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Cuando un ex invulnerable estalla de nervios en Perú
Vladimiro Montesinos, ex jefe de inteligencia del régimen de Alberto Fujimori,
era un hombre intocable en el Perú de los ¹90. Pero empieza a perder la calma
ante un juicio por derechos humanos.
Carlos Noriega
Página12
Como ex oficial del ejército rechazo la acusación², gritó exaltado Vladimiro
Montesinos, saltando de su asiento visiblemente nervioso cuando tres ex miembros
del escuadrón de la muerte llamado Grupo Colina se declararon culpables ante el
tribunal que juzga al grupo paramilitar y admitieron que los crímenes cometidos
por Colina se ejecutaron con la aprobación de Montesinos y del ex presidente
Alberto Fujimori (1990-2000).
Cuando los ex agentes del Servicio de Inteligencia del ejército Marcos Flores,
Isaac Paquiyauri y Julio Chuqui, que formaron parte del Grupo Colina, aceptaron
como ciertos los cargos presentados por la fiscalía y el tribunal anunció que
testificarían contra sus coacusados, Montesinos, habitualmente imperturbable,
perdió la compostura. Impulsados por el mismo temor que hizo saltar de su
asiento a Montesinos, los otros miembros del Grupo Colina comenzaron a gritar
contra sus tres ex compañeros convertidos ahora en testigos de la fiscalía.
El tribunal, presidido por la jueza Inés Villa Bonilla, anunció que a los tres
acusados que se declararon culpables se les dictará sentencia adelantada, por lo
que ya no tendrán que seguir asistiendo al juicio, excepto en aquellas ocasiones
en las que sean llamados como testigos contra los acusados. Tomando en cuenta su
colaboración, la fiscalía ha pedido para Flores una sentencia de cinco años, y
para Paquiyauri y Chuqui de ocho.
Montesinos, un ex capitán del ejército dado de baja en la década del 70 por
vender información a la CIA y que desde 1990 se convirtió en el brazo derecho de
Fujimori; el general Nicolás Hermoza, ex jefe de las fuerzas armadas; el mayor
Santiago Martin Rivas, quien fuera el jefe operativo de Colina, y los
principales miembros de este escuadrón de la muerte que operó durante el
gobierno de Fujimori podrían ser condenados a 35 años de prisión..
El proceso contra Fujimori ha sido reservado, ya que el ex presidente peruano se
encuentra refugiado en Japón. Perú ha pedido su extradición por este caso, y
también por cargos de corrupción, pero Japón se niega a concederla alegando que
el ex presidente peruano es ciudadano japonés.
En total son 57 los procesados por los crímenes del Grupo Colina. Aunque se
estima que las acciones criminales cometidas por Colina son muchas más, en este
proceso se ha incluido el asesinato de 15 personas, entre ellas un niño,
cometido en noviembre de 1991 durante una fiesta en una humilde vivienda de los
Barrios Altos en el centro de Lima; el secuestro y ejecución de nueve
campesinos, en mayo de 1992; el asesinato del periodista Pedro Yauri, en junio
de ese mismo año; y el secuestro y asesinato de nueve estudiantes y un profesor
de la Universidad La Cantuta, en julio del mismo año O92. El Grupo Colina fue
formado durante el régimen de Fujimori y operó desde los servicios de
inteligencia, que controlaba Montesinos, y con la protección del gobierno. Se
espera que los tres ex miembros del Grupo Colina convertidos en testigos revelen
durante el proceso qué funciones cumplía cada miembro de este escuadrón de la
muerte, cómo se planificaban los operativos y cómo funcionaba la cadena de
mandos, y que den detalles de las reuniones de coordinación que tenían con
Montesinos. Se estima que su testimonio será vital para sustentar la acusación
del fiscal.
Montesinos tenía, pues, razones de sobra para ponerse muy nervioso cuando
escuchó a sus tres ex subordinados anunciar que estaban dispuestos a confesar
todo lo que saben. Quien también debe estar igualmente nervioso con las
revelaciones que se anuncian es Fujimori, ya que el juicio al Grupo Colina y los
testimonios de sus ex integrantes pueden comprometer seriamente su situación,
precisamente en momentos en que está embarcado en una operación para retornar al
Perú como candidato presidencial el año 2006.