VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

Ecuador: Nada cambió en abril

Editorial Quincenario Tintají 73

La historia del Ecuador como la de toda América Latina es la historia de las traiciones y las ingenuidades.
Muchos rebeldes indígenas y afroamericanos que lucharon por su libertad contra los colonizadores fueron traicionados.
Durante la lucha independentista varios libertadores sufrieron la traición.
Ya conformadas las repúblicas, los luchadores sociales y políticos que quisieron construir procesos de equidad recibieron el golpe traicionero.
En el siglo XX diversos intentos revolucionarios o de profundización democrática que se dieron a lo largo del continente y particularmente en el Ecuador, tuvieron muchos ejemplos e heroicidad, pero unos pocos traidores sirvieron en unos cuantos casos para desarmarlos.
En los últimos años, el curso de la historia sigue marcado por las traiciones. Tal vez no sean tan cruentas como antes pero siguen golpeando. El caso de Lucio Gutiérrez, que se comprometió con un programa y finalmente no lo cumplió es sin duda el más notorio, porque casi asesina la esperanza.
Sin embargo, hay otros casos que pasaron a un segundo plano que no son muy diferentes al de Gutiérrez. Jamil Mahuad, por ejemplo, quien de acuerdo a su actuación como alcalde y a su programa de gobierno, algunos suponían que no sería tan "entreguista", terminó otorgando la base y el puerto de Manta a las fuerzas armadas estadounidenses. E inclusive en julio de 1999, llevó adelante una brutal represión contra los indígenas que entraban a Quito por el sur, cuando desde los helicópteros policiales y militares les lanzaban bombas lacrimógenas. Lamentablemente su caída no significó ningún cambio. Al contrario, la entrada de un presidente con mayor popularidad fue fundamental para instrumentar la dolarización sólo anunciada por Mahuad, además de profundizar las leyes privatizadoras y consolidar una mayor entrega petrolera. Traicionó Mahuad y traicionó su vicepresidente, Gustavo Noboa.
Actualmente ocurre algo similar, Lucio Gutiérrez traicionó su mandato, ¿Alfredo Palacio (su vicepresidente) se encargará de consolidar la segunda traición?. El TLC (Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos), el proceso privatizador en las telefónicas, las eléctricas y la Seguridad Social, el desconocimiento de la caducidad del contrato entre el Estado ecuatoriano y la Petrolera Occidental, son más fácil de consolidar por un presidente con cara de bueno pero con una clara postura de derecha. Ya no hay espacio para ingenuidades. Nada cambió en abril.