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Medio Oriente - Asia - Africa


Jugando con fuego, el triangulo EE.UU., Irak e Irán

IImmanuel Wallerstein
Traducido por: Luís Carlos Puentes.

 Fernand Braudel Center, Binghamton University
http://fbc.binghamton.edu/commentr.htm

Cuando se es una potencia mundial, es difícil no jugar con fuego, pero el régimen del presidente Bush ha sido particularmente descuidado. Tomemos por ejemplo el caso Estados Unidos, Irán e Irak, para nadie es un secreto esta historia. La primera intervención famosa que realizo la CIA en un país , fue precisamente la realizada en Irán, hace algún tiempo ya en 1953. Para ese momento, Mohamed Mossdegh era el primer ministro de Irán, un político secular de clase media que se atrevió a nacionalizar el petróleo iraní. Tiempo después, el Shah huyó y se exilió, Estados Unidos y Gran Bretaña no muy felices con la situación, apoyaron, de hecho incentivaron, un golpe militar para arrestar a Mossdegh y restablecer el Shah a su trono. A partir de este momento, Irán se volvió un aliado cercano de los Estados Unidos, el régimen del Shah Reza Pahlevi era autoritario y represivo, sin embargo, para los Estados Unidos lo importante era tener un aliado que apoyara sus acciones en el Medio Oriente.
 
  Finalmente, el régimen del Shah fue derrocado por una revuelta popular en 1979, una vez mas el Shah huyó al exilio. Esta vez las fuerzas dominantes resultaron no ser nacionalistas seculares sino militantes islámicos dirigidos por el Ayatollah Ruhollah Khomeini, se proclamó una republica islámica y en el plazo de un año, militantes iraníes ocuparon la embajada estadounidense y mantuvieron al personal encarcelado durante 444 días. Esta de más decir que el gobierno de los Estados Unidos se molestó de nuevo, Irán nombro a los Estados Unidos como "el gran Satanás", e Irán a su vez se convirtió en un enemigo total de los EE.UU. El intento del presidente Carter de liberar por la fuerza a los prisioneros de la embajada resulto todo un fiasco, el presidente Reagan logró luego la liberación mediante un pacto secreto que devolvería a los iraníes dinero congelado en cuentas estadounidenses.
 
  Los Estados Unidos decidieron que la mejor manera de lidiar con los iraníes era apoyando la invasión de Irán por parte del presidente de Irak, Saddam Hussein, la invasión ocurrió en 1980. Irán por supuesto, es en su mayoría un país chiíta e Irak, por su parte, posee una basta cantidad de chiítas, sin embargo, desde la creación del moderno modelo de estado soberano de Irak, los políticos sunnitas impiden la participación activa de los chiítas en el poder. En 1983, el presidente Reagan envió a Irak un cierto Donald Rumsfeld como enviado especial, la visita tenía como objetivo alentar a Saddam en sus aspiraciones bélicas, ofrecer ayuda directa e indirecta e incluso poner a disposición el uso de armas biológicas contra Irán, la visita aspiraba borrar a Irak de la lista de países pro- terroristas del medio oriente y en general tenía como intención, halagar un poco a Saddam. La guerra entre Irak e Irán se libro durante ocho años, fue extremadamente costosa para ambas partes en cuanto a dinero y bajas, finalmente terminó por fatigar ambos lados, las tropas se retiraron a sus puntos iniciales y se firmó un acuerdo militar. Al final la enemistad política persistía.
 
  Como ya se sabe, fue bastante difícil para Saddam pagar las deudas contraídas para financiar su guerra, sobre todo las grandes deudas que ahora tenía con Kuwait y Arabia Saudita. Decidió entonces no pagar sus deudas, satisfacer sus aspiraciones nacionalistas e invadir Kuwait de una vez por todas. Al menos esta vez los Estados Unidos se opusieron y encabezaron una coalición de la ONU para expulsar a Irak de Kuwait, entre otras cosas, con la ayuda tácita de Irán. Al final la guerra terminó entre traiciones. Saddam había enviado gran parte de su flota aérea militar a Irán, para mantenerla a salvo de los bombardeos estadounidenses, pero después que la guerra finalizó, Irán se rehusó a devolver los aviones. Por otra parte, los chiítas se alzaron en contra de Saddam durante la guerra del golfo, pero los Estados Unidos se negaron a ayudarlos después de haber firmado el tratado con Saddam, aunque con el tiempo los EE.UU. declararon zona de exclusión de vuelo los espacios chiítas para evitar la venganza de Saddam, no obstante, demasiado tarde.
 
