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Latinoamérica


 

La Cumbre Arabe-Sudamericana defiende al Estado palestino

Nora Di Pacce

La Cumbre América del Sur-Países Arabes trascendió las discusiones comerciales y se transformó en una tribuna política en la que, en discursos encendidos, se proclamó el 'derecho de los pueblos a resistir invasiones extranjeras' y, específicamente, la reivindicación de la formación del Estado palestino.

Hoy, cuando se dé por terminado el encuentro que se celebra en la capital de Brasil, se dará a conocer la Declaración de Brasilia, en la que, entre otras cosas, constará por escrito el compromiso de estimular y fortalecer los lazos entre ambas regiones y de fomentar el aumento del comercio y las inversiones.

La Cumbre entre los países árabes y los de América del Sur fue una iniciativa del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien, desde el primer momento, despertó recelo por parte de Estados Unidos. En reiteradas ocasiones Washington pidió garantías al Gobierno del país anfitrión, de que sólo se tratarían temas referidos al intercambio comercial.

Bajo un impresionante dispositivo de seguridad, las delegaciones de los países árabes invadieron Brasilia. En el discurso de apertura de la reunión, Lula se refirió al desafío de diseñar una 'nueva economía comercial internacional, basada en la autonomía, la creatividad y la osadía'.

Sin embargo, tal vez muy a pesar del propio presidente brasileño, la osadía parece haber superado los límites comerciales, según entendieron algunos miembros del bloque árabe. Tal fue el caso del primer ministro de Siria, Mohammad Naji Otri, quien felicitó al Gobierno de Lula por el coraje de enfrentar presiones estadounidenses para realizar la Cumbre Sudamérica-Países Arabes. Si bien Estados Unidos pretendía enviar un observador para que siguiese el desarrollo del encuentro, el canciller brasileño, Celso Amorím, le negó rotundamente esa posibilidad. Sin embargo, en un juego de delicado equilibrio, el jefe de la diplomacia brasileña se entrevistó, hace dos semanas, con su homóloga norteamericana, Condoleezza Rice, a quien, a fines de tranquilizarla, aseguró que 'la intención no era enfrentarse a Washington'.

Por su parte, en su discurso de apertura, el representante del Gobierno argelino, Abdelazis Bouteflika, defendió algo caro al Gobierno brasileño: la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que Brasil espera conseguir un escaño permanente.

El documento final, que, tras ser firmado por representantes de 34 países (22 árabes y 12 sudamericanos), se presentará hoy, además de hacer referencia al 'derecho de resistencia de los pueblos contra invasiones extranjeras' y a la formación del Estado Palestino, incluirá una condena a 'todas las formas de terrorismo'. Además, apoyará la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas.

En lo referente a intercambios comerciales, el Mercosur selló un acuerdo marco con el Consejo de Cooperación del Golfo, alianza fundada en 1981 e integrada por Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Qatar y Omán. Este convenio sienta las bases para la negociación, en un futuro, de un tratado de libre comercio entre los dos bloques.

Paralelamente a la Cumbre Arabe-Sudamericana, y posiblemente para mayor preocupación de Washington, los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; Argentina, Néstor Kirchner, y el anfitrión, Lula, constituyeron el Petrosur, un acuerdo en el área de energía, que incluye refinación, explotación y transporte de combustible.

ARGENPRESS.info agradece la colaboración de Nora Di Pacce y Radio Nederland.