Argentina: La lucha contin�a
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La justicia en el centro de cr�ticas y no s�lo del gobierno sino de la gente
Emilio Mar�n
La Arena
El escandaloso fallo del juez de R�o Tercero que sobresey� a todos los
procesados por los estallidos de la F�brica Militar ha tenido la virtud de
disparar los debates sobre la situaci�n de la justicia. En 2006 abundaron los
cuestionamientos.
El conjuez Diego Est�vez no tendr� unas fiestas tranquilas porque entre Navidad
y A�o Nuevo es posible que lo sancionen, luego de la polvareda que levant� el
sobreseimiento que dict� a favor de seis militares por ese estallido de
noviembre de 1995.
Posiblemente el martes su caso ser� tratado por la C�mara Federal de C�rdoba, a
la que le traslad� el problema el Consejo de la Magistratura, luego de deliberar
y no tomar una resoluci�n pese al apremio del Ejecutivo. El presidente Kirchner
hab�a reclamado p�blicamente una sanci�n, al deplorar en discursos oficiales lo
resuelto por ese magistrado, un ex dirigente de la UceDe y el menemismo en los
a�os �90.
Sin demasiados argumentos, y habiendo copiado datos sobre el TNT del sitio
www.elrincondelvago.com, Est�vez favoreci� a los coroneles implicados
mediante el enfoque de que lo sucedido en la ciudad cordobesa hab�a sido un mero
accidente. La tesis hab�a sido ventilada en aquellas aciagas jornadas por Carlos
Menem, secundado por el entonces gobernador mediterr�neo Ram�n Mestre. En ese
momento pocos cre�an con tanta pasi�n en la hip�tesis del estallido organizado
para tapar el faltante de ca�ones y otros elementos vendidos ilegalmente a
Croacia, cuando hab�a sanciones a los contendientes de la ex Yugoslavia.
N�stor Kirchner y sus representantes en el Consejo de la Magistratura
arremetieron contra el conjuez, pero no tuvieron �xito inmediato. Delia Conti
fulmin� al personaje en la picota diciendo que "no lo hubiera aprobado en un
examen de Derecho Penal". An�bal Fern�ndez, fiel a sus costumbres e im�genes,
declar� que "lo hubiera sacado a patadas del aula" de un hipot�tico examen.
La C�mara Federal dictaminar� sobre Est�vez y quiz�s lo sancione, lo que
aparecer�a como una medida reparadora. Pero ser�a importante que no presente eso
como una panacea para la situaci�n de la justicia, que muestra la hilacha por
muchos lados. Que el mayor genocida, ex teniente general Jorge Rafael Videla,
a�n permanezca en arresto domiciliario sin que haya sido llevado a juicio por
sus cr�menes de lesa humanidad, es un bald�n para la justicia. Lo es tambi�n
para el estado democr�tico que lo indult� luego de ser condenado en el juicio a
las ex juntas militares.
Y eso, obviamente, no es culpa del perezoso magistrado que se copi� al "rinc�n
del vago" de Internet. Ser�a redundante apuntar qui�nes son los responsables.
Pulseada con Uruguay
La relaci�n con el vecino pa�s sigue siendo tensa, a contramano de la laxitud
que tuvo en las �ltimas d�cadas. El factor de irritaci�n sigui� siendo,
rec�procamente, la instalaci�n de la pastera Botnia en Fray Bentos, y los cortes
de rutas en Gualeguaych�. Aquella chimenea (paradojalmente construida por una
empresa argentina) desvela a nuestra gente, y ese piquete quita el sue�o al
gobierno de Tabar� V�zquez.
En estos d�as la pol�mica tuvo dos escenarios, el r�o de la Plata y La Haya. En
este �ltimo, las delegaciones de ambos pa�ses expusieron ante la corte
internacional.
La representaci�n charr�a lo hizo reclamando para que del lado argentino cesen
los cortes, atribuidos a la desidia del gobierno de Kirchner. Los viajeros de
Buenos Aires insistieron en desvincular los temas (cortes, por un lado; proyecto
unilateral y contaminante sobre un r�o compartido, por el otro). El cruce
pol�mico no fue para nada modosito ni exento de fuertes expresiones, como
"chantaje" y otras que encresparon a la contraparte.
Los sosegados jueces se limitaron a escuchar, impert�rritos e inescrutables,
aunque ya en julio votaron por 14 a 1 en contra de Argentina. Como luego hubo
pronunciamientos claves del Banco Mundial, facilitando el financiamiento a la
planta finlandesa, se puede presumir que el pr�ximo fallo del tribunal, en 2007,
seguir� esa l�nea.
Crey�ndose ganador, V�zquez ha endurecido su t�ctica. Comunic� al facilitador
del rey de Espa�a que Uruguay da por terminada su tarea y no dialogar� con las
autoridades argentinas. Su excusa es que los cortes de rutas prosiguieron en
Gualeguaych�, donde los vecinos no aflojan ni ante las celebraciones navide�as.
Si el asunto conflictivo en s� no acerca a las partes, m�s las aleja la pol�tica
dise�ada en Montevideo para mimosear con Washington y firmar un Tratado de Libre
Comercio. As� se desprende de lo expresado por el ministro de Econom�a Danilo
Astori, quien advirti� que "no vamos a esperar indefinidamente por un TLC con
EEUU". Astori pareci� sentenciar al Mercosur, al que estim� como que est� en un
"p�simo estado".
