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Argentina: La lucha continúa

El Presidente enfermo

Jorge Derra

El presidente esta enfermo, es un secreto a voces, los recurrentes trastornos digestivos que lo obligan a inesperados retiros en su Santa Cruz, o a bajarse del avión cuando esta a punto de iniciar un viaje oficial, son prueba de ello.
El Presidente esta enfermo y por más que se pretenda minimizar la situación, ésta lo condiciona en su actualidad y en sus perspectivas de futuro, de reelección obvio. Pero no es todo…
...El Presidente esta enfermo, padece un narcisismo exacerbado que le produce una distorsión riesgosa en su capacidad de percibir la realidad.
El Presidente esta enfermo y en su convalecencia transita senderos peligrosos. Y no es todo… arrastra en ese tránsito a la nación misma.
En octubre último el presidente obtuvo un triunfo electoral muy importante, pero no exento de algunas restricciones, en primer término mas que un triunfo suyo fue una gran derrota de un aparato partidario repudiado por la sociedad, para decirlo sin eufemismos, los votos obtenidos por su mujer, fueron mas votos en contra de Duhalde que a favor suyo, y si así no fuera el presidente enfermo tendría que evaluar que en el mejor de los casos esos votos no son ni mas, ni mejores, que los que en su momento supieron cosechar Alfonsín, Menem y De la Rua. No hace falta mencionar cual es el lugar que ocupan hoy los tres en la consideración de la sociedad.
El Presidente, enfermo de euforia no exenta de soberbia, construye escenarios viejos para actuar la nueva política de la que se ufana, ¿cuales son esos escenarios?: históricos, repetidos, propios de una sociedad fracturada, enfrentada a si misma. Podríamos asociarlos a aquellos del ’55 cuando como una paradoja la oligarquía reaccionaria exhibía voces de libertaria Democracia frente al accionar totalitario de los sectores populares que terminaron recluidos en su propio aislamiento, observando impotentes el desmoronamiento de un proyecto nacional y popular, víctima más de sus propios excesos que de los ataques ajenos y el comienzo de 50 años de ignominia.
El Presidente enfermo tiene todo el derecho de sentirse el legítimo dueño de los votos obtenidos por su mujer el 23 de octubre, en su enfermedad puede entender que esos votos lo autorizan, le dan derecho a confrontar, a decidir, a gobernar, a polemizar con la oposición y con quien le cuadre, pero debería saber que no esta autorizado a sentirse infalible, no tiene derecho a considerar irrefutable cada acto de gobierno o irreverencia mediática que cometa, no puede pretender ser absoluto, el absolutismo no es parte de la Democracia, no puede negar, como intenta siempre, que las cosas en la mayorías de los casos tienen otra mirada.
El presidente enfermo puede ser audaz en su relación con la sociedad, pero nunca irrespetuoso, puede ser firme pero nunca intolerante.
Burlarse de De la Rua en un miserable programa de televisión puede entenderse como un error, la insistencia en el mensaje que se deja translucir denota ensañamiento, crueldad, innecesaria y atemporal.
No seré yo quien defienda al ex Presidente, pero en el fatídico sketch televisivo la caricatura grotesca y lamentable no es De La Rua, sino Kirchner. Él representa lo valioso para la Democracia y la sociedad hoy, o al menos así tendría que ser.
El presidente está enfermo y su enfermedad nos afecta a todos, el avance impresentable contra el consejo de la Magistratura es una calamidad inaceptable para la independencia de la justicia
Por si no se sabe, lo que se pretende, es dejar el nombramiento de los jueces en manos exclusivamente del poder ejecutivo, retornar a tiempos pretéritos y tirar por la borda, la que es quizás la más acertadas de las iniciativas de la reforma constitucional de 1994.
Eso solo sería gravísimo, pero el presidente enfermo agrega sobredosis de su enfermedad con el tratamiento público del tema y la actitud tomada frente a todo el arco de opinión que se oponen a tal iniciativa.
Se podrán tener diferencias con Carrio con Macri, Con Lopez Murphi, con Binner, Con Luis Juez o Martín Sabattella pero de ahí a decir que todos ellos son el pasado, hay un trecho. Y si a ellos les agregamos a la infinidad de sectores sociales que se oponen abiertamente a la iniciativa del presidente enfermo y su mujer, como ser Madres de plaza de mayo, CELS, Poder Ciudadano colegio publico de abogados, juristas intelectuales etc., si todos ellos son, como dice el presidente enfermo,"el pasado", estamos entonces resignados a entender que nuestro único presente es la enfermedad del presidente y el futuro atemoriza de solo insinuarlo.

jorgederra@ya.hoo.com.ar