  Todos se encontraban inconformes con el tratado de facto entre 1991 y el año 2001. Los neo-conservadores de los EE.UU. sintieron que la permanencia de Saddam en el poder representaba una humillación para su nación. Saddam por su parte tampoco se encontraba muy feliz, Estados Unidos liderizaba un boicot económico y la ONU establecía limitaciones sobre la soberanía de Irak al imponer controles sobre a la venta de petróleo. Los chiítas iraquíes y los kurdos seguían descontentos por la permanecía de Saddam en el poder, se sentían abandonados por los EE.UU. Por ultimo, Irán tampoco estaba conforme; Saddam permanecía en el poder, los chiítas iraquíes seguían sufriendo y los Estados Unidos seguían siendo un peligro inminente en la región.
 
  Después de los hechos ocurridos el 11 de septiembre, los neo-conservadores encontraron la oportunidad perfecta para enfocar a Bush en invadir Irak, como ya sabemos, la invasión cobro vida en el año 2003, auspiciando el derrocamiento de Saddam. George W. Bush declaro al triangulo Irak, Irán y Corea del Norte como "el eje del mal". Finalmente los EE.UU. habían decidido estar en contra del régimen Iraní e Iraquí al mismo tiempo, pero con la convicción de que invadirían a Irak primero. Esta bastante claro que para el gobierno de Bush, la toma de Irán sería sólo cuestión de tiempo.
 
  Al parecer, lo que el presidente Bush esperaba que ocurriera en el 2003, era la rápida instalación de un gabinete amigable en Irak y luego proceder con la toma de Irán. Pero lo que no se esperaban, era un movimiento de resistencia tan fuerte y poderoso que ahora parece incontrolable. Lo que no se esperaban, era una efectiva presión política por parte de los chiítas para llamar a elecciones lo antes posible y asegurar su mayoría en el gobierno. Lo que los EE.UU. no se esperaban, era la falta de dominio de sus fuerzas militares sobre el terreno, ahora no existe forma de que los EE.UU. consideren seriamente tomar acciones militares para cambiar el régimen de gobierno de Irán.
 
  Y menos aun se hubieran esperado que pudiera ser Irán quien estaría en pocisión de ser el gran intermediario diplomático triunfador de la invasión a Irak. Veamos los hechos ocurridos el 15 de mayo de 2005; la Secretaria de Estado de los EE.UU. Condoleeza Rice, realiza una visita inesperada a Bagdad donde pasa la mitad del tiempo regañando, y la otra mitad suplicando al gobierno Iraquí, todos estos hechos fueron públicos. Dijo que los iraquíes debían ser más "incluyentes", palabra clave para sugerir que los sunitas árabes deberían tener mayor participación dentro del nuevo gobierno. Advirtió también en contra de una severa "exclusión", dando a entender que debería darse cabida por lo menos a algunos partidarios de Saddam. Probablemente la secretaria de estado piense que estas medidas lograrían socavar la resistencia contra las tropas de los EE.UU. y hacer posible la reducción de tropas en Irak, ¿quizás para utilizar estas mismas tropas en una posible invasión a Irán? Curiosamente la secretaria abogaba a favor de almeno algunos ex partidarios del régimen Ba’ath, y hasta donde se sabe, súplicaba a oídos sordos, ya que el análisis de la situación por parte del actual gobierno iraquí, o por lo menos sus prioridades, parecen ser diferentes.
 
  Dos días después, el Ministro de relaciones exteriores de Irán, Kamal Khazzeri, llega a Bagdad para realizar una visita de cuatro días mucho más exitosa que la hecha por la señora Rice. El ministro Khazzer es recibido por el ministro de relaciones exteriores de Irak, Hoshyar Zebary, sunita kurdo que maneja la lengua Farsi fluidamente. Después de tres días, Irak e Irán firmaron un acuerdo para el cese de hostilidades entre ellos, y en el cual el gobierno iraquí, concordó con el gobierno iraní en que la guerra librada entre los dos países fue iniciada por Saddam Hussein. Los dos países renovaron sus críticas contra Israel. El presidente Bush esta muy equivocado si piensa que el nuevo gobierno iraquí lo va a acompañar en una cruzada contra Irán, el otro miembro del "eje del mal"
 
  Las relaciones entre Irán e Irak se han normalizado a tal punto que podrían volverse amistosas. Por supuesto esto no era lo que habían previsto los neo conservadores cuando lanzaron su "plan de democratización estadounidense" sobre el medio oriente. Cuando las Fuerzas Armadas de los EE.UU. se retiren, probablemente mas temprano que tarde, Irán permanecerá más fuerte que nunca, gracias a los EE.UU.
 
Immanuel Wallerstein
Traducido por: Luís Carlos Puentes.
C.I 14699575
Merida- Venezuela