Wayne por cinco
El encargado de la Hacienda oriental no es el �nico receptivo a las sugerencias
norteamericanas. De este lado del r�o, Kirchner perdi� hace rato las �nfulas
anti ALCA y otros barnices tercermundistas. Ese corrimiento a una pol�tica de
acuerdos con la Casa Blanca se transparent� en su viaje al Norte en setiembre
�ltimo.
Una prueba de ello es que el embajador Anthony Wayne, delegado de George W en
estos lares, sigue su periplo por los ministerios argentinos donde entra "como
Pedro por su casa". El que ha batido todo el r�cord es Jorge Taiana, quien el
lunes 18 lo recibi� por quinta vez en cuarenta y dos d�as de estancia en Buenos
Aires. Al actuar de ese modo el canciller confirma el aserto sobre la furia con
que obran los conversos. Es que ex compa�eros de militancia de los �70 a�n
recuerdan al Taiana antiimperialista y antisionista, dos definiciones que hoy no
existen en su diccionario.
En el marat�n kirchnerista, quien le sigue al canciller es Julio De Vido, al
haberse reunido dos veces con Wayne, seducido por sus promesas de inversi�n en
�reas energ�ticas, que sonaron a m�sica maravillosa en estos meses de mayor
consumo el�ctrico. Tambi�n se interes� en las posibles inversiones en televisi�n
digital en caso que el pa�s adopte la norma tecnol�gica estadounidense.
Al soplar estos aires conservadores en pol�tica, quien los respira con total
normalidad es Daniel Scioli, al que han comenzado a exportar m�s all� de la
avenida General Paz para que recupere algo de los tics bonaerenses.
El que queda desubicado es Daniel Filmus, de una cierta aureola de progresista y
ubicado para correr en el andarivel porte�o. Si finalmente el ministro viste los
colores del kirchnerismo, y no Jorge Telerman y la extra�a runfla de ex
macristas que arm� en la jefatura de gobierno porte�o, tendr� dificultades para
explicar su plan de gobierno encorsetado por los acuerdos y promesas hechas a
Wayne.
Ni qu� hablar si el tr�o progresista integrado por Miguel Bonasso, Carlos Heller
y An�bal Ibarra llega a alg�n acuerdo de complementaci�n con Filmus. En tal caso
ser�n un adorno o distractivo, como ya lo fue el Frepaso en el gobierno de la
UCR y Alianza.
A cinco a�os
Esta semana se cumplieron cinco a�os de la leg�tima expresi�n de bronca popular
que ech� a Fernando de la R�a y su corte de ministros, pese a la vigencia del
Estado de Sitio y el plomo policial que apag� tantas vidas.
Con sentido oportunista, la jueza Mar�a R. Servini de Cubr�a aprovech� la
conmemoraci�n para dar a conocer un procesamiento, esta vez contra el ex
comisario Jorge Palacios. Pero a�n as�, esa resoluci�n no logra ocultar la
morosidad de la justicia ni, sobre todo, su parcialidad.
Es que a lo sumo esa causa tan importante tiene unos pocos polic�as procesados,
ninguno preso, pero los responsables pol�ticos no est�n sentados en el banquillo
de los acusados. El de mayor nivel funcional, que nunca estuvo detenido, es el
neonazi Enrique Mathov, secretario de Seguridad en los d�as de la balacera.
Coherente con ese criterio pol�tico de dar impunidad a los m�ximos jerarcas
pol�ticos, Servini de Cubr�a nunca imput� a De la R�a ni a su ministro de
Interior, Mestre, ni a su jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. �Tienen coronita
igual que Eduardo Duhalde, Juan J. Alvarez, Carlos Soria, Felipe Sol� y otros
funcionarios peronistas en relaci�n a la masacre de Santill�n y Kosteki?
A lo sumo el ex mandatario radical tuvo que ir estos d�as a Tribunales para ser
interrogado sobre las coimas en el Senado, que lubricaron la aprobaci�n de la
reforma laboral en abril de 2000. Pero de los 39 cr�menes cometidos el 19 y 20
de diciembre por las fuerzas policiales al socaire del Estado de Sitio, no tuvo
que decir ni una palabra.
Este caso nos devuelve al punto de partida, del descr�dito de la justicia. Cinco
a�os atr�s murieron porte�os, bonaerenses, cordobeses, santafesinos, etc, sin
que ning�n juez condenara a los uniformados que tiraron del gatillo y menos a�n
a quienes les dieron las �rdenes. Muchos tribunales de esos distritos recibieron
con alfombra roja a Juan Carlos Blumberg, en su cruzada por las mayores penas a
como diera lugar, pero nunca dieron audiencia a los familiares de los muertos en
esas tr�gicas jornadas.
Est� muy bien que los garantistas Eugenio Zaffaroni y Carmen Argibay hayan sido
nombrados en la Corte Suprema. Pero quien crea que con eso, o disminuyendo a
cinco el n�mero de cortesanos, se termin� la obra de rectificaci�n, est�
confundiendo corteza con sustancia, fuegos artificiales con Navidad.
Fuente: lafogata.org