaci�n surge a partir del atraso o
no pago de sueldos, despidos masivos, quiebras fraudulentas y vaciamientos que
los propios due�os hacen con sus empresas.
Las tomas se generan como medida para defender la fuente de trabajo, cuyo m�todo
rubrica tanto la "esperable" violencia policial como la presencia de partidos de
izquierda, asamble�stas, estudiantes, profesionales y vecinos que intervienen
con acciones solidarias para impedir los desalojos.
Ante la ocupaci�n y la puesta en marcha de una empresa, la experiencia concreta
de lucha y las relaciones de explotaci�n ponen en el tapete la necesidad de
construir otro tipo de relaciones sociales, donde el centro de debate es "la
propiedad" y el modo de apropiaci�n de los medios de producci�n.
Ese cambio se hace palpable a trav�s del protagonismo que pone en escena al
trabajador como participe, no s�lo en el proceso productivo, sino tambi�n en la
direcci�n de la empresa. Ello significa que las decisiones en cuanto a la
gesti�n empresarial quedan a cargo de los mismos trabajadores de manera
colectiva, democr�tica e igualitaria.
La construcci�n rompe el esquema tradicional de verticalidad para dar votos a la
horizontalidad. El cambio constitutivo se refleja en que las relaciones sociales
de producci�n transforman la fuerza de trabajo individual en fuerza de trabajo
colectiva. El BAUEN es un ejemplo de ello.
En el Bauen se alzan otras voces, se respiran otros olores, se siente el
bullicio cotidiano y la cercan�a de los trabajadores, ya no impostados en la
espacialidad de su trabajo, sino en el ir y venir del ajetreo que significa ser
parte de la gesti�n de una empresa. La subordinaci�n es una palabra olvidada
para dar lugar a la construcci�n colectiva.
Desde que el hotel fue reabierto por los trabajadores en 2003, el Bauen fue un
ejemplo de solidaridad en los m�s variados sentidos. No s�lo al interior de la
cooperativa, cuya forma de organizaci�n asamblearia denota la pluralidad de
posturas frente a la forma de gestionar el hotel, sino tambi�n con respecto a
otras organizaciones en proceso de lucha, a quienes la cooperativa les abri� sus
puertas.
Ello se trasluce en el momento en que acondicionan un sal�n para ser cedido a
organizaciones de trabajadores ocupados y desocupados, renunciando a la
posibilidad de que ese espacio sea utilizado para aumentar el margen de las
ganancias. De la misma manera alojan en el hotel a jubilados del Pami en forma
gratuita y exponen obras de teatro para chicos u otras actividades sin costo
alguno.
M�s all� de la ley promulgada, los trabajadores no agachan la cabeza y siguen
sumando sinergia porque aseguran que el hotel es su lugar. "Este es el a�o de
la gesti�n", expres� un trabajador en alusi�n a uno de los objetivos de la
cooperativa, "porque el hotel es nuestro, no lo vamos a dejar". Para
ello, los trabajadores est�n realizando cursos de capacitaci�n en el que
participan la totalidad de los asociados. "Mas all� del sector de trabajo, lo
importante es que todos los compa�eros aprendamos sobre las funciones de los
distintos sectores. Eso se refleja en la rotaci�n de puestos en donde los
compa�eros pueden intervenir directamente en otro sector sin quedar supeditado
de por vida a la tarea que realizan por el momento", relat� Fabio Resino.
En dos a�os, la cooperativa logr� habilitar m�s del 80 por ciento de la
capacidad instalada cuya demanda tur�stica cubre al cien por ciento. Y se lo
ganaron. Esa tenacidad y temple colectivo que los llev� a crecer r�pidamente les
permiti� incorporar a m�s de 100 trabajadores. Hoy suman 146 y todos cobran un
sueldo promedio de 1.200 pesos. A�n as�, el hotel sigue destilando esfuerzo y
dedicaci�n cotidiana. El hall, el bar, el teatro, los salones, las oficinas, las
charlas y el trato personalizado, siguen respirando autogesti�n. "Tenemos la
fortaleza para seguir peleando. No nos vamos a rendir. Esto lo construimos con
el esfuerzo de todos y vamos a luchar por la autogesti�n a muerte", asegur�
Resino y Marcelo Ruarte, presidente de la cooperativa, agreg� que "estos
procesos nos dan una libertad que nunca nos dieron" y adem�s afirm� que van
a batallar para que el BAUEN siga siendo de todos y para todos.
Fuente: lafogata.org