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Latinoamérica

 

Los que protestan
 

James Painter
BBC Analista Regional

 

Bolivia posee una larga tradición de protestas políticas organizadas. Fue el primer país en América del Sur en tener una revolución popular en 1952, que nacionalizó las minas e instauró el sufragio universal.
 

También tiene una historia de una sociedad civil fuerte y un gobierno débil.

La más reciente ola de protestas tiene sus raíces en el movimiento iniciado en los años 90, provocado en buena parte por la falta de mejoras para la mayoría de la población empobrecida y mayormente indígena.
 

Habitantes de El Alto

Protestas en Bolivia

Los indígenas del Alto participaron en las manifestaciones.

El mayor grupo de manifestantes en los últimos días y quienes han bloqueado carreteras en forma frecuente.

Provienen de la extensa zona empobrecida conocida como El Alto, una meseta cercana a La Paz.

La población alcanza a las 750.000 personas, formada en gran parte por los indígenas aymara que huyen de la miseria en las zonas rurales.

Han creado comités zonales que son una fuerza de organización clave y generadora de un fuerte sentido comunitario. Su líder es Abel Mamani.

Las manifestaciones de los habitantes de El Alto jugaron un papel fundamental en la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en octubre de 2003.

Se opusieron a la distribución de agua por parte de una empresa francesa y apoyan la nacionalización de los hidrocarburos, el fin de la economía de mercado y el otorgamiento de más derechos a los pueblos indígenas.

 

Evo Morales y los cocaleros de Chapare

Evo Morales es un indígena aymara que cobró notoriedad como el líder de la unión de cocaleros en la región del Chapare, en el centro de Bolivia.

Evo Morales

Evo Morales es el líder de los cultivadores de coca.

Allí se planta la mayor parte de la coca, la materia prima de la cocaína.

Su partido, Movimiento al Socialismo (MAS), fue el segundo más votado en las elecciones de 2002.

Se opone con dureza a cualquier intervención de Estados Unidos en el país, en particular en lo que tiene que ver con la erradicación de las plantaciones de coca.

Morales ha cultivado vínculos con el presidente Hugo Chávez de Venezuela, otro motivo por el cual no es muy popular en Washington.

Se le considera un dirigente menos radical y más flexible que otros líderes indígenas, sin embargo, recientemente expresó su apoyo a la nacionalización de los hidrocarburos, algo que considera "no negociable".

 

Felipe Quispe y los campesinos

Quispe es un aymara radical, líder campesino del altiplano.

Cree en la formación de un Estado aymara independiente y ataca sin pausa a la élite "blanca" de Bolivia.

Saltó a la fama en 1998 cuando se convirtió en el jefe de la poderosa federación campesina, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).

Su partido, el Movimiento Indigenista Pachakuti (MIP), obtuvo seis escaños en las elecciones de 2002, pero Quispe renunció para regresar a la militancia de base.

Su retórica radical atrajo el apoyo de los aymaras deseosos de impulsar los derechos indígenas, particularmente sobre la tierra.

Pero Quispe, apodado el Cóndor o Mallku en aymara, no es considerado una figura clave en las protestas actuales.

 

Los Mineros

Protestas en Bolivia

Los mineros siempre han participado en las luchas sociales.

Históricamente los mineros de Bolivia han sido uno de los grupos más militantes dentro del sindicalismo latinoamericano, y conforman la columna vertebral de la poderosa Confederación Obrera, la COB.

Perdieron militantes y por ende poder cuando 25.000 mineros se quedaron sin empleo a mediados de los años 80, debido al bajo precio mundial del estaño.

Muchos de ellos se volcaron a otras actividades, como la siembra de coca o el trabajo en minas precarias como parte de diversas cooperativas.

Se mostraron muy activos en la reciente lucha por las pensiones y en las protestas actuales mantienen viva la tradición boliviana de detonar dinamita durante las marchas.

 

Manifestantes de Cochabamba

Cochabamba es la cuarta ciudad de Bolivia detrás de La Paz, Santa Cruz y El Alto.

Las protestas en esta ciudad cobraron notoriedad cuando en el año 2000 lograron que el gobierno diera marcha atrás en una propuesta venta del suministro de agua a la empresa estadounidense Bechtel.

Fue una de las primeras manifestaciones exitosas contra el modelo de economía de libre mercado.

El líder de las marchas de Cochabamba era Óscar Olivera, que es hoy uno de los dirigentes del movimiento que busca la nacionalización del gas.

Los accesos a Cochabamba fueron bloqueados por protestas en favor de la nacionalización y la conformación de una Asamblea Constituyente.

 

Indígenas y campesinos de Santa Cruz

Los indígenas de las tierras bajas del departamento de Santa Cruz conforman un conglomerado con orígenes en grupos emigrados de otras partes del país y las etnias locales: Guaraníes, Ayoreo, Chiquitano y Guarayos.

Se han visto involucrados en luchas por la tierra ante la expansión de la forestación, los cultivos de soya y la ganadería.

La principal organización indígena es la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia (CIDOB), pero también hay integrantes del más radical Movimiento de los Sin Tierra (MST), similar a su homónimo en Brasil, que ha ocupado tierras en la última década.

En las disputas actuales varios grupos guaraníes tomaron instalaciones de la española Repsol y la británica BP, provocando un alto en la producción.

 

La élite de Santa Cruz

Muchos cruceños prefieren autodenominarse "cambas" en contraste con los "collas" del altiplano.

Sus demandas por una mayor autonomía se radicalizaron en los últimos meses, en parte ante la fuerza de la protesta campesina y el riesgo de una nacionalización de los recursos.

Sostienen que como parte del sector más próspero de la economía boliviana deben tener buena parte de los futuros beneficios del gas natural, que se encuentra en su territorio.

Organizaciones empresariales y agroindustriales están detrás del Comité Pro Santa Cruz y la región planea un referéndum sobre la autonomía para agosto, tenga o no la aprobación del gobierno nacional.