Amnistía Internacional (AI) ha denunciado hoy la reciente escalada de intimidación y violencia contra manifestantes pacíficos en Túnez, unos meses antes de la fecha en la que está previsto que el país acoja la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información y tras conocerse que el gobierno tunecino ha invitado a dicha cumbre al primer ministro de Israel, Ariel Sharon.
En diversas partes el país se organizaron varias manifestaciones para protestar contra esta decisión de invitar al primer ministro israelí. El 4 de marzo, muchas personas, incluidos defensores de los derechos humanos, fueron agredidas cuando varios centenares de policías se desplegaron para impedir que varios grupos pequeños se reunieran para celebrar una manifestación en el centro de la capital, Túnez. La manifestación había sido convocada por partidos políticos y organizaciones no gubernamentales independientes tras la negativa de las autoridades a darles permiso para celebrar una reunión.
Según AI, Radhia Nasraoui, abogada y defensora de los derechos humanos, se dirigía al punto de partida de la manifestación cuando fue brutalmente golpeada por agentes de policía, sufriendo fractura de nariz, cortes en la frente y contusiones en otras partes del cuerpo. Su hija, que se encontraba con ella en aquel momento, también fue golpeada y tiene contusiones en el cuerpo. Las mismas fuentes indican que la ex prisionera de conciencia Najoua Rezgui, que se encontraba en un café en el momento de la manifestación, también fue atacada por miembros de las fuerzas de policía, teniendo que ser llevada al hospital a consecuencia de las lesiones que sufrió. Decenas de manifestantes fueron detenidos y se sabe que la mayoría de ellos fueron puestos en libertad el 5 de marzo.
La organización denuncia que los casos e incidentes aquí mencionados son sólo unos pocos ejemplos de una larga campaña de represión en Túnez. AI ha expresado hoy su condena a estos ataques e instado a las autoridades tunecinas a respetar las obligaciones contraídas por el país en virtud de la ley tunecina y las normas internacionales de derechos humanos y a poner fin a la constante represión de la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica.