Latinoamérica
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Materias primas por análisis noticiosos
Andrés Soliz Rada
Una de las características de la relación entre los centros de poder mundial y
las periferias es el intercambio de materias primas por análisis noticiosos. En
tanto los países coloniales y semi coloniales proveen a las metrópolis de
petróleo, estaño, oro y plata, ahora con el valor agregado de la maquila y
algunas ensambladoras, las agencias de noticias de los países más
industrializados se encargan de convencernos de las "bondades" del saqueo.
Siempre se tratará de refutar este planteamiento por la vía de casuismo y de las
excepciones, pero sin tocar su esencia.
En el marco de la globalización neoliberal, el retroceso de la libertad de
información es gigantesco. Basta comparar la libertad de información que existió
en la guerra de Vietnam, en la que centenares de periodistas, fotógrafos y
cineastas dejaron para la historia películas, revistas, periódicos, fotografías
y libros imperecederos, muchos de ellos basados en documentales recogidos en los
campos de batalla. Ese trabajo, heroico y sacrificado, sensibilizó al propio
pueblo norteamericano, el que, en gigantescas manifestaciones, exigió el retiro
de los invasores.
Pero el imperio aprendió la lección, ya que la cobertura noticiosa de las
invasiones a Irak y Afganistán fue anulada por los romanos de nuestro tiempo.
Los medios de comunicación, incluyendo los europeos, tuvieron que repetir las
noticias procesadas por la norteamericana CNN, bajo directivas del Pentágono. El
sufrimiento de las víctimas de los bombardeos y de las masacres, que tacto
impactó en Vietnam, se redujo a lucecitas relampagueantes en las pantallas
televisivas, en tanto una voz en "off" decía que se estaba bombardeando Bagdad o
Kabul. Si otra voz en "off" decía que se exhibía una película sobre la guerra de
las galaxias nadie notaba la diferencia.
El intento más serio de terminar con esa descomunal información en la región es
TV-Sur, una suerte de CNN latinoamericana, que no dependerá de ningún Pentágono,
capaz de difundir la otra cara de la opinión y de la noticia. En ella no se
dirá, por ejemplo, que cientos de miles de iraquíes, incluyendo mujeres y niños
indefensos, fueron aniquilados para liberarlos de la dictadura de Sadam Hussein,
quien, además, tenía armas de destrucción masiva, ocultas en las fábulas de las
"mil y una noches". No se dirá que el Tío Sam es el abanderado de los derechos
humanos, en tanto se filtran fotografías de torturas aberrantes en Irak,
Guantánamo o Afganistán. No se dirá que EEUU, Francia o Inglaterra combaten al
narcotráfico, mientras protegen y fomentan sus paraísos financieros en las
Bahamas, en las Islas Caimán o en la Isla Mauricio. No se dirá que Washington
preserva la ecología, pero que se niega a firmar el Tratado de Kyoto, o que
practica el libre comercio, mientras desarrolla el proteccionismo más
desenfrenado en materia agrícola o siderúrgica. No se manifestará, en fin, que
George Bush lucha contra el abuso y la prepotencia, cuando el Imperio presiona a
nuestros gobiernos para suscribir tratados de inmunidad para sus asesinos y
violadores.
En ese contexto, es conmovedor que una enmienda del Senado estadounidense
hubiera resuelto combatir a TV-Sur, mediante emisiones especiales a Venezuela, a
fin de que los venezolanos tengan "noticias exactas". Tales emisiones se
encargarán de difundir el "perjuicio" que significaría para la Patria de Martí,
de Artigas y de Bolivar contar con FFAA latinoamericanas que pongan fin al
colonialismo inglés en las Malvinas, al Francés u Holanda en las Guyanas o al
norteamericano en Puerto Rico. Lo grave que sería para Wall Street que tengamos
nuestro Banco Latinoamericano de Desarrollo, independiente del FMI, del Banco
Mundial, del BID y de la CAF, tutelados por EEUU.
Sería inaudito que se permitiera articular a nuestras empresas estatales de
petróleo, como planteó Hugo Chávez, para contener la despiadada succión de las
petroleras europeas y norteamericanas. Que avancemos, en fin, en la creación de
los Estados Unidos Socialistas de América Latina y del Caribe, abriendo nuevos
rumbos al destino de la humanidad. Los psicólogos del imperio saben que el
esclavo que ha tomado conciencia de su esclavitud ha comenzado a ser libre. Y en
eso tienen razón, ya que TV-Sur desarrollará la conciencia liberadora de
nuestros pueblos.