Latinoamérica
|
Otro golpe de la fuerza publica a la cultura
El ejército colombiano saquea Centro
Arqueológico Comunitario
Lautaro Sucre
Marginales
La tarde del pasado martes fue repentinamente perturbada por las hélices de los
helicópteros que rasgaron los cielos cargados con tropas del bravo y valiente
ejército nacional. En la vereda "La Cristalina", perteneciente a los territorios
de reservas campesinas del municipio de Corinto, norte del Cauca, la llegada
intempestiva de las fuerzas armadas, no fue para asestar un golpe de mano a las
estructuras subversivas que operan en todas las zonas montañosas del
suroccidente, su objetivo era otro, bien definido: la hermosa y valiosísima
colección de piezas precolombinas, que atesoraba, el museo arqueológico la
Cristalina, inaugurado en el 2001 por el alcalde del municipio de Corinto, como
un centro arqueológico orgullo y ejemplo a nivel regional. Dicho lugar se
edifico pretendiendo -de una manera rustica, muy a lo caucano- dilucidar los
distintos periodos transitados socialmente hablando, sus costumbres y los
objetos asociados a su vida cotidiana -de la piedra a la cerámica- de las
distintas etnias y pueblos que moraron en estas paradisíacas montañas, siendo
para las comunidades un legado ancestral, un patrimonio e identidad que
despiertan del pasado y hablan hacia el futuro, que enseña y orienta, pues
tambien es una escuela donde estudian los niños de la vereda y se les da el
almuerzo comunitario.
El operativo militar descargo del cielo un grupo de totalmente vestidos de negro
y encapuchados -dice Mónica, con nerviosismo- a poyados con tropas a pie, mire
yo en lo que vivo en la vereda nunca había visto algo igual, tal despliegue de
fuerza y poder, todos los vecinos quedamos estupefactos del miedo, pero lo que
más nos sorprendió fue el hecho que se metieron de una, rapidito, al museo y así
rapidito, empacaron las piezas y se fueron, imagínese tanto problema para que la
comunidad se organice en torno a un proyecto de identidad y cultura, años de
trabajo, sin ningún patrocinio sólo la buena voluntad de los vecinos y el apoyo
solidario de universitarios, y zas se las llevan sin mas ni mas, y desbaratan
las humildes casas de los alrededores dizque en busca de caletas, el acabose.
El primer informe de los medios locales -canal regional telepacifico- se decía
que se confiscaron la colección privada de piezas arqueológicas de un importante
líder guerrillero de las insurgentes FARC-EP, que eran 60 el numero de piezas
incautadas, el informe de hoy -tres días después- del general responsable de la
brigada sostiene, que se decomisan porque a los alrededores del museo había un
laboratorio de coca, que son 30 piezas, que la investigación se deja en manos de
la fiscalía, para determinar el futuro de las piezas. Al observar los noticieros
que proyectaron la noticia del operativo y su justificación, Mónica sostiene: el
museo contenía 500 piezas y que algunos investigadores que visitaron el museo
calculaban que el museo representaba muchos millones en el mercado negro, en la
especulación, por el valor, rareza y diversidad de las piezas encontradas, y
tenemos un documental que hicieron los jóvenes de los grupos de trabajo de la
universidad del Valle y de la universidad Nacional, que estuvieron trabajando en
las piezas, en su reconocimiento e iniciar el registro para su clasificación
ante el banco de la Republica y el ministerio de cultura, diligencia que iba
lenta, pero que se estaba haciendo, usted sabe las limitaciones que nosotros
tenemos en estos parajes, todo es más demorado. Jamás pensamos que la fuerza
pública llegara a estos extremos, pues arrasaron con todo hasta con las aves de
corral, se llevaron al pavo real que un profesor de la universidad de caldas nos
había dejado pa´l museo, imagínese, no es como raro, hasta los animales son
sospechosos de terrorismo y detenidos.
Esto no es nuevo por acá -nos comenta don Miguel, miembro del cabildo local,
habitante de los contornos- es parte de una ofensiva, demasiado agresiva que las
fuerzas armadas tienen en toda la región, con el pretexto que atacan las
estructuras y bases de la guerrilla, abusan de las personas y sus propiedades,
el pillaje es parte generalmente de estos odiosos operativos y a nosotros, a
todos los de por acá nos toca aguantar, por todas las rancherías y caseríos de
allá pa`rriba, el ejercito llega a las pobres casas, y les pide los papeles y
facturas de todos sus pertenecías, los electrodomésticos especialmente, los que
no los tengan son vilmente retenidos, bajo sospecha de que tal posesión fue dada
por los guerrilleros, que abuso, esto lo hemos dicho en las a los noticieros,
pero nunca dicen nada, claro que muchos de los pobladores se abstiene de hacer
comentarios o denunciar los atropellos a nivel publico por miedo a las
represalias de las fuerza armadas, y así hemos visto llevar nuestros
televisores, neveras y equipos de sonido, que nos ha costado sudor y esfuerzo,
subidos en varios camiones que el ejercito trae para llevarse tan miserable
botín, obviamente tales enseres nunca llegan a la brigada, que tal.
Cada vez que hablan -dice miguel, ya en confianza- en la televisión ò en la
radio del Cauca es por algo malo, nosotros siempre queremos hacer algo para que
cambie esa imagen violenta que los medios de comunicación han generado en torno
a nuestras comunidades, estigmatizándolas, que las tropas no nos vean como su
enemigo, que somos campesinos pobres y que nuestra vida es muy difícil. De todos
modos, nosotros vamos a reclamar las piezas porque pase lo que pase el museo
arqueológico tiene que continuar, pues es la casa de la cultura, es un ejemplo
de dignidad y resistencia de las comunidades, que no aceptamos que destruyan
nuestros lazos con el pasado, nuestra identidad y arte, que nos mantenemos
desafiantes, rebeldes ante las injusticias y atropellos a los que nos vemos
sometidos, este operativo militar fue el primer paso a la institucionalización
del museo, a legalizarlo definitivamente, pues el potencial en lo que
corresponde a la investigación arqueológica es inmenso, en todos lados emergen
piezas, y de una en una por todos lados fluyen donaciones de los comuneros que
las hallan, esa es la esencia del museo, con el esfuerzo de todos lo generamos.
El problema generado por acción militar, apenas ha comenzado, los territorios de
reservas campesinas de Corinto y Tacueyo, apoyados por los cabildos nasa que se
han solidarizado en contra del abuso estatal, para tal fin se ha recurrido a la
ayuda del alcalde de Corinto -que coincidencialmente fue él mismo en el anterior
periodo administrativo quien oficialmente inauguro el museo-, para que se
reclame ante la justicia competente por tal arbitrariedad, recurriendo a todos
los instrumentos legales posibles y ante todo dejar en firme la decisión de
seguir comprometidos con el proyecto del museo y construir una sub-sede en la
vereda la Cominera, para replicar los centros arqueológicos en la región. Se
tienen que tener presentes estas situaciones que están surgiendo, que queden
como precedentes para que abusos y agresiones como estas no queden impunes y no
se presenten en un futuro en Colombia, concluyó José Rodríguez de la Universidad
del Cauca.