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Latinoamérica

La alianza paramilitar de AUV y el ALCA.

Alejandro Martinez

Devastar en Colombia y América Latina la capacidad instalada agrícola e industrial, la organización social y la soberanía nacional son los objetivos del ALCA que bajo las leyes imperiales agudizan el aumento de los impuestos, el desempleo masivo de la población; destruyen la educación y la salud pública, además de estimular la exportación de capitales y la libre circulación del dólar.

Es con la guerra; privatizando y concesionando el acumulado social de los pueblos como el ALCA define la ruta del capitalismo en América Latina ; que acentúa por otro lado y de manera crítica los ya graves conflictos sociales y políticos ocasionados por el neoliberalismo.

En Colombia; por ejemplo, las finanzas públicas se dirigen además a alimentar la maquinaria de guerra de la oligarquía paramilitar que busca convertir los derechos sociales, políticos y públicos fundamentales de los pobladores, en simples derechos mercantiles y privados; en contravía de la independencia, la identidad y el derecho al desarrollo integral, autónomo y soberano de nuestro pueblo.

De otro lado; la macabra alianza – narcoparamilitarismo-ALCA- se desnudan ya como una estrategia indispensable para la burguesía que intenta someter al pueblo para la instauración del autoritarismo como un sistema político y económico; y claro está, para la defensa de los intereses hegemónicos del gran capital transnacional, que de la mano con el estado Colombiano ha legalizado ya el narcoparamilitarismo; privilegiando el diálogo y la devastación del país entre el gobierno y las AUC; a quienes conceden toda suerte de impunidad, garantías y privilegios en razón al ordenamiento jurídico y económico paramilitar que ; claro está, levanta – eso sí- infranqueables barreras para que el movimiento insurgente, como actor político fundamental, llegue a un proceso de paz y presente al país y al mundo sus propuestas de país y/o de Convención Nacional, de diálogo e intercambio humanitario.

El hecho que el ALCA represente para Colombia y América Latina una mayor dependencia y vulnerabilidad económica externa y la recolonización política y militar del todo el continente bajo el control de Estados Unidos; implica objetivamente, profundizar las desigualdades entre naciones, es decir un desastre social impredecible y que solo impone garantías y superderechos - que no sacian sus ganancias-. a los grandes inversionistas, mientras se le niega cualquier protección a los sectores vitales y estratégicos de las economías menos desarrolladas; en una especie de constitución supranacional en la que cederíamos la soberanía de nuestras naciones a la hegemonía de los intereses norteamericanos; donde el aparato económico de los estados ha sido reemplazado y que en el caso de Colombia intensifica la crisis, el endeudamiento externo – 31.000 millones de US-, multiplicación de la deuda pública interna que hoy llega a los 42 billones de pesos; en una orgía financiera en la que el estado paramilitar no ha podido "blindar" a la economía; que por otro lado jamás produjo el efecto AUV; a no ser que se refieran a el terrorismo narcoparamilitar de estado y cuya política de " seguridad democrática" no da " confianza plena" a los inversionistas nacionales y extranjeros; estancando la economía, estimulando la fuga de capitales que han producido hasta ahora 200.000 millones de "perdidas" en el sector bancario, 80.000 millones entre las fiduciarias y comisionistas de bolsa, 8 entidades en bancarrota y miles de estafados .

Esta banda terrorista integrada por los amigos de AUV-AUC - quienes sin embargo desconfían de su capacidad de gestión- ; sacan el dinero del país, promueven una nueva y más lesiva reforma tributaria, el ALCA y desde luego la reelección de su paladín que ya coloca sus fichas claves en el BID y la embajada imperial; para congraciarse con los paramilitares, la banca multinacional y el imperialismo norteamericano que alimentarán su sed de sangre y poder, que ha buscado disfrazar de todas maneras y con miles de caras; pero que al final la comunidad internacional identifica como un eslabón del fascismo continental ,que persiste en la guerra, en el fracasado plan Colombia; así como en el abrazo con los paracos y el festejo terrorista de Santafé del Ralito; elementos que ya le llevan a un irreversible desprestigio del gobierno; nacional e internacionalmente, pues en su campaña ya no pudo esconder su imagen y perfil paramilitar; menos el respaldo dado a los gringos, su política neoliberal y guerrerista; y mucho menos su apertura a la dictadura fascista en Colombia.

A AUV-AUC; de nada le servirá el supuesto proceso de paz en Santafé del Ralito; pues es en realidad un proceso de paz militarista y una nueva justificación para legalizar en Colombia la presencia de estos grupos fascistas, al otorgarles estatus político y concerderles toda una serie de prerrogativas que ya desbordaron el sistema penal colombiano y que garantiza su incursión abierta en la vida política como "heroes de la nueva Colombia", los mejores ciudadanos de bien con un partido que estará respaldando el proyecto político-militar del presidente de la república, en miras a su reelección, al fortalecimiento de "su programa de gobierno", la implementación del fallido Plan Patriota y la cristalización sin oposición alguna de los megaproyectos que el imperio, los paramilitares y las transnacionales tienen previstos para nuestro país, en el marco del TLC y el ALCA.

De tal manera que el paramilitarismo y el ALCA como instrumentos del imperio y del estado Colombiano para arremeter contra el pueblo, el movimiento social y democrático; seguirán en su política de guerra y seguridad democrática; mientras del lado del pueblo y sus organizaciones se continuará construyendo el Poder Popular y poniendo en práctica el ejercicio democrático del poder, la práctica de los derechos de los pueblos; así como la exigencia de la verdad, la justicia y la reparación integral de las víctimas de los paramilitares por sus crímenes imprescriptibles, el genocidio y la desaparición forzada.

Entonces; ni la guerra, ni la muerte, ni el ALCA esperpentos del mundo feliz de la seguridad militar de Bush: jamás podrán doblegar la decisión y los sueños de nuestros pueblos.